Hallan posibles huellas de homínidos del Pleistoceno tardío en la costa oeste de Sudáfrica

Una imagen de fotogrametría de las huellas. Las escalas horizontal y vertical están en metros. Crédito: Charles Helm.

Han pasado 27 años desde que el geólogo David Roberts identificó algunas de las huellas más antiguas de nuestra especie jamás descubiertas. Un rastro de tres huellas se encontró en la superficie de una duna de arena cementada (llamada eolianita) cerca de Langebaan en la costa oeste de Sudáfrica. Posteriormente, las huellas se fecharon en 117.000 años y se atribuyeron al Homo sapiens;  se hicieron conocidas popularmente como "las huellas de Eva".

Dichas huellas fueron recuperadas y enviadas a Ciudad del Cabo, donde se encuentran en el Museo Iziko de Sudáfrica. Una réplica está en exhibición en el Centro de Visitantes de Geelbek en el Parque Nacional de la Costa Oeste. Desde entonces ha habido un debate internacional sobre si las "huellas de Eva" eran realmente humanas debido a su nivel relativamente pobre de conservación.

Por ahora no se han descubierto más huellas humanas fosilizadas en el área desde, pero un hallazgo reciente (publicado en South African Journal of Science) de nuestro equipo de investigación, también cerca de Langebaan, ha cambiado el panorama.

Dos nuevas huellas descubiertas en lo que hoy es el techo de una pequeña cueva se constituye en un hallazgo notable por tres motivos. La primera es que los grafitis modernos que hay sobre las superficies de eolianita en el  área de Langebaan son prolíficos. De hecho, tales grafitis estaban presentes a solo unos centímetros de las "huellas de Eva". Y un posible enclave de huellas humanas fosilizadas en la costa sur del Cabo, cerca de Knysna, a más de 400 km al este, fue desfigurado  por grafitis antes de que pudiera ser evaluado científicamente.

No sabemos con precisión cuándo sucedió esto, pero sabemos que los "artistas" de los grafitis llegaron antes que nosotros. Por lo tanto, es posible que los lugares con huellas fósiles alrededor de Langebaan sean raros, dado que los grafitis los han oscurecido.

Grafitis en las eolianitas en Langebaan. Algunas huellas humanas potenciales han sido destruidas por tales grafitis. Crédito: Charles Helm.

La segunda razón es que las huellas humanas registradas en las eolianitas son escasas a escala mundial. La mayoría de las mismas se encuentran en depósitos del suelo de cuevas o sedimentos de cenizas volcánicas; las áreas sudafricanas que se conformaron en dunas y playas son una excepción. 

Y la tercera es que nuestro nuevo hallazgo, realizado a kilómetros de los descubiertos por David Roberts en 1995, respalda su conclusión de que un antepasado humano dejó "las huellas de Eva".

Las denominadas 'Huellas de Eva' en un molde. Las huellas fueron formadas en arena mojada por una persona pequeña que se cree que era una mujer (Homo sapiens) que caminaba cuesta abajo.  Fotografiado en Langebaan Lagoon en el Parque Nacional de la Costa Oeste, Provincia Occidental del Cabo, Sudáfrica.

Las huellas

Rudolf Hattingh, espeleólogo y miembro de nuestro equipo de investigación, encontró dos huellas en el techo de una pequeña cueva mientras exploraba la zona en busca de otras grutas o cavernas.

Son moldes naturales, que representan el sedimento que rellenó las huellas originales. La superficie original de la duna en la que se hicieron las huellas se ha erosionado y ya no es evidente. Estas  probablemente sean de aproximadamente de la misma antigüedad que las "Huellas de Eva" y, por lo tanto, de la época del Pleistoceno tardío, el cual comenzó hace unos 126.000 años.

(a) Huellas en el techo vistas mirando hacia el sur. (b) Huella 1 de perfil. (c) Huella 2 de perfil.


Las huellas tienen aproximadamente la misma orientación y están separadas por una distancia adecuada (49 cm) como para corresponderse con las un ser humano que camina, lo que sugiere que forman un segmento corto de huellas. Son frágiles, vulnerables incluso al tacto ligero, y sus márgenes no están bien definidos; es posible que hubiera habido más detalles si se hubieran descubierto antes.

La longitud de las huellas es de aproximadamente 28 cm (aunque esto puede incluir un arrastre del talón), el ancho es de 13 cm y la profundidad es de 3 a 4 cm. Una de las huellas contiene un posible contorno de un hallux (dedo gordo del pie). Las huellas muestran también una convexidad hacia afuera, lo que sugiere la presencia de un arco medial. Todas estas características son ampliamente consistentes con un humano que camina sobre una superficie de duna seca y no cohesiva.

Hubiéramos preferido un rastro más largo y huellas que mostraran una morfología con más detalles anatómicos. No obstante, la identificación de nuevas huellas humanas probables en Langebaan, libres de grafitis, sigue siendo un hallazgo significativo. Aunque los miembros extintos de nuestro género, tales como el Homo naledi y el Homo helmei, no pueden excluirse por completo, creemos que lo más probable es que estas huellas, como las "huellas de Eva", las haya hecho uno de nuestros antepasados ​​directos, el Homo sapiens.

(a) Malla de color de fotogrametría de posibles huellas de homínidos utilizando 64 imágenes. Las fotos fueron tomadas a un promedio de 27.1 cm de la superficie. El error de reproyección es de0,731 pix. verticales y las escalas horizontales están en metros. (b) Imagen idéntica a (a), con la adición de líneas blancas para indicar los ejes largos de la huella, y la línea amarilla como bisectriz;la flecha indica débil posible trazo del 'hallux' en el extremo anterior de la huella 2.

¿Potencial para más?

Aunque el foco de nuestro trabajo está en la costa sur del Cabo, no en la costa oeste, este descubrimiento es un estímulo para seguir explorando en el área de Langebaan, especialmente en las pocas zonas restantes que están libres de grafitis.

También nos inspira a estar atentos a eventos de derrumbe de acantilados que pueden crear nuevas exposiciones de eolianitas en esta costa. Las huellas fósiles son evocadoras: fácilmente pueden transportarnos atrás en el tiempo y hacernos pensar cómo debió haber sido caminar sobre una duna hace más de 100.000 años, cerca de lo que hoy se conoce como Langebaan.

Por Charles Helm

Investigador asociado al Centro Africano de Paleociencia Costera, Universidad Nelson Mandela

Fuentes: theconversation.com | sajs.co.za | 30 de enero de 2022

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