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La Pasiega (Cantabria), sección C, pared pintada de la cueva. Las líneas rojas verticales y horizontales datan de hace 64.000 años, y casi con certeza fueron pintadas por neandertales. (Imagen: P. Saura)
En 2012, un grupo de arqueólogos concluyó que cierta serie de pinturas rupestres encontradas en España habían sido pintadas por neandertales, y no por los primeros humanos, como se suponía anteriormente. Otros científicos se quejaron de la metodología usada para la datación de las pinturas y pusieron en duda que los neandertales tuvieran capacidad para el pensamiento simbólico. Ahora, gracias a una técnica de datación actualizada, los científicos han demostrado una vez más que los neandertales son la fuente más probable de esas pinturas. ¿Será suficiente para disipar las nociones obsoletas sobre la inteligencia del hombre de Neandertal?
Científicos de la Universidad de Southampton, el Instituto Max Planck de Antropología Evolutiva y otras instituciones, demostraron usando la datación de uranio-torio que las antiguas pinturas rupestres localizadas en tres cuevas de España se produjeron hace no menos de 64.000 años. Eso es 20.000 años antes de que los humanos modernos llegaran a Europa, lo que significa que las pinturas probablemente fueron hechas por neandertales, cuyos antepasados, los Homo erectus, abandonaron África hace 1,81 millones de años. Además, el hallazgo demuestra, quizá de manera concluyente esta vez, que los neandertales sí tenían capacidad para el pensamiento simbólico, un rasgo cognitivo que antes se consideraba exclusivo del Homo sapiens. La capacidad de representar objetos fuera de la mente, sugiere este estudio, probablemente se transmitió a los neandertales y a los humanos modernos a partir de un ancestro común.
Manos estarcidas en Maltravieso (Cáceres) con una antigüedad mínima de 66.000 años. (Imagen: H. Collado).
Las pinturas rojas y negras, que incluyen representaciones de animales, puntos, figuras geométricas y estarcido de manos, se encuentran en tres cuevas españolas: La Pasiega (Cantabria), Maltravieso (Cáceres) y Ardales (Málaga), a 700 km de distancia entre ellas. Los arqueólogos llevan años estudiando estas pinturas, pero como no se podían fechar con exactitud, muchos simplemente asumieron que los humanos modernos habían sido responsables de su decoración. Los neandertales, se dice, no eran pensadores sofisticados y carecían de la capacidad para el pensamiento abstracto. De hecho, un estudio que salió a la luz hace solo dos semanas afirmaba que los Neandertales no podían dibujar. El nuevo estudio, publicado hoy en Science, muestra que los neandertales eran muy capaces de producir arte rupestre y, por consiguiente, tenían capacidad para el comportamiento simbólico.
La falta de consenso en torno a la fecha de origen tiene mucho que ver con los límites de la técnica tradicionalmente utilizada para el arte rupestre: la datación por radiocarbono.
“Apenas llevamos datando arte rupestre desde la década de los 90, y eso era siempre con el método de radiocarbono, que solo puede fechar material orgánico, concretamente dibujos de carbón”, explicó a Gizmodo Paul Bahn (izquierda), autor de The First Artists: In Search of the World’s Oldest Art.
“No podíamos fechar dibujos en materiales de manganeso u ocre inorgánico, ni grabados. Pero el método de datación de la calcita nos permite obtener edades mínimas para estos otros dibujos si tienen algo de calcita formada encima”.
Bahn, que no participó en el nuevo estudio (pero ha colaborado con uno de sus autores), dice que este nuevo método de datación, llamado datación de uranio-torio, lleva siendo utilizado por los geólogos varias décadas, pero solo en los últimos años ha sido usado por los arqueólogos para obtener fechas de arte rupestre, y con “resultados muy emocionantes”.
De hecho, la datación del uranio-torio de las muestras de isótopos se considera muy fiable, y se puede usar para determinar la edad de formaciones de carbonato de calcio de hasta medio millón de años. En este caso, los arqueólogos analizaron la carbonita de ocre rojo de los dibujos mediante 60 muestras diferentes de menos de 10 miligramos cada una, y obtuvieron edades mínimas de entre 64.000 y 66.000 años.
“Nuestros resultados muestran que las pinturas que datamos son el arte rupestre más antiguo conocido, y fueron creadas al menos 20.000 años antes de que los humanos modernos llegaran a Europa desde África. Por lo tanto, debieron ser pintadas por neandertales”, dice el autor y colíder del estudio Chris Standish (izquierda), arqueólogo de la Universidad de Southampton.
Un dibujo de 1913 del Panel 78 de La Pasiega (derecha). El escalariforme rojo, o símbolo de la escalera, tiene al menos 64.000 años, pero no se sabe si los animales y otros símbolos se pintaron después.
Ahora bien, es teóricamente posible que los humanos modernos ya estuvieran en esa zona por aquella época, siendo teóricamente la palabra clave. Nuestra especie, el Homo sapiens, surgió hace 300.000 años y entró en lo que ahora es el Medio Oriente hace 175.,000-200.000 años. Pero no existe evidencia arqueológica o paleontológica para apoyar la presencia de humanos modernos en Europa hace 44.000 años, como señala Standish. Por el contrario, sabemos que los neandertales estuvieron por toda Europa durante ese periodo de la prehistoria. Pero, como ocurrió con el esfuerzo anterior para datar el arte de los neandertales, es probable que los resultados sean puestos en duda.
“Todos los métodos de datación están sujetos a error, pero este proyecto ha sido llevado a cabo por los mejores expertos en el tema, por lo que estoy seguro de que sus resultados son válidos y fiables”, dijo Bahn. “Sin embargo, estoy seguro de que serán puestos en duda, como pasó en 2012, por los dinosaurios que se niegan a cambiar sus creencias, y por algunos colegas franceses que rechazan cualquier fecha de arte rupestre antes de la declarada en su cueva de Chauvet (hace alrededor de 36.000 años), lo cual es irremediablemente incorrecto”.
Que los neandertales fueran capaces de producir este arte no debería ser una sorpresa. En todo caso, este nuevo estudio es bastante decepcionante en términos de lo que nos dice sobre los neandertales y de lo que fueron capaces.
“No hay nada en este artículo que pueda sorprendernos o sorprendernos demasiado”, explicó a Gizmodo Michel Lorblanchet (izquierda), coautor del estudio y Director de Investigación del DNRS en Francia. “El hombre de Neandertal, como el 'Homo erectus' antes que él, usaba pigmentos con frecuencia (el ocre rojo se usó por primera vez hace alrededor de un millón de años). Tenía pinturas corporales, collares, herramientas que son obras de arte [en sí mismas], comenzó a producir esculturas como la máscara de La Roche-Cotard, y ocupó profundas cuevas hace unos 270.000 años. Los neandertales también tenían creencias [espirituales]: enterraban a sus muertos con ofrendas”.
Lorblanchet dice que “la prehistoria es siempre una batalla contra las viejas ideas” y que su equipo está consiguiendo “establecer poco a poco la idea de que el arte comenzó muy temprano, y que fueron los neandertales quienes empezaron a pintar en las paredes de las cuevas”.
Fuente: es.gizmodo.com | 23 de febrero de 2019
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Arqueólogos trabajando en la Cueva de Ardales. / F. T.
Un nuevo análisis de tres cuevas en España revela la primera evidencia importante de que los neandertales, en lugar de los humanos modernos, crearon las pinturas rupestres más antiguas del mundo, entre ellas la cueva malagueña de Ardales.
El estudio, dirigido por la Universidad de Southampton, en Reino Unido, y el Instituto Max Planck de Antropología Evolutiva, en Alemania, muestra que las pinturas en tres cuevas en España se crearon hace más de 64.000 años, 20.000 años antes de que los humanos modernos llegaran a Europa.
Esto significa que el arte rupestre del Paleolítico --incluyendo imágenes de animales, puntos y signos geométricos-- debe haber sido hecho por los neandertales, una especie 'hermana' del 'Homo sapiens', y los únicos habitantes humanos de Europa en ese momento. También indica que pensaron simbólicamente como los humanos modernos.
Publicado este jueves en la revista 'Science', el estudio revela cómo un equipo internacional de científicos utilizó una técnica de vanguardia llamada uranio-torio que data de hace más de 64.000 años para determinar la edad de las pinturas. Hasta ahora, el arte rupestre se ha atribuido por completo a los humanos modernos, ya que los planteamientos de un posible origen neandertal se han visto obstaculizados por técnicas de datación imprecisas.
Sala de las Estrellas en la zona arqueológica de la Cueva de Ardales. / SUR
Sin embargo, la datación de uranio-torio proporciona resultados mucho más fiables que los métodos como la datación por radiocarbono, que puede dar estimaciones de edad falsas. El método del uranio-torio implica fechar pequeños depósitos de carbonato que se han acumulado en la parte superior de las pinturas rupestres, los cuales contienen rastros de los elementos radiactivos uranio y torio, que indican cuándo se formaron los depósitos y, por lo tanto, dan una edad mínima para lo que se encuentra debajo.
El autor principal del trabajo, el doctor Chris Standish, arqueólogo de la Universidad de Southampton, explica que este descubrimiento es "increíblemente emocionante" y sugiere que los neandertales eran mucho más sofisticados de lo que se cree popularmente. "Nuestros resultados muestran que las pinturas que datamos son, con mucho, las más antiguas conocidas en el mundo, y fueron creadas al menos 20.000 años antes de que los humanos modernos llegaran a Europa desde África, por lo tanto, deben haber sido pintadas por neandertales".
Un equipo de investigadores del Reino Unido, Alemania, España y Francia analizó más de 60 muestras de carbonato de tres sitios de cuevas en España: La Pasiega (en Puente Viesgo, Cantabria), Maltravieso (en Cáceres) y Ardales (en Ardales, Málaga). Las tres cuevas contienen pinturas rojas (ocre) o negras de grupos de animales, puntos y signos geométricos, así como estarcidos, huellas de manos y grabados. Según los científicos, la creación del arte debe haber involucrado un comportamiento tan sofisticado como la elección de un lugar, la planificación de la fuente de luz y la mezcla de pigmentos.
"Poco después del descubrimiento del primero de sus fósiles en el siglo XIX, los neandertales fueron retratados como brutales e incultos, incapaces de hacer arte y tener comportamiento simbólico, y algunos de estos puntos de vista persisten hoy --explica el codirector del estudio, Alistair Pike (izquierda), profesor de Ciencias Arqueológicas en la Universidad de Southampton--. El tema de cómo se comportaron los neandertales humanos es un tema muy debatido. Nuestros hallazgos contribuirán de manera significativa a ese debate".
El autor principal, Dirk Hoffmann (derecha), del Instituto Max Planck de Antropología Evolutiva, añade que la cultura material simbólica, una colección de logros culturales e intelectuales transmitidos de generación en generación, hasta ahora, solo se ha atribuido a la especie Homo sapiens.
"El surgimiento de la cultura material simbólica representa un umbral fundamental en la evolución de la humanidad. Es uno de los principales pilares de lo que nos hace humanos. Los artefactos cuyo valor funcional radica no tanto en su uso práctico sino más bien en su uso simbólico son representantes de los aspectos fundamentales de la cognición humana tal como la conocemos", indica.
Los primeros artefactos simbólicos, que datan de hace 70.000 años, se han encontrado en África, pero están asociados con los humanos modernos. También se han hallado otros artefactos, como arte rupestre, figuras esculpidas, herramientas de hueso decoradas y joyas en Europa, que datan de hace 40.000 años. Pero los investigadores han concluido que estos artefactos deben haber sido creados por humanos modernos que se estaban extendiendo por toda Europa después de su llegada de África.
Existe evidencia de que los neandertales en Europa usaron ornamentación corporal hace unos 40.000 a 45.000 años, pero muchos investigadores han sugerido que esto fue inspirado por los humanos modernos que en ese momento acababan de llegar a Europa.
"Los neandertales crearon símbolos significativos en lugares significativos. El arte no es un accidente aislado. Tenemos ejemplos en tres cuevas separadas por 700 kilómetros y evidencia de que fue una tradición longeva. Es muy posible que el arte rupestre similar en otras cuevas en Europa occidental también sea de origen neandertal", concluye el coautor del estudio Paul Pettitt (izquierda), de la Universidad de Durham, Reino Unido.
Fuente: laopiniondemálaga.es | 22 de febrero de 2018
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Estos días estoy leyendo esta cosita que me está gustando mucho. Pregunto si alguien lo ha leído y pudiera ayudarme a entender mejor algunos de los puntos de vista del autor.
La hipótesis básica que maneja Lewis-Williams en la primera parte del libro, la que he leído hasta ahora, es que la pintura rupestre se origina desde una conexión neurológica (cerebro-mano) que se fundamenta en los fenómenos visuales, auditivos y corporales que se producen bajo estados alterados de conciencia (entradas a la fase profunda de sueño, por ej., que es lo más fácil de entender, porque muchos las hemos experimentado en esos precisos momentos).
En ciertas culturas primitivas actuales tales "visiones" y sensaciones se potenciaban por medio de la ingesta de alucinógenos -desde tabaco a otras cosas más fuertes-, ejercicio extremo (danza continua, carreras extenuantes...), privación de sueño/alimento, etc. Esas "alucinaciones" se traducen en pinturas o grabados rupestres, y son buscadas y deseadas por personajes (chamanes) o por sociedades enteras, como vías de comunicación con un mundo "espiritual", creado/instalado en nuestra conciencia. A su vez, algunas de las imágenes/sensaciones de tales momentos, están sancionadas culturalmente (no se oye el zumbido del cuerno de un barco que entra en el puerto, se oye el zumbido de abejas en un panal; no se cae por una escalera, se cae a un hoyo, se cae a un lago), dando origen, incluso, a rituales estacionales, diferenciados por géneros, etc.
Este mundo espiritual es un desarrollo del cableado de nuestra mente "Homo-sapiens" (lo digo así para entendernos) y no se daba (o se daba de otra manera que, de momento, ignoramos) en mentes no-sapiens, por motivos biológicos y evolutivos. No se trata de "incapacidad" por "no alcanzar", sino por diferencias que se fundamentan en la anatomía y (seguramente) la neurología.
Esta es la parte interesante -me figuro- pero no he llegado aun a ella, porque voy despacito, subrayando las ideas que me pueden servir para mi objetivo, que no es otro que documentar una posible novela.
Recomiendo el librito, y lo dicho: si alguien lo ha leído entero y me apunta algún detalle que se me haya pasado en mi breve descripción, lo haga.
Las pinturas de La Pasiega que han generado tanta discrepancia en el mundo científico. / DM
Enredada en un galimatías de fechas e hipótesis contrapuestas, la comunidad científica continúa sin ponerse de acuerdo en la autoría de algunas de las pinturas encontradas en la pared de calcita de la cavidad cántabra de La Pasiega. «No hay nada que interpretar porque los datos son los datos y son i..., defienden los historiadores João Zilhão y Marcos García, autores del estudio publicado hace semanas en la revista especializada Science para acreditar que fueron los neandertales quienes pintaron esos símbolos.
Pero la primera réplica ha llegado también en forma de artículo científico, esta vez en la otra revista especializada de prestigio internacional, Nature.
Un trabajo firmado por David G. Pearce y Adelphine Bonneau (izquierda), ambos profesores de la universidad sudafricana de Johannesburgo, que pretende desmontar la interpretación que se ha hecho de las dataciones con el método uranio-torio de muestras encontradas en la cueva cántabra.
«En La Pasiega, una línea pintada de rojo fue muestreada dos veces: una de ellas proporcionó una antigüedad de 64.800 años y otra de 3.000 años», critican los expertos de Johannesburgo. «Podría ser que las muestras no se recogieran todas en la misma profundidad. Que fueran inmediatamente anteriores a la pintura e inmediatamente posteriores a la misma, aunque los autores indican con fotografías que alcanzaron la capa de pintura». «Pero no parece haber ninguna razón para aceptar solo las fechas más antiguas en lugar de la gama completa, y esto es algo que debe tenerse en cuenta para futuros análisis», argumentan Pearce y Bonneau.
La datación por el método de uranio-torio es muy delicada. Necesita de procedimientos muy precisos. A medida que se forman las costras de calcita en las cuevas, el uranio se vuelve fijo. Cuando la capa de calcita queda sellada, el uranio comienza a descomponerse en nucleidos entre los que se encuentra el torio. Si no entran en juego más elementos, el proceso sigue un ciclo gradual y las proporciones de uranio y torio dentro de la calcita sirven para determinar la fecha de formación de la costra.
«El método del uranio-torio está ampliamente contrastado y estudiado. No es fácil que falle. Lo que no es tan fácil es coger exactamente la muestra que necesitas», matiza el experto en física atómica, molecular y nuclear de la Universidad de Cantabria Ángel Mañanes (izquierda).
«Si se sigue el procedimiento correcto, con los protocolos establecidos, me parece muy difícil que exista un error de datación», concreta el investigador. «Cosa diferente es que la muestra utilizada sea la que sirva efectivamente para determinar la edad de esa pintura. En todo caso no es tan difícil que en un espacio muy pequeño se puedan datar fechas tan dispares porque las cuevas están vivas, experimentan modificaciones continuamente y un diminuto hilo de agua corriendo por la pared puede alterar todas las medidas», explica el experto en física.
Nada de todo esto sirve para poner en duda el estudio original, según indican los autores que mantienen la hipótesis de que esas pinturas fueron realizadas antes de la incursión en Europa del Homo sapiens.
«Todo lo que dicen en 'Nature' es enteramente desprovisto de sentido. Sería como decir que todas las formaciones calcíticas de una pared en una cueva tienen que haberse formado al mismo tiempo. El supuesto es completamente absurdo», destaca Zilhão (derecha). «Quien haya estado en una cueva alguna vez sabrá que le caen gotas de agua en la cabeza mientras en otras zonas existen estructuras con formas espectaculares fruto del paso del tiempo. Por eso no hay motivo para pensar que dos formaciones independientes, aunque sobre un mismo motivo, hayan tenido que formarse al mismo tiempo», remarca el investigador portugués para asegurar que es la datación más antigua la que se corresponde con la edad de la pintura para demostrar que efectivamente fueron neandertales quienes pintaron esa pared. «Aquí lo que ocurre es que el peso de la tradición, por muy errónea que sea, sigue siendo, en muchas mentes, superior al de las pruebas científicas», lamenta Zilhão.
El siguiente episodio de esta historia llegará en pocas semanas. Decenas de investigadores de todo el mundo, coordinados por los expertos George Sauvet y Randall White, han enviado ya a otra revista especializada otro artículo que busca desmontar, punto por punto, los resultados obtenidos por Marcos García y João Zilhão en La Pasiega. Sus argumentos seguro que tendrán mucho que ver con lo que los críticos han defendido ya en varias citas públicas.
«Afirmaciones extraordinarias requieren explicaciones igualmente extraordinarias, y en este caso me parece que hace falta investigar más», explicó hace días el exdirector del Instituto Internacional de Investigaciones Prehistóricas (Iiipc), Manuel González Morales (izquierda).
Es una idea compartida por otros colegas del mismo centro. César González, referente internacional en arte rupestre, mantiene la crítica prudente al supuesto hallazgo de João Zilhão.
«No quiero cargar contra esos resultados, pero sí tengo que obligarme, como investigador, a ponerlos en duda. No puedo decir que esa datación sea incorrecta, pero tampoco que esté acertada». Luego hay razonamientos que no tienen tanto que ver con el mero aspecto técnico de la datación de uranio-torio.
«Algunas de estas figuras, supuestamente realizadas por neandertales, aparecen curiosamente en otros objetos de arte mobiliar, como huesos, que se ha demostrado que pertenecen al Paleolítico Superior. Hablamos de antigüedades entre los 35.000 y los 20.000 años», zanja González.
«Además, no tiene ningún sentido que en esa misma pared existiera un símbolo de hace más de 60.000 años y más adelante, las poblaciones de Homo sapiens lo respetaran y pintaran de forma armónica en torno a él. Eso no ha ocurrido en ningún lugar del mundo; no respetaban en absoluto lo anterior, pintaban encima. ¿Y en este caso no solo lo respetaron, sino que encima hicieron otras figuras integradas en esa original? ¿Teniendo en cuenta que pertenecían a culturas y tiempos diferentes? Pues cuesta mucho creerlo. Es altamente improbable».
Fuente: eldiariomontanes.es | 30 de abril de 2018
Un nuevo artículo científico, el segundo en apenas cinco meses, vuelve a poner en duda que las pinturas encontradas en la pared de calcita de la cavidad cántabra de La Pasiega fueran pintadas por los neandertales.
El trabajo, que firma entre otros el director del Museo de Prehistoria y Arqueología (Mupac), Roberto Ontañón (izquierda), y publica la revista Science, realiza un «análisis crítico» de las recientes dataciones de costras de calcita en tres cuevas españolas –Ardales, en Málaga, y Maltreavieso (Cáceres), además de La Pasiega–, según las cuales fueron los neandertales, en lugar de los humanos modernos, quienes crearon las pinturas rupestres más antiguas del mundo, lo que sugiere que pueden haber tenido un sentido artístico similar al Homo sapiens.
Aquel estudio, cuyo primer firmante es el físico e investigador Dirk Hoffmann, establecía que las pinturas de estas tres cuevas se realizaron hace más de 64.000 años, 20.000 años antes de que los humanos modernos llegaran a Europa. Esto significa que el arte rupestre del Paleolítico (Edad de Hielo) -incluyendo imágenes de animales, puntos y signos geométricos- fue hecho por los neandertales, una especie hermana del Homo sapiens, y los únicos habitantes humanos de Europa en ese momento. También indica que pensaron simbólicamente como los humanos modernos.
Pero ahora, otro estudio, publicado en la misma revista, y firmado por los expertos Ludovic Slimak, Jan Fietzke, Jean-Michel Geneste y el cántabro Roberto Ontañón, revisa los datos de ese estudio, en el que se utilizó una técnica de datación de vanguardia llamada uranio-torio.
El equipo de Ontañón tilda de «atrevida» la autoría neandertal de las pinturas y pone en cuestión las fechas, «no tanto porque haya evidencia de que son imprecisas, sino porque no hay prueba positivas de que sean correctas».
El nuevo estudio explica los problemas que plantea la aplicación del método uranio-torio a costras muy finas de calcita, como las empleadas en estos casos, y que «comprometen» la fiabilidad de los resultados. Sostiene que para que una muestra sea fiable es necesario que la calcita se haya formado en lo que se denomina un «sistema cerrado», es decir, que no se haya visto alterada por fenómenos como filtraciones, recristalizaciones y otros. Pero la detección de este problema, en fragmentos tan pequeños como las costras que se han muestreado, es muy difícil. Otro problema lo plantea la presencia de torio «no radiogénico», es decir, que no es resultado del decaimiento del uranio sino que ha llegado ahí como "un elemento contaminante", procedente de detritos o del agua que formó el carbonato.
Datos mínimos de antigüedad de U-Th de Hoffmann et alii, contra la relación de actividad 232 Th / 234 U, tomada como indicador de fiabilidad de antigüedad. Las relaciones más altas de 232 Th / 234 U aumentan el impacto de 232 Th basada en correcciones de la antigüedad calculada. Todas las incertidumbres están al 95% de nivel de confianza.
Ambos fenómenos tienen como consecuencia que las fechas obtenidas se vean «envejecidas». Para enfrentarse a estos problemas, los especialistas del método del uranio-torio aplican unos factores de corrección que difieren de un caso a otro en función de criterios diversos, de manera que la elección de uno u otro es decisiva en la fecha que finalmente se obtenga.
Tras el análisis crítico realizado, el grupo de Ontañón concluye que «existe una elevada probabilidad de que las pinturas no sean tan antiguas». Esto es especialmente claro en el caso de La Pasiega y también en Maltravieso. En el caso de Ardales, la fiabilidad de las fechas es mucho mayor. En vista de estos resultados, los científicos aseguran que «es precipitado afirmar tajantemente que las pinturas de La Pasiega y Maltravieso fueran realizadas por neandertales». En el caso de Ardales, habría que demostrar que las manchas de pintura fueron ejecutadas por una mano humana. «Proponemos poner en cuarentena las fechas a la espera de que estudios más profundos aclaren las dudas", concluye.
Fuentes: El Diario Montañés | cope.es | 21 de septiembre de 2018
A mí esta postura de espera me parece más razonable, porque se trata de un cambio muy importante. Sin embargo, ya está totalmente asumido por el publico en general que "Los neandertales fueron los primeros artistas" ..... El problema añadido (creo) es que el asunto neandertal está muy ideologizado: sapiens supremacistas frente a neandertales sensibles y multiculturales (y seguramente veganos)
Bien tirado, María. El público general no se va a preocupar del problema científico de las dataciones. Por eso se lo puede ideologizar con ese dualismo guasón que tú sugieres. Cualquier cosa nos sirve para denostar lo que nos dicen que denostemos: a nosotros mismos, por ejemplo.
Pedro Cantalejo (a la derecha), junto a otros arqueólogos, en plena investigación sobre las pinturas rupestres de la Cueva de Ardales. / JAVIER FLORES
El contenido de la investigación publicada el pasado mes de febrero en la revista Science proponía nada menos que un cambio de paradigma en la historiografía del arte en Europa desde su raíz. Una nueva datación realizada en una serie de cuevas prehistóricas de España y Francia retrasaba hasta hace 65.000 años el nacimiento del arte rupestre y atribuía la autoría de las muestras analizadas a los neandertales que precedieron al Homo sapiens en el continente. Es decir, por una parte se retrasaba la aparición de las pinturas analizadas hasta 20.000 años en el tiempo y, por otra, se otorgaba al neandertal, extinguido hace 30.000, un protagonismo de primer orden en lo relativo a la creación artística, la abstracción y el pensamiento simbólico.
Las tres cuevas españolas incluidas en la investigación fueron las de Maltravieso (Cáceres), La Pasiega (Cantabria) y la malagueña de Ardales, convertidas en objeto de estudio por un equipo multidisciplinar de expertos asociados a instituciones científicas como el Instituto Max Planck (Alemania), el Centro Nacional para la Investigación Científica de Francia, las universidades británicas de Southampton y de Durham, además de la de Lisboa y las españolas de Alcalá, Barcelona, Isabel I (Burgos) y Cádiz.
La cuestión es que el método empleado, el Uranio-Torio, establece sus dataciones a partir de la desintegración radiactiva del uranio presente en las costras de calcita asociada a las pinturas y permite situar el origen registros inorgánicos de hasta 120.000 años de antigüedad frente a, por ejemplo, los 50.000 a los que puede remontarse el Carbono 14 (aplicable sólo a restos orgánicos); al mismo tiempo, sin embargo, la metodología despierta aún suspicacias entre algunos expertos que la consideran fiable únicamente en determinadas condiciones, por lo que, apenas publicarse aquella investigación, no faltaron críticos que, cuanto menos, pedían prudencia.
El último ha sido el director del Museo de Prehistoria y Arqueología (Mupac) y de las Cuevas Prehistóricas de Cantabria, Roberto Ontañón, quien acaba de publicar un artículo también en Science en el que sostiene que cuando la técnica se aplica, como es el caso, en muestras pequeñas o costras muy finas de granitos de calcita "es muy difícil tener fiabilidad en la muestra" por varios motivos. Ontañón, en declaraciones recogidas ayer por Efe, sostiene que, por lo tanto, es más que probable que las pinturas no sean tan antiguas. Sin embargo, curiosamente, donde sí hay un mayor grado de fiabilidad es en Ardales. Y esto podría contribuir a que la cueva malagueña cobrara una mayor singularidad como cuna real del arte.
En su análisis, Ontañón revisa los factores de corrección aplicados por el físico del Instituto Max Planck, D. L. Hoffmann, y concluye que hay una elevada probabilidad de que las pinturas no sean tan antiguas como se estableció, "casi con total seguridad en La Pasiega y muy probablemente en Maltravieso".
Sin embargo, en el caso de Ardales, "la fiabilidad de las fechas es mucho mayor". Pero quien termina de disipar las dudas es el director del yacimiento de la Cueva de Ardales, Pedro Cantalejo (izquierda), quien reveló ayer a Málaga Hoy que las pinturas han sido sometidas a una nueva datación con la misma técnica y que los datos arrojados son exactamente los mismos: "Hemos repetido las mediciones y, según los resultados, los primeros eventos relacionados con el arte rupestre en la cueva tuvieron lugar hace entre 63.000 y 64.000 años, por lo que sin más remedio son de origen neandertal. El segundo evento se remonta a hace 45.000 años, el tercero a 36.000, el cuarto a 25.000 y a partir de aquí se suceden otros en una línea que termina hace 14.000 años".
De esta forma, el descubrimiento presentado en febrero queda confirmado punto por punto.
"Hablamos de un sistema de medición que podría datar elementos en un abanico de entre 40.000 y hasta 250.000 años. ¿Cuál es el problema? Parece que no hay ninguno". Según Cantalejo, si la investigación de la Cueva de Ardales ofrece mayor fiabilidad es, de hecho, "porque quienes hicieron las mediciones aquí fueron directamente los técnicos del Instituto Max Planck, la mayor autoridad mundial en este tipo de investigaciones científicas".
Y recuerda que el artículo publicado ahora en Science "no es en sí una investigación, sino una valoración. La única manera de refutar los datos obtenidos en la primera medición sería hacer otra en los mismos términos que arrojara datos distintos. Pues bien, la hemos hecho y resulta que son los mismos".
Para Cantalejo, no hay duda: "El origen del arte europeo está aquí. Cerca de África, no en el norte". Mal que les pese a algunos.
Fuente: granadahoy.com | 22 de septiembre de 2018
Sí, Carmen. Por ejemplo, esta última afirmación: "El origen del arte europeo está aquí. Cerca de África, no en el norte. Mal que les pese a algunos...", creo que da idea de lo que quiero decir. Además, en la perspectiva del globo terraqueo, Altamira, incluso Chauvet, sólo están unos cientos de kms más lejos de África que los Ardales..., Altamira no es "el norte" poblado de sapiens racistas rubios y con ojos azules...:-)
Aparte, no sé por qué en general nos empeñamos en denominar "arte" a todo lo que se pintó en las cuevas. No es lo mismo plasmar un caballo o un bisonte de un modo tan preciso y con tantas cualidades estéticas como los de tantas cuevas que hacer una especie de graffitti, incluso de manos de algún sapiens.
Ya sé que este es un debate colateral que no tiene nada que ver con la capacidad (y la necesidad ) de representación que es lo que verdaderamente importa en este asunto: si los neandertales tenían la misma capacidad simbólica que los sapiens.
Esto me parece acertado "«Algunas de estas figuras, supuestamente realizadas por neandertales, aparecen curiosamente en otros objetos de arte mobiliar, como huesos, que se ha demostrado que pertenecen al Paleolítico Superior. Hablamos de antigüedades entre los 35.000 y los 20.000 años», zanja González."
Las manos pintadas aparecen de parte a parte del planeta: de Australia a Argentina. ¿Las aprendieron los sapiens de los neandertales de la península ibérica y luego las difundieron por todo el mundo? Lo veo difícil.
Me pregunto: ¿no sería más lógico, quizá, plantearse la posibilidad de un retraso en la cronología de la llegada de los sapiens a Europa, que es algo que se está viendo ya en el caso de Australia?
En fin, no me niego a la posibilidad de que los neandertales pudieran pintar, pero, como suele decirse, los cambios en los paradigmas exigen pruebas contundentes y, por lo que se ve, estas dataciones no lo son. Y hay tanta carga ideológica en el asunto que ya empieza a resultar sospechoso.
Y sobre esto que dices, Carmen, de "La mente en la caverna": "... este mundo espiritual es un desarrollo del cableado de nuestra mente "Homo-sapiens" (lo digo así para entendernos) y no se daba (o se daba de otra manera que, de momento, ignoramos) en mentes no-sapiens, por motivos biológicos y evolutivos. No se trata de "incapacidad" por "no alcanzar", sino por diferencias que se fundamentan en la anatomía y (seguramente) la neurología...." Yo también lo entiendo así: sería cuestión de la estructura del cerebro y de relaciones y conexiones entre sus distintas zonas. Supongo que esto forma parte del problema de cómo surgen las mutaciones. Hablo de memoria, pero recuerdo haber leído que el cerebro desarrolló mas circunvoluciones y tuvo que adaptarse al tamaño del cráneo en lugar de que este siguiera creciendo. Supongo que eso produjo transformaciones en las conexiones de las neuronas.
Aún así, más allá de la capacidad para simbolizar, es fascinante que de repente, casi de la noche a la mañana (mientras no haya más descubrimientos), se despliegue en la cueva de Chauvet, hace treinta y pico mil años, una cascada de representaciones de animales con una calidad artística enorme. Lo mismo alguien se tomó por equivocación una amanita muscaria y empezó a alucinar. Esa cueva sí es la primera manifestación del arte europeo; más bien euroasiático. Claro, no sabemos lo que pintaban en las pieles, en la madera, en las cestas y en la arena. Sólo ha quedado lo que se pintó en algunas cuevas y abrigos.
Investigadores del Instituto Max Planck tomando muestras (Cueva de Ardales)
Las sociedades neandertales, dentro de la etapa prehistórica de hace más de 40.000 años, habitaban en el centro de Europa, Oriente Medio y Asia. En España, los hallazgos se concentran en el norte –entre ellos Asturias, País Vasco, los Pirineos y los Yacimientos de la Sierra de Atapuerca-, pero no son los únicos que cuentan con descubrimientos de estas poblaciones.
La Cueva de Ardales y la Sima de las Palomas, situadas en los municipios de Ardales y Teba (Málaga), a 16 kilómetros entre ellas, se encuentran en proceso de excavaciones en sus niveles más profundos. Durante 36 años, los investigadores han hallado figuras realizadas por los Homo sapiens –entre 40.000 y 11.000 años de antigüedad- y, en niveles inferiores estos últimos años, elementos artísticos que corresponden con poblaciones más antiguas.
Hasta ahora, se desconocía a ciencia cierta la cronología de estos elementos. Sin embargo, las nuevas tecnologías de los últimos años permiten datarlos de forma más concreta y esclarecer las poblaciones que vivían resguardadas en las cuevas del sur de Andalucía, convirtiéndolas en recintos culturales. A la espera de los resultados en los próximos meses, muchas de estas formas artísticas ya han sido datadas a poblaciones previas a los sapiens: los neandertales.
“Tenemos algo que es muy importante: las cronologías de las excavaciones y las del arte coinciden, y es la primera vez que esto ocurre en una cueva”, asegura Pedro Cantalejo (izquierda), director del Patrimonio y de la Cueva de Ardales. “Son sincrónicas, no solo las cuevas sirvieron como refugio, sino que se convirtieron en recintos culturales. No es un arte bonito de imágenes representadas, sino que es un arte de manchas, de puntuaciones, de triángulos…”, añade.
El director afirma que en la Cueva de Ardales encontraron nuevos elementos que debían ser cronológicamente anteriores, pero que no habían podido datarlos hasta ahora “sin tener disponibles nuevas herramientas tecnológicas, que te dicen cosas que antes no podían”, y que podrían influir en las formas de entender la Prehistoria en los últimos años. “Tenemos más de mil dibujos de época prehistórica –destaca-, de caballos, de ciervos…, donde en niveles inferiores había manchas y símbolos de más de 40.000 años, pero hasta ahora no teníamos herramientas ni laboratorios para fechar estas pinturas más antiguas”.
Elemento hallado en un techo (Universidad de Cádiz)
Polémica sobre las dataciones tras un artículo
Un artículo de una revista científica concluía que los nuevos elementos hallados no estaban bien datados y que no son tan antiguos –65-63.000 años- como se pensaba, dando a entender que fueron hechos por poblaciones más recientes de Homo sapiens.
Tras la publicación, Cantalejo comenta a La Vanguardia que el artículo “no es un trabajo científico, sino una reflexión” que dice que las pinturas neandertales no lo son, pero que se trata de una opinión al no tener un “segundo análisis que contraponer”, necesario para cualquier estudio científico. “Otra cosa distinta es que en este territorio hubiese primeras poblaciones de Homo sapiens hace 65.000 años, pero creemos que era una zona totalmente integrada en los neandertales”.
Por su parte, José Ramos Muñoz (izquierda), catedrático de Prehistoria en la Universidad de Cádiz y codirector de los trabajos, secunda que el debate se ha generado porque "las dataciones rompen el paradigma del arte rupestre”, y por ello el artículo considera que eran de “hombres más modernos, de entorno a 40.000 años”.
“La opinión de la revista científica es un intento de atacar, y eso ha pasado siempre, como en Atapuerca”, afirma Cantalejo. El director comenta que “lo tenían previsto”, por lo que la institución de Max Planck –un centro arqueológico internacional puntero en este tipo de descubrimientos de genética humana- había hecho un contranálisis y volvió a datar los eventos que se produjeron entre 65.000 y 45.000 años, “ratificando esas fechas”.
Respecto a la polémica generada, Cantalejo asegura que tienen “datos científicos presentados y publicados que no han cuadrado a muchas personas. Somos la periferia, a mil kilómetros de donde se ‘cuece’ el Paleolítico –norte de España-, y nuestros análisis contienen unos datos que obstruyen algunas investigaciones”, determina.
El catedrático de Prehistoria José Ramos Muñoz comenta que tienen “mucha seguridad, por el prestigio del equipo, y por la homogeneidad de los elementos que se dan”. “Esto plantea otras preguntas, como si realmente esto es arte, aunque como mínimo son manifestaciones gráficas humanas que muestran capacidades cognitivas: son puntos, rayas, manchas… muy definidas”, añade.
Ejemplo análisis de datación de uranio-thorio en una muestra (Universidad de Cádiz).
Resume que hay dos series de pinturas: unas datadas de 63.000 a -65.000 años y otra serie más joven pero bastante homogénea de 45.000 a 48.000 años. “Todo esto cambiaría los manuales de Prehistoria universales”, revela.
“Hemos excavado y se confirma todo: sale ocre en los niveles de Paleolítico Medio. Se han tomado nuevas muestras de datación y tecnología lítica –piedras y herramientas-, que son raederas y lascas llevallois -técnica típica del Paleolítico Medio- y nuevas evidencias de ocre, que confirman una presencia de neandertales muy destacada”, enumera el catedrático y codirector a este medio.
El equipo de investigación también trabaja con África Pitarch (izquierda), geóloga y experta en ocres, donde Ramos cuenta que han analizado los mismos puntos que en los estudios de uranio-thorio –técnica utilizada en dataciones absolutas- para tomar muestras del oxido de hierro, la materia prima con la que pintaban estas poblaciones, en los niveles de 65.000 a 63.000 años.
Pero lo interesante para el catedrático y codirector, es que "en los niveles arqueológicos de aproximadamente 58.000 años hay también ocre, y hemos tomado muestras en estas semanas de los dos registros: el ocre como mineral y el de las pinturas. Pensamos que, en el análisis de contrastación, esta va a ser la prueba irrefutable”, revela.
El proyecto inicial comenzó hace 36 años, pero para excavar con normalidad en diversos elementos –de entre 80.000 y 40.000contactar con años- decidieron contactar con el Museo del Neanderthal (Mettma, Alemania) al tratarse del “principal grupo de investigadores especialistas del Paleolítico Medio”.
En el último proyecto que han iniciado en 2011, Ramos cuenta a este medio que en la denominada 3 de la Cueva de Ardales residen elementos de un contexto musteriense –perteneciente al Paleolítico Medio- donde se muestra “la tecnología y modos de vida de los neandertales, que confirmarían arqueológicamente su presencia en Ardales”.
Imagen de una de las raederas encontradas (Cueva de Ardales)
“La arqueología no tiene nada que ver con la antropología –aclara el director de la cueva-. El problema es que (las personas) hemos creado una barrera en la mente entre las especies cronológicas: nadie sabe a ciencia cierta, en ese territorio cronológico entre 50.000 y 40.000 años, de verdad de quién estamos hablando –entre neandertales y sapiens-”.
En el proyecto hispano-alemán, los expertos tomaron muestras en el año 2017 y se han vuelto a tomar este año en la Cueva de Ardales. Ahora están “esperando los resultados”, afirma Ramos. “El problema también era económico, ya que analizar este tipo de muestras es muy caro. En este sentido, el museo de Neanderthal ha empezado una nueva línea mundial sobre ocupaciones previas a los 'Homo sapiens' y firmaron en 2014 un convenio con el Instituto Max Planck para las tareas de datación cronológica en conexión con la arqueología”, desvela Cantalejo.
Zona de excavación de sedimentos (Cueva de Ardales).
Un posible paso en el Estrecho de Gibraltar
El equipo está liderado por la Universidad de Cádiz y el museo de Neanderthal, con Dirck Hoffman -físico de Max Planck especializado en el estudio con uranio-thorio- y la codirección del catedrático José Ramos y del director del museo de Neanderthal y profesor de la Universidad de Colonia, Gerd Christian Weniger, en los trabajos.
También cuenta con miembros como Marcos García –profesor de la Univesidad Isabel I de Burgos- y Pedro Cantalejo, quien afirma que también colaboran 14 universidades y cuatro países que “seguiremos investigando” en líneas de estudios de las ciencias del Cuaternario.
Galería con Arte Figurativo descubierta en 1918 por Henri Breuil (Cueva de Ardales).
Los investigadores también trabajan en el norte de África, entre Tánger y Tetuán, donde Ramos comenta que existen grandes similitudes con las tecnologías del sur de Europa: “Por ello planteamos la hipótesis de un posible paso en el Estrecho de Gibraltar. De hecho las dataciones son muy curiosas, siempre en el norte de África son más antiguas que en Iberia. Van a venir grandes cambios en los estudios prehistóricos”, incide.
Con respecto a las Cueva de Ardales y la Sima de las Palomas, Ramos adelanta que “la investigación sigue y estamos en excavación todavía”, puntualizando que están en el cuarto año del proyecto de la Junta de Andalucía y ahora se encaminarán a la “elaboración de la memoria y de nuevas publicaciones en revistas internacionales”. Como arqueólogos, el catedrático resalta que “sometemos todo a contrastación”, y piensan que los resultados de los datos podrán quedar validados en pocos meses.
El equipo de investigadores que publicó el pasado mes de febrero en la revista Science un revolucionario estudio con el que se daba la vuelta a la cronología sobre las pinturas de la cueva cacereña de Maltravieso (cifrando su antigüedad en 66.700 años, 20.000 más de lo que se creía hasta el momento) publica este jueves en la misma cabecera científica una respuesta a la información que el pasado 19 de septiembre cuestionaba la fiabilidad de su trabajo, en el que también se ampliaba la antigüedad de las cuevas de Ardales, en Málaga, y La Pasiega, en Cantabria.
Roberto Ontañón, director del Museo de Prehistoria y Arqueología (Mupac) y de las Cuevas Prehistóricas de Cantabria, autor principal de esa revisión aparecida también en Science, cuestionaba el método del Uranio-Torio utilizado en ese estudio alegando que, aunque es muy eficaz en superficies grandes, no lo es en muestras pequeñas o costras muy finas de granitos de calcita. Por ello, en su artículo declaraba que «es precipitado decir que las pinturas son tan antiguas como para ser obra de neandertales y proponemos poner en cuarentena las fechas a la espera de que estudios más profundos aclaren las dudas». La polémica, muy habitual en el campo científico, estaba servida.
Marcos García Diez (izquierda), arqueólogo y uno de los autores del artículo inicial, señala a este diario que «nosotros conocíamos el artículo, nos enviaron desde la revista Science ese 'comment', que es más bien como una carta».
La idea, detalla, era que la respuesta del grupo a este apunte apareciera el mismo día y al lado, para que pudiera leerse en paralelo y contrastar las informaciones. Finalmente no fue así, pero confirma que esa información podrá ser consultada a partir de las ocho de la tarde de este jueves en Science, momento en el que se levantará su embargo. Bajo el título de 'La respuesta al comentario sobre la datación U-Th de las cortezas de carbonato revela el origen neandertal del arte de las cuevas ibéricas', el artículo, de dos páginas, va respondiendo a todas las dudas planteadas por el texto de Ontañón, con varios gráficos de tipo científico. García Diez firma el artículo junto a otros catorce autores internacionales, como el profesor de la Universidad de Southampton (Reino Unido), Alistair Pike, el profesor alemán Dirk Hoffmann del Instituto Max Planck de Antropología y João Zilhao, de la Universidad de Barcelona, entre otros.
El acuerdo de los científicos fue no hacer declaraciones hasta que esta réplica no viera la luz, para dejar que los argumentos científicos hablaran por sí mismos. García Díez se escuda en la repercusión y el rigor que tuvo el trabajo en el que participó, un muestreo que se extendió durante dos años. «Cada uno es libre de opinar, pero a fecha de hoy es uno de los artículos que más impacto positivo ha tenido».
Este académico indica que el cambio de paradigma siempre genera una respuesta. «El dato sale del ámbito de la arqueología, pero tiene implicaciones de carácter biológico y filosófico, ya que considerábamos que nosotros teníamos una exclusividad como especie, y eso se ha caído». Marcos García Díez cifra en unas 40 las citas que se han hecho de esta investigación, y no solo dentro del ámbito arqueológico, sino en el de disciplinas transversales.
Acerca de las críticas referidas al método utilizado adelanta que «las discusiones entre arqueólogos las tienen que hacer arqueólogos, en este artículo hay dos ámbitos, el que genera el dato que viene de la Física y de la Química y los que utilizamos el dato, que somos los arqueólogos, por lo tanto los arqueólogos deberíamos dedicarnos a discutir las explicaciones arqueológicas y los geocronógrafos deberían dedicarse a hablar del método».
La noticia de que esas tres cuevas ibéricas podían considerarse las más antiguas del mundo dio la vuelta al mundo sobre todo por el cambio de perspectiva que aportaba y sus connotaciones filosóficas. Poco después de este hallazgo surgieron algunas voces dentro del ámbito arqueológico en el que se cuestionaban los métodos empleados para llegar a este descubrimiento, aunque fue la publicación del 19 de septiembre en Science la que más ruido hizo.
Fuente: hoy.es | 10 de octubre de 2018
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