Hallado en China el esqueleto más antiguo de un primate

Reconstrucción artística del primate hallado en China. | Nature

 

Fuente: EL MUNDO.es | Miguel G. Corral| elPeriodico.com  | 5 de junio de 2013

 

Los primates más antiguos que conocemos aparecieron casi de repente hace unos 56 millones de años. Era el inicio de la época conocida como Eoceno, un momento que ha sido bautizado como el Máximo Térmico Paleoceno-Eoceno en el que la Tierra vivía un periodo de calentamiento global debido al efecto invernadero, igual que sucede en la actualidad, aunque por causas muy diferentes. El planeta estaba cubierto por selvas tropicales y las palmeras crecían hasta las latitudes que hoy ocupa el norte de Alaska.

 

"Era un gran momento para ser un primate", según Christopher Beard (izquierda), del Museo Carnegie de Historia Natural de Pittsburgh (EEUU).

 

Pero de esa época tan incipiente de la historia de los primates la ciencia sólo tiene registro de algunas piezas dentales y pequeños huesos fósiles. Ahora, un equipo dirigido por científicos de la Academia China de Ciencias y en el que ha participado el propio Beard acaba de presentar el hallazgo de un esqueleto completo en un 50% de un primate precisamente de esa época, de hace alrededor de 55 millones de años.

 

El nuevo espécimen, cuya descripción acaba de ser publicada por la revista 'Nature', ha sido bautizado como 'Archicebus achilles', la etimología en griego de su género significa mono antiguo -arche- de cola larga -cebus-. El epíteto que denomina a la especie hace referencia al parecido que tiene el hueso del talón al de los primates parecidos al hombre, de ahí el nombre Aquiles (achilles, en griego).

 

 

Una de las dos porciones de roca en las que apareció el fósil del 'Archicebus achilles'. XIJUN NI / NATURE

 

Eslabón clave en la evolución

 

De hecho, al margen de la importancia que tiene el hecho de ser el más completo encontrado hasta la fecha, este ejemplar primitivo es, según los científicos que lo han hallado y analizado, crucial para esclarecer la base del árbol evolutivo que separó a los primates antropoides (monos, simios y humanos) de otros que engloban a los actuales 'Tarsius', un género que engloba a ocho especies que viven en los campos de bambú de Asia.

 

"Archicebus marca la primera vez que tenemos un panorama razonablemente completo de cómo eran los primates cercanos al momento de divergencia entre los tarsiformes y los antropoides. Representa un gran paso adelante en nuestro esfuerzo por trazar el curso de las primeras fases de la evolución de los primates y los humanos", afirma Xijun Ni, investigador del Instituto de Paleontología de Vertebrados y Paleoantropología de la Academia China de Ciencias.

 

 

 

Una de las claves del descubrimiento del equipo liderado por Xijun Ni tiene que ver con su aparato locomotor. Los paleontólogos y primatólogos pensaban hasta ahora que, en aquella época tan a principio de la historia de los primates, éstos se desplazaban saltando y caminando por los árboles, pero se excluía la posibilidad de que pudieran usar para ello el agarre con manos y pies de las ramas gracias a un pulgar opositor, como el que tienen los monos actuales.

 

Sin embargo, el completo fósil de 'Archicebus achilles' ha permitido saber que tenía un pulgar opuesto en los pies que le permitiría agarrarse para moverse, de la misma forma que lo hace, por ejemplo, un chimpancé hoy en día. Los autores creen que el hallazgo obligará a reescribir la evolución del linaje de los primates antropoides, los que incluyen al ser humano.

Foto por Mark A. Klingler/Carnegie Museum

Escáner y 3D

Archicebus fue encontrado al partirse la roca que contenía el fósil. Concretamente, el esqueleto de se conserva en dos piezas complementarias, cada una de ellas con los elementos de la estructura actual, así como las impresiones de los huesos de la otra parte. Para estudiar el fósil entero, el equipo científico tuvo primero que escanear la muestra en el sincrotrón en Grenoble y luego reconstruirlo en 3D, como destaca un comunicado de la institución científica.

«Archicebus difiere de cualquier otro primate, vivo o fósil. Parece un extraño híbrido con los pies de un pequeño mono actual, los brazos, las piernas y los dientes de un primate primitivo y unos ojos sorprendentemente pequeños», subraya Christopher Beard.

Para diseñar el árbol evolutivo, los investigadores desarrollaron una matriz evolutiva de datos que incluía más de 1.000 caracteres anatómicos y marcas de 157 mamíferos, ha afirmado Jin Meng (derecha), investigador del Museo Americano de Historia Natural, en Nueva York. Otro de los autores, Daniel Gebo (izquierda), recalca: «El tamaño y la posición evolutiva de Archicebus apoyan la idea de que los primeros primates eran minúsculos, en contra de hipótesis anteriores que sugerían todo lo contrario, que eran de gran tamaño».

Origen asiático

Los estratos donde apareció el fósil eran hace 55 millones de años una región lacustre, cálida y con una biodiversidad extraordinaria. Este y otros descubrimientos avalan cada vez con más fuerza, concluyen los investigadores, que los primates surgieron en Asia y que no alcanzaron África, que con posterioridad sería la cuna de la humanidad, hasta hace unos 38 millones de años.

 

Post de Terrae Antiqvae relacionado:

Los simios no proceden de África, sino de Asia (04/11/2010)

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Comentario por Guillermo Caso de los Cobos el junio 11, 2013 a las 2:26am

Los primeros de todos

Fuente: Diario de Mallorca | 8 de junio de 2013

Por Camilo José Cela Conde (Universiad de las Islas Baleares)

Linneo llamó primates a simios, monos y humanos. El inventor de la taxonomía denominó ese orden como "el primero" pero no podía siquiera sospechar nada acerca de su evolución; al fin y al cabo la obra canónica de Darwin tardaría un siglo aún en aparecer. Pero tampoco deberíamos enorgullecernos demasiado nosotros porque el episodio esencial de la filogenia de los primates, el de su aparición, lo conocemos de manera muy imperfecta.

Se sabía que, tras la desaparición de los dinosaurios, los roedores y los primeros primates se disputaron durante el Paleoceno el hábitat del suelo de bosque tropical. Se trataba de animales muy semejantes; tanto como para que no pocos especialistas en la paleontología de los mamíferos desechen la idea de considerar como "verdaderos primates" a seres como los plesiadápidos. La pertenencia legítima al orden que compartimos hoy los lémures, los monos del Viejo y el Nuevo mundo, los simios inferiores y superiores y los seres humanos habría que reservarla para los adápidos del Eoceno y otros primates de entonces. Serían ellos los que fijaron un rasgo tan determinante como el del dedo pulgar oponible al resto de la mano o, ya que estamos, la visión frontal que permite apreciar la profundidad del campo. 

La revista Nature ha publicado el hallazgo de un primate del Eoceno muy antiguo, diez millones de años más antiguo que los adápidos, y –cosa rara en un fósil de tanta edad– con un esqueleto lo bastante entero como para poder apreciar el aparato locomotor y los rasgos faciales. El Archicebus achilles, que es la especie nueva propuesta por los descubridores –con Xijun Ni, del Instituto de Paleontología y Paleoantropología de la Academia China de las Ciencias, a la cabeza– vivió a principios del Eoceno en lo que hoy es la Formación Yangxi, provincia de Hubei, China. Se trataba de un ser muy pequeño, como la mayor parte de los mamíferos de entonces, con un cuerpo que apenas pasaría de los 70 milímetros pero dueño de una cola que casi dobla esa longitud. Su peso estimado es también muy modesto: entre 20 y 30 gramos. Pero las manos y pies prensiles ponen de manifiesto a la perfección que se trata de un primate en toda regla.

En términos evolutivos, el Archicebus achilles es considerado por los científicos que lo han dado a conocer como un pariente muy antiguo, el primero tal vez, de los haplorrrinos –un tipo de primate que incluye, por cierto a los humanos– distinto tanto de los lémures como de aquellos adápidos del Eoceno. Sus descendientes más directos serían los actuales tarsios de ojos inmensos propios del sudeste asiático. Pero el Archicebus no cuenta con grandes órbitas oculares, lo que ha llevado a Xijun Ni y colaboradores a sostener que sus hábitos serían diurnos. Algo poco común en los primates de entre 45 y 55 millones de años. Aunque nos falta mucho para pormenorizar la evolución de nuestro orden, Archicebus nos echa una mano.

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