Comentario por María Jesús el febrero 12, 2015 a las 10:51am

No conozco la dentadura de los alces, sin embargo, la pieza central parece corresponder a un molar.  Esto me dice que no ha sido dispuesta tal y cómo se presenta en el animal, pero el objeto sí mantiene en su distribución una evidente simetría.  Dígase simetría, equilibrio, equidad, armonía..., o sea, arte.

Comentario por Guillermo Caso de los Cobos el febrero 13, 2015 a las 12:25am

Lo realmente curioso de este collar de 40.000 años es que hace recordar mucho al collar de dientes de ciervo hallado en el nicho mortuorio del llamado "Hombre de Arintero" correspondiente al periodo Mesolítico, esto es, hace 7.000 años:

La curiosidad viene dada, sobre todo, por la gran semejanza en la utilización de estas piezas dentales como collares aún cuando existe una diferencia de 33.000 años entre ambos.

Es decir, en todo ese larguísimo tiempo las piezas dentales de animales sirvieron para el mismo fin: la elaboración de collares. Los cuales, es de suponer con mucha verisimilitud, debieron realizarse a miles y en variados lugares en el transcurso de todo ese lapso de tiempo aludido.

En consecuencia, puesto que su semejanza es muy evidente, y puesto que cabe suponer su elaboración en gran número a lo largo de 33.000 años y en muchos lugares, no parece que pueda concluirse que los mismos sirvieran como elementos de auto-identificación de un grupo respecto de otro, tal como apunta el arqueólogo Andrei Krivochapkine.  A lo sumo, si su función era la de auto-identificación, esta sería intra-grupal, dentro del propio grupo, algo así como un elemento de distinción de determinados individuos por ser portadores de ciertas cualidades (líderes, grandes cazadores, etc.) que no todos ostentaban.

Si no fuera el caso, entonces cabría concluir que los mismos se elaboraban simplemente por sus cualidades estéticas y simbólicas (lo que no es óbice para que estas propiedades también se apliquen en el caso anterior).

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