Por ejemplo, la moneda bíblica del shekel era originariamente una medida de peso. Según los babilonios, un siclo pesaba aproximadamente 16,83 gramos. “Así pagó Abraham la Cueva de los Patriarcas: con el peso de 400 siclos. No había monedas en aquellos días y tuvo que pesar piezas de plata”, describe Ariel.
Rastrear el camino de la plata
No se conocen minas de plata en el Levante, por lo que los investigadores se propusieron buscar dónde se originaban las piezas de este metal. Mediante pruebas isotópicas que examinan la composición química del plomo en la plata, los investigadores pudieron compararla con la plata extraída de un área en Anatolia, en la actual Turquía. En los tesoros encontrados en excavaciones, la plata también iba acompañada de otros objetos de Anatolia, como la cabeza de un hacha o un colgante, lo que confirma que la región de Anatolia era el origen probable de la plata.
Un tesoro de plata de piezas utilizadas como monedas antes de la acuñación de las mismas. (Clara Amit/Autoridad de Antigüedades de Israel).
Eshel considera que "las pruebas isotópicas son una herramienta sorprendente y muy poderosa", pues permiten a los investigadores, en función del análisis de su composición química única, identificar el área geográfica donde probablemente se extrajo determinada plata. No obstante, Eshel señala que esta prueba analítica no siempre es una prueba concluyente y que existen algunos debates académicos sobre su implementación. En algunos casos, los investigadores pueden identificar el lugar exacto donde se extrajo un objeto de plata, aunque los hallazgos actuales confirmaron una región geográfica más general.
Foto: recipiente donde se descubrió piezas de plata en Tell Gezer (Cortesía de Gary Myers/IAA/Seminario Teológico Bautista de Nueva Orleans)
“Antes, los arqueólogos rastreaban rutas comerciales mediante el estudio de la cerámica, pero no todas las rutas comerciales tienen evidencias de este tipo”, advierte Eshel. "Esta es la primera vez que lo estamos haciendo mediante el análisis de plata de la Edad del Bronce".
"La plata llegó por primera vez al Levante en el IV milenio a. C., utilizada para figurillas y joyas. Solo en la Edad del Bronce, durante el III milenio a. C., se usaron piezas de plata como moneda", recuerda Eshel.
“Sabemos que la plata fue el principal medio de valor e intercambio en Mesopotamia durante mucho tiempo, incluso antes que en el Levante”, explica Eshel. “Todo era valorado mediante un siclo de plata”.
Debido a que la plata era tan apreciada, solo se usaba para grandes compras, como la tierra. Es muy probable que la moneda usada para el día a día fueran granos de plata, vinculados al peso del siclo, tal como dos siclos por una bolsa de granos de plata, detalla Eshel, y apunta que ella leyó que medio gramo de plata equivalía a un día y medio de trabajo.
Eshel advierte que los arqueólogos a menudo pasan por alto la plata rota en trozos porque es bastante fea. A menudo, como en Tel el-Ajjul, en Gaza, cerca de la frontera con Egipto, en un conjunto de hacksilber se encuentran objetos más hermosos o que llaman más la atención. Sin embargo, Eshel precisa que los trozos irregulares de plata pueden revelar mucho sobre la vida cotidiana en el antiguo Levante.
“Esta materia prima no tiene una forma agradable y tampoco se ve muy bien en las fotos, pero creo que es hermosa”, concluye.
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