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Un conjunto de huellas descubiertas por accidente en la isla griega de Creta, en Trachilos, está planteando preguntas fascinantes sobre los orígenes de la humanidad, si bien no sin controversia.
Las huellas de Trachilos fueron encontradas en 2002 por el paleontólogo polaco Gerard Gierlinski, y un nuevo estudio afirma que son la evidencia más antigua de este tipo que se conoce sobre los ancestros humanos. La investigación fue publicada el 11 de octubre en la revista Scientific Reports por un equipo internacional.
Hasta ahora, la teoría más ampliamente aceptada es que los homínidos se originaron y evolucionaron en África antes que en ningún otro lugar. Y homínidos es el término utilizado para describir el grupo formado por humanos modernos, especies humanas extintas y todos nuestros antepasados inmediatos.
Foto: Otro ejemplo de las huellas halladas en Trachilos, Creta.
Los paleontólogos suscriben ampliamente la hipótesis de que África es "la cuna de la humanidad". Según su teoría, la humanidad evolucionó únicamente en ese continente antes de producirse una "gran migración" al resto del mundo que comenzó hace menos de dos millones de años.
Ahora, el equipo de investigadores dirigido por el paleontólogo sueco Per Ahlberg (izquierda), de la Universidad de Uppsala (Suecia), desafía esta línea de tiempo, y afirma que las huellas de Trachilos tienen unos seis millones de años.
Hasta ahora se consideraba que las huellas de Laetoli, descubiertas en Tanzania en 1976, eran la evidencia directa más temprana de un pie similar al humano. Las de Trachilos serían casi 2,5 millones de años más antiguas.
Los descubrimientos en África han sido cruciales para armar el árbol genealógico de nuestra especie. Además de huellas, en los últimos 100 años se han hallado numerosos fósiles prehumanos en África.
“Las huellas son casi 2,5 millones de años más antiguas que las huellas atribuidas al 'Australopithecus afarensis' (Lucy) de Laetoli en Tanzania”, explicó el co-autor del último estudio, Uwe Kirscher (derecha), de la Universidad de Tübingen.
Señaló que los hallazgos ponen las huellas de Trachilos con la misma antigüedad que el Orrorin tugenensis de Kenia descubierto en 2002, el cual dejó constancia de que caminaba erguido. Los descubrimientos anteriores que involucran fósiles de este bípedo incluyen huesos de piernas como el fémur, pero no huesos de pies ni huellas. Kirscher describió que “la datación de las huellas de Creta arroja nueva luz sobre la evolución temprana del movimiento humano durante la época prehistórica”.
“El pie humano más antiguo utilizado para caminar erguido tenía una bola, con un dedo gordo paralelo fuerte y dedos laterales sucesivamente más cortos. El pie tenía una suela más corta que Australopithecus. El arco aún no se pronunciaba y el talón era más estrecho”, indica Per Ahlberg.
Otros descubrimientos incluyen el cráneo del Sahelanthropus tchadensis, que se estima vivió en África hace siete millones de años. Se le ha venido considerando el homínido más antiguo que se conoce actualmente, si bien un último estudio lo ha puesto en entredicho. En Europa, en comparación, ha habido muy pocos descubrimientos de fósiles óseos similares.
Fotografía de dos huellas que posiblemente representan una postura estática de un individuo. Proceedings of the Geologists' Association.
Ahlberg también fue parte del equipo que publicó el primer artículo sobre las huellas de Trachilos, en 2017. Su estudio más reciente, que salió a la luz en octubre del 2021 en Scientific Reports, revisa la edad de las huellas y establece que son más antiguas, pasando de 5,7 millones de años de antigüedad a 6,05 millones.
En su primer artículo, Ahlberg y sus colegas concluyeron que las huellas se parecían a las de los homínidos, especialmente por la cercanía del hallux (dedo gordo del pie) a los otros dedos, a diferencia de los pies de primates como gorilas y chimpancés.
"Las huellas de los simios no humanos se ven muy diferentes; el pie tiene la forma de una mano humana, con el dedo gordo pegado en el costado de la suela y sobresaliendo hacia los lados", le dijo Ahlberg a la BBC.
"En comparación con nuestros compañeros primates, nuestros dedos gordos están alineados con el eje largo del pie, no sobresalen hacia un lado", agregó.
Las tres huellas mejor conservadas. Proceedings of the Geologists' Association.
Algunos paleontólogos recibieron los nuevos hallazgos con escepticismo.
Los críticos cuestionaron los métodos utilizados para analizar las pistas y algunos incluso pusieron en tela de juicio la veracidad de las huellas.
Matthew Bennett (izquierda), un profesor experto en huellas de la Universidad de Bournemouth, en Reino Unido, formó parte del equipo que estudió las pistas en Grecia. Incluso él es cauteloso en su evaluación.
"Son huellas fósiles muy intrigantes, probablemente dejadas por un animal bípedo, alguna forma de simio", explica el profesor Bennett a la BBC. "Pero si son de linaje humano ,esa es otra historia", agregó.
Para comprender la vacilación de Bennett, debemos recordar una vez más que en Europa se han encontrado pocos huesos fósiles de un homínido. Además, la línea de tiempo de la evolución humana está lejos de ser un asunto simple.
Los paleontólogos creen que los grandes simios (orangutanes, gorilas, chimpancés y humanos) surgieron y se diversificaron durante un tiempo conocido como el Mioceno, hace entre 23 millones y 5 millones de años. Sin embargo, hay poco consenso sobre cuándo se separaron los humanos de este grupo.
"Los científicos han encontrado evidencia de grandes simios no humanos deambulando por Europa, por lo que es posible que estos hubieran dejado huellas en Creta", explica Robin Crompton (derecha), experto en antropología biológica de la Universidad de Liverpool, en Reino Unido.
"Las huellas ciertamente podrían ser de homínidos, y eso claro que es emocionante. Pero todavía hay un gran signo de interrogación que solo se puede resolver con más investigaciones y descubrimientos", le dijo Crompton a la BBC.
En otras palabras, necesitamos encontrar más huesos y huellas en Europa.
Otra de las huellas encontradas en la isla de Creta.
Ahlberg dice que no hay duda de que nuestra especie, el Homo sapiens, evolucionó en África hace unos 300.000 años. Pero su interés va mucho más atrás de esta historia.
"La pregunta aquí es si, mucho más atrás en el tiempo, todo el linaje humano se originó en África", dice Ahlberg. "Quizás no fue así, ya que nuestra investigación sugiere que los primeros antepasados humanos pudieron haber vagado tanto por el sur de Europa como por el este de África", señala.
Ahlberg apunta que, antes de descartar teorías, está trabajando sobre la posibilidad de que nuestros antepasados se hubieran extendido por Europa previamente a lo que creemos actualmente. "Lo que estamos diciendo es que la itinerancia de estos homínidos tempranos podría ser mayor de lo que la gente suele pensar", argumenta.
En el 2017, el mismo año que se publicó el primer artículo sobre Trachilos, la paleontóloga alemana, Madelaine Bohme (izquierda), de la Universidad de Tubingen, también atrajo la atención al anunciar el descubrimiento en Grecia de una mandíbula inferior y un premolar..., los cuales representarían al "último antepasado común" de los humanos y los chimpancés, cuyos linajes se habrían separado, no en África, sino el Mediterráneo oriental hace entre 7 y 5 millones de años.
Ella y un equipo de investigadores bautizaron a este antepasado común como Graecopithecus freybergi, el cual habría vivído en la región de los Balcanes entre 7,25 y 7,18 millones de años atrás. Eso implicaba que era más antiguo que el Sahelanthropus tchadiensis, hasta ahora considerado el antepasado humano más antiguo en caminar erguido.
Los científicos creen que la isla de Creta todavía formaba parte del continente junto a Grecia a través de la región del Peloponeso hace seis millones de años. “No podemos descartar una conexión entre el artífice de las huella y el posible 'Graecopithecus freybergi' prehumano”, declara Böhme.
El nuevo estudio confirma la investigación y las teorías recientes del equipo del profesor Böhme, que cree que hace seis millones de años el continente europeo y del Cercano Oriente se separó de la húmeda África Oriental por una expansión relativamente breve del Sahara. El análisis geoquímico de los depósitos de playa de Creta de seis millones de años sugiere que los vientos transportaron el polvo del desierto desde el norte de África. El equipo de científicos calculó una edad de entre 500 y 900 millones de años de antigüedad al fechar granos minerales del tamaño del polvo. “Estos períodos son típicos de presencia de polvo del desierto del norte de África”, según citan los investigadores en su análisis.
Böhme añadió que estudios recientes también sugieren que el mono africano Sahelanthropus tchadensis no era bípedo y que el Orrorin tugenensis, que se originó en Kenia y vivió hace entre 6.1 y 5,8 millones de años, es el prehumano más antiguo de África. Por lo tanto, la desertificación a corto plazo y la distribución geográfica de los primeros predecesores humanos podrían estar más estrechamente relacionadas de lo que se pensaba.
Representación de los fósiles y figuración del Orrorin tugenensis.
“Por un lado, una fase de desertificación hace 6,25 millones de años en Mesopotamia podría haber iniciado una migración de mamíferos europeos, posiblemente incluidos los simios, a África. Por otro lado, la segunda fase del aislamiento de los continentes por el Sahara hace seis millones de años podría haber permitido un desarrollo separado del 'Orrorin tugenensis' prehumano africano en paralelo con un prehumano europeo”, argumenta Böhme.
Según ese principio, denominado 'oscilación del desierto' por la propia Böhme, la desertificación sucesiva a corto plazo en Mesopotamia y el Sahara provocó una migración de mamíferos de Eurasia a África.
Independientemente de la afinidad de las huellas de Trachilos con el linaje de los homínidos, en este artículo los especialistas han refinado la antigüedad de estas huellas colocándolas sobre una base geocronológica más segura. Esto permitirá que futuros estudios descriptivos y comparativos se basen en un marco temporal robusto, facilitando la evaluación del verdadero significado de las huellas de Trachilos y su relación con el linaje homínido.
"Nuestras investigaciones no cuestionan la historia de la evolución humana después de hace cinco millones de años, sino lo que sucedió antes de ese momento", concluye Bohme.
Mandíbula inferior de 'Graecopithecus freybergi', denominada 'El Graeco', de 7.17 millones de años hallada en Grecia. Wolfgang Gerber, Universidad de Tübingen
La controversia provocada por las huellas de Trachilos también plantea preguntas sobre cómo los científicos se enfrentan a una hipótesis periférica.
A pesar de que tiene sus reservas sobre las huellas de Trachilos, Robin Crompton también insiste en que rechazar de plano que puedan pertenecer a homínidos, como lo han hecho sus colegas, no ayuda en absoluto al estudio de los orígenes de la humanidad.
"Las huellas deben ser investigadas, no simplemente descartadas. Los científicos deben mantener la mente abierta", afirmó.
Madelaine Bohme está de acuerdo y señala que ha habido siempre cambios sísmicos en las teorías sobre los orígenes de la humanidad. La hipótesis de África como cuna de la humanidad, por ejemplo, no se aceptó ampliamente de inmediato cuando los restos de un bebé conocido como el Niño Taung (derecha), que había vivido hace 2,8 millones de años se encontraron en Sudáfrica en 1924.
"Ha habido momentos en la historia en los que se creía que la humanidad podría haberse originado en diferentes partes del mundo en lugar de África", recordó.
"La ciencia sin escepticismo no es buena ciencia. La gente debe estar abierta a los argumentos. Sí, necesitamos más investigación y más descubrimientos, pero ver a los colegas simplemente descartando nuestros hallazgos es algo totalmente diferente".
Per Ahlberg parece estar especialmente molesto por las sugerencias de sus colegas de que las afirmaciones hechas por su equipo son extraordinarias. "Es solo porque la gente está desesperadamente casada con la teoría de que la humanidad se originó en África por lo que nuestras afirmaciones se ven de esa manera", cree.
"En este sentido, no me preocupa lo que dirá ahora la comunidad paleontológica. Hemos presentado la evidencia y hemos defendido nuestro caso", añade. "Francamente, luchar contra la incredulidad de la gente no es interesante", concluye.
La losa de roca en Trachilos, Creta, donde se descubrieron por primera vez las huellas de los homínidos de Creta de 6 millones de años de antigüedad en 2002. Fuente: Olaf Tausch / CC BY 3.0.
Como nota al pie de página, las huellas de Trachilos ciertamente han despertado más que la curiosidad científica.
Ocho de las huellas fueron incluso cinceladas de la roca y robadas unas semanas después de que se anunciaran su descubrimiento en 2017. Posteriormente, la policía griega arrestó a un profesor de secundaria local y recuperó las huellas fósiles.
Fuentes: 24horas.cl | infobae.com | Universidad de Uppsala | 21 de octubre de 2021
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