Como ya os informé en un anterior post, esta semana hemos realizado una visita guiada al Teatro Romano de Cartagena. Desgraciadamente, y a pesar de nuestras esperanzas, no hemos podido acceder al interior del Museo (ya iremos en octubre), ya que está en medio de un hervidero de obras y arreglos de última hora para su inauguración oficial en junio (la real ya se verá).

Por lo que se nos explicó sobre el Museo de Moneo, será algo espectacular. Se entra desde la Plaza del Ayuntamiento, casi al nivel del puerto, y se van atravesando salas y pasillos expositivos donde se va trazando una imagen de la historia del yacimiento (que es la historia de Cartagena) y del teatro, con piezas tan soberbias como el Augusto del Centro de Salud, la restitución virtual de dos órdenes de la escena con piezas originales, las grandes inscripciones dedicatorias a Lucio y Cayo Cesar, las aras de mármol, las esculturas de Apolo y Rea Sylvia.

Y al final del recorrido museístico, de golpe, el teatro, que de verdad os sorprenderá. La cavea se ha conservado en lo esencial tal y como ha sido encontrada. Sólo se ha restituido un extremo desmantelado de esquina de la summa cavea como una referencia al teatro tal y como era. De la escena sólo se han levantado dos órdenes completos en uno de los extremos (todo en base a elementos originales, de hecho aun quedan bastantes en los cimientos de las obras del V). De la cavea se ha encontrado intacto el primer orden de gradas. Se ha conservado en el yacimiento una parte del mercado del siglo V, aunque para mi gusto es difícil darse cuenta de sus dimensiones originales (aunque habrán sido explicadas ya anteriormente en el recorrido museístico).

Claro que esa era una de las claves de la actuación ¿Se recuperaba el teatro completo o se mantenía la sucesión arqueológica? Yo siempre fui favorable a la primera opción, pero ahora me siento nostálgico recordando el magnífico mercado del V, con su patio semicircular aprovechando la orchestra, rodeado por las tiendas enlosadas con la caliza del recubrimineto de la cavea, el barrio bizantino, la muralla-tapial del alcázar cristiano del siglo XIV...

Bueno, este verano tenéis que venir a verlo (y la muralla púnica, y la casa de la Fortuna, y el Augusteum...)