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Gonzalo Crespo, junto a la leona de San Sebastián de los Ballesteros. / EL DÍA
"Estaba haciendo una faena entre los olivos y el tractor dio un golpe contra una piedra". Es el testimonio de Gonzalo Crespo, un vecino de la localidad cordobesa de San Sebastián de los Ballesteros (Córdoba) y residente en La Victoria que acaba de desenterrar en su olivar una leona íbera en excelente estado de conservación y que las primeras dataciones sitúan en el siglo VI antes de Cristo. El hallazgo se produjo sobre las 08:30 del miércoles pasado. Era una jornada rutinaria en la finca de Cañablanquilla, situada a escasos 50 metros del casco urbano eballente.
Crespo, un profesional del transporte prejubilado, preparaba su olivar para la inminente recogida de la aceituna. "Pasé y noté que el tractor se había encontrado un obstáculo, pero estas máquinas modernas están preparadas para no romper. Continué y cuando me di la vuelta, lo vi", relata.
La pieza arqueológica yacía semienterrada, de costado, las fauces y las patas adormecidas durante siglos bajo el suelo fértil de la campiña. "Llamé a un buen amigo que es cabo de la Guardia Civil y trabaja en la sede judicial de Lucena y me orientó", narra.
Los agentes del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil llegaron poco más tarde y se realizaron las pertinentes labores de recuperación con la asistencia de técnicos de la Delegación de Cultura de la Junta de Andalucía. No hizo falta precintar la zona, pues el punto concreto no ha sido desvelado para evitar a los merodeadores. "Los arqueólogos están flipando", dice Crespo.
El alcalde, Francisco Javier Maestre, ha explicado que, aunque en el municipio existen vestigios de la época romana documentados, es la primera vez que se producen hallazgos arqueológicos de esta envergadura. La pieza ha sido trasladada al Museo Arqueológico de Córdoba para ser sometida a una limpieza y estudio completo. Mientras, Gonzalo Crespo bromea: "Tengo un sitio preparado en la chimenea".
En la provincia ya existen hallazgos anteriores, aunque no deja de sorprender cada vez que la tierra escupe un trozo de Historia. El más cercano a San Sebastián de los Ballesteros tuvo lugar en Santaella, igualmente en un cultivo, y se exhibe en el Museo Arqueológico local. En Nueva Carteya, Baena, Bujalance y La Victoria también se han recuperado esculturas zoomorfas de procedencia íbera.
Leona ibérica que se encontró en Nueva Carteya (Córdoba)
Leona (o loba) ibérica procedente del yacimiento arqueológico del Cerro de los Molinillos (Baena, Córdoba).
Fuente: eldiadecordoba.es | 29 de octubre de 2020
La directora del Museo Arqueológico, Dolores Baena (izquierda) , explica a la delegada de Cultura, Cristina Casanueva, detalles de la escultura íbera.
Técnicos del Museo Arqueológico de Córdoba han iniciado el estudio de la pieza íbera de gran valor hallada por un agricultor junto a un olivar de la localidad cordobesa de La Rambla.
La delegada de Cultura y Patrimonio Histórico en Córdoba, Cristina Casanueva, ha explicado que la pieza arqueológica fue hallada el 28 de octubre y tiene un "indudable interés", ya que podría tener más de 3.000 años de antigüedad.
Se trata de una escultura de bulto redondo, labrada en piedra caliza, con un peso de 166 kilogramos y unas dimensiones de 106x50,5x34,5 centímetros, que representa a un animal carnívoro —y si en un primer momento se pensó que era una leona, ahora se baraja la opción de que sea una loba— en el momento de atacar a otro animal, posiblemente un carnero.
Además, su factura y rasgos estilísticos genéricos remiten a las características de la "escultura zoomorfa ibérica", por lo que una vez ha sido trasladada al Museo Arqueológico de Córdoba ya se está procediendo a la limpieza de tierras y a su estudio.
La delegada ha señalado que es necesario evaluar su estado, aparentemente bien conservado, para poder establecer futuros procedimientos de restauración y un estudio en profundidad que permita su puesta en valor.
"Tras cotejar la situación del hallazgo con la base de datos de Patrimonio Inmueble de Andalucía del Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico, hemos comprobado que en el lugar del hallazgo y su entorno no hay registrado ningún yacimiento arqueológico", ha explicado Casanueva.
Ha reconocido el "sentido cívico, ejemplar y de responsabilidad con el patrimonio" mostrado por el vecino que descubrió está pieza durante labores de arado y que desde el primer momento puso en conocimiento del Seprona de Baena el hallazgo.
"Estamos ante un importante hallazgo que pone de manifiesto, una vez más, el valor patrimonial de la provincia de Córdoba, y es el momento de estudiar la pieza en profundidad para que pueda ser puesta en valor lo antes posible", ha concluido Casanueva. EFE.
Fuentes: lavanguardia.com | elpais.com | 30 de octubre de 2020
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¿Cómo calibrar la importancia de la leona íbera hallada en la La Rambla? A la espera de su estudio por los expertos, y de la información que facilite hoy la delegada de Cultura de la Junta, Cristina Casanueva, diario de CÓRDOBA ha consultado al catedrático de Arqueología de la Universidad de Córdoba, Desiderio Vaquerizo (izquierda). Este, basándose solamente en las fotografías, y con todas las cautelas, interpreta que «a partir de la foto parece un felino, posiblemente una leona, de época y cultura ibérica, perteneciente en principio al remate de un monumento del tipo pilar estela, presuntamente funerario».
En cuanto a la cronología, a su juicio podría situarse «entre los siglos V y IV a. C., quizá algo más tardío si lo que lleva entre las patas delanteras se identifica con otro animal que ha apresado y va a devorar, en concreto un carnero, según creo ver».
Explica Vaquerizo que «es un tipo de escultura muy característico de la zona centrooccidental de la provincia, de los ámbitos de Baena, La Rambla y Santaella, entre otras poblaciones, tallados en piedras locales por talleres autóctonos». Esta tipología, añade, está «muy muy bien estudiada, en particular por autores como Teresa Chapa, de la Complutense de Madrid».
León de Santaella, que se exhibe en el museo de la localidad. / MUSEO ARQUEOLÓGICO DE SANTAELLA
Pese a las características compartidas, Vaquerizo encuentra en la figura de La Rambla detalles distintos a los de la leona de Santaella o la loba del cerro de los Molinillos de Baena que está semialzada y tiene a su presa entre las patas. Esta leona, al presentarse recostada y a punto de devorar a su presa (lo que puede expresar un símbolo funerario, el animal herido sería el alma del difunto), «parece bastante original, de un modelo no conocido como tal hasta ahora, de muy buen arte y de enorme relevancia».
Fuente: diariodecordoba.com| 30 de octubre de 2020
Leona de Baena (Museo Arqueológico Nacional)
La Campiña cordobesa está llena de tesoros arqueológicos, algunos descubiertos y otros que, sin duda, quedan por salir a la luz. Esta zona de la provincia, una tierra fértil para el cultivo, sirvió de asentamiento para los íberos, una cultura que aún hoy en día es bastante desconocida para los investigadores. De hecho, ni siquiera se ha podido descifrar su lenguaje, lo que dificulta el acercamiento a su pensamiento y costumbres. De su paso por Córdoba han quedado varios vestigios pero, sin duda, los más importantes son las esculturas zoomorfas, que en su mayoría representan a leonas.
Una de las hipótesis de los arqueólogos es que la abundancia de leonas en Córdoba se pueda deber a que el territorio político íbero que hubiera en la zona de la Campiña tuviera la imagen del león como un signo de identidad.
"Quizás se utilizó como elemento delimitador de ese territorio, de forma que estas esculturas estarían expuestas en puntos concretos como cruces de caminos o lugares de amplia visibilidad, marcando el territorio", señala José Antonio Morena (izquierda), arqueólogo municipal de Baena y director del Museo Histórico de la localidad, el sitio de la provincia en el que hasta ahora se ha documentado un mayor número de estas esculturas. Es cierto que hay leones en otros lugares, sobre todo el Levante y Murcia, pero no en la medida en la que se encuentran en Córdoba.
"Esto es solo una teoría, porque hay mucho desconocimiento sobre la cultura íbera. La principal función que parecían tener estas leonas es funeraria, pero no hay que descartar que alguna no sea de tumbas ya que no se han hallado necrópolis de este tipo en la provincia", aclara el experto.
Leona de Bujalance, conservada en el Arqueológico de Córdoba.
Por lo que ha investigado Morena, Baena sería el culmen de este tipo de emblemas ya que ha catalogado una quincena de leonas. Seis aparecieron en el Cerro del Minguillar y tres en el Cerro de los Molinillos, a las que hay que sumar algunas cabezas y garras. Hay dos enteras expuestas en el Museo Arqueológico de Baena, una tercera está en el Museo Arqueológico Nacional y un león se trasladó al Museo Íbero de Jaén.
Es el animal más representado en la escultura zoomorfa ibérica, seguido de los toros, aunque estos bastante menos. También se han documentado ciervos, caballos y lobos.
El arqueólogo tiene preparado un estudio titulado La escultura zoomorfa ibérica en Baena (Córdoba). Monumentos para la memoria y símbolos del poder, en el que analiza este tipo de piezas y que publicará el Ayuntamiento de la localidad de la Campiña Este. Este trabajo contiene una recopilación de toda la escultura zoomorfa ibérica que se ha encontrado allí, un total de 26 piezas.
Trozo de cabeza de una leona encontrada en La Rambla y custodiada en el Arqueológico de Córdoba
Sin duda, la Campiña y la zona próxima a la Subbética es el área con más hallazgos. Además de las 15 de Baena, hay leonas en Castro del Río (una), Fernán Núñez (una), La Rambla (hay una leona anterior a la pieza hallada el pasado 28 de octubre), Cabra (dos), Puente Genil (una), Nueva Carteya (tres) y Santaella (tres).
También han aparecido algunas en el Alto Guadalquivir, como prueba de que estos pueblos se asentaron junto al río. Así, se han hallado leonas en Bujalance (una), en Montoro (una), en Cañete de las Torres (una), otra cerca de Córdoba capital y en Villafranca de Córdoba (una).
Según Morena, de toda la provincia, las mejor conservadas y más representativas son la leona de Nueva Carteya, que está en el Arqueológico de Córdoba; la de Baena que está en el Arqueológico Nacional (aunque las dos del museo de la localidad también están en muy buen estado), el de Bujalance, que también está en Córdoba; y un león de dimensiones más pequeñas encontrado en Santaella.
Pieza procedente de una tercera leona de Nueva Carteya, conservada en el Arqueológico de Córdoba.
Una de las características comunes de estas piezas es la forma en la que se produce el hallazgo, que suele ser fortuito durante faenas agrícolas. A su vez, esto también supone un inconveniente porque "no se conoce el contexto arqueológico a la hora de estudiarlas", indica José Antonio Morena.
Todas están talladas sobre piedra caliza local, blanca y muy blanda; de hecho, incluso si se moja se talla más fácil con una navaja, como si fuera madera, advierte Morena.
Los expertos creen que, bien en el término de Baena o en el de Nueva Carteya, había un taller. Probablemente, habría otro en la Campiña Sur, por los municipios de La Rambla o Santaella.
"Se ve claramente las piezas que son de la zona oriental y de la occidental, hay diferentes estilos, aunque en el fondo la idea debía ser la misma, darle una función supuestamente funeraria".
Reconstrucción de un pilar-estela con la leona de Baena, a tamaño mayor que el natural.
Estas esculturas están datadas entre el siglo VII a. C. y hasta el siglo I, ya en época romana. El director del Museo Histórico de Baena explica que hay diferencias formales entre las más antiguas y las más modernas, pero, según los estudios, todas tenían una función funeraria ya que decoraban tumbas. Esto se sabe porque en lugares como el Levante español se han documentado en zonas de necrópolis.
Morena expone que "incluso se sabe la posición en la que se colocaban: coronando un pilar-estela (monumento funerario de la cultura íbera) de un personaje importante". Según esto, la tumba estaría en el subsuelo, donde habría una urna con las cenizas del difunto, encima se colocaba un empedrado tumular o escalonado, luego un pilar de unos dos metros sobre el que se ponía la escultura de estos animales, generalmente leones. "No solo decoraban, sino que ejercían una función apotropaica"; es decir, de protección del alma del difunto de los malos espíritus. Por eso -puntualiza el arqueólogo- estos animales suelen tener las fauces abiertas y las garras en un gesto amenazante para ahuyentar.
Cabeza de leona hallada en Nueva Carteya custodiada en el Arqueológico de Córdoba.
Solo las personas de la élite se podían permitir una tumba así, ya que para construir estos monumentos funerarios (que incluso podían incluir varias esculturas y ser algo parecido a un edificio) hacían falta arquitectos y escultores a los que había que pagar.
Morena señala que en algunos sitios han aparecido fuera de contextos funerarios, como en Huelma (Jaén), donde se documentó un santuario ibérico con dos leones y un guerrero luchando contra un lobo. "En el caso del Cerrillo Blanco de Porcuna hay infinidad de estatuas humanas, de leones e incluso animales míticos en una estructura que puede ser un monumento funerario o civil dedicado a la memoria de un antepasado importante".
León de Cástulo. Museo Arqueológico de Linares (Jaén).
La representación del león en la cultura ibérica es "controvertida por su rareza" ya que, como recuerda José Antonio Morena, en los siglos en los que esos pueblos habitaron en la península aquí no había leones.
Los expertos plantean que sí había objetos de pequeño tamaño de bronce o marfil (jarras, peines…) en los que ese animal estaba representado y que llegaban a través del comercio, sobre todo en la época ibérica antigua, traídos seguramente por los fenicios primero y más tarde por los griegos. Por eso -incide el arqueólogo- se plantea que los artesanos locales pudieron imitar esas imágenes en esculturas más grandes que se pusieron en las tumbas.
Sin embargo, Morena no descarta -aunque no hay constancia de ello- que alguien pudiera traer enjaulado un león del norte de África, al igual que hicieron los romanos para utilizarlos en los anfiteatros.
Fuente: eldiadecordoba.es | 2 de noviembre de 2020
La escultura íbera hallada en La Rambla por un agricultor mientras araba un olivar ha protagonizado portadas de periódicos y programas de radio y televisión a nivel nacional. Sobre todo ha llamado la atención su buen estado de conservación, lo que la hace una pieza única, un descubrimiento excepcional. En un principio se la identificó con una leona debido a que en la p..., aunque también han aparecido algunas en el Alto Guadalquivir. Sin embargo, cuando los arqueólogos la han examinado -los más afortunados en persona y el resto a través de las imágenes que han circulado de ella desde todos los ángulos- han empezado a aflorar las dudas. ¿Es una leona o una loba?
La única certeza hasta el momento es que se trata de un animal carnívoro, pero los expertos no están seguros de que pueda ser un león porque tiene rasgos que pueden coincidir tanto con los de este gran felino como con los de un lobo. El arqueólogo municipal de Baena y director del Museo Histórico de la localidad, José Antonio Morena, explica que por la cabeza podría tratarse de un lobo, sin embargo, en la parte posterior hay restos de la cola, que parece demasiado larga, como la de los leones. En todo caso, a simple vista hay bastantes diferencias con las leonas ibéricas de....
El valor excepcional de esta figura podría acrecentarse si se tratase de un cánido ya que en la provincia y, en general, en Andalucía son pocos los ejemplos de este animal en el arte íbero y sobre todo en tan buen estado de conservación.
Morena, que es experto en esculturas zoomorfas ibéricas, recuerda que Córdoba contaba con otra pieza que representaba a una loba íbera. Fue hallada en el cerro de los Molinillos de Baena, pero la Junta la trasladó en febrero de 2020 desde el Museo de Bellas Artes de Córdoba al Museo Íbero de Jaén para que formase parte de su colección permanente.
Loba íbera encontrada en el cerro de los Molinillos de Baena. / MUSEO HISTÓRICO DE BAENA
La loba de Baena, datada entre los siglos V y II a.C, es una pieza única al igual que lo es la hallada en La Rambla, ambas hechas en piedra caliza blanca. Una de sus características comunes es que las dos sujetan a un herbívoro muerto, aunque cada una está en una posición distinta -la de Baena sentada sobre sus extremidades posteriores y la de La Rambla echada sobre la presa- .
La loba baenense tiene además bajo el vientre una cría en actitud de mamar, lo que representa el poder de dar vida y muerte a la vez. "Se ve claramente que es una loba, esta última de La Rambla no sabemos si es loba, lobo o leona", incide Morena.
El arqueólogo también hace referencia al llamado Cerrillo Blanco de Porcuna (Jaén), donde se halló uno de los mayores conjuntos escultóricos de época ibérica y en el que hay representadas figuras humanas (guerreros), caballos, fieras y animales mitológicos. De ese yacimiento se conserva una cabeza de un lobo que tiene en la boca un herbívoro que parece un cordero. Es decir, el patrón se repite en varias esculturas, por lo que "quizá esto nos hable de un mito o leyenda que no conocemos porque del mundo ibérico no sabemos casi nada ya que su escritura aún no se ha traducido".
Otro lobo íbero, aunque de este solo se conserva su cabeza, es el de El Pajarillo, en Huelma (Jaén), que presenta una actitud agresiva y amenazante, con las orejas inclinadas hacia atrás, el hocico arrugado y la boca entreabierta. Está fechado en el siglo IV a. C.
Lobo de El Pajarillo, en Huelma (Jaén).
José Antonio Morena indica que el estudio de la zona donde apareció la escultura de La Rambla y una posterior excavación que sacara algún vestigio a la luz "nos ayudaría mucho para saber la funcionalidad y la fecha", que es otro de los elementos que suele estar en el aire en el caso de estas obras. En el caso de la de La Rambla parece que es antigua, entre el siglo IV y V antes de Cristo. "Si apareciera algún tipo de cerámica, por ejemplo de tipo griego, ayudaría a dar una cronología más concreta", puntualiza.
La pieza hallada en La Rambla pesa 166 kilos, es una escultura exenta o de bulto redondo (está labrada por todos los lados) y podría haber estado colocada sobre un pilar-estela (monumento funerario), aunque no se puede descartar que formara parte de un conjunto escultórico. Para eso habría que conocer su contexto arqueológico, insiste Morena. En este sentido, la Delegación de Cultura de la Junta ha anunciado que va a hacer un....
En caso de que en este sondeo no se dilucide nada, "hay que deducir que la pieza no está en su sitio y que hará tiempo, quizá siglos, que la encontraron en otro lugar y la trasladaron por lo que fuera. Si está en su sitio, tiene que haber algo más, como mínimo el basamento donde estaba colocada porque esto no se ponía sobre la tierra", concluye el arqueólogo.
Fuente: eldiadecordoba.es | 7 de noviembre de 2020
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