Molar humano hace 215.000 años hallada en la Cueva de Mollet - Cedida Universidad de Girona

Fuente: IPHES | 17 de diciembre de 2012

En 1972, durante una excavación en la cova de Mollet (izquierda, Serinyà, Gerona) dirigida por J. M. Corominas, se puso al descubierto un diente, concretamente el primer molar superior derecho de un individuo infantil, de hace 215.000 años, que finalmente, 40 años después, se ha confirmado como el resto humano más antiguo de Cataluña. Así se recoge en un artículo publicado recientemente en el Journal of Human Evolution, en el cual han participado miembros del IPHES (Institut Català de Paleoecologia Humana i Evolució Social).

Los nuevos datos se han dado a conocer el lunes 17 de diciembre coincidiendo con la presentación del balance de 15 años de apertura al público del Parc de les Coves Prehistòriques de Serinyà, ya que la Cova de Mollet forma parte del mismo y del recorrido guiado que se ofrece a los visitantes. La titularidad de este parque corresponde al Consell Comarcal del Pla de l’Estany y a los ayuntamientos de Serinyà y Banyoles. 

El hallazgo del diente mencionado tuvo lugar en el estrato inferior (el estrato 5) de la Cueva de Mollet. Hasta ahora sólo había sido fechado en base a una cronología relativa e imprecisa de los grandes mamíferos y del contexto arqueológico y estratigráfico de las excavaciones iniciales. Las intervenciones recientes han permitido determinar con mayor precisión los contenidos paleontológicos y arqueológicos, han recuperado restos de microvertebrados y han propiciado muestras para la datación radiométrica, de tal manera que se ha podido obtener la datación absoluta del estrato 5, así como la reconstrucción de su paleoambiente y su caracterización climática.

Un bosque abierto y húmedo 

Los resultados obtenidos con el método de datación del desequilibrio de las series de desintegración del uranio (también conocido con el nombre simplificado método del Uranio-Torio) permiten atribuir al estrato 5 una edad aproximada de 215.000 años, el que correspondería al estadio isotópico 7, dentro del pleistoceno medio. La asociación faunística sugiere un paisaje formado por un bosque abierto y húmedo característico de una fase interestadial, que habría sido un medio ambiente adecuado para ser explotado tanto por las hienas como por los grupos humanos.

Las dataciones se han realizado en el Institut de Ciències de la Terra Jaume Almera de Barcelona (CSIC), en el laboratorio que dirige el investigador Ramon Julián, pero el trabajo lo han llevado a cabo, además de él, tres investigadores más de instituciones catalanas, que son prehistoriadores, geólogos y / o paleontólogos: Julià Maroto (Área de Prehistoria de la Universidad de Girona), Juan Manuel López-García y Hugues-Alexandre Blain (Institut Català de Paleoecologia Humana i Evolució Social, Universitat Rovira i Virgili de Tarragona).

Las campañas de excavación recientes de la Cova de Mollet han sido financiadas por el Departament de Cultura de la Generalitat de Catalunya y el Consell Comarcal del Pla de l’Estany.

Inicio de las excavaciones en el Cau del Roure  (izquierda)

Por otra parte, el IPHES también ha tomado parte en la primera campaña de excavaciones arqueológicas efectuadas en el Cau del Roure, también dentro del Parc de les Coves Prehistòriques de Serinyà, entre los días 17 de septiembre y 5 de octubre de 2012, en el marco de un proyecto conjunto de la Universitat de Girona con el IPHES.

El Cau del Roure es un yacimiento relativamente poco conocido dentro del conjunto arqueológico de las cuevas del Reclau. Los únicos datos que se tenían hasta ahora correspondían a un sondeo realizado por Josep Maria Corominas en 1973 y que puso de manifiesto un depósito de unos 150 cm de potencia. El material recuperado indicaba que la mayor parte de este yacimiento correspondía a la prehistoria reciente, destacando el hallazgo de un conjunto de restos humanos que evidenciaban el uso de la cueva como lugar de inhumación durante el calcolítico (alrededor de hace 4.000 años). Sin embargo, en la base del sondeo llegó a un horizonte en el que desapareció la cerámica y se encontró un conjunto lítico que sugería su posible atribución al paleolítico.

Con estas informaciones iniciales, la intervención realizada en septiembre-octubre de este año se planteó con el fin de obtener datos preliminares sobre las características del yacimiento y prepararlo para posteriores campañas. De esta manera se pudo certificar que Corominas había llegado a la base de la secuencia, ya que la roca madre afloraba en toda la superficie del sondeo.

Lugar de enterramiento colectivo

Además, la observación del corte estratigráfico del sondeo indicaba que el depósito era muy homogéneo y que la atribución al paleolítico del nivel basal era poco probable. Por lo tanto, parece que la cavidad, de reducidas dimensiones y acceso vertical, fue esencialmente utilizada como lugar de enterramiento colectivo durante el calcolítico, depositándose los individuos muertos de manera sucesiva y acompañados de ajuar funerario.

Los resultados fueron más positivos en la zona exterior, que se limpió para identificar los sectores donde podía haber depósito estratigráfico conservado. Una vez hecha la limpieza, se delimitó un sector de unos 8 x 4 m junto a la pared de travertino, donde se decidió rebajar la capa de tierra húmica superficial hasta llegar a niveles in situ. A pocos centímetros de la superficie se encontró un nivel cimentado con presencia de restos de fauna paleolítica. El techo de este nivel estaba bastante afectado por las raíces y muchos huesos se encontraron en el nivel revuelto superficial. Si bien la cronología y las características de este conjunto sólo se podrán determinar con futuros trabajos, este
hallazgo demuestra que hay niveles fértiles en la parte exterior de la cueva y que por tanto el yacimiento va más allá de la pequeña cavidad excavada por Josep M. Corominas.

Una vez identificado este nivel, se resiguió su techo en todo el sondeo y se dejó listo para su excavación durante la campaña del próximo año. Los trabajos de este año han sido dirigidos por Julià Maroto (UdG) y Manolo Vaquero, Ethel Allué y Florent Rivals (IPHES). De este instituto también toman parte Juan Manuel López-García, que estudia los micromamíferos, y Hugues-Alexandre Blain, en la excavación.

Excavaciones en el Cau del Roble durantla campaña de este año - Jordi Mestre / IPHES

La Cova del Arbreda

Otro centro de interés del balance de los 15 años ha sido la Cova del Arbreda. Descubierta y excavada por primera vez en 1972 por J. M. Corominas, se ha continuado trabajando durante todo este tiempo de existencia del Parc Arqueològic de les Coves de Serinyà.

En este contexto, en 2010 la investigadora del IPHES, Ethel Allué, retomó los estudios antracológicos (análisis de los carbones) del Arboleda, como continuación de los realizados antes por M.T. Ros. Francesc Burjachs, investigador ICREA en este instituto y que ha participado en seis campañas de excavaciones en La Arboleda, ya en la década de los años ochenta del siglo pasado efectuó los análisis palinológicos (polen) de la secuencia del Paleolítico Superior, formando parte estas investigaciones de un DEA (Diploma de Estudios Avanzados) en el Institut de Paléontologie Humaine (IPH) de París (Francia) y de su tesis doctoral. Por su parte, la Cova de la Arbreda fue una de los
primeros lugares donde excavó un joven Eudald Carbonell, actualmente director del IPHES. Este arqueólogo, siempre ha considerado que, junto con el Abric Romaní, aquél es uno de los mejores yacimientos de Cataluña para estudiar las sociedades neandertales.

Nueva cubierta y mejoras en los caminos

Durante los últimos 15 años, la Cova de l’Arbreda ha sido protegida con una nueva cubierta que garantiza la conservación, y se han adecuado los caminos que permiten visitarla. También se han construido accesos para facilitar las excavaciones. Éstas se han hecho en los niveles ocupados por neandertales, con una cronología que va de los 40.000 a los 125.000 años antes del presente.

En los dos primeros metros las ocupaciones humanas alternaban con las que hacían los osos de las cavernas, de los cuales se han encontrado restos en gran número. En los últimos años se han excavado parcialmente los niveles más profundos, de más de 125.000 años, que son extraordinariamente ricos en restos de herramientas líticas y de fauna cazada y consumida en la cueva. Se ha identificado también 4 dientes humanos, que sin duda pertenecían a neandertales, un hallazgo que da un interés especial a los niveles más antiguos del yacimiento.

La excavación realizada este año ha sido codirigida entre miembros de la Universidad de Girona y del IPHES - Jordi Mestre / IPHES

Más de 250.000 visitas

El Parque se inauguró de manera oficial el 26 de julio de 1997, en una primera fase. Posteriormente se fue ampliando la propiedad del recinto y se mejoró en infraestructura y servicios.

Actualmente, la visita consta de tres partes: la proyección de un audiovisual que introduce los conceptos más importantes que se tratan durante la ruta guiada y la formación de la cuevas, el recorrido por los tres yacimientos principales (la cova de l’Arbreda, la cova de Mollet i la cova del Reclau Viver), y la sala de exposiciones «Josep M. Corominas», donde se hace una recreación didáctica de la vida cotidiana de las sociedades cazadoras y recolectoras del Paleolítico superior.

Talleres didácticos

Desde la apertura del equipamiento hasta ahora se han contabilizado unas 250.000 personas, de diversas procedencias e inquietudes que han visitado las cuevas, una cifra significativa reflejo del interés que suscita y la importancia de los yacimientos. Entre el público más fiel cabe destacar el escolar. Por ello, el Parque cuenta con el programa "Un paseo por la prehistoria» que se adapta a los diferentes niveles docentes y que, además de la visita estándar, cuenta con varios talleres didácticos que permiten experimentar cómo era la vida prehistórica. Entre los talleres programados está el de
demostración de talla lítica, el de caza, el de pintura rupestre, el de zurrones de piel, el de ornamentación personal y el de excavación arqueológica.

El Parc de les Coves de Serinyà recibe el apoyo y la colaboración de diversas administraciones y entidades implicadas, como el Departament de Cultura, la Diputació de Girona, los ayuntamientos de Banyoles y Serinyà, la UdG y la empresa azagayas SCP, concesionaria de la actividad y la difusión del Parque.

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