Las marcas no figurativas —líneas, puntos, paneles circulares o triángulos— halladas en la cavidad, ubicada en la región del Centro-Valle del Loira, son para el equipo galo "ejemplos inequívocos de diseño abstracto realizado por neandertales, los vestigios de una actividad intencional y meticulosa". Se trata, en concreto, de huellas de dedos (finger-flutings, según el término en inglés) que solo pudieron ser concebidas por la mano humana. El estudio científico proporciona una descripción detallada de los trazos, demuestra su origen antrópico y que fueron realizados por los primos lejanos de los humanos modernos (Homo neanderthalensis).
"Estas marcas fueron producidas de forma meticulosa en superficies escogidas y a menudo aprovechando la forma de los muros de la cueva", destacan los autores, que también han creado modelos en 3D de los grabados para compararlos con otras marcas humanas conocidas y con los resultados de un experimento realizado por el equipo. "Las creaciones gráficas identificadas en las paredes de La Roche-Cotard demuestran un proceso creativo deliberado, visible en la disposición espacial de las marcas grabadas en las paredes de la cueva", añaden.
“Probablemente, haya otras huellas neandertales en cuevas conocidas por sus obras del Paleolítico superior, y quizá no sepamos atribuirlas a los neandertales porque necesitaríamos una manera de datarlas”. Menciona, por ejemplo, la cueva de Pech Merle, en el departamento francés de Lot, “donde hay trazados dactilares muy largos que se han denominado espaguetis y que parecen tener un color ligeramente diferente al de los trazos del Paleolítico superior, pero ¿cómo demostrar que esta diferencia de color corresponde a una diferencia de antigüedad?”
Panel circular. El estudio del detalle (O. Spaey y G. Alain) da la numeración de las huellas. Las flechas indican la dirección de los trazos. La alteración de la parte central inferior es muy fuerte. La imagen que encabeza el post muestra el panel ondulado y el panel circular juntos.
Según ha desvelado la datación mediante la técnica de luminiscencia ópticamente estimulada, la cueva quedó sellada hace unos 57.000 años, varios milenios antes de que el Homo sapiens se extendiese por la región. Esta evidencia, sumada a la presencia exclusiva de herramientas de piedra musterienses, empujan a los investigadores a concluir que las huellas de dedos debieron haber sido realizadas por los neandertales.
No obstante, existe una gran incógnita que no ha podido ser resuelta: la finalidad de los símbolos no figurativos. ¿Por qué un grupo de neandertales decidió imprimir sus dedos en la pared de esta cueva francesa? Si bien tienen una antigüedad similar a otros ejemplos de arte rupestre relacionados con la actividad de los humanos modernos en otros rincones del mundo y "son claramente intencionales", los investigadores reconocen que "no es posible determinar si representan pensamiento simbólico".
"Son muy difíciles de descifrar porque los dibujos no son figurativos, y, aunque lo fueran, para algunos prehistoriadores, los dibujos del Paleolítico superior tienen un significado que nunca conoceremos, como decía Michel Lorblanchet”, concluye Marquet.
En cualquier caso, se trata de otra prueba más de que el comportamiento y las actividades de los neandertales eran tan complejos y diversos como los de nuestros primeros antepasados.
Fuentes: elespanol.com | eldiario.es | 21 de junio de 2023
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