Fotograma del documental de la BBC "Planet Of The Apeman", en el que se refleja a un grupo de Homo sapiens llevando a cabo una cacería.

Fuente: Mail Online | Mark Prigg | 23 de abril de 2013 (Traducción de G.C.C. para Terrae Antiqvae)

Un destacado investigador evolucionista ha dicho que dormir por ahí puede haber sido el secreto del éxito de los humanos modernos.

Los expertos han debatido durante mucho tiempo cómo exactamente el Homo sapiens se convirtió en "la última especie humana que permanece" entre varios ancestros humanos. Ahora se afirma que el entrecruzamiento dio a estos ventaja.

"Tan recientemente como hace 40.000 años, el Homo sapiens vivió junto a varias formas afines, incluidos los neandertales y el pequeño Homo floresiensis", dice el profesor Michael F. Hammer (izquierda), de la Univerisidad de Arizona, en un artículo publicado en la revista Scientific American.

"Durante décadas, los científicos han debatido cómo exactamente se originó el 'Homo sapiens' y llegó a ser la última especie humana que permanece", dijo.

Una de las teorías fundamentales surgió de los estudios genéticos en la década de 1980, cuando se anunció que los humanos anatómicamente modernos surgieron en África y se extendieron por todo el resto del Viejo Mundo, sustituyendo por completo a los grupos arcaicos existentes.

"Cómo exactamente esta nueva forma se convirtió en la última especie humana en la Tierra es un misterio", señala el profesor Hammer.

Un estudio de 2011 llegó a la misma conclusión, y los investigadores dicen que los primeros humanos modernos quedaron protegidos contra enfermedades desconocidas debido a su hibridación con los neandertales.

Aunque se sabía que el Homo sapiens había hibridado con los neandertales tras salir de África, un estudio llegó a la conclusión de que, al hacerlo, obtuvieron genes que los protegían y, eventualmente, ello les ayudó a poblar el planeta.

"Dada la complejidad del registro fósil de África, que indica que una variedad de grupos humanos de transición, con un mosaico de rasgos arcaicos y modernos, vivió sobre una extensa zona geográfica desde Marruecos hasta Sudáfrica, entre aproximadamente 200.000 y 35.000 años atrás, estoy a favor de un modelo que implique el apareamiento entre especies durante la transición de 'Homo' arcaico a moderno", escribió el profesor Hammer.

En el a veces llamado modelo de "Evolución multirregional de África", este escenario prevé la posibilidad de que algunos de los rasgos que nos hacen anatómicamente modernos fueron heredados de formas de transición antes de que se extinguieran.

"En mi opinión, el modelo de "Evolución multirregional de África", en combinación con el modelo de "Hibridación de Brauer", explica mejor los datos genéticos y los fósiles proporcionados hasta la fecha".

Sin embargo, el profesor Hammer admite que se necesita más investigación para probar la teoría.

Mapa de migraciones humanas, con el Polo Norte en su centro: África, que alberga el inicio de la migración, está en la parte superior izquierda y América del Sur en el extremo derecho. Las líneas de puntos son las migraciones hipotéticas. Los números representan miles de años antes del presente. La línea azul representa el área cubierta de hielo o de tundra durante la última gran glaciación. Las letras son los grupos de ADN mitocondrial utilizados para definir poblaciones genéticas.

El profesor Hammer llegó a los titulares de los periódicos a principios de este año cuando al realizar una prueba de ADN a un afroamericano, con la esperanza de rastrear su árbol de familia genético, se topó con un resultado impresionante: las raíces del árbol humano de Alfred Perry (recientemente fallecido en Carolina del Sur) se remontaban mucho más allá de lo que previamente se podía suponer.

"Este linaje divergió de los cromosomas Y ya conocidos hace unos 338.000 años, una época en que los humanos anatómicamente modernos no habían evolucionado todavía. Esto empuja hacia atrás el tiempo en que vivió el último antepasado común con cromosoma Y en casi un 70 por ciento".

                                             Imagen: Brian Stauffer

Este tiempo es anterior a la datación de los fósiles humanos anatómicamente modernos más antiguos que se conocen. El registro fósil los data unos 200.000 años, subraya Hammer.

O la hibridación con los neandertales u otras poblaciones llevó a una composición genética inusual, dijo, o los humanos evolucionaron mucho antes de lo que el registro fósil existente sugiere.

El nuevo linaje divergente -que se encontró cuando el señor Perry contactó con la empresa Family Tree DNA, una compañía especializada en análisis de ADN para rastrear las raíces genéticas de familia- se ramifica desde el árbol del cromosoma Y antes de la primera aparición en el registro fósil de los humanos anatómicamente modernos.

A diferencia de otros cromosomas humanos, la mayoría del cromosoma Y no intercambia material genético con otros cromosomas, lo que hace que sea más fácil rastrear las relaciones ancestrales entre los linajes contemporáneos.

Si dos cromosomas Y llevan la misma mutación es debido a que compartieron un ancestro común paterno en algún momento del pasado. La mayoría de las mutaciones que difieren entre dos cromosomas están lo más atrás en el tiempo, cuando el ancestro común vivía.

Los resultados se publican en la revista American Journal of Human Genetics.

En un principio, la muestra de ADN del Sr. Perry se presentó el Proyecto Genográfico de Nacional

Geographic.

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