Es importante establecer una definición del lenguaje, pero dentro del concepto de objetividad científica, es decir, que sea el resultado de la interacción científica de la ciencias que están relacionadas con su producción (Neurología, Psicología, Sociología y, desde luego, Biología evolutiva).
El lenguaje humano puede definirse como la transmisión voluntaria de todo pensamiento, idea o sentimiento, por medio de un sistema de representación simbólico (en principio sonoro y/o gestual), con la intención de interferir en la conciencia o atención del oyente, es decir, que sea recibido y comprendido por aquellos a los que se dirige tal mensaje, con algún fin determinado (simple información y/o la posibilidad de realizar tareas en común).
En esta definición quedan comprendidos los conceptos básicos que van a caracterizar nuestra específica forma de comunicación, así como su separación de otras formas de lenguaje que existen en la naturaleza.
- Mecanismos Psicobiológicos (neurológicos y psicológicos). La propia voluntariedad e intencionalidad en la realización de tal proceso lingüístico. Naturalmente, para su producción es necesaria la existencia de un interés o motivación para realizar tal acto de comunicación, lo que implica la existencia de alguna forma de autoconciencia (proceso psicológico limitado exclusivamente a nuestra especie, aunque, como veremos más adelante, su total ausencia no está tan clara en los primates cercanos a nosotros en la escala evolutiva).
- Mundo social. Tener algo que comunicar, ya sea un sentimiento específico, una idea del momento o un pensamiento más elaborado. Este proceso sólo puede darse en un ambiente en el que convivan al menos dos personas, es decir, es imprescindible la existencia de un ambiente social básico que permita su motivación, manifestación y desarrollo.
- Conducta. Interferir en la conciencia o atención del oyente, del que se supone que puede entendernos por ser semejante a nosotros, con el fin de crear una relación social que facilitase la simple comunicación de ideas, la intencionalidad de influir en el pensamiento de los otros, o la realización de una acción conjunta con los miembros de la sociedad.
- Biología evolutiva. La evolución con sus cambios anatómicos ha producido los cambios necesarios (somáticos y neurológicos) para que el proceso anterior pueda desarrollarse.
Aunque parezca que todo queda claro, aun existen otros procesos relacionados con el aprendizaje, que tienen una importancia crucial en el desarrollo cultural humano (Rivera, 1988, 2005). El lenguaje adquiere una importancia mucho más trascendente con la conducta observada en los yacimientos arqueológicos. Pues la relación entre conducta y lenguaje adquiere un protagonismo crucial para entender el porqué de su producción.
* Rivera Arrizabalaga, A. (1998): Arqueología del lenguaje en el pr...
* Rivera Arrizabalaga, A. (2003-2004): La conducta simbólica humana...
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