Comentario por Guillermo Caso de los Cobos el mayo 12, 2015 a las 11:43am

Las nuevas pinturas descubiertas en Tito Bustillo

Cabeza de oso descubierta en la cueva de Tito Bustillo

Fuente: EL COMERCIO.es | 11 de mayo de 2015

• Algunas constituyen hallazgos extraordinarios en el arte rupestre asturiano, pero a pesar de que la cabeza de oso está justo al lado del Panel Principal no quedará incluida en las visitas turísticas porque está en una zona oculta donde también se ha encontrado “una máscara con barba y otra figura perdida que podría tratarse de un reno”.

El hallazgo de la figura de un mamut en la cueva prehistórica de Tito Bustillo no solo ha servido para situar la lejanía cronológica del yacimiento riosellano por encima de los 35.000 años, en el período Auriñaciense, sino que además ha servido para incrementar su bestiario particular. Salvo que los análisis y estudios finales digan lo contrario, este podría ser el primer mamut que se localiza en Tito Bustillo. Los expertos aún mantienen serias dudas sobre otra figura encontrada por Pedro Saura en 2007. El catedrático de Prehistoria, Rodrigo de Balbín cree que no es un mamut, que se trata de un reno, aunque el encargado de cuevas en el oriente de Asturias, Alfonso Millara, opina lo contrario, que podría tratarse del primer mamut de la cueva. Es decir, el recientemente encontrado por Millara sería, en ese último caso, el segundo. “Yo siempre tuve la confianza de encontrar algún mamut porque en Tito Bustillo hay laciformes similares a los de El Pindal y mi arriesgada teoría es que estas figuras son mamuts simplificados”, afirmó Millara.

Foto: Pintura de un mamut

Lo sean a no, lo cierto es que Tito Bustillo tiene confirmado y documentado su primer mamut. Está ubicado en una covacha próxima al Pozu’l Ramu. Es un mastodonte en el que se aprecian tanto la trompa como las defensas, aunque una costra estalagmítica oculta gran parte de su cuerpo. “Esta podría eliminarse para ver el animal en su plenitud, pero el coste es alto”, afirmó Millara. En España hay dos expertos en la limpieza de arte rupestre, pero el mejor del mundo es un andorrano que en su día visitó la cueva para analizar la posible limpieza de un caballo al que solo se le ven los cuartos traseros y la cola. Presentó un presupuesto, pero nunca fue contratado.

Foto: Representación de un bisonte.

En la misma covacha del mamut también ha aparecido una especie de bisonte que aún presenta dudas sobre su simbología “porque la pintura está muy perdida”. A su vez todos los salientes de la cavidad están decorados en rojo. “Parecen signos antropomórficos”, señaló Millara.

Bajando de esta pequeña cavidad se han localizado dos nuevos caballos pintados en morado y un tercero en el entronque con la galería larga. Una vez en esta, mas caballos grabados, varias figuras de cérvidos, un bisonte y un campaniforme, otra novedosa figura que sirve para enriquecer aún mas el bestiario particular de Tito Bustillo. “Es un dibujo que también aparece en la cueva del Monte Castillo, en Cantabria, que nada tiene que ver con las campanas, pero al que, por su forma, se le ha dado ese nombre”, explicó Millara.

Foto: Caballo grabado

Sin visitas turísticas

Un conjunto que con los años sigue aportando inéditas y novedosas figuras es el Panel Principal de Tito Bustillo. Allí se han encontrado tres nuevos caballos, una cabeza de cabra, otro caballo pintado en negro y una especie de cérvido. Pero lo mas reseñable es la cabeza de un oso descubierta por Millara en una covacha situada en el lateral izquierdo del denominado Conjunto X. Está pintada con pigmento negro y en ella se aprecian perfectamente las orejas y el hocico. Es el segundo oso de Tito Busillo. En la Galería de los Caballos existe otro de cuerpo entero pero grabado. “Son figuras raras en el arte rupestre asturiano. Yo solo conozco estos dos y uno mas en Llonín, al margen de los localizados en cuevas de Cantabria y Francia”, destacó Alfonso Millara. A pesar de que la cabeza de oso está justo al lado del Panel Principal no quedará incluida en las visitas turísticas porque está en una zona oculta donde también se ha encontrado “una máscara con barba y otra figura perdida que podría tratarse de un reno”.

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Hallan 15 nuevas figuras en Tito Bustillo, una de ellas de hace más de 30.000 años

Fuente: La Nueva España.es | 12 de mayo de 2015

Un oso, un mamut, un bisonte, una cabra, tres caballos, un ciervo, otros animales cuya especie es difícil de concretar o sobre los que hay dudas y diferentes signos y marcas. Son en total quince las nuevas figuras, entre pinturas y grabados, que el guarda de la cueva de Tito Bustillo, Alfonso Millara, ha localizado en el interior de la cavidad en los últimos meses y cuya autenticidad ha validado ahora el prehistoriador Rodrigo de Balbín, quizá el mayor conocedor de la gruta riosellana, pues la ha estudiado durante varias décadas. Una de las figuras, un mamut, podría haber sido pintada hace más de 30.000 años, según De Balbín.

El mamut sería, de confirmarse las estimaciones del prehistoriador, de la época de los antropomorfos y las vulvas existentes en la cavidad riosellana; esto es, figuraría entre las pinturas más antiguas de Tito Bustillo, una cueva considerada por los expertos como uno de los santuarios mundiales del arte paleolítico, junto con la cántabra Altamira y la francesa Lascaux.

El mamut hallado por Millara podría convertirse en el primero de Tito Bustillo, ya que existen muchas dudas entre la comunidad científica sobre el anunciado en 2007 por un investigador. El hallado por Millara está bien perfilado y tiene sobre sí una costra calcítica que De Balbín ha aconsejado retirar. Tendrá que ser una actuación muy cuidadosa para no dañar la pintura, que deberá ser ejecutada por un experto en la materia. El mamut está situado en una covacha situada muy cerca de la entrada original del Puzu'l Ramu, en la que hay muchos otros signos y posibles figuras por analizar.

También bajando por el Pozu'l Ramu puede verse otro posible caballo. Hay asimismo otro posible mamut o reno, así como tres caballos morados, que miran hacia la salida de la cueva. Y un bisonte pintado en negro a unos quince metros de altura.

Millara halló las figuras en diferentes estancias y pasillos de la cueva. Varias de ellas, en la zona más cercana a la entrada original, conocida como Pozu'l Ramu, por donde se adentraron en 1968 los descubridores de las manifestaciones artísticas prehistórica (posteriormente se abrió la actual entrada principal a la cueva, desde Ribadesella).

Pero el guarda también ha conseguido ver nuevas figuras en zonas que se consideraban perfectamente estudiadas. Así, en el panel principal de Tito Bustillo, donde se conocían ya cerca de 100 representaciones (30 ciervos, 13 caballos, 9 renos, 5 cabras, 4 bisontes, un uro, dos animales indeterminados, 17 signos y 10 líneas de difícil interpretación), Millara ha conseguido ver más todavía: una cabeza de cabra y dos cabezas de caballo, una de ellas con el cuello muy largo y otra muy pequeña y sin terminar de dibujar. En otra zona de la cueva ha encontrado una cabeza de oso pintada en negro. Y en otra más un posible bisonte y muchas manchas rojas con las que el pintor parece haber querido aprovechar un saliente y que tienen la apariencia de un antropomorfo.

En uno de los muchos largos pasillos con los que cuenta de la gruta riosellana ha encontrado Millara otras tres figuras: un caballo, un posible ciervo y otra indeterminada. Pero hay mucho más: un campaniforme, por ejemplo.

Alfonso Millara invitó hace unos días a Rodrigo de Balbín a observar los hallazgos. Fue una visita relámpago, en la que el científico apenas si pudo más que constatar la existencia de esas nuevas figuras. Será en las próximas semanas cuando el prehistoriador regrese a Ribadesella para estudiar en detalle estos nuevos descubrimientos, que Millara cree que no serán los últimos. De hecho, el guarda de Tito Bustillo pretende realizar próximamente un inventario de todas las pinturas y grabados conocidos de la cueva, cuyo número podría acercarse ya a las 400. Y en esa inspección es más que probable que se encuentren nuevas figuras, marcas o signos.

Comentario por Guillermo Caso de los Cobos el mayo 13, 2015 a las 11:44am

De Balbín: "Tito Bustillo no se acaba nunca, aún queda mucho por descubrir y por ver"

Fuente: La Nueva España.es | 13 de mayo de 2015

"Tito Bustillo no se acaba nunca. Ha llegado hasta nosotros aproximadamente el diez por ciento de sus pinturas, pues la cueva estuvo decorada en su totalidad y seguro de aún aparecerán más figuras. Queda mucho por descubrir y por ver", señaló ayer el catedrático de Prehistoria, Rodrigo de Balbín Behrmann (izquierda).

Responsable de las exploraciones de los yacimientos de Siega Verde (Salamanca) y la cueva de Tito Bustillo, ambas declaradas Patrimonio Mundial, De Balbín concedió el mérito del descubrimiento de 15 nuevas figuras, algunas de ellas con más de 30.000 años de antigüedad, al guarda de Tito Bustillo Alfonso Millara (derecha), que "mira constantemente" las paredes de la cueva en busca de nuevas representaciones.

Rodrigo de Balbín aseguró que las últimas figuras halladas en Tito Bustillo tienen "mucho interés" científico, sobre todo porque algunas se corresponden con a época más antigua de las pinturas existentes en la cueva, que datan de hace más de 30.000 años, del periodo Auriñaciense, lo mismo que las famosas vulvas y los antropomorfos ya conocidos de la caverna riosellana.

"El mamut ahora hallado demuestra que Tito Bustillo es una cueva viva y que se siguen encontrando cosas", señaló De Balbín, quien añadió que esa figura fue pintada previsiblemente hace unos 35.000 años. "Es un mamut pequeño, de unos treinta centímetros, en el que está representado todo lo que caracteriza a los animales de esta especie en el Paleolítico Superior", destacó.

El científico, tras una rápida inspección ha concluido que el mamut, por sus trazos, la costra que lo cubre y la ambientación, fue pintado en el principio del Paleolítico Superior, en una época de frío intenso. Coincidiría en el tiempo con los antropomorfos de la cueva, pintados hace 35.000 años. De Balbín destacó que son precisamente las pinturas más antiguas las que mejor estado de conservación suelen presentar. "Las figuras más antiguas fueron pintadas con una mezcla que llevaba grasa animal, mientras que en las más tardías los pigmentos están disueltos en agua", señaló.

"¡Y lo que se habrá perdido!", exclamó De Balbín, quien asegura que ha elaborado una estadística, "que como todas las estadísticas es falsa", ironizó, "que señala que el noventa por ciento de las pinturas se ha perdido, en la mayor parte de los casos por cuestiones naturales, como las costras que cubren las figuras, las corrientes de aire y de agua, la humedad..."

Rodrigo de Balbín mantiene que la cueva de Tito Bustillo o Pozu'l Ramu estuvo ocupada por el ser humano durante más de 20.000 años. Fue "una ocupación continua" y durante todo ese tiempo "se hicieron cosas dentro de la cueva". Eso sí, con "estilos y fórmulas diferentes", pues fueron cambiando con el paso del tiempo, lo que supone que el arte representado en la caverna sufrió una "evolución continua".

¿Cuántas personas ocuparon Tito Bustillo. Resulta difícil de calcular, pero la que los expertos denominan sala número 11, situada junto a la entrada original, tiene 2.500 metros cuadrados, así que "pudo reunir a mucha gente, y no sólo de la cueva, sino de las de los alrededores. Ese conjunto social, integrado por decenas de personas, se reuniría de vez en cuando en Tito Bustillo para realizar actividades conjuntas", dijo.

De Balbín acudirá a Ribadesella en los próximos meses para estudiar en detalle los nuevos hallazgos, estudiarlos y tomar muestras y pruebas para detallar el alcance del descubrimiento en una publicación científica. Antes quiere terminar un libro, precisamente sobre Tito Bustillo.

Comentario por Guillermo Caso de los Cobos el mayo 17, 2015 a las 2:27pm

Una fuente inagotable de historia

Fuente: elcomercio.es | Sheila Vaca| 17 de mayo de 2015

Asturias atesora una sobresaliente riqueza paleolítica que no deja de dar sorpresas a la comunidad científica. La comarca oriental alberga gran cantidad de monumentos y yacimientos prehistóricos, entre los que se encuentra la cueva riosellana de Tito Bustillo  descubierta en abril de 1968. Por aquel entonces, miembros del grupo de montaña Torreblanca junto con dos jóvenes riosellanos descendieron por una pequeña sima conocida como Pozu'l Ramu y; durante su incursión, descubrieron dos de los conjuntos artísticos más importantes, el Camarín de las Vulvas (izquierda) y el Panel Principal. Fue el primer hallazgo que copó toda la atención mediática por su importancia histórica, pero era tan solo el inicio de muchos más descubrimientos asombrosos. Tal y como indica el catedrático de Prehistoria y apasionado de la cavidad riosellana Rodrigo de Balbín Berhmann, «todavía queda mucho por conocer».

Lo cierto es que estas joyas del arte parietal atlántico aparecen con el paso del tiempo demostrando que a día de hoy tan solo conocemos el 10% de las pinturas que en su día cubrieron esas paredes. Todo gracias a la intensa labor que realizan los trabajadores de la cueva y que abren nuevos capítulos de una historia de la que aún queda mucho por contar. Las últimas pinturas las hacía públicas la semana pasada el guía Alfonso Millara: la figura de un mamut, un bisonte, la cabeza de un oso, y varios caballos, entre otras. Fueron localizadas en una covacha cercana a Pozu'l Ramu y confirman una antigüedad por encima de los 35.000 años antes de Cristo. Este nuevo hallazgo llega tras ocho años sin campañas de excavaciones arqueológicas en la cueva. La última se remonta a 2007.

Tito Bustillo tiene confirmado y documentado su primer mamut. Un mastodonte en el que se aprecian tanto la trompa como las defensas, aunque una costra estalagmítica oculta gran parte de su cuerpo. En la misma covacha del mamut también ha aparecido una especie de bisonte que aún presenta dudas sobre su simbología «porque la pintura está muy perdida». A su vez, todos los salientes de la cavidad están decorados en rojo. «Parecen signos antropomórficos», señaló Millara. Caballos en tonos morados, cérvidos un bisonte y un campaniforme enriquecen su bestiario.

Foto: Detalle del panel principal

Un lugar de reunión

Los responsables de la Dirección General de Patrimonio del Principado de Asturias pretenden esclarecer otro enigma que rodea a algunas estalagmitas localizadas en la Galería de los Caballos. Unas formaciones geológicas que están rotas y en cuyo interior se ha encontrado carbón. Se cree que pudieron ser utilizadas como antorchas, como lámparas naturales para iluminar esa y otras salas de la cueva. Por ese motivo, los encargados de la conservación de Tito Bustillo tienen pendiente la visita de Pedro Cantalejo, un arqueólogo andaluz experto en la materia que ya ha documentado varias estalagmitas-antorcha en la cueva de Ardales (Málaga).

Pero no solo importan las figuras y las pinturas sino la historia que narran. Las excavaciones arqueológicas revelan una intensa e importante ocupación de la cueva durante el periodo Magdaleniense. «Los 2.500 metros cuadrados de superficie del panel principal de Tito Bustillo nos demuestran que fue un sitio de reunión, un lugar donde habitó un amplio grupo de personas», que podrían ser más de 300, aunque los expertos no se arriesgan en decir una cifra concreta. El ser humano la ocupó durante 20.000 años, dejando la muestra de la evolución en las propias paredes de la cavidad riosellana. Algo que siempre consigue impresionar a los visitantes. Porque sí, la de Ribadesella es una excepción y además de ser Patrimonio de la Humanidad está abierta al público durante unos cuantos meses, siempre cuidando que la entrada de los turistas no perjudique al conjunto pictórico. Propone un viaje al pasado durante algo más de una hora, a aquellos tiempos donde la completa oscuridad de una cueva resultaba reconfortante para el ser humano.

Nada de fotos, vídeos ni de tocar las pinturas. No en vano, no dejan de ser obras de arte. La entrada a la cueva no es la original, sino un túnel fabricado con dinamita para acondicionar la visita. Antes había que desplazarse a tres kilómetros de Ribadesella, hasta el valle de Ardines, donde se encuentra la entrada original. Pero no todo lo que se halla en la cueva se puede ver. Los visitantes recorren el kilómetro entre la entrada y el llamado Panel Principal, que cuenta con una compleja secuencia estratigráfica de representaciones superpuestas grabadas y pintadas: la cabeza de caballo, buque insignia de la gruta, y la colección de animales, símbolos y signos en colores rojo y negro. Un trozo de historia.

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«El Centro de Arte tiene que servir de apoyo con una réplica de la cueva»

Fuente: elcomercio.es | Sheila Vaca | 17 de mayo de 2015

Foto: Centro de Arte Rupestre de Tito Bustillo.

La dificultad que presenta la visita de varios conjuntos artísticos de la cueva riosellana de Tito Bustillo y la necesidad de conservar el excepcional patrimonio que contiene, motivaron la apertura del Centro de Arte Rupestre de Tito Bustillo en 2011. A lo largo del recorrido por la exposición permanente, los visitantes pueden conocer cuándo se produjo el descubrimiento de la cueva, su valor geológico, quiénes la habitaron y cómo son las muestras de arte rupestre que conserva en su interior. Pero le falta algo para llegar a complementar del todo a la cavidad.

Ahí entraría en juego la ubicación de una posible representación para mostrarle a los curiosos las partes que no pueden ser vistas en una visita normal. Así lo considera Rodrigo de Balbín quien pone de ejemplo la Cueva de Altamira. «Los guías y las personas que trabajan a diario en la cueva, como Alfonso Millara, quien ha descubierto las últimas pinturas, tienen una muy buena organización. Hay que cuidar la humedad y la conservación, pero sí que apuesto porque la gente pueda contemplar un conjunto tan maravilloso como el de Tito Bustillo. Creo que una réplica de la cueva serviría de mucho», indica el catedrático en Prehistoria.

El equipo de gobierno de Ribadesella entiende que deben tomarse medidas para revalorizar este museo. «No atiende a las expectativas que teníamos cuando se construyó», destaca la alcaldesa, Charo Fernández Román. «Todos los riosellanos tenemos a Tito Bustillo como lo que es, un tesoro, aunque el Principado se empeñe en decir que es suyo, no están haciendo lo que deberían», añade. La regidora riosellana entiende que el museo debe servir como apoyo para los turistas «tipo Altamira, con una réplica para que la gente conozca lo que hay y que por motivos de seguridad y conservación no se puede ver». Esto, entiende, atraería a más gente y cumpliría una función más sólida.

Otra de sus peticiones más acuciadas con respecto a la cavidad es la de colocar una señal en la autovía del Cantábrico para atraer la atención de los conductores. «Creo que es fundamental. El resto de las cuevas nacionales se encuentran perfectamente señalizadas y Tito Bustillo, nada», subraya. La regidora forista expresó esta petición al Principado para que el gobierno autonómico sumase fuerzas y consiguiese la aprobación del Ministerio de Fomento. «Este año no será, pero el compromiso de que se ponga está ahí porque es necesario», sumaba Fernández Román.

Para cumplir ese objetivo de revalorizar y ante la pasividad de las administraciones competentes, el Ayuntamiento de Ribadesella ha decidido mejorar la señalización de Tito Bustillo instalando un indicador en el entronque de la carretera de Pando con la AS-341, con la carretera de El Carmen. Se trata de un indicador turístico cuyo coste ha ascendido a 450 euros. «Suplimos así desde el Ayuntamiento una carencia de la que otras administraciones deberían hacerse cargo», indica la regidora refiriéndose al Principado, ya que la carretera es de titularidad regional.

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