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Para millones de personas de todo el mundo que viven hoy en islas, un avión o un barco pueden transportarlos fácilmente a un continente o a otras islas. Pero, ¿cómo llegó la gente en el pasado a islas tan distantes que ni siquiera podían ver desde casa? Se puede llegar a muchas islas de todo el mundo viajando cientos o incluso miles de kilómetros a través del mar abierto, pero casi todas las islas en las que hoy se vive fueron colonizadas entre 800 y 1000 años atrás.
Los arqueólogos queremos entender por qué las personas arriesgaron sus vidas para llegar a estos lugares lejanos, qué tipos de embarcaciones y métodos de navegación emplearon y qué tecnologías inventaron para hacerlo. Las islas son lugares importantes para estudiar dado que contienen pistas sobre la resistencia y supervivencia humana en diferentes tipos de entornos.
Uno de los lugares más interesantes para estudiar estos procesos es el Caribe, la única región de las Américas donde la gente se estableció en un archipiélago, con algunas de sus islas no visibles desde las áreas circundantes. A pesar de más de un siglo de investigación, todavía hay muchas preguntas sobre los orígenes de los primeros caribeños, cuándo migraron y qué rutas tomaron. Mis colegas y yo hemos vuelto a analizar recientemente los datos arqueológicos recopilados durante 60 años a fin de responder a estas preguntas fundamentales.
Asentándose en las islas una por una
Con base en el descubrimiento de herramientas de piedra únicas y restos de comida como conchas y huesos, los arqueólogos tienen un entendimiento general de que las personas se extendieron por primera vez por todo el Caribe en una serie de migraciones que probablemente comenzaron hace al menos 7.000 años, y probablemente se originaron desde el norte de Sudamérica.
Los amerindios remaban entre islas en canoas y eran notablemente expertos en viajar en aguas abiertas. Los arqueólogos no saben qué inspiró a las personas a colonizar por primera vez las islas del Caribe, pero sí sabemos que llevaron consigo plantas y animales del continente, como la mandioca y la zarigüeya, para ayudar a asegurar su supervivencia.
Hay dos ideas principales sobre lo que sucedió. Durante décadas, la noción predominante fue que la gente emigró desde América del Sur a las Antillas siguiendo un patrón de "trampolín" de sur a norte. Debido a que las islas se extienden en un arco suave desde Granada hasta Cuba en el noroeste, y muchas son ampliamente visibles de una a otra, esto parecería que proporcionó un camino conveniente para los primeros colonos.
Sin embargo, esta hipótesis ha sido cuestionada por la evidencia de que algunos de los primeros sitios ocupadosse encuentran en las islas del norte. Los análisis del viento y las corrientes oceánicas sugieren que en realidad era más fácil viajar directamente entre América del Sur y el norte del Caribe antes que moverse en dirección sur. Los investigadores llaman a esta propuesta de migración de norte a sur la hipótesis de la "ruta hacia el sur".
Scott Fitzpatrick , CC BY-ND
Revisando dataciones de científicos anteriores
Averiguar qué modelo de asentamiento en el Caribe se ajusta mejor a las evidencias depende de poder asignar fechas precisas a la actividad humana preservada en el registro arqueológico. Para hacer esto, los investigadores necesitan muchas dataciones fiables de muchos sitios diferentes en las islas para establecer cómo, cuándo y desde dónde, llegó la gente.
Los arqueólogos suelen utilizar la técnica de datación por radiocarbono para determinar la antigüedad de un artefacto. Cuando un organismo muere, deja de producir carbono y el carbono restante se desintegra a un ritmo fijo en el tiempo: los arqueólogos dicen que "la muerte inicia el reloj". Al medir la cantidad de carbono que queda en un organismo, y luego realizar algunos cálculos adicionales, los científicos obtienen un rango cronológico probable de cuándo ese organismo murió.
Los arqueólogos a menudo datan cosas como restos de comida, carbón de fogones o madera del edificio donde se encuentran. Si los arqueólogos fechan las conchas encontradas en un montón de basura, pueden decir, generalmente dentro de un rango de 25 a 50 años aproximadamente, cuándo se recolectaron esos mariscos para comer.
Recientemente, hemos revaluado alrededor de 2500 fechas de radiocarbono de cientos de sitios arqueológicos en más de 50 islas del Caribe.
Los arqueólogos han estado datando mediante radiocarbono hallazgos arqueológicos en el Caribe desde la década de 1950, cuando se descubrió por primera vez esta técnica, pero los métodos de datación y los estándares que siguen los científicos han mejorado drásticamente desde entonces. Parte de nuestro trabajo consistía en ver si cada una de las 2500 dataciones de radiocarbono disponibles cumplían con los estándares actuales. Las fechas que no cumplían con tales estándares fueron descartadas, dejándonos con una base de datos más pequeña de fechas fiables de la actividad humana.
'Reevaluación de la colonización humana del Caribe usando higiene cronométrica y modelado bayesiano', MF Napolitano et al, Science Advances, 18 de diciembre de 2019 , CC BY-NC.
Determinar dónde se asentó la gente por primera vez
Al analizar estadísticamente estas fechas fiables, confirmamos que Trinidad fue la primera isla caribeña poblada por humanos hace al menos 7.000 años. Sin embargo, Trinidad está tan cerca de América del Sur que solo se habrían necesitado botes simples, o incluso ninguno, para llegar allí.
Después de Trinidad, los asentamientos más antiguos ocurrieron entre hace 6.000 y 5.000 años en el norte del Caribe, en las grandes islas de las Antillas Mayores: Cuba, Puerto Rico y La Española. Llegar a las mismas habría requerido cruzar pasajes de agua donde no había islas visibles a simple vista, por lo que los navegantes habrían empleado determinadas técnicas de orientación como corrientes de agua, patrones de nubes, ver pájaros volar en una dirección determinada, etc., para saber si existía tierra en esa zona. Hace unos 2.500 años, la gente se había extendido hasta asentarse en otras islas en el norte de las Antillas Menores, incluida Antigua y Barbuda.
Con base en estos datos, los patrones de asentamiento inicial del Caribe son ahora más consistentes con la hipótesis de la ruta hacia el sur.
Hace unos 1.800 años, una nueva ola de personas también se trasladó de América del Sur a las Antillas Menores colonizando muchas de las islas deshabitadas restantes. Aproximadamente 1000 años después, sus descendientes se mudaron a las islas más pequeñas de las Antillas Mayores y el archipiélago de las Bahamas. Fue entonces cuando Jamaica y las Bahamas fueron colonizadas por primera vez.
Los hallazgos de nuestra investigación también respaldan la opinión generalizada de que el medio ambiente desempeñó un papel importante en cómo y cuándo se establecieron las gentes en las islas.
Los arqueólogos saben que una vez que las personas se establecieron en las islas, se movían con frecuencia entre ellas. No todas las islas son iguales y algunas ofrecen más o mejores recursos que otras. Por ejemplo, en las Bahamas y las Granadinas, la forma principal de obtener agua dulce es cavando pozos, pues no hay arroyos ni manantiales. Además, algunas islas carecían de arcilla para hacer cerámica, la cual era importante para cocinar y almacenar alimentos. Es posible que las personas también hayan viajado a diferentes islas para acceder a lugares preferidos de pesca o caza o para buscar cónyuges.
Por otro lado, los fuertes vientos y corrientes estacionales facilitaron los viajes entre las islas. Esa es probablemente también una de las razones por las que los caribeños nunca desarrollaron la vela u otras tecnologías de navegación que se utilizaron en el Pacífico, el Mediterráneo y el Atlántico norte casi en el mismo periodo temporal. Las canoas servían muy bien para cruzar entre América del Sur y las islas.
Las interpretaciones del comportamiento humano en los sitios arqueológicos se basan en las fechas de radiocarbono para estudiar los cambios a lo largo del tiempo. Para los arqueólogos, es importante revisar periódicamente los datos para asegurarse de que las narrativas basadas en los mismos sean fiables. Nuestra revisión del registro de dataciones mediante radiocarbono para el Caribe nos ha permitido mostrar, con mayor precisión, las formas en que la región fue colonizada por primera vez, cómo interactuaron las personas y se movieron entre las islas, y cómo se desarrollaron sus sociedades después de la colonización inicial.
Fuente: theconversation.com | 29 de septiembre de 2020
Autores
Doctor en Arqueología, Universidad de Oregon
Investigadora afiliada en el Departamento de Antropología de la Universidad de Oregon
Investigador postdoctoral en Arqueología, Binghamton University, State University of New York
Profesor de Antropología, Director del Museo de Historia Natural y Cultural, Universidad de Oregon
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