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Foto: Una de las rocas donde aparecen los barcos. // FJCG
Vía: farodevigo.es | Javier Mosquera | 3 de mayo de 2011
En el misterio de los barcos representados en el entorno del río Vilar, en Santa María de Oia hasta aparece el Libro de San Cipriano donde, según reseña de 1914 en un periódico guardés, "cualquier lector puede hallar indicaciones concretas para localizar tesoros ya darse al día siguiente pisto de gran señor", y se referencia uno "dentro de una roca marcada con un barco y dos ancletas". Desde entonces se han sucedido las investigaciones para desentrañar el enigma de unos barcos más parecidos a los que navegaban por Egipto que los que lo hacían por el Atlántico europeo.
Los barcos de los petroglifos de Santa María de Oia han despertado gran expectación en el mundo de la arqueología desde el momento mismo de su localización "pues representan embarcaciones con más de tres mil años. Incluso para alguna de ellas se estableció similitud clara con los modelos del antiguo Egipto".
Esta tarde a las ocho en la Estación Marítima y con el patrocinio de la Autoridad Portuaria, tendrá lugar la presentación del libro "Los barcos de los petroglifos de Oia", de Fernando Javier Costas Goberna y Antonio de la Peña Santos, editado por el Instituto de Estudios Vigueses y donde se analiza en profundidad todo lo relacionado con las representaciones pétreas de Oia.
Señala el propio Costas Goberna que la primera noticia que se tiene de las embarcaciones en los petroglifos de Oia se remonta a 1914, cuando el periódico de A Guarda "la Voz del Tecla" publica una información sobre la búsqueda de un tesoro "en la parte de allá del río Vilar", siguiendo las indicaciones del libro llamado El San Cipriano".
Habría que esperar hasta 1991, cuando "un grupo de colaboradores del Museo Municipal de Vigo localizamos la superficie reventada por los buscadores de tesoros, además de encontrar una segunda embarcación de menor tamaño, en una roca de un grupo de petroglifos más arriba".
Fue en 1992, y en el ámbito del Congreso Nacional de Arqueología celebrado en Vigo, cuando se produjo lo que se puede considerar como presentación oficial de la embarcación y donde algunos expertos fijan ya las similitudes con los barcos del antiguo Egipto.
En 2004 y con Antonio de la Peña "nos planteamos revisar la lectura, e iniciar una búsqueda que nos permitiera una aproximación al modelo de embarcación que podría estar representando. El resultado de este intento fue publicado por el Instituto de Estudios Vigueses en su Boletín del año 2005 y constituirá el punto de partida para el libro que hoy presentamos".
En el año 2006 vuelve a ser noticia este petroglifo, ya que las lluvias torrenciales caídas en el mes de octubre, dejaron a la vista una nueva figura de un navío desconocida hasta esa fecha: la segunda embarcación de Auga dos Cebros. Con lo cual, en torno al río Vilar, en Pedornes, se localizan las tres únicas embarcaciones que, hasta la fecha, podemos afirmar que conocemos de la prehistoria reciente galaica.
Los autores consideran que "El mar permitió el movimiento de personas y mercancías a través del Mediterráneo y del Mediterráneo al Atlántico, por rutas alejadas de los conflictos que se desarrollaban en las tierras continentales y que según la situación del momento podían bloquear los accesos, a los lugares dónde estaban las materias primas".
Los barcos de los petroglifos de Oia.pdf
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Naves mediterráneas surcaron durante siglos la costa gallega
Vía: farodevigo.es | Javier Mosquera | 4 de mayo de 2011
Foto: Los autores, en los extremos, junto a Martin Curty y Porro. // R. Grobas
Las superficies con grabados de embarcaciones localizadas en el municipio de Oia forman parte de un amplio conjunto de petroglifos distribuidos por todo el territorio municipal y son objeto de un estudio minucioso en el libro "Los barcos de los petroglifos de Oia", editado por el Instituto de Estudios Vigueses y del que son autores Fernando Javier Costas Goberna y Antonio de la Peña Santos, que fue presentado ayer ante un auditorio que llenaba las dependencias de la Autoridad Portuaria.
Su presidenta, Corina Porro, señaló que la colaboración de la Autoridad Portuaria en la edición de ese libro "es el mejor ejemplo de que todo lo que se relaciona con los colectivos de la ciudad interesa al Puerto".
El director del Instituto de Estudios Vigueses, Martín Curty, agradeció al Puerto "su implicación desde el principio en este proyecto" y señaló que "gracias a Costas Goberna y a Antonio de la Peña, disponemos de una prueba tangible de que las naves de rojas proas pudieron recalar en la ría de Vigo y aún más: la seguridad de que disponían de la tecnología naval suficiente para lograrlo".
Antonio de la Peña quiso dar especial importancia al arte rupestre de las Rías Baixas "que es exclusivo de esta zona geográfica y constituye la manifestación cultural más importante de Galicia" y nos informa "de la existencia de navegantes mediterráneos por las costas de Galicia y recoge una iconografía típicamente mediterránea".
Por su parte, Costas Goberna afirmó que "los grandes navíos que vemos ahora entrar por las Cíes o se construyen en los astilleros de la ría, tienen su origen en lo que se reproduce en Oia. Por eso se puede decir que el libro que ahora presentamos es un libro de barcos".
Recordó que la primera noticia que se tiene de las embarcaciones en los petroglifos de Oia se remonta a 1914, cuando el periódico de A Guarda "la Voz del Tecla" publica una información sobre la búsqueda de un tesoro "en la parte de allá del río Vilar", siguiendo las indicaciones del libro llamado El San Cipriano".
Habría que esperar hasta 1991, para que "un grupo de colaboradores del Museo Municipal de Vigo localicemos la superficie reventada por los buscadores de tesoros, además de encontrar una segunda embarcación de menor tamaño, en una roca de un grupo de petroglifos más arriba y la tercera apareció tras las riadas de octubre de 2006".
El libro incluye un estudio detallado de cada uno de los petroglifos y la manera de acceder a ellos.
Interesante noticia.
Es curiosa la noticia del periódico guardés "La Voz del Tecla" mencionando el petroglifo "Laxe da auga dos cebros" según indicaciones del famoso libro de San Ciprianillo (busca tesouros) donde podemos observar el daño de la pólvora (no creo que dinamita) dejando un boquete en el centro de la nave del petroglifo. ¿Encontrarían el tesoro?. Mucho daño causó el conocido librillo.
Noticia anterior relacionada: Una explotación de kiwi arrasa un yacimiento arqueológico en Oia
Fotogalería de los petroglifos de Oia (Galicia) antes y después de ...
El alcalde se niega a acatar una orden de paralización porque el proyecto genera empleo en el municipio. Los petroglifos de Boaventura, en Burgueira, fueron reducidos a escombros y desaparecieron por completo.
Fuente: Alejandro Martínez, Vigo | La Voz de Galicia.es, 29 de abril de 2010
Los movimientos de tierra que una empresa agrícola ha realizado para la adecuación de un campo de cultivo de kiwis en la parroquia de Burgueira, en Oia, han producido unos daños irrecuperables sobre un yacimiento arqueológico.
Las máquinas utilizadas para la rotulación del terreno forestal han destrozado un conjunto de petroglifos en el alto de Sobral, en la zona de la caseta de Boaventura. Se trata de una serie de grabados rupestres con forma circular de gran valor para los especialistas porque eran de los pocos que existen en Galicia realizados sobre xisto, una piedra pizarrosa que no abunda en la costa.
Estos restos de arte rupestre entorpecieron el camino de la maquinaria que prepara el terreno para su explotación agrícola. Usuarios del entorno avisaron al Concello del peligro, pero en lugar de protegerlos por tratarse de un Bien de Interés Cultural, se optó por aniquilarlos con el fin de dejar el terreno libre para poder plantar los árboles.
Expediente
La delegación provincial de Patrimonio Cultural ha abierto un expediente después de que los técnicos hayan inspeccionado la zona y ha ordenado al Concello la paralizar la plantación. El alcalde, Alejandro Rodríguez, ha optado por incumplir esta orden porque dicha explotación de kiwis genera puestos de trabajo.
«El único que puede paralizar esa obra es el alcalde y no lo he hecho porque Oia tiene que mirar al futuro, no al pasado, y unas piedras no pueden ser un obstáculo para que se pueda producir o no», matizó ayer el regidor local del PP.
La empresa que promueve esta actuación es Kiwi Atlántico y en estos terrenos de 18 hectáreas de superficie está prevista la producción de los primeros kiwis de color amarillo de la península. Los terrenos pertenecen a la comunidad de montes de Burgueira. El presidente de la entidad, que también es edil de Urbanismo y teniente alcalde, manifestó que no tenían conocimiento de la existencia de los petroglifos cuando otorgaron la licencia porque no están catalogados en las normas subsidiarias locales.
*** Y es que la plantación no sólo fulminó un petroglifo prehistórico, sino que se asienta sobre restos romanos pendientes de excavación. Al parecer, en la zona habían aparecido diversos materiales en superficie. Pero al remover la tierra la maquinaria, se hallaron piezas como pesos de telar, trozos de ánforas, y partes de edificaciones que hacen pensar en la existencia de un poblado. Así, el IEM considera necesario realizar catas en una extensión considerable de la zona para comprobar la relevancia el hallazgo.
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Artículo relacionado en Terrae Antiqvae:
Las únicas embarcaciones grabadas en Galicia en el segundo milenio .... Oia vive el hallazgo del año. 25 de noviembre de 2006
Si se respetan los nidos de las aves en los sembrados de cereal a la hora de cosechar... ¿No se debería respetar una roca con petroglifos en una plantación de kiwis?
Ocupan el espacio de 3 árboles, se los podían haber saltado y plantarlos delante de la cochera del Sr. alcalde. Así, la plantación hubiera tenido un toque cultural y el alcalde se quedaría en su casa sin posibilidad de deslumbrarnos con su inteligencia.
No pienso comer un kiwi amarillo en toda mi vida.
Fernando Goberna hizo un estudio sobre los petroglifos. | R. González
Vía: EL MUNDO.es | Antonino García| 28 de mayo de 2011
Nadie podría llegar por sí mismo hasta el petroglifo de Auga dos Cebros si no cuenta con un muy buen conocedor de la zona que lo acompañe. No se trata de la Galicia profunda ni de desiertos lejanos, es el municipio de Oia (Pontevedra), pero el camino hasta una de las mayores joyas rupestres es un intrincado y destrozado sendero que en invierno se convierte en un río de piedras.
Los montes del municipio pontevedrés esconden, en el sentido literal, grabados de un valor incalculable, pero existe uno en concreto que ha merecido la atención especial de los expertos por su novedosa configuración. Los profesores Fernando Javier Costas Goberna y Antonio de la Peña Santos son los autores del libro 'Los barcos de los petroglifos de Oia', una obra fruto de seis años de investigación que ha sido editada por la Autoridad Portuaria de Vigo con la colaboración del Instituto de Estudios Vigueses.
Costas Goberna guió a ELMUNDO.es para mostrar el estado actual de los restos. Partiendo de Santa María de Oia, muy cerca del famoso monasterio, y subiendo una pista de asfalto, el experto abre paso por un empinado camino cerrado por las zarzas. Ni una sola señal o indicación hacia el grabado, ni del Ayuntamiento ni de la Xunta, el abandono es total.
Ambos estudiosos realizan un exhaustivo repaso a los restos arqueológicos que se encuentran al pie del Océano Atlántico y se han centrado en uno de ellos con especial interés por acoger la única representación en Galicia de un barco mediterráneo. "Podemos afirmar, basándonos en las velas, el mástil y los cabos que los tres barcos representados en los petroglifos de Oia siguen el modelo de las embarcaciones mediterráneas de hace más de 3.000 años", señala Goberna.
Se trata de una gran losa de granito con un total de 17 figuras, la gran mayoría de animales, a orillas del riachuelo Vilar. Las riadas causan enormes destrozos en la losa, pero los daños continúan produciéndose a diario y Costas Goberna muestra múltiples señales de ello. "Mirad aquí, no hay líquenes, la piedra está siendo golpeada de forma continua por rocas que caen traídas por el agua", alerta.
A su alrededor, la maleza se apodera de todo y es casi imposible divisar más allá de unos metros. "Soy consciente de que no podemos conservar todos los petroglifos que hay en Galicia, pero existen ejemplos muy singulares, como éste que tenemos aquí, que deberíamos proteger", añade. Francisco Costas Goberna relata la "sorpresa" de numerosos expertos extranjeros cuando llegan a este lugar y observan su mal estado de conservación. "Alucinan", dice.
Los petroglifos de Oia están en la zona alta de la costa. | Rosa González
El petroglifo de Auga dos Cebros no es un hallazgo nuevo, todo lo contrario, fue descubierto hace casi 100 años, pero su historia es más digna de una película de Indiana Jones y así lo relatan en su libro los dos investigadores. La primera noticia que existe del petroglifo de Auga dos Cebros procede del periódico 'La Voz del Tecla', editado en A Guarda, donde se publicaba un relato cuando menos curioso.
La noticia no tiene desperdicio y relata lo siguiente. "Pedornes. Un tesoro. Bien informados podemos dar a la publicidad el siguiente sucedido: Corre de mano en mano de la gente crédula un libro llamado 'El San Cipriano' en cuyas páginas puede el lector hallar indicaciones concretas de lugares donde se encuentran los tesoros que cualquier mortal puede meter en el bolsillo y darse al día siguiente pisto de gran señor. Pues bien un individuo de Oya, que a pie juntillas creyó el embuste del calumniado S. Cipriano, en la página dónde se afirmaba que de la parte de allá del río Vilar, y dentro de una roca, marcada con un barco y dos ancletas se encontraba un valiosísimo tesoro capaz de hacer dichoso a cualquier miserable, llamó en su ayuda a otros más crédulos que él y provistos de barrenas, pólvora y otros utensilios de barrenar piedra y hacerla volar hecha pedazos, se fueron con la esperanza en el alma hacia la codiciada y misteriosa roca. Trabajaron con afán en barrenarla, llenaron de pólvora el agujero, pusiéronle mecha, prendieron fuego, retirándose los esperanzados a prudente distancia, ¡fuego! gritó un ciprianista... y cuando el humo se desvaneció y los ojos de los concurrentes se clavaron en el fondo del peñasco desecho, triste se encontraron con la realidad de que habían pagado su pecado de mentecatos, pues el tesoro había volado y sus esperanzas quedaron burladas".
El profesor Costas Goberna recuerda el relato con tristeza por los graves daños causados, pero no puede dejar de tomárselo a broma. "Ya no hay solución a lo que hicieron, pero se puede acondicionar la zona para salvar lo que queda y lo primero que habría que hacer es un pequeño desvío del riachuelo para evitar más daños", señala.
El de Sabarís es el único mural en pared vertical de Galicia. | Rosa González
En 2006, con las grandes riadas que afectaron al Val Miñor, quedó al descubierto la tercera representación de una embarcación que se conoce en un petroglifo de la Edad Bronce y que hacen únicos a los grabados de la ladera de Santa María de Oia. "Lo que nos queda pendiente es conocer la sociedad autora de los petroglifos, para que estos dejen de tener el carácter artístico que se les da ahora para adquirir la verdadera dimensión que tuvieron en su momento".
Más complicado es encontrar un perfil del los autores del petroglifo: "No sabemos si pertenecía a los nativos de la zona o si fue uno de los tripulantes de la nave, pero está claro que se salvó por un capricho". Su motivación también es un misterio. "Puede ser un exvoto en agradecimiento por llegar a buen puerto ó puede ser un ruego para pedir el favor para un viaje", señala Goberna antes de aclarar que con un instrumento metálico cualquiera de aquellas figuras podría completarse en unas tres horas. Sin embargo, sí se puede sacar como conclusión la existencia de "la vía marítima en los contactos comerciales entre la islas británicas y el Mediterráneo motivadas por el estaño, indispensable para la aleación del cobre".
¿Pero no os habéis parado a pensar que la roca a la que hace alusión aquella noticia no es esta?
Ahora bien, es fácil entender que con gran probabilidad otros muchos barcos de granito fueron hundidos...
Hombre, Sr. Viriato, yo no he podido ver "in situ" los petroglifos de barco a que hacen referencia los autores, más que través de fotos. Supongo que si, en la última noticia que he puesto, hablan de un petroglifo en el que hay la forma de un barco, y que éste puede perderse por las malas condiciones ambientales a las que está expuesto, en principio concluyo que éste se corresponde precisamente con el que aparece en la fotografía de la cabecera de la noticia. Si no es así, evidentemente se está llevando al lector a engaño. Si Ud. dispone de información más precisa al respecto, y con foto incluida, del verdadero petroglifo al que se hace referencia en la noticia, háganoslo saber, que para eso están estos comentarios.
Saludos cordiales
Disculpe, amigo Viriato. Efectivamente, no le entendí bien. Quizá lo leí demasiado aprisa y concluí de manera igual. Ahora ya sé a lo que se refería.
Un saludo.
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