Un concepto muy unido a la conducta moderna es el carácter simbólico de la misma, pero ¿realmente sabemos de qué hablamos al referirnos a este simbolismo?
Con un carácter general, no cabe duda de que sí sabemos a que nos referimos con este complejo carácter humano. Sin embargo, lo mismo que se hizo con el lenguaje, puede ser necesario realizar una definición de amplio carácter que nos limite o amplíe el concepto que de él tenemos.
El simbolismo es un proceso cognitivo que otorga a determinados objetos, pinturas, sonidos o conductas la representatividad de ciertas ideas, conceptos o creencias, que la sociedad ha generado y aceptado en su conjunto (Rivera, 2002-2003).
Si nos fijamos en esta definición, para su realización es necesario la capacidad de creación tales conceptos abstractos e ideas a los que poder simbolizar, facultad que no siempre se ha tenido plenamente desarrollada en nuestro desarrollo evolutivo. El proceso de simbolización consiste en relacionar estas abstracciones con sonidos y gestos (lenguaje), con objetos (elementos simbólicos) y conductas (usos, costumbres), siendo necesario aplicar un consenso social a todo el proceso.
Como podemos comprobar el lenguaje humano, en cualquiera de sus estadios evolutivos, es un ejemplo claro de simbolismo y, desde luego, el inicio del mismo en la conducta y cultura humana (Rivera, 1998). Siempre que se intenta analizar el origen del simbolismo se analizan los raros objetos que, sin tener un claro uso utilitario, se encuentran en los yacimientos arqueológicos. En este aparente inicio surge el problema de no poder distinguir si tal objeto fue creado para un fin útil o para un determinado simbolismo. ¿Son realmente estos objetos el inicio de la conducta simbólica humana, o son la consecuencia de un previo desarrollo lingüístico con cierto carácter simbólico?
El lenguaje, desarrollado según la definición de los anteriores post, es decir, de características humanas, es sin duda simbólico. Pero ¿cuales son las claves por donde se fue aumentando complejidad simbólica, lo que paralelamente iría creando un mundo simbólico de objetos, ideas y creencias simbólicas?
Naturalmente, dentro de estas ideas, los conceptos de religión, magia, arte o cualquier concepto conocidos por nosotros como simbólico, no fueron los primeros simbolismos en desarrollarse. Se necesitaban el desarrollo de otros conceptos más primigenios, pero a la vez más trascendentes.
Me refiero a los conceptos de
individualidad personal y social, ubicados en unos parámetros temporales y espaciales. Conceptos que pudieran existir muy levemente entre los primates actuales (se supone que serían similares entre los Austraopitecus) pero que se conocen plenamente en el Homo sapiens. Tales conceptos, claves para una mejor compresión de los datos arqueológicos, los veremos en los siguientes post.
* Rivera Arrizabalaga, A. (1998): Arqueología del lenguaje en el pr...
* Rivera Arrizabalaga, A. (2003-2004): La conducta simbólica humana...
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