Una representación de Anubis en la domus abierta en Roma bajo las termas de Caracalla - Superintendencia especial de Arqueología y Bellas Artes de Roma.
El yacimiento arqueológico de las
Termas de Caracalla de Roma amplió hoy su recorrido abierto al público con la exposición de los
impresionantes frescos que decoraban una casa de hace casi dos mil años,
con deidades romanas, egipcias y griegas, un caso «único» en el panorama histórico y artístico de la ciudad.
La
domus a la que pertenecen las pinturas murales es del periodo del emperador
Adriano (siglo II d.C.), pero fue destruida y sepultada por orden de las autoridades romanas en el 206 d.C. para construir el impresionante complejo de termas de Caracalla (198-217). Esta antiquísima casa ha permanecido así, bajo tierra, en el lado sureste de las Termas, hasta que
fue descubierta en la excavación de Giovan Battista Guidi entre 1858 y 1869. Sin embargo, fue sepultada de nuevo y no se estudió en profundidad hasta 1970.
Foto: Vista de una casa romana del siglo II d.C descubierta bajo las Termas de Caracalla, cuyo yacimiento arqueológico amplió hoy su recorrido abierto al público con la exposición de los impresionantes frescos con deidades romanas, egipcias y griegas. EFE/Superintendencia Especial de Roma.
Entre otras cosas, en la domus se descubrió una cantina junto al vestíbulo y una escalera independiente en su exterior que llevaba a sus pisos superiores, lo que permite suponer que fue una insula o bloque de viviendas de clase medio-alta o un palacio señorial. Su decoración evidencia que se trataba del domicilio de personas pudientes, ya que la mayoría de sus estancias estaba ricamente decorada con frescos y en sus paredes aparecen figuras humanas y pequeñas escenas paisajistas, siguiendo la moda de aquel entonces.
Para sorpresa de los expertos y arqueólogos, el lugar conservaba gran parte de sus pinturas a pesar del paso de los siglos y de las expoliaciones, y desde hoy el visitante podrá apreciarlas en una nueva exposición en las Termas de Caracalla.
Foto: Detalle de los frescos de la capilla. Domenico Stinellis.
El edificio en sí es un caso raro entre las casas de la antigua Roma, pero especialmente relevantes son los frescos que fueron cuidadosamente extraídos de sus muros en 1975 en dos de sus salas, una dedicada al culto, mejor conservada, y un triclinio o comedor.
En el primer caso, inicialmente considerado un simple larario, un altar doméstico, se trata de un auténtico lugar de culto a deidades romanas y orientales, muestra de la armonización de los distintos cultos que los romanos emprendieron conforme crecía el imperio. En las paredes aparece la Tríada Capitolina –Júpiter, Minerva y Juno– pero también Anubis, el dios egipcio de los muertos, Isis, o su par helénica, Deméter, protectora de los campos y cultivos.
Foto: La arqueóloga Silvia Fortunati describe a los periodistas los frescos que provienen del 'sacellum', una pequeña capilla votiva, de una casa de dos pisos, o 'Domus', que data de alrededor de 134-138 dC y que fue parcialmente destruida para dar paso a la construcción de Caracalla. Los baños públicos, que abrieron en el año 216 d. C., se exhiben en el parque arqueológico de Caracalla en Roma desde el jueves 23 de junio de 2022. (Foto AP/Domenico Stinellis).
Foto: Detalle de uno de los frescos provenientes del 'sacellum'.
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Fuente: eldebate.com| 23 de junio de 2022
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