Científicos chinos descubren un cráneo fosilizado de 'Homo erectus' en el este de China

Foto: El cráneo fosilizado del Homo erectus descubierto en la gruta de Hualong, en el distrito de Dongzhi, en la provincia china de Anhui [Crédito: Xinhua].

Fuente: news.xinhuanet.com | 20 de noviembre de 2015 (Traducción de G.C.C. para Terrae Antiqvae)

Arqueólogos chinos han descubierto un "extraordinariamente bien conservado" cráneo fosilizado de Homo erectus en el este de China, proporcionando un material muy valioso en el estudio de la evolución y distribución de los primeros seres humanos.

El fósil es el último descubrimiento en el sitio arqueológico Hualongdong, en el distrito de Dongzhi de la provincia de Anhui, señaló Liu Wu (izquierda), científico en el Instituto de Paleontología de Vertebrados y Paleoantropología (IVPP) de la Academia de Ciencias de China.

El cráneo, que muestra la zona facial de un Homo erectus, se ha mantenido bien conservado. Se remonta a entre 150.000 y 412.000 años o más, apuntó Liu, quien añadió que la datación exacta todavía espera más exámenes.

Hualongdong es otro enclave importante de Homo erectus después de los hallazgos en otras localidades del país, entre ellas, Zhoukoudian, donde vivían los Hombres de Pekín, Lantian, Hexian y Nanjing, indicó Liu.

La exploración arqueológica en Hualongdong comenzó en 2006. Más de 6.000 fósiles de animales vertebrados y objetos de barro han sido desenterrados. Piezas del cráneo, dientes y huesos de humanos y animales también han sido hallados.

''Es muy raro que hayamos encontrado fósiles de tanta variedad en un solo sitio. Todos ellos indican que el lugar es exactamente donde los hombres de Dongzhi vivían, ya que hemos visto que los huesos de los animales están divididos de una manera muy poco natural. Para decirlo con mayor precisión, fueron cortados con herramientas en trozos pequeños, lo que significa que los animales fueron comidos o utilizados en sacrificios", dijo Liu.

Lo más destacado de los hallazgos es el cráneo, descubierto el pasado 11 de octubre. Estaba parcialmente enterrado, lo que ayudó a protegerlo. La parte frontal del mismo se observa claramente, incluyendo las cuencas de los ojos completas, una gran parte del hueso nasal y los pómulos.

"El descubrimiento de un cráneo humano fósil es un sueño hecho realidad para cualquier paleoantropólogo, por lo que todo nuestro equipo está felizmente sorprendido", dijo Liu.

"Un cráneo lleva mucha más información que cualquier otro hueso humano. Con él es más fácil para nosotros restaurar el aspecto que tenía y, en última instancia, determinar su origen. Este descubrimiento cuenta con valores significativos para la investigación de la evolución humana en China y Asia Oriental'', añadió.

Los cráneos de Homo erectus descubiertos en China desde 1926 están deformados o sin la parte facial, explicó Liu.

Además del cráneo, los científicos encontraron los fragmentos de huesos humanos que pertenecen a por lo menos cuatro personas, entre ellas un niño.

"Junto con los fósiles de huesos de animales y los utensilios de piedra, asumimos que el sitio era el hogar de una comunidad humana relativamente madura", afirmó Liu.

Aunque es tentador usar los hallazgos en Dongzhi como evidencia de patrones de migración del Homo erectus en China, las implicaciones más amplias del descubrimiento en Hualongdong siguen sin estar claras, destacaron los investigadores del IVPP.

"Los descubrimientos hasta el momento son muy preliminares y son sólo el comienzo de un proyecto que puede durar una década o más. Acabamos de abrir una ventana de una casa que es un tesoro paleoantropológico", sostiene Liu.

"Es demasiado pronto para decir que tiene una relación directa con el estudio sobre el origen de los seres humanos, pero sí creemos que el 'Hombre de Dongzhi' tiene algunas conexiones con los 'Homo erectus' descubiertos anteriormente, particularmente en el distrito de Hexian y en Nanjing, ya que los dos lugares están a menos de 200 km de Dongzhi".

El gobierno de Dongzhi ha puesto a Hualongdong bajo protección. "Tenemos la intención de contratar a guardias para el yacimiento y construir un museo aquí para proteger este patrimonio para el mundo entero", dijo Lu Wenmin, jefe del gobierno de Dongzhi.

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Comentario por Guillermo Caso de los Cobos el diciembre 12, 2015 a las 1:49am

Nuevo hallazgo en China: Hualong y la aldea perdida

Fuente: quo.es | 3 de diciembre de 2015

Hace justo un año publiqué un post sobre el viaje que realizamos mi colega la Dra. María Martinón y quién escribe al interior de China. Pudimos visitar los yacimientos de Daoxian y Hualong. Los resultados de aquel viaje no pudieron ser más favorables. No solo tuvimos la fortuna de recorrer regiones desconocidas para muchos occidentales, sino que el estudio de los materiales y el yacimiento de Daoxian fue en fecha reciente objeto de una publicación en la revista “Nature” (post de 12 de Octubre de 2015).

El cráneo recién descubierto en el yacimiento de Hualong. Fuente: Google

La visita al yacimiento de Hualong tenía como objetivo conocer las primeras prospecciones de un lugar perdido de la provincia de Henan, en la región centro- oriental de este inmenso país. Las zonas rurales de esta y otras provincias de China viven por fortuna alejadas de la grandes urbes, y todavía puedes apreciar la extrema hospitalidad de sus gentes, de vida muy sencilla y herederas de una cultura milenaria.

En un apartado rincón de un lugar paradisíaco y envueltos por una densa vegetación nuestros colegas y sus ayudantes de la aldea se afanaban por poner a punto un lugar, donde ya se habían encontrado numerosos restos de especies extinguidas con una antigüedad aproximada de entre 150.000 y 450.000 años. Un resto craneal, posiblemente de un humano, había despertado el interés de nuestros anfitriones del Instituto de Paleontología de Vertebrados y Paleoantropología de Pekín (IVPP). Durante nuestra breve estancia se encontró un canino humano de aspecto primitivo. Fue entonces cuando supimos que el yacimiento de Hualong estaría algún día en el mapa de los grandes hallazgos de la paleoantropología. No nos equivocamos.

Compartiendo impresiones con el Dr. Xing Song en el yacimiento de Hualong. Foto: María Martinón

Durante todo este años 2015 hemos mantenido correspondencia muy frecuente con nuestros colegas del IVPP a propósito de nuestros estudios conjuntos. En el mes de julio los profesores Liu Wu y Wu Xie-jie visitaron los yacimientos de la sierra de Atapuerca, poco antes de continuar sus excavaciones en Daoxian y Hualong. Sus campañas duran varios meses, porque los yacimientos son pequeños y necesitan poca gente para su explotación. Pero el tamaño de un yacimiento no es importante si la fortuna te acompaña con grandes hallazgos. Esto es lo que acaba de suceder en Hualong hace pocas semanas. Además de restos humanos de menor entidad, se ha encontrado un cráneo muy completo que, de momento, solo ha sido dado a conocer en los medios de comunicación. La limpieza, reconstrucción y estudio de este cráneo llevará un cierto tiempo. Pero su publicación ocupará dentro de unos años la portada de alguna revista científica de mucho impacto.

Falta todavía un estudio de la geología del yacimiento y dataciones por alguno de los métodos que se utilizan en geocronología. Sé que tardaremos en verlo publicado y confiamos en realizar un seguimiento de su estudio, así como de otros restos que a buen seguro aparecerán en este lugar en los próximos años. De momento, nos quedaremos con la imagen del cráneo rodeado de sedimento, que recuerda a otros cráneos de finales del Pleistoceno Medio. En nuestra retina aún persisten las impresiones visuales del lugar y de las personas que se afanaban en realizar la limpieza de los sedimentos removidos. Pero, sobre todo, recordaremos siempre la maravillosa acogida de las gentes de aquel lugar, que no tardarán en ver el nombre de su aldea perdida en los libros de texto.

Comentario por Guillermo Caso de los Cobos el abril 2, 2016 a las 5:40pm

Hexian y la gran diversidad de Homo erectus

Fuente: quo.es | 30 de marzo de 2016

Como sucede desde 2011, viajaremos de nuevo a Pekín durante este mes de abril para estudiar fósiles humanos de China junto a nuestros colegas del Instituto de Paleontología de Vertebrados y Paleoantropología (IVPP). La doctora María Martinón (que ahora trabaja en el “University College” de Londres) y un servidor tendremos ocasión de continuar nuestra colaboración con los doctores Liu Wu y Wu Xiujie. En esta ocasión retomaremos el estudio de fósiles del yacimiento de Hexian, cuyos dientes fósiles ya fueron analizados por el equipo chino-español en 2013.

Dientes humanos fósiles del yacimiento de Hexian. Algunas de las imágenes fueron obtenidas mediante tomografías de alta resolución.

El yacimiento de Hexian se localiza en la ribera del río Yangtze, uno de los más caudalosos de China, a unos 300 kilómetros de su desembocadura en el océano Pacífico. El yacimiento se ubica en el interior de la cueva de Longtan (Longtandong), en el condado de Hexian de la provincia de Anhui. Para que nos hagamos una idea más nítida de la situación del yacimiento de Hexian aclararé que su latitud es similar a la del norte de la India o el sur de Irak y Marruecos. Teniendo en cuenta su localización, las condiciones climáticas de la región donde se encuentra el yacimiento de Hexian pudieron ser más que aceptables durante todo el Pleistoceno, aún durante las fases glaciales del hemisferio norte.

En los años 1980 y 1981 se obtuvieron en esta cueva varios restos humanos, entre los que destaca un neurocráneo muy completo (sin cara ni mandíbula), pequeños trozos de parietal (quizá de dos individuos distintos), un fragmento de mandíbula y varios dientes. También se encontraron restos de animales, pero ninguna herramienta de piedra. Aunque se llevaron a cabo varios intentos para datar los fósiles, quizá el más completo y fiable corresponde al realizado por el equipo del prestigioso especialista Rainer Grün. Sus dataciones, publicadas en 1998, fueron realizadas mediante el método combinado del ESR y de las series del uranio en dos dientes no humanos. Los análisis dieron una antigüedad de 412.000 ± 25.000 años. Esta antigüedad es compatible con la presencia de especies de mamíferos del Pleistoceno Medio. La fauna fósil encontrada en la cueva muestra una combinación de especies propias del norte de China con especies de origen subtropical. Esta combinación sugiere que la alternancia de cambios climáticos durante el Pleistoceno produjo migraciones entre el norte y el sur, que terminaron por  constituir un ecosistema mixto de especies de procedencia diversa.

En el neurocráneo de Hexian cabía un cerebro de unos 1.000 centímetros cúbicos. El cráneo es alargado según el plano sagital. El hueso frontal está claramente inclinado hacia atrás y provisto de un torus supraorbitario muy desarrollado, que forma una auténtica visera encima de los ojos.  El hueso occipital se curva con un ángulo muy pronunciando, que también es típico de los cráneos bajos y alargados. En definitiva, la forma del cráneo de Hexian recuerda al repertorio de fósiles atribuidos a la especie Homo erectus. Dada la cronología de los fósiles de Hexian, es evidente que aquellos humanos de China coexistieron con diferentes linajes de la geneaología de los Neandertales en regiones muy distantes de gran continente eurasiático.

Restos humanos fósiles obtenidos en el yacimiento de Hexian.

El último estudio de la forma del neurocráneo de Hexian mediante un método desarrollado en los últimos veinte años (morfometría geométrica) y que es totalmente independiente del tamaño, ha mostrado las variaciones que existieron entre los cráneos asignados a Homo erectus en China y en el sudeste asiático. Los autores de este trabajo (Cui Yaming y Wu Xinzhi) concluyen que existió un gradiente morfológico entre el norte y el sur, de manera que los habitantes de Hexian fueron intermedios en su morfología entre los homininos de la isla de Java y los de las cuevas de Zhoukoudian.

No cabe duda de que todos estos homininos están relacionados por un ancestro común, pero las diferencias no responden necesariamente a una variación continua, sino a un aislamiento prolongado entre ellos. El mapa de Eurasia se puede ver en un solo golpe de vista, pero no olvidemos que la distancia entre Pekín y la isla de Java es superior a 5.000 kilómetros. El aislamiento geográfico de cientos de poblaciones durante el Pleistoceno dio lugar a una diversidad espectacular entre los humanos de aquellos tiempos. Cada ejemplar encontrado tiene sus peculiaridades. Por supuesto, esta diversidad no implica necesariamente la existencia de especie distintas. Todos estos humanos pudieron hibridar entre ellos y tener descendencia fértil. Por ese motivo, lo más interesante es investigar sobre las causas de la distribución y aislamientos de estos grupos humanos, sus posibles migraciones y su diversidad.

Comentario por Guillermo Caso de los Cobos el abril 8, 2016 a las 11:18pm

Científicos chinos y españoles unen fuerzas para buscar el origen del hombre

Científicos chinos y españoles unen fuerzas para buscar el origen del hombre.

Fuente: eldiario.es | 8 de abril de 2016

China y España, con yacimientos que en distintas épocas revolucionaron la Antropología en las afueras de Pekín y en Atapuerca (norte), esconden claves para entender las primeras migraciones de seres humanos fuera de África, y así lo entienden científicos de ambos países, que cooperan intensamente.

Expertos como José María Bermúdez de Castro, que esta semana visitó Pekín, o los profesores Liu Wu y Wu Xiaojie, del Instituto de Paleontología y Paleontropología de China, comparten desde principios de esta década datos y métodos para avanzar en el misterio del origen del hombre.

Ello permitió el año pasado que este equipo chino-español, en el que también figura la antropóloga orensana María Martinón, también estos días en Pekín, descubriera los vestigios más antiguos de Homo sapiens (nuestra especie actual) fuera de África.

Se trata de 47 dientes de entre 80.000 y 120.000 años de antigüedad hallados en las cuevas de Daoxian, en el centro de China.

"Nos ha unido un gran proyecto en el que estaremos trabajando muchos años", subrayó a Efe Bermúdez de Castro, codirector de las excavaciones de Atapuerca (Burgos) y receptor en 1997 del Príncipe de Asturias de las Ciencias junto a otros investigadores de ese yacimiento.

China y España poseen dos de los restos más antiguos de homínidos en Eurasia: los más antiguos encontrados en la Sima del Elefante de Atapuerca en 2008 tienen 1,3 millones de años, mientras que en el sur de China el llamado "hombre de Yuanmou", hallado en 1965, data de hace 1,7 millones de años.

Junto a los cinco homínidos encontrados en Dmanisi (Georgia) entre 2001 y 2005, de 1,8 millones de años, y hallazgos de antigüedad similar en Indonesia, otro paraíso para los antropólogos, Atapuerca y Yuanmou animan a reflexionar sobre cuándo y cómo salieron nuestros antepasados de África y por dónde se extendieron.

"En los últimos años, estudiando los fósiles y teniendo en cuenta las variaciones de clima, paisaje y hábitat, creemos que la evolución fue mucho menos lineal" de lo considerado en teorías clásicas, explicó Martinón en la charla que ella, Bermúdez de Castro y sus dos colegas chinos ofrecieron esta semana en el Instituto Cervantes de Pekín.

"Es posible que las especies llegaran a Eurasia en diferentes oleadas y por tanto haya relaciones de parentesco, pero no evolucionaron únicamente en un lugar", destacó la antropóloga gallega, actualmente en el University College de Londres, que se ha unido recientemente a la mencionada cooperación hispano-china.

Chinos y españoles se complementan en un momento en el que España acumula 40 años de tradición (Atapuerca comenzó a excavarse en 1976) y acumula el 80 por ciento de los datos de homínidos en Europa, mientras China tiene muchos yacimientos de primer nivel -más de una decena- y el dinero para financiarlos.

"Con la crisis económica los medios para la investigación cayeron bastante en España, y China económicamente está mejor, no hay que esconderlo, pero conservamos la tradición", señaló Bermúdez a Efe.

En distintas épocas, China y España pusieron patas arriba la Antropología: en el país asiático ocurrió en 1921, cuando un equipo compuesto por expertos suecos, estadounidenses y chinos descubrió restos del Homo erectus en Zhoukoudian, en las afueras de Pekín.

Aquel "Hombre de Pekín" -junto al indonesio "Hombre de Java" hallado en 1891- era entonces el homínido más antiguo conocido, ya que los grandes descubrimientos en África no llegarían hasta los 60 y 70, aunque los hallazgos pequineses se perdieron en la Segunda Guerra Mundial, con la invasión japonesa.

"Nunca dejaremos de buscar aquellos cráneos", relató en el Cervantes el profesor Liu Wu, ya que algunas leyendas dicen que tales vestigios fueron robados por soldados nipones, aunque él opina que lo más probable es que quedaran destruidos fortuitamente por bombardeos.

Atapuerca, medio siglo después, batió dos veces el récord del homínido más antiguo encontrado en Europa Occidental, primero con los restos hallados en 1994 en la Gran Dolina, de un Homo antecessor de hace unos 850.000 años, y más tarde con los mencionados de la Sima del Elefante, de 1,3 millones de años.

Los dos países siguen excavando en busca de más restos -en Atapuerca, explicó Bermúdez de Castro, hay trabajo "para 100 o 200 años más"- y en China los últimos hallazgos sensacionales son los de la Montaña del León, en el sur del país, donde se han encontrado restos similares a los neandertales.

Hasta ahora sólo se habían hallado restos de esta especie extinta, quizá la más cercana a nuestro Homo sapiens sapiens actual, en Europa, pero el llamado "Hombre de Maba" ofrece muchas similitudes, aunque no sea exactamente idéntico, explicó la profesora Wu Xiujie.

Comentario por Guillermo Caso de los Cobos el abril 22, 2016 a las 11:59pm

Secretos de la evolución humana en China

Fuente: quo.es | 19 de abril de 2016

El ámbito científico de la evolución humana en China se cerró al mundo al finalizar la segunda guerra mundial. Los descubrimientos de los yacimientos Zhoukoudian se perdieron durante este conflicto, pero las excavaciones reiniciadas sobre todo a partir de los años 1970s han proporcionado gran cantidad de datos arqueológicos y paleontológicos.

La descripción de la inmensa mayoría de los hallazgos se han publicado en chino mandarín y en revistas locales de China. La interpretación de los datos tuvo entonces una visión propia, alejada de la que se ha venido desarrollando en los países occidentales. Algunos científicos extranjeros han tenido un acceso restringido a los fósiles de China, especialmente a partir de los años 1980s. A pesar de ello, la evolución humana en este enorme país se ha contemplado necesariamente con una perspectiva muy general, sin el detalle que han tenido los hallazgos en África y Europa.

Trabajando en el despacho del Profesor Liu Wu. Fotografía tomada por María Martinón.

Trabajando en el despacho del Profesor Liu Wu. Fotografía tomada por María Martinón.

En este contexto tan cerrado, la evolución humana de China ha tenido su propio paradigma. Los miembros de la especie Homo erectus habrían sido los únicos habitantes de este inmenso territorio de Eurasia desde la primera expansión de los homininos fuera del continente africano. Durante décadas hemos hablado de los Homo erectus de Asia como una unidad indiferenciada. Nuestra visión desde la distancia apenas permitió ver alguna diferencia entre los fósiles que iban enriqueciendo el registro paleontológico de China.

El modelo multiregional para explicar el origen de nuestra especie penetró en la ciencia de China con mucha fuerza, aunque sin los matices introducidos por la paleoantropología occidental. El modelo multiregional tuvo que recurrir a la posibilidad de que todas las poblaciones de África y Eurasia se mantuvieran en contacto, evitando con ello la posibilidad de que Homo erectus hubiera dado lugar a especies distintas en diferentes lugares de África y Eurasia. Este modelo, en cambio, queda fuera de la ortodoxia de la teoría evolutiva, si se empeña en explicar el surgimiento de una misma especie en diferentes lugares del planeta. No obstante, los antropólogos de China mantuvieron que el origen de la humanidad de su país no tenía nada que ver con la del resto del mundo. Su “Homo sapiens” era exclusivo. Las supuestas formas intermedias entre Homo erectus y Homo sapiens estaban presentes en varios yacimientos. La lógica parecía aplastante y se impuso como un verdadero dogma de la doctrina política.

Pero la República Popular de China se fue incorporando al mundo con un crecimiento económico asombroso. Sin perder su personalidad, la ciencia de China se fue abriendo camino gracias a la formación de científicos de alto nivel. La arqueología y la paleoantropología se sumaron a la apertura. Los más jóvenes ya están realizando estancias en países occidentales y participan con sus trabajos en la evolución del paradigma general. No obstante, sus maestros todavía se debaten entre las viejas teorías endogámicas y las tendencias de la ciencia más avanzada. Ese es el escenario en el que aún nos estamos moviendo. Nuestro reciente viaje a Pekín forma parte de un acuerdo de cooperación con miembros de la Academia de Ciencia de China, los profesores Liu Wu y Wu Xiujie.

Conferencia en el Instituto Cervantes de Pekín en día 7 de abril de 2016. Sentados, de izquierda a derecha, Liu Wu, María Martinón, Wu Xiujie y el autor de estas líneas.

Conferencia en el Instituto Cervantes de Pekín en día 7 de abril de 2016. Sentados, de izquierda a derecha, Liu Wu, María Martinón, Wu Xiujie y el autor de estas líneas.

Nuestro acuerdo, que dura ya seis años, está fundamentado no solo en el hecho de que nuestro país es rico en yacimientos, como el de Atapuerca, sino en la mutua confianza y en la amistad. Sabemos que las puertas de China y el acceso a los tesoros arqueológicos y paleontológicos no están abiertos a todo el mundo. La clave reside en que nosotros no pretendemos dar lecciones a nadie, porque esas lecciones las hemos aprendido hace pocas décadas con mucha paciencia y escasos medios.

Nos sentimos privilegiados por el hecho de haber tenido acceso a los fósiles de China y de empezar a entender algo de la compleja historia de la evolución humana de esa región del planeta durante el último millón de años. Como bien podemos imaginar, la historia de una evolución local de una única especie durante 1,5 millones de años parece incorrecta. En ese tiempo, igual que sucedió en África y Europa, los acontecimientos pudieron ser enormemente complejos. Las oscilaciones climáticas del hemisferio norte y la presencia de barreras geográficas condicionaron la evolución de los homininos de China. Seguramente se produjeron aislamientos prolongados y persistencia de poblaciones locales durante milenios. Pero también se pueden inferir llegadas de poblaciones distintas, quizá procedentes de otras partes de Eurasia y probablemente relacionadas de alguna manera con las poblaciones europeas del Pleistoceno. La variabilidad del registro paleoantropólogico de China es una realidad, que todavía no comprendemos bien. La “visión occidental” tiene que conjugarse con la experiencia de nuestros colegas de China, para poder comprender mejor los secretos que guarda la historia evolutiva de nuestros ancestros de Asia. Estoy convencido de que durante las próximas décadas asistiremos a descubrimientos sorprendentes y a un cambio radical en la perspectiva que hemos tenido durante muchos años de la evolución humana en China.

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