Todos los suelos de este yacimiento, además, son hidrófugos para evitar las filtraciones de agua. Además, localizaron la típica moldura de cuarto bocel, una estructura que se colocaba en los laterales de las piscinas para evitar que el agua incidiese en los ángulos rectos de la habitación y se produjesen filtraciones.
La existencia de unas termas en Lucus Asturum abre nuevas vías de investigación en un futuro. “Se necesitan más excavaciones para poder saber si eran unas termas públicas o privadas y las dimensiones que tendrían”, especifica Martín. Hasta el momento, "la excavación en la finca de La Morgal abarca una cuarta parte del edificio”, tal como revelaron previamente las pruebas llevadas a cabo con el georradar.
Por el momento, la gran incógnita sobre Lucus Asturum sigue sin resolverse. La arqueóloga encargada de esta excavación sostiene que aún es pronto para determinar si este núcleo romano se trataba de una gran ciudad o de una sucesión de núcleos. Lo que sí puede asegurar es su datación. “Los materiales recuperados nos dan claras muestras de que el último momento de ocupación fue en el siglo III”, detalla Martín según los análisis llevados a cabo con los restos de tégula romana y trozos de cerámica que aparecieron en los primeros días de excavación a escasos centímetros de la superficie.
En estas últimas semanas del suelo de La Morgal también se han extraído los esqueletos de dos caballos. “Cuando robaron el edificio, se ve que el hueco que dejaron fue lo suficientemente amplio como para depositar el cadáver de un animal; otra hipótesis sería que el propio animal, uno de ellos es un potro por las dimensiones, se haya caído dentro”. Y hay más. Sobre el suelo romano también encontraron “restos de malacofauna”; en concreto, conchas de ostras. “Esto no es algo extraño porque las consumían de manera relativamente habitual”, explica Martín.
El trabajo de campo llevado a cabo por los arqueólogos y voluntarios del Grupo de Investigación Histórica de Laviana está a punto de terminar. Aunque estaba previsto concluir la excavación el pasado viernes, se prolongará a lo largo de esta semana dado el interés de los restos encontrados.
El concejal de Cultura del ayuntamiento de Llanera, Alfredo Rodríguez, admite que el resultado de la excavación ha superado las expectativas del consistorio, que sufragó de forma íntegra esta excavación con 15.000 euros. “La existencia de una sala calefactada nos viene a confirmar que estamos ante un complejo de termas con sus diferentes salas. Esperamos que esto sea una puerta a futuras actuaciones porque este hallazgo demuestra la potencialidad de esta zona desde el punto de vista arqueológico”, dice Rodríguez. Mientras él siga al frente de la concejalía de Cultura, asegura, seguirá apostando por este yacimiento.
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