Las pinturas rupestres más antiguas del mundo están en España, y casi con certeza fueron realizadas por los neandertales

La Pasiega (Cantabria), sección C, pared pintada de la cueva. Las líneas rojas verticales y horizontales datan de hace 64.000 años, y casi con certeza fueron pintadas por neandertales. (Imagen: P. Saura)

En 2012, un grupo de arqueólogos concluyó que cierta serie de pinturas rupestres encontradas en España habían sido pintadas por neandertales, y no por los primeros humanos, como se suponía anteriormente. Otros científicos se quejaron de la metodología usada para la datación de las pinturas y pusieron en duda que los neandertales tuvieran capacidad para el pensamiento simbólico. Ahora, gracias a una técnica de datación actualizada, los científicos han demostrado una vez más que los neandertales son la fuente más probable de esas pinturas. ¿Será suficiente para disipar las nociones obsoletas sobre la inteligencia del hombre de Neandertal?

Científicos de la Universidad de Southampton, el Instituto Max Planck de Antropología Evolutiva y otras instituciones, demostraron usando la datación de uranio-torio que las antiguas pinturas rupestres localizadas en tres cuevas de España se produjeron hace no menos de 64.000 años. Eso es 20.000 años antes de que los humanos modernos llegaran a Europa, lo que significa que las pinturas probablemente fueron hechas por neandertales, cuyos antepasados, los Homo erectus, abandonaron África hace 1,81 millones de años. Además, el hallazgo demuestra, quizá de manera concluyente esta vez, que los neandertales sí tenían capacidad para el pensamiento simbólico, un rasgo cognitivo que antes se consideraba exclusivo del Homo sapiens. La capacidad de representar objetos fuera de la mente, sugiere este estudio, probablemente se transmitió a los neandertales y a los humanos modernos a partir de un ancestro común.

Manos estarcidas en Maltravieso (Cáceres) con una antigüedad mínima de 66.000 años. (Imagen: H. Collado).

Las pinturas rojas y negras, que incluyen representaciones de animales, puntos, figuras geométricas y estarcido de manos, se encuentran en tres cuevas españolas: La Pasiega (Cantabria), Maltravieso (Cáceres) y Ardales (Málaga), a 700 km de distancia entre ellas. Los arqueólogos llevan años estudiando estas pinturas, pero como no se podían fechar con exactitud, muchos simplemente asumieron que los humanos modernos habían sido responsables de su decoración. Los neandertales, se dice, no eran pensadores sofisticados y carecían de la capacidad para el pensamiento abstracto. De hecho, un estudio que salió a la luz hace solo dos semanas afirmaba que los Neandertales no podían dibujar. El nuevo estudio, publicado hoy en Science, muestra que los neandertales eran muy capaces de producir arte rupestre y, por consiguiente, tenían capacidad para el comportamiento simbólico.

La falta de consenso en torno a la fecha de origen tiene mucho que ver con los límites de la técnica tradicionalmente utilizada para el arte rupestre: la datación por radiocarbono.

“Apenas llevamos datando arte rupestre desde la década de los 90, y eso era siempre con el método de radiocarbono, que solo puede fechar material orgánico, concretamente dibujos de carbón”, explicó a Gizmodo Paul Bahn (izquierda), autor de The First Artists: In Search of the World’s Oldest Art.

“No podíamos fechar dibujos en materiales de manganeso u ocre inorgánico, ni grabados. Pero el método de datación de la calcita nos permite obtener edades mínimas para estos otros dibujos si tienen algo de calcita formada encima”. 

Bahn, que no participó en el nuevo estudio (pero ha colaborado con uno de sus autores), dice que este nuevo método de datación, llamado datación de uranio-torio, lleva siendo utilizado por los geólogos varias décadas, pero solo en los últimos años ha sido usado por los arqueólogos para obtener fechas de arte rupestre, y con “resultados muy emocionantes”.

De hecho, la datación del uranio-torio de las muestras de isótopos se considera muy fiable, y se puede usar para determinar la edad de formaciones de carbonato de calcio de hasta medio millón de años. En este caso, los arqueólogos analizaron la carbonita de ocre rojo de los dibujos mediante 60 muestras diferentes de menos de 10 miligramos cada una, y obtuvieron edades mínimas de entre 64.000 y 66.000 años.

“Nuestros resultados muestran que las pinturas que datamos son el arte rupestre más antiguo conocido, y fueron creadas al menos 20.000 años antes de que los humanos modernos llegaran a Europa desde África. Por lo tanto, debieron ser pintadas por neandertales”, dice el autor y colíder del estudio Chris Standish (izquierda), arqueólogo de la Universidad de Southampton.

Un dibujo de 1913 del Panel 78 de La Pasiega (derecha). El escalariforme rojo, o símbolo de la escalera, tiene al menos 64.000 años, pero no se sabe si los animales y otros símbolos se pintaron después.

Ahora bien, es teóricamente posible que los humanos modernos ya estuvieran en esa zona por aquella época, siendo teóricamente la palabra clave. Nuestra especie, el Homo sapiens, surgió hace 300.000 años y entró en lo que ahora es el Medio Oriente hace 175.,000-200.000 años. Pero no existe evidencia arqueológica o paleontológica para apoyar la presencia de humanos modernos en Europa hace 44.000 años, como señala Standish. Por el contrario, sabemos que los neandertales estuvieron por toda Europa durante ese periodo de la prehistoria. Pero, como ocurrió con el esfuerzo anterior para datar el arte de los neandertales, es probable que los resultados sean puestos en duda.

“Todos los métodos de datación están sujetos a error, pero este proyecto ha sido llevado a cabo por los mejores expertos en el tema, por lo que estoy seguro de que sus resultados son válidos y fiables”, dijo Bahn. “Sin embargo, estoy seguro de que serán puestos en duda, como pasó en 2012, por los dinosaurios que se niegan a cambiar sus creencias, y por algunos colegas franceses que rechazan cualquier fecha de arte rupestre antes de la declarada en su cueva de Chauvet (hace alrededor de 36.000 años), lo cual es irremediablemente incorrecto”.

Que los neandertales fueran capaces de producir este arte no debería ser una sorpresa. En todo caso, este nuevo estudio es bastante decepcionante en términos de lo que nos dice sobre los neandertales y de lo que fueron capaces.

“No hay nada en este artículo que pueda sorprendernos o sorprendernos demasiado”, explicó a Gizmodo  Michel Lorblanchet  (izquierda), coautor del estudio y Director de Investigación del DNRS en Francia. “El hombre de Neandertal, como el 'Homo erectus' antes que él, usaba pigmentos con frecuencia (el ocre rojo se usó por primera vez hace alrededor de un millón de años). Tenía pinturas corporales, collares, herramientas que son obras de arte [en sí mismas], comenzó a producir esculturas como la máscara de La Roche-Cotard, y ocupó profundas cuevas hace unos 270.000 años. Los neandertales también tenían creencias [espirituales]: enterraban a sus muertos con ofrendas”.

Lorblanchet dice que “la prehistoria es siempre una batalla contra las viejas ideas” y que su equipo está consiguiendo “establecer poco a poco la idea de que el arte comenzó muy temprano, y que fueron los neandertales quienes empezaron a pintar en las paredes de las cuevas”.

Fuente: es.gizmodo.com | 23 de febrero de 2019

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La cueva de Ardales es una de las cunas mundiales del arte rupestre

Arqueólogos trabajando en la Cueva de Ardales. / F. T.

Un nuevo análisis de tres cuevas en España revela la primera evidencia importante de que los neandertales, en lugar de los humanos modernos, crearon las pinturas rupestres más antiguas del mundo, entre ellas la cueva malagueña de Ardales.

El estudio, dirigido por la Universidad de Southampton, en Reino Unido, y el Instituto Max Planck de Antropología Evolutiva, en Alemania, muestra que las pinturas en tres cuevas en España se crearon hace más de 64.000 años, 20.000 años antes de que los humanos modernos llegaran a Europa.

Esto significa que el arte rupestre del Paleolítico --incluyendo imágenes de animales, puntos y signos geométricos-- debe haber sido hecho por los neandertales, una especie 'hermana' del 'Homo sapiens', y los únicos habitantes humanos de Europa en ese momento. También indica que pensaron simbólicamente como los humanos modernos.

Publicado este jueves en la revista 'Science', el estudio revela cómo un equipo internacional de científicos utilizó una técnica de vanguardia llamada uranio-torio que data de hace más de 64.000 años para determinar la edad de las pinturas. Hasta ahora, el arte rupestre se ha atribuido por completo a los humanos modernos, ya que los planteamientos de un posible origen neandertal se han visto obstaculizados por técnicas de datación imprecisas.

Sala de las Estrellas en la zona arqueológica de la Cueva de Ardales. / SUR

Sin embargo, la datación de uranio-torio proporciona resultados mucho más fiables que los métodos como la datación por radiocarbono, que puede dar estimaciones de edad falsas. El método del uranio-torio implica fechar pequeños depósitos de carbonato que se han acumulado en la parte superior de las pinturas rupestres, los cuales contienen rastros de los elementos radiactivos uranio y torio, que indican cuándo se formaron los depósitos y, por lo tanto, dan una edad mínima para lo que se encuentra debajo.

Los neandertales, más sofisticados de lo que se creía

El autor principal del trabajo, el doctor Chris Standish, arqueólogo de la Universidad de Southampton, explica que este descubrimiento es "increíblemente emocionante" y sugiere que los neandertales eran mucho más sofisticados de lo que se cree popularmente. "Nuestros resultados muestran que las pinturas que datamos son, con mucho, las más antiguas conocidas en el mundo, y fueron creadas al menos 20.000 años antes de que los humanos modernos llegaran a Europa desde África, por lo tanto, deben haber sido pintadas por neandertales".

Un equipo de investigadores del Reino Unido, Alemania, España y Francia analizó más de 60 muestras de carbonato de tres sitios de cuevas en España: La Pasiega (en Puente Viesgo, Cantabria), Maltravieso (en Cáceres) y Ardales (en Ardales, Málaga). Las tres cuevas contienen pinturas rojas (ocre) o negras de grupos de animales, puntos y signos geométricos, así como estarcidos, huellas de manos y grabados. Según los científicos, la creación del arte debe haber involucrado un comportamiento tan sofisticado como la elección de un lugar, la planificación de la fuente de luz y la mezcla de pigmentos.

"Poco después del descubrimiento del primero de sus fósiles en el siglo XIX, los neandertales fueron retratados como brutales e incultos, incapaces de hacer arte y tener comportamiento simbólico, y algunos de estos puntos de vista persisten hoy --explica el codirector del estudio, Alistair Pike (izquierda), profesor de Ciencias Arqueológicas en la Universidad de Southampton--. El tema de cómo se comportaron los neandertales humanos es un tema muy debatido. Nuestros hallazgos contribuirán de manera significativa a ese debate".

El autor principal, Dirk Hoffmann  (derecha), del Instituto Max Planck de Antropología Evolutiva, añade que la cultura material simbólica, una colección de logros culturales e intelectuales transmitidos de generación en generación, hasta ahora, solo se ha atribuido a la especie Homo sapiens.

"El surgimiento de la cultura material simbólica representa un umbral fundamental en la evolución de la humanidad. Es uno de los principales pilares de lo que nos hace humanos. Los artefactos cuyo valor funcional radica no tanto en su uso práctico sino más bien en su uso simbólico son representantes de los aspectos fundamentales de la cognición humana tal como la conocemos", indica.

Los primeros artefactos simbólicos, que datan de hace 70.000 años, se han encontrado en África, pero están asociados con los humanos modernos. También se han hallado otros artefactos, como arte rupestre, figuras esculpidas, herramientas de hueso decoradas y joyas en Europa, que datan de hace 40.000 años. Pero los investigadores han concluido que estos artefactos deben haber sido creados por humanos modernos que se estaban extendiendo por toda Europa después de su llegada de África.

Existe evidencia de que los neandertales en Europa usaron ornamentación corporal hace unos 40.000 a 45.000 años, pero muchos investigadores han sugerido que esto fue inspirado por los humanos modernos que en ese momento acababan de llegar a Europa.

"Los neandertales crearon símbolos significativos en lugares significativos. El arte no es un accidente aislado. Tenemos ejemplos en tres cuevas separadas por 700 kilómetros y evidencia de que fue una tradición longeva. Es muy posible que el arte rupestre similar en otras cuevas en Europa occidental también sea de origen neandertal", concluye el coautor del estudio Paul Pettitt (izquierda), de la Universidad de Durham, Reino Unido.

Fuente: laopiniondemálaga.es | 22 de febrero de 2018

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Comentario por Guillermo Caso de los Cobos el febrero 25, 2018 a las 9:23pm

Y los neandertales inventaron el arte

Trabajos en la Cueva de Ardales liderados por la Universidad de Cádiz y el Neanderthal Museum de la Universidad de Colonia.

A Pedro Cantalejo (izquierda), el director del yacimiento prehistórico de la Cueva de Ardales (Málaga), le dijeron ayer que le había tocado la lotería. Su respuesta fue consecuente con la pasión que mantiene por su trabajo: "Sí, pero llevo 37 años metiendo".

La revista Science dio ayer a conocer los resultados de una investigación internacional impulsada por un equipo multidisciplinar de catorce expertos, asociados a distintas instituciones científicas como el Instituto Max Planck (Alemania), el Centro Nacional para la Investigación Científica (Francia), las universidades británicas de Southampton y de Durham, además de la de Lisboa (Portugal) y las españolas de Alcalá, Barcelona, Isabel I (Burgos), y Cádiz (donde también ayer presentaron el informe sus responsables), entre otras, que, a través de diversas dataciones realizadas en una serie de cuevas de España y Francia, retrasan hasta hace más de 65.000 años el origen del arte rupestre y atribuyen la autoría de las muestras analizadas a los neandertales que precedieron al Homo sapiens en Europa.

Los registros con una mayor antigüedad, eso sí, corresponden a las tres cuevas españolas implicadas: las de Maltravieso (Cáceres), La Pasiega (Cantabria) y la malagueña de Ardales. El descubrimiento no sólo atrasa 20.000 años respecto a las dataciones hasta ahora esgrimidas el origen del arte; es que, además, responsabiliza directamente a los neandertales de la invención del mismo. Las consecuencias de tal hallazgo son descomunales y obligan a replantear la Historia de la humanidad así como la misma noción de evolución humana, por cuanto sitúan el estallido de una conciencia creativa, capaz de trascender a través de la representación artística, 20.000 años antes de la llegada del Homo sapiens a Europa. Tal y como apunta Cantalejo, si se hubieran encontrado en otro planeta obras de arte realizadas por extraterrestres, nos encontraríamos ante un dilema similar. Los científicos tienen por delante años para seguir investigando y ajustar bien el impacto, pero lo cierto es que tan sonora modificación del paradigma evolutivo tiene uno de sus escenarios en la Cueva de Ardales.

Explica Cantalejo que la clave para la determinación de esta datación fue la utilización en el análisis del método Uranio-Torio, que mide el tiempo tomando como base la desintegración radiactiva del uranio de las costras de calcita asociadas a las pinturas: "La base de este instrumento es la medición de las partículas atómicas que la Tierra recibe del cosmos, lo que nos permite fechar elementos inorgánicos como la cristalización. Si el método del Carbono 14, aplicado a la materia orgánica, nos permitía fechar elementos hasta hace 50.000 años, el Uranio-Torio amplía este espectro desde los 50.000 hasta los 120.000 años. Al principio, la investigación era reticente a emplear esta tecnología porque no esperaban encontrar en las cuevas analizadas vestigios tan antiguos. Pero, finalmente, la tecnología ha resultado fundamental".

Manchas rojas, realizadas con óxido de hierro, atribuidas ahora a un artista neandertal.

Las implicaciones son, como subraya Cantalejo, determinantes: "Siempre nos habíamos conformado con el paradigma que sitúa el origen de la conciencia abstracta en algún momento de hace 30.000 años, pero es que al establecer una datación únicamente a partir de materia orgánica no podíamos ir más allá. Al poder fechar la materia inorgánica, hemos podido constatar que el origen es mucho más remoto de lo que cualquiera podía imaginar". Recuerda el arqueólogo que "las pinturas de la Cueva de Ardales ya habían sido sometidas a un análisis visual, que nos bastó para determinar que había unas pinturas por encima de otras. En los estudios que publicamos en 2003, 2005 y 2006 logramos establecer la secuencia completa, ordenada a través de las distintas épocas. Lo que no sabíamos era la edad de cada muestra. No teníamos manera de fecharlas. Hasta que pudimos emplear el Uranio-Torio a nuestro favor".

Las pinturas ahora consignadas a la mano neandertal son las que, evidentemente, ocupan un lugar más bajo en esta secuencia. Quienes conocen la cueva han tenido oportunidad de verlas, aunque comenta Cantalejo que "por lo general llaman poco la atención, ya que la gente prefiere admirar las manos pintadas que reciben a los visitantes o las representaciones animales, que son más atractivas además de posteriores". En todo caso, las pinturas que han puesto patas arriba a la comunidad científica internacional "son unas manchas que se distribuyen en cuarenta y tres lugares distintos de la cueva que alguien hizo con sus manos después de mancharlas de rojo con óxido de hierro". A simple vista, se distinguen tres variantes en el estampado de estas manchas: "A veces, quien distribuye las manchas lo hace ciñéndose al relieve, como si refregara la mano sobre la cueva para pintar, por ejemplo, una estalactita; en otras, lo que hace es distribuir las manchas que dejan únicamente las yemas de tres dedos de la mano, siempre los mismos, como si quisieran dar constancia de sus huellas dactilares; y, por último aparecen barras horizontales y verticales. Sabíamos que éstas eran nuestras pinturas más antiguas. Y cuando confirmamos que podíamos fecharlas, sencillamente nos preguntamos: ¿Por qué no lo hacemos?".

Eso sí, explica Cantalejo que "el método Uranio-Torio no permite fechar directamente las pinturas, sino lo que podríamos llamar su pátina: la base sobre las que están hechas y los recubrimientos que han podido incorporarse. Pues bien, el estudio de la pátina de estas pinturas nos revela que fueron realizadas hace 43.000 años como muy pronto y hace más de 65.000 años como muy tarde. Si está demostrado que el 'Homo sapiens' sapiens no llegó a Europa hasta hace 30.000 años, es evidente que el origen del arte en el continente corresponde a los neandertales. Y esto modifica profundamente la noción que podemos tener de nosotros mismos".

Trabajos en la Cueva de Ardales liderados por la Universidad de Cádiz y el Neanderthal Museum de la Universidad de Colonia.

Cantalejo se muestra de acuerdo con una de las primeras conclusiones que se extraen de la certificación de que los neandertales poseían una conciencia abstracta capaz de crear obras de arte: que no eran tan distintos de nosotros, los Homo sapiens. "De hecho, sabemos mucho más del proceso evolutivo del neandertal que del 'Homo sapiens'. No sabemos a ciencia cierta, por ejemplo, cómo llegamos a Europa. A veces ves las pateras con las que llegan africanos a nuestras costas, esas embarcaciones tan frágiles, y piensas que la salida del 'Homo sapiens' de África pudo haber sido así. Pero no lo sabemos con seguridad".

El director del yacimiento también extrae conclusiones particulares de la investigación sobre el desarrollo tecnológico aplicado al conocimiento histórico: "La investigación en torno a la Prehistoria es la que con más facilidad ha asimilado el uso de las últimas tecnologías. Pero este uso debería extenderse mucho más hasta convertirse en una cuestión común. Si se aplicaran estas mismas tecnologías a todas las cuevas que cuentan con pinturas rupestres en España, podríamos ahondar mucho en el conocimiento de la Prehistoria y en las numerosas particularidades que la cruzan. Cuando se habla de arte paleolítico se hace abiertamente sobre un periodo de tiempo que abarca entre 3.000 y 30.000 años. Es absurdo, en un recorrido tan grande podemos establecer muchos periodos, pero eso requiere un conocimiento más profundo al que sólo podemos acceder mediante la tecnología".

Recuerda Cantalejo, por cierto, que la investigación ha sido sufragada íntegramente por los laboratorios implicados en todas las cuevas: "Sólo en Ardales se han hecho dieciocho muestras, y eso requiere mucho dinero. Pero los laboratorios saben bien el retorno que un éxito de estas dimensiones le procura". Y concluye: "Vivimos en la provincia más importante del Paleolítico en todo el Mediterráneo". Amén.

Las conclusiones sobre el ADN verán la luz en mayo

Los revolucionarios hallazgos de la Cueva de Ardales no terminan aquí: en mayo se publicarán los resultados de los análisis de los restos de ADN asociados a las pinturas, "lo que nos permitirá saber de dónde llegaron quienes las hicieron", tal y como explica Pedro Cantalejo. El investigador de la Universidad de Barcelona y del ICREA, el portugués Joao Zilhao, confirmó ayer en la presentación de la investigación que "los neandertales utilizaban mezclas de pigmentos sofisticadas y practicaban la ornamentación del cuerpo, incluso mucho antes de que tales conductas se hayan podido documentar entre los primeros hombres modernos de Africa". Precisamente, Zilhao es uno de los grandes defensores de la similitud de Homo sapiens y neandertales y de la capacidad de abstracción de los segundos.

Fuente: malahahoy.es | 23 de febrero de 2018

Comentario por Percha el febrero 26, 2018 a las 9:10am

La autoría neandertal en La Pasiega abre un debate entre prehistori...

José Luis Pérez / El Diario Montañes

Aunque hay distintos puntos de vista sobre la antigüedad de las pinturas, hay consenso sobre las capacidades artísticas del predecesor de los sapiens

La dataciones, en torno a 65.000 años, que ha publicado en la revista Science un equipo internacional y ... de investigadores para tres cuevas de la península ibérica –La Pasiega en Puente Viesgo, Maltravieso en Cáceres y Ardales en la provincia de Málaga– ha abierto el debate científico sobre si los neandertales fueron autores de estas manifestaciones parietales y sobre si la cronología de las mismas se puede situar en el Paleolítico Medio.

El hallazgo ha tenido una amplia repercusión internacional y representa un impulso incuestionable para el valioso legado paleolítico que albergan las cuevas con arte rupestre de Cantabria, diez de las cuales están declaradas Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, entre ellas La Pasiega.

El método urano-torio empleado en estas investigaciones abre nuevas perspectivas que obligan a revisar algunas tesis. No obstante, como los mismos investigadores reconocen, «ahora hay que aplicar este método a otras partes de Europa y del mundo en yacimientos que lo permitan y ver si podemos reproducir fechas de igual antigüedad», reconoce João Zilhão, investigador de la Universidad de Barcelona y coautor del estudio.

No obstante, la publicación científica de estas tres dataciones, permite a Zilhão afirmar que «debemos aceptar que los neandertales eran humanos tan capaces desde un punto de vista cognitivo como nosotros».

Marcos García, profesor de la Universidad Isabel I de Burgos y otro de los miembros del equipo, abunda en la aportación de estas dataciones, que «nos permiten saber que los neandertales pintaban para transmitir ideas en soportes a través de formas perdurables en el tiempo y en un espacio concreto».

Cruzar datos

César González Sainz, catedrático de Prehistoria de la Universidad de Cantabria (UC) y una de las voces más autorizadas a nivel internacional cuando se habla de arte paleolítico, formó parte de este equipo cuando se dataron algunos elementos decorativos de las cuevas del Castillo y Altamira en hace 40.000 y 36.000 años. Ahora no ha participado y se encuentra metido de lleno en terminar los estudios de arte rupestre precisamente en La Pasiega, tarea que compagina con otras investigaciones en cuevas con arte en el País Vasco. Recién llegado de Francia, y a la vista de la información publicada en la revista norteamericano, se pronuncia con cautela y con ciertas dosis de escepticismo, aunque no rechaza que los neandertales pudieron tener unas capacidades artísticas.

«Este tema es relativamente complejo y no fácil de explicar. Vayamos punto a punto», comienza. En primer lugar, «los procedimientos de datación absoluta para las costras son instrumentos estupendos. Desde 1990 tenemos el radiocarbono, desde la década pasada, empezamos en Cantabria datando costras, fuimos pioneros; luego están la termoluminiscencia y el uranio-torio, que tiene como ventaja que ofrece desviaciones inferiores en las dataciones». Su experiencia con el radiocarbono, a su juicio el método más aceptado universalmente y el que más resultados ha dado, le ha permitido modificar la cronología para pinturas de las primeras fases del Paleolítico Superior.

La Pasiega ya no es visitable

Hasta el año pasado la cueva de La Pasiega podía ser visitada por 30 personas al año. Este régimen se ha suspendido por problemas de conservación. En Cantabria, actualmente, además de Altamira –que tiene visitas experimentales, cinco personas a la semana por sorteo–, están abiertas al público las cuevas de El Castillo y Las Monedas, en Puente Viesgo; Hornos de la Peña –parcialmente–, en San Felices de Buelna; El Pendo, en Escobedo de Camargo; Covalanas, en Ramales de la Victoria; y Chufín, en Riclones (Rionansa) –solo en Semana Santa y verano–. El precio de la entrada normal es de tres euros.

Pero, reconoce César González que estos métodos presentan «frecuentes contradicciones internas por lo que hay que interpretar con mucho cuidado las fechas que dan incluso sobre una misma figura o la misma costra». Por otro lado, está la calidad de las muestras: «Es un mundo, pueden haber estado sometidas con contaminaciones y reactivaciones de la calcita».

Por todo ello, el catedrático de la UC cree que «es necesario cruzar diferentes técnicas de análisis y no se puede utilizar un dato aisladamente. Los datos, las fechas, tienen que engarzar bien unas con otras, hay que interpretar con sentido común, especialmente cuando una muestra aislada choca con otros muchos resultados».

César González, conocedor en profundidad de las aproximadamente 900 unidades gráficas de La Pasiega, cree que «se están proponiendo cronologías de más de 60.000 años para algunos elementos que son 40.000 años más recientes». Y, concretando más, el prehistoriador sostiene que «las representaciones de ese panel de la Galería C de La Pasiega son, con toda seguridad, del Paleolítico Superior, de hace entre 35.000 y 12.000 años, no de hace más de 60.000 años».

Y prosigue el profesor lamentando que no se hayan cruzado datos, que el estudio se remita a datos aislados y que se haya dejado al margen los muchos conocimientos acumulados en materia de investigación del arte rupestre paleolítico durante más de cien años. «Hay muchos yacimientos de neandertales excavados y lo único que se han encontrado son algunos huesos con palotes y poco más; mientras que el Paleolítico Superior está lleno de objetos procedentes de excavaciones con dibujos semejantes a lo que vemos en las paredes».

Y va más allá el catedrático de Prehistoria de la UC: «No es razonable cambiar la Prehistoria de arriba a abajo. No tiene ni pies ni cabeza. Nos ha ocurrido en otras ocasiones, nosotros tenemos incluso fechas más antiguas para algunas costras de La Garma, pero si tienes contradicciones, actúas con cautela».

Emoción plástica

La posibilidad de que los neandertales tuvieran alguna capacidad artística, César González no la descarta:«Somos del mismo género, aunque una diferente especie. Seguro que tenían una capacidad de abstracción, de transmisión, de emoción estética, tendrían sus capacidades artísticas, bailes, danzas, algún tipo de emoción plástica..., pero en las cuevas no encontramos restos de este periodo semejantes a los de las paredes».

Concluye fechando hace 45.000-40.000 años cuando «hay una suerte de maduración en la capacidad plástica» en diferentes zonas del mundo, que «surge rápido y no lentamente como se creía», y que «coincide con la expansión del Homo sapiens de origen africano, pero no hace sesenta mil años», señala González Sainz.

El catedrático de la UC está en la fase final de sus estudios en La Pasiega, a su juicio, junto con El Castillo, «las cuevas con más representaciones de la Península Ibérica». El objetivo es publicar una monografía en la que se dará visibilidad a tres pinturas «excepcionales» de representaciones humanas, dos de las cuales aún permanecen inéditas; la tercera ya fue identificada por Breuil y Alcalde del Río a principios del siglo XX.

«¿Qué es arte?»

Por otro lado, a Federico Bernaldo de Quirós, catedrático de Prehistoria en la Universidad de León y director de las excavaciones en la cueva de El Castillo, en Puente Viesgo, a pocos metros de La Pasiega, también le ha despertado el lógico interés el descubrimiento. «Me choca la datación porque el trazo me parece muy integrado en la sala para ser neandertal».

No obstante, prefiere compartir una reflexión: «¿Qué es arte? Hemos utilizado la palabra simbólico. Hago un trazo porque significa algo para mí y porque tú sabes qué significa. Hablamos de arte con mucha ligereza. ¿En qué contexto de programa decorativo, iconográfico se presenta este trazo? ¿Esto es arte?».

Sin embargo, el que fuera director del Museo de Altamira, está convencido de que «hacían cosas. Tenemos trazos extraños desde hace muchos milenios. Es posible que los neandertales tuvieran un pensamiento simbólico. En otros lugares enterraban a sus muertos; aquí, no».

Y pone en contexto la aparición de las primeras manifestaciones artísticas formulando alguna hipótesis. «El arte del Paleolítico Superior no apareció porque sí, seguro que hubo antecedentes que no conocemos. Por ejemplo, sabemos muy poco o nada de qué hicieron estas comunidades con la madera o con el cuero».

Secuencia estratigráfica

La boca de la cueva del Castillo, que tiene una de las más completas secuencias estratigráficas de la Prehistoria, ofrece información de la ocupación humana desde hace 150.000 años hasta la Edad Media.

Bernaldo de Quirós pone en contexto qué ocurría y cómo vivían aquí hace aproximadamente unos 65.000 años, en el momento en que apunta el equipo internacional de investigadores en su publicación de ‘Science’ se realizaron las pinturas de La Pasiega, a pocos metros. «Hemos trabajado en este nivel del Paleolítico Medio y hemos encontrado restos de industria lítica musteriense, restos humanos, muchos ocres y un canto rodado con decoración punteada. Estos grupos, que funcionarían a modo de tribu, con su jerarquía y una organización social probablemente compleja, eran, como siempre, cazadores, que vivían fuera de la cueva, en la boca. Dentro nunca se vivía, no era cómodo, las condiciones son muy húmedas y no se puede hacer fuego a gusto».

Y sobre La Pasiega, el catedrático, aunque no ha trabajado en su registro solutrense (Paleolítico Superior), cree que la galería donde se ha tomado la muestra corresponde a una antigua entrada a la gruta.

Sautuola y Cartailhac

Sautuola descubrió las pinturas de Altamira en 1879 y falleció en 1888 sin que la comunidad científica hubiese reconocido y dado autenticidad a la cronología paleolítica de las manifestaciones artísticas de la cueva de Santillana del Mar. Posteriores hallazgos hicieron rectificar a quienes habían negado las tesis de Sautuola. Émile Cartailhac rectificó públicamente con el artículo ‘La grotte d’Altamira, Espagne. «Mea culpa d’un sceptique»’ en 1902.

Ha transcurrido más de un siglo: ¿Se repetirá la historia?

Comentario por Guillermo Caso de los Cobos el febrero 26, 2018 a las 6:56pm

La mente simbólica de los neandertales

Con un gran despliegue mediático, recibimos la semana pasada la noticia de las pinturas presumiblemente realizadas por los neandertales en tres cuevas españolas: La Pasiega (Cantabria), Maltravieso (Cáceres) y Ardales (Málaga). Las tres cuevas se conocen desde hace muchos años y forman parte de itinerarios turísticos y visitas organizadas. Pero no todo lo que hay en esas cuevas se conoce con precisión, como ha demostrado el trabajo publicado por la revista Science, liderado por el geocronólogo Dirk Hofmann (Instituto Max Planck, Alemania).

Ante todo, me gustaría haber escrito una afiliación diferente para el Dr. Hofmann. Junto a otros dos jóvenes y eminentes geocronólogos, Hofmann perteneció a la plantilla del Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana de Burgos (CENIEH) hasta 2013, la institución en la que presto mis servicios desde su creación en 2004. Pero ciertos avatares, que prefiero obviar, hicieron que los tres se marcharan hace ahora cinco años del CENIEH. Los tres han realizado investigaciones muy valiosas desde entonces, que la ciencia española ya no puede reclamar al 100% para sus estadísticas de la I+D. Por fortuna, los tres geocronólogos dejaron lazos estrechos con científicos españoles, que ahora firman esos trabajos tan relevantes. Entre ellos, está mi buen amigo Marcos García Díez, uno de los mejores expertos en arte rupestre de España, cuya precariedad laboral en el ámbito de la ciencia clama al cielo.

 

Pero quiero dejar a un lado las reivindicaciones y centrarme en un asunto tan relevante como el que publica la revista Science. Aunque las pinturas no llevan firma, las dataciones realizadas a lo largo de varios años les confieren una antigüedad muy similar, en torno a los 65.000 años. Nuestra especie surgió en África hace más de 200.000 años, pero nunca se ha demostrado su presencia en Europa antes de 40.000 años antes del presente. En consecuencia, las pinturas fueron realizadas por los europeos de entonces: los neandertales. No entraré en los detalles descriptivos de estas manifestaciones artísticas, que ya se han reflejado en los medios de comunicación y los/as lectores/as pueden encontrar en el trabajo original.

 

Durante su etapa en el CENIEH, Dirk Hofmann nos contó su enorme interés en datar las pinturas de las cuevas españolas. El agua cargada de carbonato cálcico y una cierta cantidad de uranio se escurre por las paredes de las cuevas vadosas, en las que ya no circulan corrientes de agua. Con el descenso del nivel freático, muchas cavidades permiten el paso libre de animales y personas. La humedad es elevada y el agua de lluvia se filtra en el interior de las cuevas, disolviendo la caliza y produciendo estalactitas y estalagmitas, suelos de caliza y capas finas de carbonato en sus paredes. Los isótopos del uranio del agua sufren alteraciones constantes con el tiempo, que pueden medirse con no poco esfuerzo técnico. En esto ha consistido el trabajo de Hoffman y sus colaboradores. Las pinturas de las paredes quedan en muchos casos cubiertas por una fina película de carbonato cálcico, que contiene los restos del uranio transformado por los años. Si hay suerte, el uranio contenido en el agua será suficiente como para obtener fechas consistentes. Las dataciones obtenidas en esas películas de carbonato son siempre más recientes que las propias pinturas. El trabajo de obtención de esas películas es muy delicado, porque las pinturas podrían quedar dañadas. Eso es lo que precisamente se ha evitado en La Pasiega, Maltravieso y Ardales, consiguiendo, además, dataciones fiables y consistentes.

 

Reconstrucción del enterramiento del neandertal de La Chapelle-Aux-Saints, Francia. Fuente: Getty images.

 

Los estudios de paleogenética sitúan la separación de la genealogía de nuestra especie y la de los neandertales en un máximo de 765.000 años (por el momento). Eso quiere decir que desde entonces comenzamos una historia evolutiva singular, que nos llevó a ser diferentes. Cualquiera de nosotros es capaz de distinguir un cráneo de Homo sapiens de otro de Homo neanderthalensis. Es más, apuesto que, con un mínimo entrenamiento, cualquiera de nosotros es capaz de clasificar con un 100% de aciertos algunos de nuestros dientes más particulares, como los incisivos superiores o los premolares inferiores. Así somos de diferentes. Sin embargo, un tiempo tan prolongado no fue suficiente como para evitar (casi al límite, según los expertos) que pudiésemos hibridar y dejar descendencia fértil. Ya sabemos que los eurasiáticos (pero no los africanos, que no salieron de África) llevamos en nuestro genoma entre un dos y un seis por ciento de genes procedentes de aquellos cruzamientos, seguramente esporádicos.

 

Esa posibilidad biológica supone que todavía compartíamos mucho en común cuando nos volvimos a encontrar. Aunque la forma del cerebro era diferente, es evidente que su potencialidad era muy similar. Hace 700.000 años no hay rastros de arte, o capacidad simbólica, por lo que hemos de asumir que ellos y nosotros llegamos a convergencias culturales impresionantes, una de las cuales acaba de ser revelada por la ciencia. Quizá la posibilidad de poseer un pensamiento simbólico es la característica más significativa de nuestra mente. Con ella somos capaces de elaborar conceptos complejos, tener un lenguaje muy sofisticado y crear.

Me pregunto en qué estado mental de capacidad simbólica nos dejaron los neandertales para siempre. Uno de los autores de estas investigaciones, el Dr. Joao Zilhâo, siempre ha defendido que los neandertales y los humanos modernos pertenecemos realmente a la misma especie. Si eso fuera correcto, restaría una enorme cantidad de “magia” al trabajo que acaba de publicar la revista Science. ¿Qué mérito tendría entones el hallazgo presentado por él mismo y sus colegas? Lo más impactante de todo es reflexionar sobre el hecho de que dos poblaciones de homininos, separadas hace casi 800.000 años, fueran capaces de llegar por convergencia a una mente tan similar. Si ellos no se hubieran extinguido (probablemente por endogamia en una región de bajísima densidad demográfica), podrían haber sido quienes ahora mismo estuvieran investigando sobre una especie desaparecida hace tiempo: la que Carlos Linneo bautizó con el nombre de Homo sapiens. Habría sido un Linneo muy diferente, con un cráneo de forma distinta, más bajo y alargado, pero posiblemente de mayor tamaño.

 

Pero si se me pregunta por la trascendencia del hallazgo publicado por la revista Science, pienso que la historia de los neandertales comenzó a ser una gran historia en los inicios del siglo XX, cuando se descubrió el primer enterramiento de un esqueleto de Neandertal en el yacimiento de La Chapelle-aux-Saints, en Francia. Aunque pasaría mucho tiempo hasta que quedara certificada esa práctica funeraria por los neandertales, es evidente que enterrar a los muertos con ofrendas y tal vez rodeados de flores, como en la inhumación del esqueleto 4 de la cueva de Shanidar, en Irak, tiene un significado simbólico extraordinario. Estoy convencido de que las pinturas de La Pasiega, Maltravieso y Ardales son la punta de un iceberg muy profundo y que las noticias sobre una cultura muy compleja, desarrollada por la mente de los neandertales irán llegando poco a poco.

 

Fuente: quo.es | 26 de febrero de 2018

Comentario por Carmen L. el marzo 1, 2018 a las 8:13pm

Me figuro que las fotografías 5ª y 6ª de los dos "tectiformes" cantábricos son meras ilustraciones... Vaya, que no se corresponden con las que se han datado como de "época neandertal". Porque esos tectiformes son de lo más divulgadísimo del Arte Prehistórico español -"pintura esquemática" y como sean "neandertales" ya es para abrirse las venas con un boniato (copyright Forges). Me gusta mucho la cautela del Prof. Bernaldo de Quirós, en este sentido.

Lo que está claro es que esta noticia va a traer cola... y que Guillermo se ha esforzado en traer a TA los mejores artículos complementarios posibles sobre el asunto. ¡Gracias!

Comentario por Guillermo Caso de los Cobos el marzo 2, 2018 a las 1:02am

Hola, Carmen:

Las fotos en las que no se especifica claramente que los motivos que aparecen pertenecen a los neandertales, están puestas, efectivamente, como meras ilustraciones.

Respecto a la cautela que algunos especialistas muestran a la noticia, no sólo está la del profesor Bernaldo de Quirós. En Francia enseguida se apuraron a manifestarse en este sentido. En la web del periódico Le Monde podíamos leer que el especialista Ludovic Slimak tenía fuertes reservas sobre los resultados publicados en Science : "No hay elementos de demostración, porque, contrariamente a lo que se ha hecho para datar la cueva de Chauvet, donde se han cruzado varios métodos, aquí solo se ha utilizado una técnica de datación, la del uranio-torio. Ésta puede ser válida, pero también se sabe que varía de acuerdo con un cierto número de factores fisicoquímicos y puede dar fechas aberrantes muy antiguas".

Al mismo tiempo, el especialista en dataciones isotópicas, Michel Fontugne, también se mostraba cauteloso, ya que recuerda que la técnica empleada examina solo las proporciones respectivas de uranio y torio en la calcita: "El agua puede pasar y volver a pasar sobre estos velos de calcita y lixiviar el uranio que contiene, pero no el torio, que no es soluble en agua". El riesgo entonces es conseguir resultados distorsionados, envejecidos artificialmente. Michel Fontugne señala que "los contenidos de uranio presentados en el estudio son muy bajos y muy variables. Es posible que hubiera migración del uranio. Las medidas son ciertamente buenas, pero los autores, al proporcionar sus dataciones, se basan, sin probarlo, en la idea de que el uranio no se ha lixiviado".

Comentario por Guillermo Caso de los Cobos el marzo 4, 2018 a las 11:08pm

«Los prejuicios han sido un lastre para los humanos arcaicos»

Los investigadores J. Zilhão y D. Hoffmann extraen las muestras de la costra estalagmítica de Cueva de los Aviones para su datación por el método del Uranio-Torio. 

El hombre moderno llegó a Europa hace 40.000 años. Por entonces, en el llamado Viejo Continente el 'Hombre de neandertal' llevaba asentado varias decenas de milenios. Ambos convivieron durante un amplio periodo de tiempo, aunque, según las concepciones tradicionales, los primeros gozaron de una mayor capacidad cognitiva. Sin embargo, cada vez hay más voces que ponen en duda este último punto. Y no son nuevas. Desde hace años, diversos estudios apuntan a que los neandertales disfrutaron de un pensamiento avanzado. Ahora, un trabajo realizado en la gruta cartagenera de Cueva de los Aviones, bajo la coordinación del arqueólogo portugués João Zilhão, de la Universidad de Barcelona, y del experto en datación por la serie del uranio Dirk Hoffmann, del Instituto Max Planck de Alemania, corrobora esta idea.

El estudio publicado la pasada semana en la revista científica 'Science Advances', en paralelo a otro trabajo realizado en otras tres cuevas españolas (Cueva Ardales, en Málaga; Cueva La Pasiega, en Cantabria, y Cueva Maltravieso, en Cáceres) que viene a aportar conclusiones similares con respecto a la capacidad de comunicación simbólica de los neandertales, en este caso en arte rupestre -publicado en 'Science' por un equipo liderado por A. Pike (Universidad de Southampton), D. Hoffmann, y J. Zilhão-, data los ornamentos corporales hallados en la Región en al menos 115.000 años de antigüedad. La fecha es clave, tal y como apunta la profesora e investigadora de la Universidad de Murcia (UMU) Josefina Zapata (izquierda), también participante en este estudio, ya que, asegura, no deja lugar a dudas sobre quiénes elaboraron y emplearon estas piezas decorativas.

En el estudio ahora publicado en Science Advances, el equipo de investigadores lleva trabajando desde hace años. De hecho, de sus primeras conclusiones, extraídas a partir de los restos localizados en Cueva de los Aviones y también de Cueva Antón, en Mula, ya se hizo eco la revista norteamericana Proceeding of the National Academy of Sciences USA (PNAS) en 2010, aunque entonces, matiza Zapata, la fecha fijada por los investigadores en 115.000 años de antigüedad aún no era conocida.

-La publicación que realiza Science Advances sobre las conchas marinas y pigmentos de origen neandertal hallados en Cueva de los Aviones, en Cartagena, ya fue objeto de análisis en la publicación que tanto usted como sus compañeros realizaron en la revista Proceeding of the National Academy of Sciences USA, en 2010. ¿Qué nuevos datos aporta el estudio de Science Advances?

-En la investigación publicada en 2010, dirigida por Zilhão, se dieron a conocer los resultados de los análisis realizados a las conchas y pigmentos de Cueva de los Aviones (excavada en 1985 por el arqueólogo murciano Ricardo Montes y coautor de esa publicación) y de Cueva Antón (sondeada en 1991 por la arqueóloga murciana Consuelo Martínez y entre 2006 y 2012 por un equipo dirigido por J. Zilhão y Valentín Villaverde, de la Universidad de Valencia). Si se fija en el título de ambos artículos (PNAS y Science Advances) solo difiere en que en el último se ha añadido '115.000 years ago', porque ese es el dato relevante de esta nueva publicación. En 2010 la datación por radiocarbono de conchas de lapas dio una edad de unos 50.000 años para Cueva de los Aviones. Esto quedaba en los límites del alcance temporal de la técnica, por lo que nos planteamos, para contrastar resultados, aplicar el método de datación del U-Th [Uranio-Torio] a la costra estalagmítica que sella los depósitos arqueológicos que contienen las conchas y pigmentos que analizamos en 2010. Estos análisis han datado en 115.000 años esa costra y, por lo tanto, dan una edad mínima de 115.000 años para el depósito que esta costra sella y para todo su contenido.

-Concretamente, ¿qué demuestra este estudio y qué supone para la comunidad científica?

-Hasta el momento, teniendo en cuenta los adornos corporales más antiguos en concha atribuidos a los humanos anatómicamente modernos de África (Blombos y Grotte des Pigeons) y del Próximo Oriente (Qafzeh), las conchas registradas en Cueva de los Aviones son ahora los adornos más antiguos que se conocen, y además eran utilizados por los neandertales. Aunque en las últimas dos décadas se han presentado diversas pruebas en cuanto a la manifestación simbólica de los neandertales e incluso en relación a la elaboración de útiles que denotan una capacidad cognitiva similar a la de sus contemporáneos anatómicamente modernos, las fechas de los hallazgos a veces se solapaban con la llegada del humano moderno a Europa, y esto inducía a algunos investigadores a restarles o anularles la capacidad a los neandertales. La fecha de 115.000 años está muy distanciada en el tiempo de la llegada del humano moderno a Europa (hace unos 40.000 años), por lo que ofrece una clara prueba de que no existe aculturación o imitación del neandertal y despeja las dudas planteadas en el pasado.

-¿El estudio aparecido en Science en el que se analizan restos de arte rupestre de época anterior a la llegada del hombre moderno a Europa, hallados en otras tres cuevas españolas, corrobora las conclusiones extraídas a partir de los materiales encontrados en la Región?

-El estudio de 'Science' es diferente, porque en ese se muestran las dataciones (obtenidas también con el método de Uranio-Torio) del arte parietal más antiguo que se conoce, siendo atribuido también a los neandertales. Lo que ambas publicaciones tienen en común es el significado de los resultados, esto es, contribuyen a erradicar esa visión tradicional y bastante generalizada que se ha tenido sobre la incapacidad de los neandertales, demostrándose cómo los humanos anatómicamente modernos (es decir, aquellos más similares morfológicamente a los actuales) y los de tipo neandertal utilizaban símbolos para comunicarse.

-El hecho de que se haya constatado que los neandertales habrían tenido capacidad simbólica, ¿qué nuevos campos de estudio abre?

-Con los resultados de estos estudios se abre la puerta a la posibilidad de que este comportamiento tenga un origen en grupos arcaicos más antiguos, conllevando, además, la revisión de las teorías planteadas hasta el momento.

Mula, Torre Pacheco y Cieza

-¿Hasta ahora en qué se basaba la creencia de que los neandertales carecían de capacidad para entender símbolos?

-Digamos que los prejuicios que se establecieron inicialmente desde el descubrimiento de los fósiles que dan nombre al grupo, hace 160 años, han sido un lastre para estos grupos de humanos arcaicos. Los neandertales han sido concebidos con prejuicios de limitación cognitiva, mostrando siempre a su contemporáneo humano anatómicamente moderno como superior a nivel de comportamiento simbólico e incluso tecnológico.

-¿En qué otros yacimientos de la Región se ha constatado la presencia del hombre neandertal?

-Entre los lugares más sobresalientes están Cueva Antón, Abrigos de Finca doña Martina y La Boja (Rambla Perea, Mula). Estos yacimientos están enmarcados en un proyecto cuyo objetivo es investigar la transición del Paleolítico medio al superior en esta Región. Desde que comenzó este proyecto en 2006, dirigido por João Zilhão y Valentín Villaverde, y respaldado por un equipo multidisciplinar e internacional del que formo parte, ha ofrecido una gran cantidad de ejemplos relevantes, entre ellos, la magnífica secuencia estratigráfica de los abrigos de Rambla Perea, que abarca desde el Paleolítico medio al superior, siendo una de las secuencias más completas de la Península Ibérica, lo que ha contribuido al conocimiento de los diferentes momentos del Paleolítico, de los neandertales y de su evolución reciente, de cuyo estudio se han derivado varias publicaciones científicas que han tenido una destacada repercusión en la comunidad científica. Pero también hay otros lugares, como la Sima de las Palomas, del Cabezo Gordo (Torre Pacheco). Este es un destacable yacimiento, importante para el estudio de la evolución de los últimos neandertales, ya que, además de otros restos arqueológicos, ha ofrecido una de las colecciones de restos dentarios de Neandertal más importantes de la Península Ibérica, a cuyo estudio dental he contribuido junto a otros investigadores, como el paleoantropólogo americano Erik Trinkaus, especialista en neandertales, tal y como viene recogido en diversas publicaciones científicas. Este proyecto es liderado por Michael Walker. Y finalmente, Cueva del Arco, en Cieza. Un yacimiento cuyas excavaciones están siendo dirigidas por Ignacio Martín Lerma (UMU) y Didac Román (Universidad de Barcelona). Es un lugar excepcional de esta Región, porque presenta una interesante secuencia de distintos periodos de la Prehistoria, que van desde el Paleolítico medio al Neolítico, y además ofrece arte parietal del Paleolítico superior.

-¿Qué datos relevantes podrían arrojar en el futuro estos enclaves?

-En virtud de los resultados obtenidos hasta el momento podemos decir que la Región de Murcia se sitúa como referente geográfico para realizar estudios de Paleolítico medio y superior.

Fuente: laverdad.es | 4 de marzo de 2018

Comentario por Guillermo Caso de los Cobos el marzo 4, 2018 a las 11:28pm

«Hemos puesto la cueva de Maltravieso en el mundo»

Hipólito Collado (izquierda) y Juan Carlos Aguilar en la entrada de la Cueva de Maltravieso. :: l. cordero.

Hipólito Collado es jefe de sección de Arqueología en la Junta de Extremadura y ha formado parte del equipo internacional de investigación encabezado por la Universidad de Southampton, de Inglaterra, que ha dado un vuelco a la historia con la datación de pinturas rupestres de las cuevas de Maltravieso, la Pasiega (Cantabria) y Ardales (Málaga). La revolución consiste en certificar que tales pinturas no las hicieron los hombres modernos, Homo sapiens, sino neandertales, y en el caso de las manos de Maltravieso, son las pinturas más antiguas del mundo: tienen 66.700 años. Con él han trabajado sus compañeros Juan Carlos Aguilar y José Ramón Bello, también arqueólogos de la Junta.

-¿Se podría calificar como el descubrimiento de los últimos 50 años del mundo de la arqueología?

-Del mundo de la arqueología y del mundo del arte rupestre porque es el avance más singular de los últimos años vinculado a la interpretación del arte rupestre.

-¿Entonces sería el segundo acontecimiento más importante para la cueva después del descubrimiento de sus pinturas por parte de Carlos Callejo en 1956?

-Sí, sí. Todos son pasos importantes, cada uno en su línea. Esto no es más que una consecuencia de que las metodologías y trabajos de investigación avanzan como avanza la ciencia. Teníamos un límite en las dataciones que ha sido superado por la aplicación de nuevas tecnologías. Antes estábamos parados en una frontera en torno a 40.000 años. Gracias al desarrollo de la tecnología se ha afinado el proceso y se consiguen dataciones de muchísima fiabilidad. Esto hace diez años no lo podíamos hacer. Esto ha sido un salto revolucionario.

-¿En qué consiste este salto revolucionario?

-Esto es como una cascada que se abre con múltiples afluentes, donde cada uno querrá investigar. Unos sobre hasta dónde el cerebro humano es capaz de tener esa capacidad simbólica y cuándo llega y cuándo no llega. O también, a la contra, ver si nosotros podemos sostener la propuesta de la que estamos hablando. Ahora estamos diciendo que, hoy por hoy, con estas dataciones, este arte rupestre, en la península ibérica, sería neandertal, pero eso no quiere decir que estemos en la realidad absoluta, porque puede ser que conforme avance la investigación consigamos demostrar que los Homo sapiens salieron mucho antes de África y que en lugar de entrar por el norte consiguieran saltar el estrecho de Gibraltar y que se hubieran plantado en la Península en lugar de, como pensamos ahora, en torno a los 40.000 años, pues que hubieran llegado en torno a 100.000, 120.000 o 140.000 años. Eso nos volvería a meter en una encrucijada de dudas sobre quién hizo estas representaciones. ¿Fueron los neandertales, de los que sabíamos con seguridad que estaban aquí o no fueron ellos? Todo puede cambiar de un día par otro.

-Parece como si no fuera seguro que estas pinturas son obras de neandertales.

-Hoy por hoy sí es seguro. Al día de hoy, con los datos que tenemos, sí, porque en ese momento en la península ibérica no había humanos modernos, no había sapiens como nosotros. Seguro. Seguro. Pero una investigación puede cambiar por un dato, algo tan simple como un dato, que al día de hoy no existe.


-Vale, entonces mañana se descubre en la península ibérica un esqueleto de un sapiens que tenga 100.000 años y se acabó lo del arte rupestre neandertal.

-En Fuentes de León tenemos nosotros una falange de un humano de hace 190.000 años y si resulta que cuando le hagan el ADN y digan ostras, pues este ADN es de nuestra especie... Pues entonces vamos a tener un problema. Bendito problema.

-Pero también sería revolucionario demostrar que los sapiens ya estaban en la península ibérica hace 70.000 años y no hace 40.000?

-Claro, si esto ha sido un pelotazo informativo, eso otro sería también un pelotazo del mismo calado.

-En definitiva, ¿se generará un debate científico?

-Sí generará debate. Habrá catedráticos que digan que esto no es así. Pues bien, es un debate científico. Pero a fin de cuentas hemos puesto a Maltravieso en el mundo. Tengo colegas que me han escrito desde Turquía, desde Sudamérica, desde Asia, desde Australia... La cueva de Maltravieso estaba ya puesta en el mapa científico, pero es que ahora la hemos situado en el mundo.

-¿Qué se siente al formar parte de un equipo de investigación de este calibre?

-Pues la verdad... Esto no ha sido una investigación de ahora. Llevamos cuatro años, desde 2014, cuando comenzamos a tomar las primeras muestras. Al principio dijimos, vale pues nos hemos equivocado. Han salido unas dataciones muy antiguas y no pueden ser verdad. Se repiten una segunda vez. Vuelven a salir. Pues vamos a asegurarnos. Vamos a afinar lo máximo posible y vuelve a salir la tercera vez. Pues ya no estamos equivocados. A partir de ahí te entra un cosquilleo en la barriga y te dices '¡jope, esta es gorda!'. Llevamos una línea de investigación desde hace 15 años estudiando el límite hasta el que pueden llegar las capacidades simbólicas. Siempre habíamos trabajado con planteamientos hipotéticos. Considerábamos que un neandertal, que era un humano, una especie que se pintaba la cara y todo el cuerpo con pigmentos, que se ponía plumas y collares, y que era un cazador magnífico, que podía reconocer una huella que un animal dejara sobre la nieve o la tierra, lo que a fin de cuentas son capacidades desde el punto de vista simbólico y estético... Por tanto costaba mucho admitir que esa especie no tuviera capacidad para hacer arte rupestre. Se había negado. Es verdad que nos cuesta mucho trabajo asumir nuevas realidades y a mí el primero. Te dices: 'esto era lo que me faltaba'. Llevo 15 años trabajando y ahora ya tengo el dato, ahora ya puedo presentarme en un congreso y no plantearlo como una hipótesis de trabajo, como una posibilidad, sino como una certeza.

-¿Se puede decir que se ha reescrito la historia desde estas cuevas de Cáceres, Cantabria y Málaga?

-Sí, sí hemos reescrito la historia. La historia del arte hay que empezar a plantearla desde una óptica diferente. Esto es un punto de partida. Empezamos una nueva etapa. A partir de aquí hay que confirmar un montón de cosas. Hemos dado un salto, pero un salto que da un poco de miedo porque te arroja casi a un vacío. Es un libro en blanco que hay que empezar a escribirlo nuevamente. Hemos dicho: 'los neandertales pueden hacer arte rupestre'. Bien, pero qué tipo de arte, hasta dónde llegan, qué son capaces de hacer, ¿hacen manos o son capaces e hacer algo más? ¿Son capaces de representar un animal o no? ¿O simplemente se quedan en elementos simbólicos?

-Por cierto, tiene que venir gente de fuera, de la Universidad de Southampton, para investigar.

-No nos podemos mirar nuestro propio ombligo. Hay que tender a la colaboración. Nosotros hemos tenido la infinita suerte de tener una vinculación internacional. Hace poco tiempo se hizo aquí en Cáceres el congreso internacional de arte rupestre. Aquí vinieron investigadores de más de 50 países y una buena parte de los contactos que se hacen en los congresos después se articulan en colaboraciones. Nosotros conocíamos al equipo de Southampton. Habíamos trabajado con ellos en otros proyectos.

-¿La investigación seguirá en Maltravieso?

-Nosotros vamos a continuar en Maltravieso porque la investigación no acaba nunca. Ahora empezamos. Ahora comienza una nueva etapa. En Maltravieso seguiremos haciendo posible que se conserve y trabajando con todos los esfuerzos para garantizar la conservación.

-¿Por qué se cortó el trabajo del equipo de Primeros Pobladores?

-Yo soy de los que sistemáticamente se ha opuesto y me seguiré oponiendo como técnico y como especialista. No es que sea mala la investigación de Primeros Pobladores. Todo lo contrario. El problema es que hay que poner en una balanza la conservación y la investigación. Con los datos en la mano es que ese tipo de trabajos en el interior de una cueva con unas condiciones de conservación... y no es porque ellos hubiera trabajado para que esto se destruyera. Es que la cueva de Maltravieso ha estado muy maltratada, la cueva ha tenido 40 años de muy mala vida, desde que Carlos Callejo la descubriera. La cueva ha sido pasto de todo tipo de tropelías.

-¿Cree que este hallazgo debería traducirse en una rentabilidad turística para Cáceres?

-El trabajo del científico tiene que tener una salida social. Nosotros trabajamos para eso. Hasta dónde quiere llegar una administración pública es algo que tendrán que decir los gestores públicos: la Junta, el Ayuntamiento de Cáceres, las diputaciones... Ellos son los que gestionan los recursos. Cáceres es Patrimonio Mundial porque tiene un patrimonio absolutamente maravilloso. Vive muchísimo del turismo. Sería maravilloso que se pudiera diversificar el turismo de Cáceres y sacarlo del casco antiguo para ir también a un barrio.

-¿Son compatibles el rigor científico y la explotación turística?

-Claro que sí. Son dos cosas paralelas. Que esto genera un nuevo foco de atractivo turístico, por supuesto, y podemos pasar del centro de interpretación a un turismo de sensaciones, donde puedas facilitar una réplica de la cueva, donde la gente pueda meterse, agacharse y descubrir una mano y ver cómo eran las sensaciones de angosturas que pasó Carlos Callejo.

Fuente: hoy.es | 4 de marzo de 2018

Comentario por Morfeo Gómez el marzo 5, 2018 a las 3:13pm

Al final, el neandertal no va a ser una especie diferente, se trataría solo de una población humana con características físicas diferentes, que, como es normal, puede dar una variabilidad de rasgos físicos, desde los del pigmeo hasta los de los holandeses...ja, ja.

Todo ha sido cuestión de criterios, modas científicas, estética. Lo increíble es que hayamos llegado hoy a negar completamente todo lo que era dogma sobre el cuasi gorila neandertal.

Comentario por John Marin el marzo 5, 2018 a las 5:06pm

Homo - Wikipedia, la enciclopedia libre

es.wikipedia.org/wiki/Homo_(género)

Todas las especies, a excepción de Homo sapiens, ... Se cree que convivió con los diferentes tipos de Australopithecus y que fue precisamente la presión ejercida por el género Homo lo que hizo desaparecer a los australopitecinos. [4] Sin embargo, a pesar de la aparente superioridad tecnológica del Homo habilis sobre sus antecesores, las ...

Comentario por Morfeo Gómez el marzo 6, 2018 a las 1:54am

El Homo sapiens como pintor cavernario pintó un arte esquemático durante miles de años, que no tiene nada que ver con el naturalismo de Altamira o Chauvet, de otra época...¿por qué si el neandertal no pinta determinados tipos de arte esto se ha de asociar a una "incapacidad"?...¿Entonces los sapiens "esquemáticos" eran también incapaces?

No. Yo creo que lo que hicieran o no los neandertales cavernarios es posiblemente cultural, y no un asunto de capacidades. Sencillamente pudieron concebir el arte en otros formatos. Esto se está olvidando.

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