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Orígenes de los Humanos Modernos: John Noble Wilford entrevista al paleoantropólogo Chris Stringer (arriba en la foto), del Museo de Historia Natural de Londres.
Fuente: The New York Times | John Noble Wilford| 16 de julio de 2012 (Traducción: G.C.C. para Terrae Antiqvae)
¿Quiénes somos y de dónde venimos? Los científicos que estudian el origen de los humanos modernos, el Homo sapiens, siguen indagando en lo más profundo del tiempo para responder a esas preguntas, rastreando hacia el último ancestro común de los grandes simios y los seres humanos y luego hacia la aparición de más y más gente como nosotros en cuerpo y conducta.
Su investigación avanza en tres frentes: los fósiles de cráneos y huesos que muestran los cambios anatómicos; la genética que revela el momento y el lugar de la Eva de los humanos modernos; y la arqueología, la cual recupera antiguos artefactos que reflejan el pensamiento abstracto y creativo, así como una creciente conciencia de sí mismos. Justo el mes pasado, los investigadores hicieron el sorprendente anuncio de que las pinturas de la Edad de Piedra, en cuevas españolas, eran mucho más antiguas de lo que previamente se pensaba, en un tiempo en el que los neandertales todavía estaban vivos.
Foto: El "Grupo de manos" en la cueva española conocida como El Castillo
Para ayudar a dar sentido a esta cascada de nueva información, una autoridad líder en la evolución humana moderna -el paleoantropólogo británico Chris Stringer- se ha sentado recientemente para una entrevista en Nueva York en la que se extiende sobre muchos desarrollos actuales: la evidencia de hibridacion entre neandertales y Homo sapiens; las desconcertantes especies extintas como las pequeñas gentes llamadas hobbits, y las implicaciones del dedo meñique de una niña de 40.000 años de antigüedad encontrado en una cueva de Siberia.
El Dr. Stringer, un animado hombre de 64 años, es un antropólogo del Museo de Historia Natural de Londres y miembro de la Royal Society. Pero él no da la imagen de un profesor: él se presenta a nuestra entrevista vestido con una camiseta y unos pantalones vaqueros, como si pareciera que acaba de llegar del campo.
Una versión condensada y corregida de nuestra conversación sigue a continuación. En ella, y en un nuevo libro, él describe un nuevo planteamiento sobre la hipótesis de un origen reciente en Africa del Homo sapiens moderno. Sus ideas pueden iluminar más el debate en una ciencia siempre polémica.
En primer lugar, ¿podría explicar el título de su nuevo libro?
Sí, el título es “Lone Survivors: How We Came to Be the Only Humans on Earth” ("Supervivientes solitarios: ¿Cómo llegamos a ser los únicos seres humanos en la Tierra"). Y esto viene del hecho de que si regresamos a hace 100.000 años, lo cual es muy reciente geológicamente hablando, podría haber habido hasta seis tipos diferentes de seres humanos sobre la tierra. Todos esos tipos han desaparecido y nos han dejado como únicos supervivientes.
Usted escribió que en 1970, cuando comenzaba a hacer investigación en este campo, el origen de los humanos modernos apenas estaba reconocido como un tema digno de estudio en la ciencia. ¿Qué ha cambiado desde entonces?
Fue un momento fantástico para estar involucrados en el asunto, e incluso, cuando estaba escribiendo este libro en los últimos dos años, tuve que volver regularmente atrás y reescribir cosas que yo pensaba que había terminado con ellas, dado que nuevos desarrollos surgían todo el tiempo. En 1970, para algunas personas, no había un origen único de los humanos modernos: habíamos evolucionado a nivel mundial, todo el mundo. Existía el punto de vista de que en las diferentes regiones del mundo una especie anterior, el Homo erectus, había evolucionado relativamente sin problemas hacia los humanos modernos. Esta idea se conoce como multirregionalismo.
El argumento era que nos habíamos mantenido como una especie a lo largo del proceso evolutivo, puesto que no hubo mestizaje entre las diferentes poblaciones. Esto significaba, por ejemplo, que los neandertales en Europa serían los antepasados de los europeos modernos; el Homo erectus en China sería el antepasado de los asiáticos modernos; y el hombre de Java sería un antepasado lejano de las modernas poblaciones aborígenes australianas.
Lo que hemos visto desde entonces es un crecimiento en el registro fósil, en nuestra capacidad para datar ese registro y escanear por tomografia computarizada los mismos y obtener detalles minuciosos de ellos. Los estudios de ADN han tenido un gran impacto en nuestro campo. Ahora tenemos el genoma de los neandertales y de esas personas extrañas en Siberia llamados denisovanos.
Hablando de ADN, ¿qué pasa con la Eva africana? La misma estableció una fecha aproximada para el origen genético de los humanos modernos en África. Como principal defensor del origen reciente de los humanos en África, en contraste con el modelo multirregional, cree usted que esta zanjado el debate?
Para ser honesto, dicho debate no ha sido totalmente resuelto, pero la publicación de la Eva mitocondrial en 1987 fue un momento clave. Hasta entonces, algunos de nosotros estábamos defendiendo un origen reciente en África, dada la evidencia fósil y arqueológica. Pero tales evidencias era bastante escasas y la opinión mayoritaria estaba en contra de nuestro punto de vista.
Cuando esta nueva técnica genética surgió, parecía que daba claridad al panorama. Había aquí algunos datos independientes, provenientes de nuestro ADN mitocondrial, heredado a través de las hembras, que sugerían nuestro origen, el de todos nosotros, en todo el mundo, de una sola población ancestral que había vivído en África hace quizá 200.000 años.
Llegué a esta conclusión gradualmente, comenzando con los neandertales. Eran los seres humanos antiguos mejor conocidos, y existía el punto de vista de que ellos eran nuestros antepasados. Probé ese modelo en mi investigación de doctorado, y llegué a la conclusión de que los neandertales no eran buenos antepasados para los humanos modernos, incluso en Europa, donde teníamos los mejores datos. Así que, poco a poco, mi búsqueda se movió de una región a otra para ver dónde se ajustaba la mejor evidencia a la idea de nuestros orígenes.
Resultó que África era el lugar que tenía los fósiles humanos modernos más antiguos. África, para mí, era el único lugar que mostraba una transición de los humanos arcaicos a los modernos.
En su libro usted propone que no hay un lugar en África donde los seres humanos modernos se originaron.
Anteriormente, influenciado por los datos del ADN mitocondrial, yo opinaba que había un lugar en África, una especie de jardín del Edén, donde evolucionamos, donde cambiamos conductual y físicamente para convertirnos en seres humanos modernos.
Pero la historia es mucho más complicada. Incluso los datos de ADN muestran que, en esencia, cada uno de nuestros genes tiene una historia evolutiva independiente. Y, por lo tanto, cuando usted se fija en el panorama total, incluyendo los datos fósiles y arqueológicos, no hay un solo sitio en África que parezca ser el lugar de nuestros orígenes genéticos.
La historia evolutiva está dominada por África oriental, puesto que es la zona que tiene la mejor preservación del registro fósil. Y se puede decir que el sur de África está dando a los científicos el mejor registro sobre la evolución del comportamiento. Ellos están encontrando evidencias muy tempranas del procesamiento de los recursos marinos, del uso de ocre rojo con fines simbólicos y adornos con cuentas de concha.
Desde mi punto de vista, diferentes partes de África fueron importantes en diferentes momentos para distintas especies humanas, y esto estaba siendo controlado por el clima. África es un enorme lugar influenciado por muchos factores diferentes: el Mediterráneo, el Atlántico Norte, el Atlántico Sur, el Océano Austral, los monzones que vienen del Océano Índico. En diferentes momentos esto habría producido buenas zonas para los seres humanos al tiempo que zonas malas.
Poblaciones en diferentes ámbitos habrían florecido brevemente desarrollando nuevas ideas, y luego, tal vez, esas poblaciones podrían haber muerto, pero no antes de intercambiar sus genes, herramientas y estrategias de comportamiento. Esto siguió pasando hasta llegar a los últimos 100.000 años, y entonces, finalmente, comenzamos a ver el moderno patrón conductual y físico fundiéndose desde estas diferentes regiones para convertirse en lo que llamamos los humanos modernos, hace alrededor de 60.000 años.
Previamente, el espléndido arte rupestre de Europa influyó en la opinión de que el comportamiento moderno comenzó allí hace unos 40.000 años. ¿Qué tan firme es la nueva interpretación de que el Homo sapiens desarrolló una conducta y una anatomía moderna en África?
Hubo cosas extraordinarias que sucedieron en Europa hace por lo menos 40.000 años, con las pinturas rupestres, con las flautas, con las estatuillas y demás. Pero las semillas de la revolución se sembraron en África hace más de 100.000 años. Yo diría que cuando los humanos modernos salieron de África, por ejemplo hace unos 60.000 años, en el fondo ya eran modernos en su comportamiento. Ellos llevaron ese comportamiento a Europa, a Asia y Australia. Por lo tanto, no hay un único acontecimiento revolucionario en Europa; esto era algo que ya estaba en los humanos modernos cuando salieron de África, y los que se quedaron también.
Foto: Flauta de hueso de buitre elaborada hace unos 35.000 años. Fue descubierta en Hohle Fels, Alemania.
¿De qué manera el descubrimiento en Indonesia, en la isla de Flores, encaja con el pensamiento actual sobre las migraciones humanas y el linaje? ¿Son los llamados hobbits realmente miembros de nuestro género Homo?
El hobbit, el Homo floresiensis, es realmente un hallazgo desafiante para todos. Todavía hay una minoría de científicos que no aceptan que se trate de una especie humana distinta; una especie de una forma extraña, tal vez una forma anómala de humanos modernos. Sin embargo, yo sí creo que es una forma genuina distinta, en realidad, una forma muy primitiva.
O bien derivan de una forma muy primitiva de Homo erectus, quizá similares a los de Dmanisi, en la República de Georgia, o son la evidencia de una salida anterior de África, tal vez antes de los dos millones de años, de algo que es pre-erectus y que de alguna manera supera todo el camino hacia el lejano Oriente y sobrevive allí de forma aislada, evolucionando durante más de un millón de años. Es una historia extraordinaria, si eso es cierto. Y de nuevo, una prueba más de lo poco que sabemos acerca de gran parte de Asia en términos de esta historia.
Cuanto más se aprende, más fascinante llega a ser el tema.
Absolutamente, así es como lo he estimado a lo largo de mi carrera.
En los comienzos de su carrera, usted se concentró en los neandertales. ¿Acepta ahora las nuevas evidencias de hibridación entre neandertales y Homo sapiens, las cuales parecen demostrar que tenemos más de un 2 por ciento del genoma neandertal?
Esta es una de las noticias más notables de los dos últimos años. Hemos logrado reconstruir el genoma de los neandertales, y sí, en efecto, el mismo demuestra que la gente fuera de África tiene, en promedio, alrededor de un 2,5 por ciento de ADN neandertal. Y, por supuesto, esto ha conducido a un replanteamiento de nuestra relación con ellos; claramente, hubo hibridación viable.
Sin embargo, no sabemos las circunstancias. Tal vez, desde un punto de vista parsimonioso, lo que hubo fue un único período de mestizaje, cuando los humanos modernos salieron de África. Ellos conocieron a algunos neandertales en el Medio Oriente y hubo algún cruzamiento en circunstancias que no conocemos todavía, y la obtención de ADN neandertal fue transferida a aquellas poblaciones que se extendieron por Europa y China, Nueva Guinea y las Américas; ellos llevaron esa pizca de neandertal consigo.
Los arqueólogos han encontrado evidencias de que los neandertales y los Homo sapiens ocuparon las mismas cuevas en Israel. ¿Pudo esto haber provocado un contacto de hibridación?
Asia Occidental se convirtió en una zona crítica para esta posibilidad de hibridación. Podrían haber sido 25 neandertales mezclándose con 1.000 humanos modernos. No tiene por qué haber habido un montón de neandertales, pero resulta claro que pudo haber hibridación en un lugar como Israel, Líbano o Siria, todos los posibles lugares donde sabemos que los neandertales vivieron, y a veces los humanos modernos también.
Hay igualmente un punto de vista de que el mestizaje fue más generalizado, pero que, o bien factores culturales o bien fisiológicos, limitaron los nacimientos con éxito. Por ejemplo, sabemos que la forma de la pelvis de las hembras neandertales es diferente de la forma de la pelvis de las hembras humanas modernas. Si una hembra humana moderna estaba dando a luz a un bebé híbrido, en parte neandertal, ¿podría haber habido problemas obstétricos? No sabemos las circunstancias de estos encuentros: si se trató de una mezcla y fusión pacífica con estas personas o si las circunstancias fueron violentas.
¿Quiénes eran los denisovanos?
Es un descubrimiento extraordinario. Hace dos o tres años yo sabía vagamente que había un sitio arqueológico en Siberia llamado la Cueva Denisova. Y luego, unos cuantos dientes y un hueso de un dedo han producido un genoma, realmente de muy alta calidad, que ahora está publicado en la web del Instituto Max Planck de Biología Evolutiva, en Leipzig, Alemania. La preservación de este ADN es excepcional y va mucho más allá de cualquier cosa que tengamos de los neandertales. Parece que estos denisovanos estaban relacionados con los neandertales, una rama temprana de la línea del neandertal.
Sabemos mucho acerca de los denisovanos genéticamente, pero físicamente sabemos muy poco de ellos. Estos fósiles son muy fragmentarios. Lo más destacable es que sólo se conocen de un sitio en Siberia, y su ADN, en realidad, aparece solo en gente de una región actual, que no está en Siberia o Asia, sino en Australia y Nueva Guinea. Eso es extraordinario.
Es difícil de explicar, puesto que pensamos que los ancestros de los aborígenes australianos y de Nueva Guinea deben haber llegado a sus regiones a través del sur de Asia. En algún lugar del sudeste asiático sería el lugar más probable en el que tuvo efecto la hibridación con los denisovanos. Eso también implica que los denisovanos no estaban sólo en Siberia, sino que deben haber sido un grupo muy extendido.
Esto plantea una pregunta más: ¿se podría alguna vez clonar a estas personas extintas?
La ciencia avanza muy deprisa. El primer trozo de ADN mitocondrial de neandertal se recuperó en 1997. Nadie entonces podía haber creído que 10 años después lograríamos tener la mayor parte del genoma. Y unos años después de eso, teníamos completamente disponibles los genomas de los denisovanos y del neandertal. Así que nadie habría pensado que la clonación era una posibilidad. Ahora, al menos en teoría, si alguien tiene suficiente dinero, y yo diría que estupidez, que lo haga; usted puede cortar y pegar esas mutaciones de los denisovanos dentro del genoma de un humano moderno, y después implantar eso dentro de un huevo y entonces crecerá un denisovano.
Creo que sería completamente contrario a la ética hacer algo así, pero por desgracia alguien con suficiente dinero, vanidad y arrogancia, podría intentarlo un día. Esas criaturas vivieron en el pasado en sus propios entornos, en sus propios grupos sociales. Traer de vuelta individuos aislados, para nuestra propia curiosidad o con fines arrogantes, sería completamente equivocado.
En la introducción a su libro, usted pone una lista con los tipos de preguntas que siempre recibe de la gente. Una de ellas será la pregunta de cierre. ¿Cuál es el futuro de la evolución humana?
Esa es una pregunta muy difícil de contestar. Hay una gran cantidad de datos, no en mi investigación, sino sobre todo de los genetistas que han estado trabajando en esto, que muestran cómo muchos cambios genéticos se han producido en los últimos miles de años en el genoma humano. Y esto es así porque hemos sufrido grandes cambios con la urbanización, con la agricultura, con cambios muy grandes en los estilos de vida. Y esto ha influido en nuestra constitución genética tanto como la vida lo había hecho en el Paleolítico. Hemos visto, en todo caso, una aceleración de los cambios genéticos en los seres humanos debido a estos cambios de estilo de vida. Por lo tanto, creo que la evolución humana ha estado sucediéndose con bastante rapidez recientemente, y ello va a seguir siendo así.
No obstante, no todo el mundo está de acuerdo. Mi colega en Londres, Steve Jones, ha argumentado, esencialmente, que la evolución se ha detenido en los seres humanos, dado que tenemos el control de la misma. Contamos con la atención médica. Casi todo el mundo llega a la edad reproductiva. Todo el mundo tiene suficiente comida y agua. Así que la selección natural ha sido anulada en los seres humanos. No estoy de acuerdo con él, porque, por supuesto, todavía hay una gran cantidad de personas en el mundo que no tienen la mejor atención médica y no tienen suficiente comida y agua. Piense en el impacto del SIDA en África.
Así que la selección todavía está funcionando en muchas poblaciones humanas, tanto como alguna vez lo haya hecho realmente. Además, todos nosotros probablemente tenemos 50 mutaciones en nuestro ADN en comparación con nuestros padres. Lo que está pasando también con cada generación. Estamos todavía en evolución y vamos a seguir evolucionando.
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* La evolución humana: el largo y sinuoso camino del hombre moderno
Es muy curioso el "sano debate" entre Stringer y Arsuaga, según este articulo de "el mundo". Parece que Stringer sostiene que el 'Homo heidelbergensis' es el pasado común de Neandertales y sapiens, mientras que Arsuaga considera lo es solo de los Neandertales. Todo un jugoso debate entre expertos, que Atapuerca puede contribuir a esclarecer.
La entrevista es magnifica, por instructiva.
http://www.elmundo.es/elmundo/2012/06/11/ciencia/1339417640.html
el link del articulo de junio
Gracias, Ignacio, por el enlace, pero te informo que el asunto se dio a conocer en su momento en el post Acusan a científicos españoles de distorsionar la teoría de la evol...
Saludos
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