Vía:
EFE/JERUSALEM / ABC.es 06 de julio de 2009
Arqueólogos israelíes han descubierto en pleno centro de Jerusalén una cantera de la que se extrajeron grandes bloques de piedra para la construcción de las murallas del Templo de Jerusalén hace 2.000 años.
La cantera, de 1.000 metros cuadrados, fue descubierta en la céntrica calle Shmuel Hanaví de la moderna Jerusalén, durante una prospección extramuros previa a la edificación de unas viviendas, informó hoy en un comunicado la Autoridad de Antigüedades de Israel.
El arqueólogo
Ofer Sión, director de la prospección, calcula que el lugar fue explotado hace unos 2.030 años, cuando
Herodes remodeló el Templo de Jerusalén para convertirlo en uno de los edificios más grandes y bellos de la región. Herodes, de origen idumeo, reinó en Judea entre el 40 a.C. y el 4 d.C. y, en su afán por ser aceptado por los judíos, expandió y reformó el templo hasta dimensiones sin precedentes en la zona, entre otros proyectos de ingeniería que importó de Roma.
El proceso de construcción
De ese templo, que se hallaba donde hoy está la Explanada de las Mezquitas, queda únicamente el Muro de las Lamentaciones, el lugar más sagrado para el judaísmo, y en sus cimientos, en zonas excavadas bajo el nivel del suelo, aún pueden verse los bloques de piedra. "El inmenso tamaño de las piedras -de hasta 3 metros de largo por 2 de ancho y otros dos de alto- indican con un alto grado de probabilidad que eran destinadas a la construcción de los colosales proyectos de Herodes en Jerusalén, incluidas las murallas del templo", agregó el arqueólogo.
Las piedras eran extraídas mediante profundas canaletas cinceladas alrededor de cada bloque de piedra, para después descolgarlo del suelo mediante cuñas de hierro o cinceles de 2,5 kilos. Los bloques destinados para las murallas del templo, que se hallaba a sólo un kilómetro de la cantera, pesaban entre dos y cinco toneladas. Hace dos años, durante otro proyecto de construcción de viviendas en el norte de Jerusalén, la Autoridad de Antigüedades halló otra cantera con bloques de un tamaño similar que, según se dijo en su día, también fueron parte del proyecto sagrado. Pero esa cantera se halla mucho más lejos del perímetro de la ciudad antigua, a unos ocho kilómetros, lo que planteaba ciertas dudas por la dificultad para trasladar los bloques.
El historiador contemporáneo del monarca,
Flavio Josefo, escribe en sus obras que el proyecto de construcción duró sólo dos años, pero el trabajo en las canteras ocho. Por lo que los arqueólogos deducen ahora que
Herodes primero extrajo lo que pudo de la cantera que se encuentra en el centro de Jerusalén y después se vio obligado a buscar más al norte. Tan blanca era la piedra que buscaba, que consiguió confundir hasta al meticuloso
Josefo, quien escribió que el templo de Jerusalén estaba hecho con mármol.
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