Red social de Arqueologos e Historiadores
Diagrama cortesía del Instituto de Paleontología de Vertebrados y Paleoantropología de la Academia China de Ciencias
Vía: Público.es | Manuel Ansede | 26 de octubre de 2010
Nuestra historia parecía más o menos clara. Los primeros humanos modernos surgieron en África hace unos 150.000 años. Más tarde, hace 50.000 años, nuestros tatarabuelos salieron del continente para conquistar Asia. Y hace 40.000 años entraron en Europa, donde mucho tiempo después acabaron construyendo la Torre Eiffel. Pero ahora esta teoría se tambalea.
Un grupo de investigadores chinos, dirigido por el paleoantropólogo estadounidense Erik Trinkaus y el chino Wu Liu, ha hallado un fragmento de mandíbula y dos muelas de un individuo que vivió en el sur de China, en Zhirendong (cueva Zhiren), hace unos 100.000 años. Era, inequívocamente, un Homo sapiens. La comunidad científica se enfrenta ahora a los restos de un hombre moderno que han aparecido en un lugar y en una fecha en la que no deberían estar y ponen patas arriba lo asumido hasta ahora.
Foto: Erik Trinkaus, profesor de antropología, examina un cráneo de Neandertal. Foto por Joe Angeles / foto WUSTL
Según los investigadores, los Homo sapiens coexistieron en Asia con los humanos arcaicos, lo que en Europa llamamos neandertales, durante más de 50.000 años. Y, según explica Trinkaus a Público, aprovecharon el tiempo juntos. "Se cruzaron", asegura el científico de la Universidad Washington, en San Luis, que ya describió en 2003 restos de los primeros humanos modernos europeos en Rumanía.
Sexo con descendencia
La mandíbula, desenterrada en 2007 en la cueva de Zhiren -en una zona montañosa de la región de Guangxi, pegada a Vietnam-, es prácticamente como la de cualquier humano moderno, pero más robusta, como la de los neandertales. Su edad, 60.000 años más que las evidencias conocidas hasta ahora, y morfología apuntan a que los Homo sapiens salieron de África mucho antes de lo que se pensaba, protagonizando "una dispersión con asimilación o continuidad poblacional con flujo genético", según los científicos.
Traducido a un lenguaje llano, los primeros humanos modernos abandonaron África hace más de 100.000 años y en su periplo por Asia copularon con otras poblaciones arcaicas. Y, según subraya Trinkaus, adoptaron un mismo estilo de vida. "Las diferencias de comportamiento entre estos dos grupos fueron más pequeñas y más sutiles de lo que se pensaba", señala el investigador.
Los autores, no obstante, apuntan otra posibilidad en su artículo, publicado hoy en la revista PNAS: "El surgimiento de manera independiente de estos rasgos en Asia Oriental". Si se confirmara esta hipótesis, sería una revolución. El multirregionalismo, enemigo de la Teoría "Fuera de África", sostiene que el Homo sapiens apareció de manera gradual en varios puntos del planeta.
Para el paleobiólogo Antonio Rosas (izquierda), del Museo Nacional de Ciencias Naturales (CSIC), "el hallazgo es contradictorio con todo lo que conocemos hasta ahora".
No obstante, pide cautela, ya que "el multirregionalismo no ha sido aceptado por la mayor parte de la comunidad científica".
Foto: María Martinón-Torres mostrando una mandíbula de 'Homo antecessor'.
"En China son partidarios del multirregionalismo e, incluso, sostienen que el Homo sapiens pudo surgir en Asia, no en África", explica la paleoantropóloga María Martinón-Torres (izquierda). Esta científica, del Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana, en Burgos, va a colaborar este año con Wu Liu y tuvo en la mano la mandíbula de Zhiren durante una visita al Instituto de Paleoantropología de Pekín el año pasado.
"Tenemos que estar preparados para que todo cambie con las excavaciones en Asia", advierte. Los yacimientos en Europa y África "están muy trillados", según Martinón-Torres, pero nadie sabe qué se esconde en Asia.
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Bien, antes que nada, hay que subrayar, como ya habrán advertido (por la fecha de desenterramiento de los fósiles, 2007), que tenemos aquí, no la noticia de un muy reciente descubrimiento, sino el anuncio de la publicación científica donde se recogen los análisis y conclusiones de tal hallazgo anunciado en octubre del año pasado.
Estamos, así pues, ante nuevas e importantes conclusiones que obligan a replantearse de arriba a abajo muchos aspectos sobre el origen del Homo sapiens. Naturalmente, con precaución, dado que no dejan de ser unos modestos restos que necesitarían ir acompañados de más ejemplos.
En cualquier caso, algo se está ya obligado a considerar muy seriamente, si es que se quiere seguir dentro de las coordenadas de la "Teoría Fuera de África", y que no es otra que la de concluir que la salida del Homo Sapiens del continente africano tuvo necesariamente que haberse producido mucho antes de lo que se estipulaba (60.000 a 50.000 años B.P). Si estos fósiles tienen una antigüedad de 100.000 años, habrá que pensar en una antigüedad todavía bastante mayor para haber recorrido todo ese terreno que va desde la salida de África hasta el sur de China.
Puede decirse también que la tan denostada "Teoria Multirregional", guste o no, y aunque no coincida con los estudios genéticos (hay bastantes ejemplos en otros aspectos de no coincidencia entre resultados genéticos y resultados paleontológicos), toma ciertos vuelos. Es posible que ella misma tenga que reconsiderarse o reformularse para que dichos vuelos se sostengan. Erik Trinkaus tiene bastante trabajo por delante.
No es tampoco gratuito que en la noticia que da el diario digital Público.es se reseñe la opinión de la experta María Martinon-Torres, pues, no en vano, de ella es la tesis que afirma que cabe la posibilidad de que el origen del género Homo se haya producido en Asia y no en África, a partir del estudio comparativo de las piezas dentales de todos los homínidos conocidos. A este respecto, es muy conveniente leer estas declaraciones ofrecidas a Público.es hace tres años. Sus conclusiones son muy a tener en cuenta, dado los datos en los que se basa.
Queda claro que Asia está todavía por excavar a fondo y podría ocultar muchos restos fósiles que obligarían a revisar filogenias, rutas y fechas migratorias de nuestros antepasados. No es nada sencillo cuadrar todo ello con un mínimo de coherencia, puesto que con cada fósil nuevo todo se complica aún más. Pero ahí está el reto, siempre apasionante.
* Puede leerse la misma información, con varios enlaces, en National Geographic y en Discovery News
* También en la web de la Universidad Washington en St. Louis
Otros enlaces relacionados son:
* El estudio de 5.000 dientes apunta origen asiático, y no africano, de los europeos
* El hombre europeo llegó de Asia
Hola, María:
Al final, el puente semanal me ha liado más todavía, pues siempre se deja trabajo pendiente, pero, en fin, ya estoy aquí con ello.
1º.- Vamos a ver, respecto a si es posible el cruzamiento con descendencia entre neandertales y sapiens, ya quedó demostrado, tras realizarse la secuenciación del genoma neandertal, que tal circunstancia es posible (llevamos en nuestro ADN entre un 1% y un 4% de material genético de origen neandertal).
2º La "Teoría Mutirregional" es muy criticada, pero no hay que olvidar que tiene valedores muy acreditados. Ciertamente, parece un tanto complejo aceptar que la especie H. sapiens evolucionaría de forma más o menos similar en distintas regiones del Viejo Mundo a partir de un antepasado común (se supone que H. erectus), pero tampoco la "Teoría Fuera de África", a pesar de que se muestra como la más coherente, se presenta sin fisuras. La "Teoría Multirregional" sostiene que debió producirse una continua hibridación entre los homínidos que habitaban las distintas regiones del Viejo Mundo, dando lugar al H. sapiens. La secuenciación del genoma neandertal, al haber demostrado que, efectivamente, se produjo hibridación entre sapiens y neandertales le vino a dar cierta razón (para Erik Trinkaus estos resultados genéticos no venían sino a confirmar lo que el análisis del registro fósil ya presentaba de forma evidente). A partir de ahí, la "Teoría Fuera de África" tuvo que matizarse y decirse, por lo menos, que era "Fuera de África, con hibridación a la salida".
Lo que está claro, como todo el mundo concluye, es que si hay restos de H. sapiens en el sur de China de hace 100.000 años es debido a que debió ocurrir una migración desde África (si queremos mantenernos dentro de la "Teoria Fuera de África") mucho antes de la salida que generalmente se asume, es decir, mucho antes que hace unos 60.000 años.
Los partidarios de la "Teoría Multirregional" podrán aducir que, en realidad, estos fósiles del sur de China demuestran sus postulados, que hubo una continuidad de hibridación que daría lugar al H. sapiens.
Hay que tener en cuenta, además, que estos fósiles del sur de China, adscritos al H. sapiens, y con una antigüedad de 100.000 años, no son el único dato de que se dispone para contradecir los datos genéticos que explicitan una salida de los sapiens de África hace unos 60.000 años. Todavía en el mes de septiembre pasado publicaba un post donde se reseñaba la noticia de que en la Península Arábiga e India se habían encontrado artefactos líticos que apuntaban a que el éxodo de sapiens habría comenzado hace unos 70.000 u 80.000 años -y tal vez incluso antes.
Para acabar de enredar un poco más el asunto, también podriamos plantear la cuestión del Homo georgicus (Georgia), el cual tiene una antigüedad de 1,8 millones de años, y, a lo mejor, éste es el antepasado de los restos sapiens hallados en China y quizá hasta del H. ergaster (africano, y que es, en realidad, un H. erectus).
No obstante, hay que decir también que existe mucha confusión-división entre los paleontólogos-paleoantropólogos a la hora de definir exactamente lo que entienden por el concepto "especie" y a qué especie en concreto pertenecen muchos de los fósiles que se manejan.
3º.- En relación a la genética de poblaciones, el problema es que se hace sobre las poblaciones actuales y nada sabemos de otras que pudieron haber existido en el pasado. Por no hablar de que muchos de esos análisis son muy parcos y escasos (tanto en los datos de los que parten como en los estudios en sí).
Y respecto las contradicciones entre los resultados genéticos y los estudios paleontológicos y paleoantropológicos, aunque ya te expuse alguno en este comentario (el ejemplo de los restos líticos hallados en Arabia y en la India contradicen los análisis genéticos de que los sapiens se expandieron fuera de África hace unos 60.000 años), está también el hecho de los análisis (sobre piezas dentales, ver post relacionado aquí) que han puesto de relieve que la divergencia entre el linaje neandertal y el de el H. sapiens se produjo 500.000 años antes de lo que los resultados genéticos ofrecen (hace 500.000 años, por tanto, dicha divergencia se habría producido hace 1 millón de años).
4º.- En cuanto al Homo sapiens idaltu es verdad que su hallazgo refuerza la idea de que el origen de los sapiens se halla, de momento, en África.
En cualquier caso, en esto de la evolución humana, si hay algo que se debe tener claro, es que conviene no tener muy rígidas las ideas. Cada fósil que aparece, cada análisis que se hace, ofrece en multitud de ocasiones resultados sorprendentes y dispares con respecto a lo que se creía. Ya veremos lo que nos depara el futuro en estas cuestiones. A buen seguro, fuertes polémicas e interpretaciones.
Gracias, Guillermo, por una respuesta tan completa; ahora soy yo la que va a tener que estar fuera unos días, espero que no demasiados, pero " continuará...":-)
Un abrazo
Sí, Jorge tiene razón.
La cueva de Zhiren (Zhirendong) se encuentra situada en las montañas de Mulan, cerca de la ciudad de Chongzuo, en la provincia de Guangxi (sur de China). En uno de los niveles estratigráficos del yacimiento que rellena la cueva se obtuvieron en 2007 un fragmento de mandíbula y dos dientes humanos, junto a restos de elefantes (Elephas kiangnanensis y Elephas maximus) y un número indeterminado de restos de pequeños mamíferos. El 25% de las especies de estos mamíferos (la mayoría roedores) ya están extinguidas. En la sección estratigráfica se localizaron tres depósitos secundarios de carbonato cálcico (espeleotemas). El hecho de que en esta región la concentración de uranio sea elevada permitió datar con notable precisión los tres espeleotemas mediante el método de las series del uranio. Los datos obtenidos sugieren que los restos fósiles tienen más de 100.000 años de antigüedad.
En 2010, y con el apoyo del profesor estadounidense Erik Trinkaus, nuestro colega Liu Wu y otros investigadores del Instituto de Paleontología de Vertebrados y Paleoantropología de Pekín, publicaron los datos de la cueva de Zhiren en la revista PNAS de la Academia de USA.
La simple imagen de los dientes, que reproducimos en este post, permite asignarlos a nuestra especie. En mi opinión, la mandíbula de Zhiren también perteneció a un miembro de Homo sapiens. Su mentón no está muy pronunciado, pero tiene todos los caracteres que definen este rasgo. En ciertos fósiles del Pleistoceno se observa un leve abultamiento en la región anterior de la mandíbula, que tal vez anuncia lo que mucho más tarde terminaría por transformarse en una característica exclusiva de nuestra especie.
Sin embargo, la discusión y las conclusiones de Liu Wu y sus colegas fueron increíblemente enrevesadas. Presentaron dos alternativas: la primera defendía el surgimiento de una población con rasgos “sapiens” a partir de las antiguas poblaciones de Homo erectus, como sucedió en otras partes de África y Eurasia (Teoría multirregional). La segunda hipótesis proponía la hibridación de grupos de Homo sapiens en su expansión por África y Eurasia.
La primera hipótesis era la preferida por nuestros colegas de China, entre los que se encontraba el profesor Wu Xin-Zhi. Tuve el honor de conocer al profesor Wu en 1992. Ya está retirado, pero a sus 91 años sigue activo y trabaja en su despacho al menos una vez por semana. Hace un par de años tuve la suerte de volver a coincidir con él en Pekín y su lucidez a la hora de debatir sobre evolución humana es asombrosa. Wu Xin-Zhi ha sido uno de los mayores defensores del origen multirregional de Homo sapiens, junto al estadounidense Milford Wolpoff y el australiano Alan Thorne. Wu Xin-Zhi ha tenido una influencia enorme en la paleoantropología de China y solo los científicos más jóvenes se han decantado definitivamente por la teoría del origen africano de Homo sapiens. Pero la influencia y el respeto por los ancianos forma parte de la cultura oriental. No es pues de extrañar que aquel artículo de PNAS se discutiera una vez más la interpretación multirregional a partir de los fósiles de la cueva de Zhiren.
La segunda interpretación defiende que los restos humanos de Zhiren pertenecieron a individuos mestizos, resultantes de la hibridación de poblaciones autóctonas con miembros de nuestra especie. En esta segunda interpretación se nota la influencia de Erik Trinkaus en las investigaciones de la cueva de Zhiren, que durante años ha defendido la Teoría de la Asimilación (ver post de 2 de noviembre en este mismo blog). Para este investigador, la población humana actual es el resultado de una mezcla a gran escala entre todas las poblaciones del Pleistoceno y los miembros de Homo sapiens. Aunque Erik Trinkaus no acepta que los restos de la cueva de Zhiren pertenecieran a nuestra especie, de manera implícita está reconociendo la presencia de Homo sapiens en China hace más de 100.000 años.
Ahora ya sabemos que ciertamente hibridamos con las poblaciones autóctonas en nuestra expansión por Eurasia, pero el porcentaje de ADN de esas poblaciones en nuestro genoma es muy bajo (2-4%). Los restos de Zhiren demuestran que Homo sapiens ya estaba en el sur de China hace más de 100.000 años, y sabemos que el viaje hacia Australia pudo suceder hace unos 70.000 años. En cambio, la entrada definitiva en Europa se demoró hasta fechas en torno a los 40.000 años antes del presente, que coinciden con las evidencias en la regiones centrales y septentrionales de China. Esa misma antigüedad se ha obtenido en yacimientos como los de las cuevas de Tianyuan o Zhoukoudian, situadas aproximadamente a una latitud de 40º N.
Antes estos datos podemos plantear dos escenarios: 1) los miembros de nuestra especie colonizaron rápidamente las regiones más templadas y cálidas del planeta, tras su salida del continente africano. La posible presencia de otros grupos humanos en esas regiones no fue un obstáculo para su expansión. El clima más frío de las regiones del centro-norte de Eurasia fue el verdadero impedimento para demorar su colonización de las tierras situadas en latitudes septentrionales; 2) los miembros de nuestra especie no encontraron resistencia de las poblaciones autóctonas que vivían en el sur de Eurasia, pero no pudieron romper la barrera demográfica de los neandertales en Europa y de los Homo erectus del norte en el resto de Eurasia.
En mi opinión, el primer escenario es más sencillo que el segundo. Los grupos de neandertales o de Homo erectus que vivían en el sur de Eurasia seguramente opusieron tanta resistencia al avance de nuestra especie como los del norte. Pero Homo sapiens, que se había gestado en los climas cálidos de África, tardó muchos milenios en adaptarse a las condiciones climáticas del norte de Eurasia. Solo entonces, y apoyados en nuestros progresos culturales, pudimos colonizar la regiones templadas y frías de este continente.
Fuente: quo.es| 21 de diciembre de 2017
Ubicación geográfica de la cueva Huanglong (1), la cueva Luna (2), la cueva Fuyan (3), la cueva Yangjiapo (4) y la cueva Sanyou (5). Crédito: PNAS.
Un equipo de investigadores afiliado a una serie de instituciones en China, junto con uno de Australia, uno de Taiwán y otro de los EE. UU., ha encontrado evidencias que contradicen que dientes humanos antiguos encontrados en las cuevas de Huanglong, Zhiren, Luna y Fuyan, en el sur de China, tenían 120.000 años de antigüedad. En su artículo publicado en Proceedings of the National Academy of Sciences, el grupo describe cómo analizaron tales dientes y qué es lo que encontraron.
La mayoría de los arqueólogos están de acuerdo en que los humanos modernos evolucionaron hace aproximadamente 500.000 a 315.000 años en África y emigraron a zonas de Eurasia de hace aproximadamente 65.000 a 45.000 años; otros homínidos humanos no modernos hicieron el viaje mucho antes, pero todos se extinguieron.
Esta línea de tiempo se cuestionó en 2015 cuando un equipo de arqueólogos encontró dientes fosilizados en cinco cuevas en una parte del sur de China, y afirmó que tenían una antigüedad de aproximadamente 120.000 años. En el nuevo análisis de los dientes llevado a cabo los investigadores han descubierto que la datación propuesta originalmente estaba equivocada: las pruebas realizadas muestran que los dientes tienen, en realidad, solo 16.000 años.
siete dientes hallados en la cueva de Huanglong vistos desde distintas perspectivas.
Al observar los métodos utilizados para datar los dientes por el equipo original, los investigadores encontraron que la mayor parte del trabajo había consistido en analizar y fechar los sedimentos que se habían encontrado en las cercanías de los dientes pero no los dientes mismos, lo cuales no se analizaron.
En el nuevo esfuerzo analítico llevado a término, los investigadores encontraron pequeños fragmentos de ADN mitocondrial en algunos de los dientes y algo de carbón en las cercaníasy que dataron mediante la técnica del carbono-14. Sus resultados mostraron que los dientes pertenecían a humanos modernos que habían vivído en el área durante el Holoceno. También encontraron que el ADN de una de las muestras analizadas coincidía con las personas que viven en el actual Tíbet y Birmania.
En este sentido, sugieren que otros investigadores que llevan a cabo esfuerzos de investigación similares, analicen siempre directamente las muestras que encuentren utilizando la datación por carbono-14 a fin de garantizar la precisión de su datación.
Fuente: phys.org | 9 de febrero de 2021
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