Mapa que muestra la ubicación de la cueva de Kudaro 3 en las montañas del Cáucaso. (Crédito: H. Bocherens / Universidad de Tübingen)

Fuente: Science Daily | 17 de septiembre de 2013 (Traducción de G.C.C. para Terrae Antiqvae)

¿Por qué los seres humanos anatómicamente modernos reemplazaron a los neandertales en Europa hace unos 40.000 años?

Una hipótesis sugiere que los neandertales fueron rígidos en la elección de su dieta, dirigida hacia los grandes mamíferos herbívoros, como los caballos, bisontes y mamuts, mientras que los humanos modernos también explotaban una mayor diversidad de recursos alimentarios, incluyendo el pescado. Esta flexibilidad en la dieta de los humanos modernos habría sido una gran ventaja a la hora de competir con los neandertales, lo que les llevó a su éxito final.

En un estudio conjunto, el profesor Hervé Bocherens (izquierda), de la Universidad de Tübingen, Alemania, junto con colegas del Instituto Zoológico de la Academia de Ciencias de San Petersburgo, Rusia, y del Real Instituto de Ciencias Naturales de Bruselas, Bélgica, ha descubierto, en una cueva de las montañas del Cáucaso, indicios indirectos del consumo de pescado por los neandertales. Los científicos implicados cuestionan la hipótesis de la ventaja evolutiva de los humanos modernos con base en la elección dietética. El análisis de las espinas halladas descartan que el oso y el león cavernarios hubieran consumido el pescado, cuyos restos fueron encontrados en la cueva del Cáucaso.

La hipótesis de las diferencias dietéticas entre los humanos modernos y los neandertales se fundamenta en el estudio de huesos de animales encontrados en cuevas ocupadas por estos dos tipos de homínidos, los cuales pueden proporcionar pistas acerca de su dieta, pero siempre es difícil excluir a los grandes depredadores que vivieron en el mismo espacio temporal como los responsables de al menos parte de esta acumulación ósea. Uno de estos casos se produce en la cueva situada en la vertiente norte de las montañas del Cáucaso llamada Kudaro 3.

Allí, los fragmentos de espinas de salmón grande -que migra desde las aguas marinas a sus lugares de desove en agua dulce- fueron hallados en capas arqueológicas del Paleolítico Medio, cuya datación es de hace unos 42 a 48.000 años, y probablemente depositados por los neandertales. Tales restos sugieren que el pescado era consumido por estos seres humanos arcaicos. Sin embargo, los grandes carnívoros, como el asiático oso de las cavernas (Ursus kudarensis ) y los leones cavernarios (Panthera spelaea), también se encontraron en la cueva y podrían haber llevado las espinas de salmón a la misma.

Para probar esta hipótesis, se evaluó la posible contribución de los peces marinos en la dieta de estos carnívoros usando isótopos de carbono, nitrógeno y azufre, en el colágeno de los huesos de la fauna, comparando estas firmas isotópicas entre los depredadores y sus presas potenciales. Los resultados indican que los salmones no eran parte de la dieta de los osos de las cavernas (eran puramente vegetarianos, al igual que sus homólogos europeos) o de los leones cavernarios (eran depredadores de los herbívoros de las zonas áridas).

"Este estudio proporciona apoyo indirecto a la idea de que los homínidos del Paleolítico Medio, probablemente neandertales, eran capaces de consumir pescado cuando estaba disponible, y que, por tanto, la elección de las presas de los neandertales y de los humanos modernos no era fundamentalmente diferente", dice Hervé Bocherens. Él supone que más que las diferencias de dieta los humanos modernos estuvieron, ciertamente, involucrados en la desaparición de los neandertales.