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Los investigadores tomaron muestras de una estalagmita de 50 cm de largo en la cueva Pozzo Cucù, en el área de Castellana Grotte (Bari), y llevaron a cabo 27 dataciones de alta precisión y 2.700 análisis de isótopos estables de carbono y oxígeno. Crédito: O. Lacarbonara.
El Homo neanderthalensis no se extinguió debido a los cambios climáticos. Al menos esto no le sucedió a los varios grupos de neandertales que vivieron en el Mediterráneo occidental hace 42.000 años. Un grupo de investigación de la Universidad de Bolonia llegó a esta conclusión después de una reconstrucción paleoclimática detallada de la última Edad del Hielo a través del análisis de estalagmitas tomadas de algunas cuevas de Apulia, Italia.
Los investigadores se centraron en la meseta kárstica de Murge, en Apulia, donde los neandertales y el Homo sapiens coexistieron durante al menos 3.000 años, desde hace aproximadamente 45.000 a 42.000 años. El estudio fue publicado en Nature Ecology & Evolution. Los datos extraídos de las estalagmitas mostraron que los cambios del clima que ocurrieron durante ese lapso de tiempo no fueron particularmente significativos.
"Nuestro estudio muestra que esta área de Apulia aparece como un 'nicho climático' durante la transición de los neandertales al 'Homo sapiens'", explica Andrea Columbu (izquierda), investigador y primer autor de este estudio.
"No parece posible que ocurrieran cambios climáticos significativos durante ese período, al menos no lo suficientemente impactantes como para causar la extinción de los neandertales en Apulia y, por lo mismo, en áreas similares del Mediterráneo".
La hipótesis del cambio climático
La hipótesis de que el clima cambiante fue un factoren la extinción de los neandertales (la cual sucedió en Europa hace casi 42.000 años) ha encontrado un apoyo considerable entre la comunidad científica. Según esta teoría, durante la última Edad del Hielo los cambios bruscos y rápidos en el clima fueron un factor decisivo en la extinción de los neandertales debido a que el mismo se hizo más frío y seco.
Podemos encontrar confirmación de estos cambios bruscos en el análisis de los núcleos de hielo de Groenlandia y de otros archivos paleoclimáticos de Europa continental. Sin embargo, cuando se trata de algunas áreas mediterráneas, donde los neandertales habían vivido desde hace 100.000 años, los datos cuentan una historia diferente. El Mediterráneo occidental es rico en hallazgos prehistóricos y, hasta ahora, nadie ha llevado a cabo una reconstrucción paleoclimática de estas áreas ocupadas por los neandertales.
La importancia de las estalagmitas
¿Dónde encontrar respuestas sobre el clima pasado en el Mediterráneo occidental? El grupo de investigación de la Universidad de Bolonia se dirigió a la meseta Murge, en Apulia. "Apulia es clave para nuestra comprensión de los movimientos antropológicos: sabemos que tanto los neandertales como el 'Homo sapiens' vivieron allí hace aproximadamente 45.000 años", dice Andrea Columbu. "Muy pocas áreas en el mundo vieron a ambas especies coexistir en un espacio relativamente pequeño. Esto hace que la meseta de Murge sea el lugar perfecto para estudiar el clima y las bases bioculturales de la transición del 'Homo neanderthalensis' al 'Homo sapiens'".
¿Cómo es posible proporcionar una reconstrucción climática de un período tan remoto? Las estalagmitas tienen la respuesta. Estas formaciones rocosas se elevan del suelo de las cuevas kársticas gracias al goteo de agua desde el techo. "Las estalagmitas son excelentes archivos paleoclimáticos y paleoambientales", explica Jo De Waele (izquierda), coordinador de investigación y profesor de la Universidad de Bolonia.
"Dado que las estalagmitas se forman a través del goteo del agua de lluvia, proporcionan evidencia incuestionable de la presencia o ausencia de lluvia. Además, están hechas de calcita, que contiene isótopos de carbono y oxígeno. Estos últimos proporcionan información precisa sobre cómo era el suelo y cuánto llovió durante el período de formación de las estalagmitas. Luego podemos cruzar esta información con datación radiométrica, lo que nos proporciona una reconstrucción extremadamente precisa de las fases de formación de las estalagmitas".
Toma de muestras de una estalagmita que se formó hace entre 106.000 y 27.000 años
Un clima (relativamente) estable
El ritmo al que se formaron las estalagmitas es el primer resultado significativo de este estudio. Los investigadores descubrieron que las estalagmitas de Apulia mostraban un ritmo constante de goteo en la última y anterior Edad del Hielo. Esto significa que no hubo cambios bruscos en el clima durante los milenios estudiados. Una sequía habría sido visible en las estalagmitas.
Entre todas las estalagmitas que se analizaron, una fue particularmente relevante. Los investigadores tomaron muestras de la misma, de unos 50 cm de largo, en la cueva Pozzo Cucù, en el área de Castellana Grotte (Bari) y llevaron a cabo 27 dataciones de alta precisión y 2.700 análisis de isótopos estables de carbono y oxígeno. Según la datación, esta estalagmita se formó hace entre 106.000 y 27.000 años. Dicha estalagmita representa la línea de tiempo más larga de la última Edad del Hielo en el Mediterráneo occidental y en Europa. Además, esta estalagmita no mostró ningún rastro de cambios abruptos en el clima que pudieran haber causado la extinción de los neandertales.
"Los análisis que llevamos a cabo muestran poca variación en la lluvia entre 50.000 y 27.000 años atrás, y el alcance de esta variación no es suficiente para causar alteraciones en la flora que habita en el ambiente de la cueva", dice Jo De Waele. "Los isótopos de carbono muestran que la bioproductividad del suelo se mantuvo constante durante este período, el cual incluye la coexistencia durante 3.000 años entre 'sapiens' y neandertales. Esto significa que no se produjeron cambios significativos en la flora y, por lo tanto, en el clima".
Los investigadores trabajando en la cueva de Pozzo Cucù, en el área de Castellana Grotte, en Puglia
(Foto: O. Lacarbonara)
La hipótesis tecnológica
Los resultados parecen mostrar que los cambios dramáticos en el clima durante la última glaciación tuvieron un impacto diferente en el área mediterránea que en Europa continental y Groenlandia. Esto permite descartar la hipótesis de que los cambios climáticos fueron responsables de la desaparición de los neandertales.
¿Cómo explicamos, entonces, su extinción después de algunos milenios de convivencia con el Homo Sapiens? Stefano Benazzi (izquierda), paleontólogo de la Universidad de Bolonia y uno de los autores del artículo, responde a esta pregunta. "Los resultados que obtuvimos corroboran la hipótesis, presentada por muchos estudiosos, de que la extinción de los neandertales tiene que ver con la tecnología", dice Benazzi. "Según esta hipótesis, los 'Homo Sapiens' cazaban con una tecnología que era mucho más avanzada que la de los neandertales, y esto representó un motivo principal de la supremacía de los 'sapiens' sobre los neandertales, los cuales, finalmente, se extinguieron después de 3.000 años de coexistencia".
Fuentes: phys.org | Universidad de Bolonia | 20 de julio de 2020
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