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La tumba del faraón Tutankamón podría esconder "el mayor hallazgo arqueológico" de la historia: la tumba intacta de la reina Nefertiti. El arqueólogo británico de la Universidad de Arizona, Nicholas Reeves, asegura haber encontrado lo que parece ser la tumba de reina Nefertiti dentro de la tumba de faraón Tutankamón. La entrada a lo que podría ser la cámara fúnebre de la reina está decorada con el dibujo que, al parecer, representa el rito religioso cuyo objetivo era proteger dicha cámara, siendo Nefertiti la única mujer de su época que pudo ser honrada en Egipto con tal distinción, afirma Reeves.
Fuente: Actualidad RT | DailyMail, 11 de agosto de 2015
Artículo de Nicholas Reeves, FSA: The Burial of Nefertiti? (2015) (Aquí)
En los escáneos en alta resolución de las paredes de la tumba de Tutankamón, el arqueólogo logró ver las 'sombras' de dos puertas bloqueadas y escondidas detrás de los dibujos murales. Según el científico, una de dichas puertas puede dar acceso a una cámara de almacenamiento, mientras que la segunda llevaría a la cámara donde permanecerían intactos los restos de la reina, que -sostiene- fue la propietaria original de la tumba.
Que fuera Nefertiti la propietaria original de la tumba, explicaría por qué el faraón Tutankamón fue sepultado en una cámara pequeña que no se corresponde a su estatus. Reeves opina que el entierro del faraón fue añadido a la tumba de Nefertiti posteriormente. Si se demuestra esta versión, se trataría del "mayor hallazgo" en historia de arqueología, opina el arqueólogo entrevistado por 'The Economist'.
Nefertiti es uno de los personajes más legendarios del Antiguo Egipto. Fue reina por su matrimonio con el faraón Akenatón (Amenofis IV), sobre el que ejerció una gran influencia, contribuyendo a la revolución política, religiosa, económica y cultural que su marido desató al sustituir el politeísmo tradicional egipcio por un culto de tendencia monoteísta al dios solar Atón.
Sobre su relación con Tutankamón, que reinó entre los años 1336 y 1327 a.C., se han tejido todo tipo de versiones, desde que era su yerno, hasta que eran más bien madre e hijo.
No le falta cierta razón al arqueólogo de esta fascinante hipótesis, Nicholas Reeves, cuando dice:
"Si estoy equivocado, estoy equivocado, pero si no lo estoy esto es potencialmente el mayor descubrimiento arqueológico que jamás se ha hecho".
Lo bueno del caso, además, es que, como señala el también arqueólogo Kent Weeks en The Economist, la hipótesis del señor Reeves sería simple de comprobar con el uso de técnicas no invasivas: un barrido con radar, para empezar, revelaría rápidamente cualquier hueco que existiera detrás de las paredes de la tumba de Tutankamón.
Habrá que esperar a ver si hay suerte.
Sobre la fundamentación de la hipótesis, su autor, tiene publicado en Academia.edu el trabajo titulado "The burial of Nefertiti?"
..........Si fuera asi,estimados arqueologos,seria el mayor hallazco de este siglo XXI,un descubrimiento sin parangón.espero pronto,tengamos una corroboracion de este inedito y espectacular hallazgo,Da gusto despertar con tal descubrimiento,felicitaciones !!!!!!!!!
Ver vídeo en el enalce del El Pais.com | 12 de agosto de 2015
En pleno verano nos llega una fenomenal historia egiptológica digna del más imaginativo thriller arqueológico. Una historia excitante que si no fuera porque el que la cuenta es uno de los más célebres estudiosos del Egipto faraónico, el británico Nicholas Reeves, descartaríamos como novelesca. Reeves propone, agárrense, que la tumba de Tutankamón en el Valle de los Reyes (KV 62), visitada por cientos de miles de personas desde su hallazgo en 1922 por Howard Carter y cuya pequeña estructura ha sido concienzudamente explorada hasta la saciedad (o eso creíamos), esconde dos cámaras hasta ahora desconocidas. En una de ellas, además, según Reeves, reposaría ¡la reina Nefertiti!, consorte del padre de Tutankamón, Akenatón, y posiblemente corregente con este y eventualmente su sucesora como faraón de pleno derecho.
Al hallar las “cosas maravillosas” que eran el formidable ajuar del joven faraón y que deslumbraron al mundo, Carter y su mecenas Lord Carnarvon se habrían quedado en realidad a medias. Uno de los mayores tesoros de Egipto se hallaría no en un lugar ignoto bajo las arenas del desierto sino al alcance de la mano, a literalmente centímetros de uno de los lugares más visitados del país del Nilo.
Son afirmaciones que parecen una pura locura pero que en boca de Reeves, que las justifica en un artículo que no tiene desperdicio y que está sesudamente documentado, invitan a soñar con lo que sería uno de los mayores hallazgos arqueológicos de todos los tiempos.
La argumentación del especialista —contenida en un largo artículo publicado el pasado 23 de julio bajo el título The burial of Nefertiti?— está llena de saltos al vacío y puras especulaciones, y resulta en algunos puntos muy traída por los pelos, pero es brillante, erudita, su audacia resulta estimulante, un espléndido revulsivo en un campo que avanza a menudo demasiado de puntillas, y es imposible no desear, ay, que tenga razón.
Significativamente, un colega como Kent Weeks, otro de los grandes referentes en el estudio del Valle de los Reyes, responsable del nuevo cartografiado de las necrópolis tebanas y famoso excavador de la tumba colectiva de los hijos de Ramsés II (KV 5), se ha mostrado interesadísimo en la teoría de Reeves y ha juzgado su argumentación “fascinante”. Reeves es un consumado especialista en la época de Amarna, autor de una sensacional biografía de Akenatón y de un espléndido, imprescindible libro de divulgación sobre Tutankamón (Todo Tutankamón), publicados ambos en castellano. Excavó durante un tiempo en el Valle de los Reyes hasta que tuvo un encontronazo con el entonces todopoderoso Zahi Hawass, responsable de antigüedades, que le expulsó flamígeramente del yacimiento acusándole de irregularidades.
La base de toda su sorprendente relectura de la tumba de Tutankamón está en el trabajo efectuado por Factum Arte para crear la réplica facsímil del sepulcro, una réplica impresionante que puede visitarse a la entrada del Valle de los Reyes, junto a la vieja casa de Carter. Para realizar la copia, la empresa, que tiene sede en Madrid, efectuó una escaneado y fotografiado digital en alta resolución de una precisión asombrosa de la cámara sepulcral de la tumba. Fue viendo esa nueva documentación, disponible online, cuando Reeves, según explica, descubrió las fisuras y grietas artificiales en los muros que sugerirían la existencia de dos puertas disimuladas y que hasta ahora habían pasado desapercibidas.
Una, al oeste de la cámara funeraria, conduciría a un pequeño almacén inexplorado similar al conocido Anexo y contemporáneo del enterramiento de Tutankamón, mientras que la otra, al norte, de manera mucho más excitante, llevaría a una continuación pre-Tutankamón de la tumba hacia otro enterramiento inviolado, el del propietario original del sepulcro que luego se readaptó para el joven faraón: Nefertiti.
Reeves cree que la KV 62 se construyó para una reina —lo que justifica por su estructura en L con giro a la derecha— y no para un relativamente modesto enterramiento privado que se reaprovechó apresuradamente para Tutankamón al morir este inesperadamente. Más allá del muro norte que cierra la cámara sepulcral y que creó una separación artificial en lo que era un único corredor con la antecámara, se extendería una tumba real que habría sido dispuesta para Nefertiti, cuyo paradero, subraya Reeves se desconoce con certeza y parte de cuyo ajuar funerario fue reutilizado para su hijastro Tutankamón, que ocupó la parte exterior del sepulcro.
El egiptólogo aporta como pruebas de su teoría eruditas comparaciones arquitectónicas con otras tumbas de la 18 dinastía.
La puerta al tramo oculto de la KV 62 y hacia el enterramiento de la bella Nefertiti se encontraría en la pared al otro lado de donde se halla el sarcófago de Tutankamón, detrás de las pinturas que representan la ceremonia funeraria del faraón. El nuevo análisis iconográfico de esas pinturas es uno de los elementos fundamentales (y no menos discutibles) de la hipótesis de Reeves: en su relectura, el faraón muerto representado no sería Tutankamón —como siempre se ha coincido en identificar— sino Nefertiti en su papel regio; y el oficiante en la tradicional ceremonia de Apertura de la boca no sería, ay, el sucesor de Tutankamón, sino el propio Tutankamón, que habría sucedido a Nefertiti. De alguna manera, pues, la pintura estaría dando la clave del secreto de la tumba desde que esta se descubrió.
A la obvia cuestión de cómo a un avezado arqueólogo como Carter le pudo pasar por alto la supuesta verdadera estructura de la tumba, que él descubrió y estuvo estudiando durante diez años, Reeves contesta que el arqueólogo carecía de los medios tecnológicos para ver más allá de las pinturas y descubrir las puertas secretas. Que a un viejo zorro como Carter se le pudiera escapar una cosa así parece muy raro. “Pensó que los muros de la cámara funeraria eran sólidos y acabó su investigación sin saber que un hallazgo más significativo podía estar a pulgadas de su alcance”, concluye Reeves.
Como se ve de momento nada es conclusivo. El egiptólogo británico, que no descarta que en la tumba se puedan encontrar también varias princesas u otros miembros de la familia real (por pedir que no quede), anima a realizar investigaciones lo antes posible y recalca que a diferencia de lo que hizo Howard Carter estas se podrían efectuar hoy con técnicas no invasivas. “Una investigación geofísica de la tumba es en estos momentos la prioridad más alta de la egiptología”, sostiene. Quién sabe, a lo mejor Carter y Carnarvon se dejaron también allá dentro la mayor parte de la maldición.
Actualizado:20/08/2015 19:41 horas
Escépticas pero dispuestas a desentrañar el enigma de la tumba de Nefertiti. Las autoridades egipcias han anunciado que permitirán al egiptólogo británico Nicholas Reeves viajar al país árabe y comprobarin situ su teoría de que la esquiva esposa de Akenatón yace enterrada en la tumba de Tutankamón, en los confines del Valle de los Reyes (Luxor).
El ministro de Antigüedades egipcio, Mamduh el Damati, ha revelado que, tras una larga conversación telefónica con el académico, le ha invitado a visitar la tierra de los faraones a mediados de septiembre. Su hipótesis será evaluada entonces por un grupo de arqueólogos locales y extranjeros. "Se organizará un debate entre los participantes", ha precisado El Damati al diario estatal Al Ahram.
El ministro ha reconocido, no obstante, que no cree en las elucubraciones de Reeves y se decanta por la posibilidad de que la reina cuyo busto fijó nuestro canon de la belleza faraónica se halla enterrada en Tell el Amarna, la ciudad fundada por Akenatón a mitad de camino de Tebas y Menfis y dedicada al culto a Atón.
"A partir de los resultados del debate, Reeves y el grupo llevarán a cabo una visita para inspeccionar el interior de la tumba de Tutankamon en Luxor en un intento de probar su teoría", ha indicado El Damati. Los resultados del examen serán anunciados en una rueda de prensa internacional. Hasta entonces el ministerio "no publicará ningún comunicado oficial relacionado con la teoría".
En una entrevista a EL MUNDO, el egiptólogo británico reconoció haber contactado con las autoridades para lograr el cotizado permiso y demostrar su tesis. "De momento solo podemos especular sobre quién y qué podría hallarse en esas estancias. El primer paso sería inspeccionar el lugar con radar, que determinará si hay realmente agujeros. Si los hay, tendremos que planear el próximo paso con sumo cuidado", detalló.
Sus cábalas, publicadas hace unas semanas por la revista del Amarna Royal Tombs Project han desatado una notable expectación. "Mi hipótesis es que nos encontramos ante una tumba dentro de una tumba. El enterramiento de Tutankamón se habría realizado en la parte exterior de una sepultura que ya existía y que se habría adaptado para tal fin. De ser así, habría un segundo enterramiento en los lugares más recónditos de la tumba", señaló a este diario. La inquilina de ese segundo enterramiento sería Nefertiti (1370-1330 a.C.).
El análisis de estas imágenes de la tumba permitió a Nicholas Reeves ver detalles con los que ha desarrollado su teoría.
"Ciertos rasgos estilísticos en la decoración de la pared norte, que dataría del enterramiento original y sería anterior a las pinturas del resto de muros, son una reminiscencia de Nefertiti", agregó quien en los últimos meses buscó pesquisas rastreando las fotografías en alta resolución tomadas por la organización Factum Arte que sirvieron para elaborar en su taller madrileño la réplica exacta de la tumba de Tutankamón, expuesta desde el pasado mayo en los aledaños de la casa de Howard Carter en Luxor.
A partir de las huellas localizadas en los muros, el experto esbozó incluso un mapa con las zonas que habrían permanecido ocultas desde que en 1923 Howard Carter descubriera la sepultura. En principio, habría dos nuevas estancias: una cámara lateral debajo de la decorada pared oeste de la cámara funeraria y una prolongación de la tumba más allá del muro norte. En el primer caso, la puerta conduciría a un almacén contemporáneo al resto de lo ya hollado. En el segundo, el pasaje llevaría hasta la buscada cámara funeraria de Nefertiti.
El lugar de descanso de Nefertiti no es la única polémica que recorre estos días el país árabe. Precisamente ayer las autoridades aclararon que no van a someter a la momia de Tutankamón a nuevos estudios después de que hace un lustro los análisis de ADN determinaran que era hijo de Ajenatón, el faraón que impulsó el monoteísmo, y desvelaran que falleció prematuramente a los 19 años de edad por la malaria y una enfermedad ósea que le fue reduciendo la movilidad. Asimismo, las autoridades anunciaron en un comunicado que los restos del "faraón niño" serán traslados a una estancia lateral de su tumba en un ataúd realizado expresamente para evitar daños en la mudanza.
«Si hay una cámara secreta en la tumba de Tutankamón es más probabl...
WIKIMEDIA
Foto: Una vista elevada de la tumba del rey Tut muestra dos paredes que pueden contener puertas que conducen a otras habitaciones ocultas. FOTOGRAFÍA DE KENNETH GARRETT, NATIONAL GEOGRAPHIC CREATIVE.
Algo se esconde detrás de las paredes oeste y norte de la tumba de Tutankamón, entre los áridos pliegues del Valle de los Reyes. Los primeros exámenes a los que el egiptólogo británico Nicholas Reeves ha sometido el diminuto enterramiento del faraón niño disparan las esperanzas de hallar la tumba de Nefertiti y confirmar una teoría que revoluciona desde hace semanas la arqueología egipcia.
Según el ministro de Antigüedades egipcio Mamduh el Damati, durante la primera jornada de la visita de Reeves se han detectado marcas y arañazos en ambos muros similares a las que fueron hallados en la puerta de entrada a la tumba de Tutankamón cuando Howard Carter la descubrió en 1922. "Esto indica que los muros oeste y norte de la tumba podrían ocultar dos cámaras funerarias", ha confesado El Damati al diario estatal Al Ahram.
Foto: Dentro de la tumba de Tutankamón, el ministro de Antigüedades egipcias, Mamdouh Eldamaty, y arqueólogo Nicholas Reeves, examinan una sección de la pared en busca de signos sutiles de una puerta oculta. FOTOGRAFÍA DE BRANDO QUILICI, NATIONAL GEOGRAPHIC CHANNELS.
Reeves aterrizó el pasado sábado en la tierra de los faraones para auscultar la tumba y probar su teoría. Las autoridades egipcias aprobaron el uso de radar, procedente de Japón, para verificar una hipótesis publicada el pasado agosto. "Mi hipótesis es que nos encontramos ante una tumba dentro de una tumba. El enterramiento de Tutankamón se habría realizado en la parte exterior de una sepultura que ya existía y que se habría adaptado para tal fin. De ser así, habría un segundo enterramiento en los lugares más recónditos de la tumba", apuntó el egiptólogo en una entrevista exclusiva a EL MUNDO.
La inquilina de ese segundo enterramiento sería Nefertiti (1370-1330 a.C.). Los resultados del radar tendrán que esperar. Según el ministro, serán divulgados el próximo 4 de noviembre coincidiendo con el aniversario del hallazgo de la tumba de Tutankamón, cuyo cierre al público fue anunciado hace una semana por tareas de restauración. Los primeros datos, no obstante, han llenado de esperanza al artífice de la teoría, que desde que publicara sus cábalas ha tenido que plantar cara a una legión de escépticos.
"Después del primer examen de las paredes no podemos hacer nada más hasta que recibamos el visto bueno sobre el radar para confirmar los hallazgos", ha comentado el experto desde Luxor. Su misión de escudriñar el interior de la tumba se desarrolla con cierto hermetismo. Este martes Reeves, acompañado por el ministro y un comité científico, visitará tres tumbas pertenecientes a nobles de la época de Tutankamón con el propósito de examinar sus características y compararlas con la del monarca. A finales de semana las autoridades egipcias han convocado una rueda de prensa internacional para divulgar las pesquisas de un hallazgo que podría poner patas arriba la Egiptología.
Foto: El egiptólogo británico Nicholas Reeves (segundo por la izquierda) habla con el ministro egipcio de Antigüedades, Mamduh al Damati (de amarillo), en la sala de la sepultura del rey Tutankamón, en Luxor, este lunes.
Hasta ahora las autoridades locales habían apostado por la posibilidad de que la reina cuyo busto fijó nuestro canon de la belleza faraónica se hallara enterrada en Tell el Amarna, la ciudad fundada por Ajenatón a mitad de camino de Tebas y Menfis y dedicada al culto a Atón. "Estoy muy entusiasmado con este trabajo y estoy seguro de que algo se va a hallar detrás de esos dos controvertidos muros", ha confirmado el ministro, que mantiene intactas sus dudas sobre la identidad del inquilino de las estancias ocultas.
De hecho, El Damati se decanta por otra teoría: las cámaras que han permanecido hasta ahora lejos de la luz pública albergarían el descanso eterno de la reina Kiya, la segunda esposa de Ajenatón y madre de Tutankamón. A su juicio, su hijo llegó al trono cuando su madrastra Nefertiti ya había fallecido y sería su progenitora la que le acompañaría en su regreso al politeísmo. Tras la repentina muerte del faraón, los sacerdotes optarían por enterrarlo en la tumba preparada para Kiya antes de que expiraran los 70 días de rigor.
Foto: El Ministro Eldamaty apunta a una línea en el techo de la tumba de Tutankamón que podría indicar que la cámara funeraria fue una vez un pasillo que conduce a una tumba más grande. FOTOGRAFÍA DE BRANDO QUILICI, NATIONAL GEOGRAPHIC CHANNELS
Reeves se aferra a su conjetura. "Ciertos rasgos estilísticos en la decoración de la pared norte, que dataría del enterramiento original y sería anterior a las pinturas del resto de muros, son una reminiscencia de Nefertiti", señaló a este diario. En los últimos meses buscó pruebas rastreando las fotografías en alta resolución tomadas por la organización Factum Arte que sirvieron para elaborar en su taller madrileño la réplica exacta de la tumba de Tutankamón, expuesta desde el pasado mayo en los aledaños de la casa de Howard Carter en Luxor.
A partir de las huellas localizadas en los muros, esbozó incluso un mapa con las zonas que habrían permanecido ocultas desde que Carter descubriera la sepultura. En principio, habría dos nuevas estancias: una cámara lateral debajo de la decorada pared oeste de la cámara funeraria y una prolongación de la tumba más allá del muro norte. En el primer caso, la puerta conduciría a un almacén contemporáneo al resto de lo ya hollado. En el segundo, el pasaje llevaría hasta la buscada cámara funeraria de Nefertiti. "Estoy bastante confiando en que un hallazgo muy importante tendrá lugar pronto dentro de la tumba de Tutankamón", concluyó.
Fuente: FRANCISCO CARRIÓN El Cairo / El Mundo
ACTUALIZADO 29/09/201513:09
Creo que al periodista se le ha ido la mano con el titular. Confirmar, se hará cuando se use el radar, pero por ahora solo hay indicios y la confirmación de la fe del ministro y de Reeves en que algo se halle. Esperemos que en pocos días podamos tener un excitante y contrastada confirmación del hallazgo.
Dos expertos, uno egipcio y otro japonés, desde hoy buscarán con radares y otros instrumentos la tumba de la reina y madrastra de Tutankamón
Foto: Momento en que se extrajo la tumba de Tutankamón en 2007. Se considera que detrás de una de las paredes de la tumba podría estar la momia de Nefertiti.
Fuente:larepublica.pe | 5 de noviembre de 2015
Aniversrio. Un día como hoy, el 5 de noviembre de 1922, el arqueólogo británico Howard Carter descubrió la momia y el gran tesoro del niño faraón Tutankamón.
Egipto está 'seguro al 90%' de que hay una cámara oculta en la tumba de Tutankamón
Egipto acaricia ya "el descubrimiento del siglo", como le gusta decir al ministro de Antigüedades. El examen de radar que durante los últimos dos días ha auscultado la diminuta tumba de Tutankamón, en las entrañas del Valle de los Reyes, ha arrojado nuevas pruebas sobre la existencia de una cámara oculta al otro lado de la pared norte del enterramiento donde -según el arqueólogo británico Nicholas Reeves- podría yacer la enigmática Nefertiti.
En una rueda de prensa celebrada este sábado en la sureña Luxor, a unos 600 kilómetros de El Cairo, el ministro de Antigüedades egipcio Mamduh al Damati ha reconocido que está "seguro al 90%" de que la sepultura del faraón niño, hallada por Howard Carter en 1922, esconde otra cámara o tumba detrás de sus actuales muros. Reeves, que el pasado agosto revolucionó la egiptología al desvelar su hipótesis, ha tildado de "alentadores e intrigantes" los resultados preliminares del radar."Ahora podemos decir que tenemos que encontrar otra tumba o cámara detrás de la cámara funeraria de Tutankamón", ha insistido Al Damati. La búsqueda, sin embargo, no ha concluido aún. Los científicos mantendrán el suspense algunas semanas más. La información proporcionada por el radar será sometida a estudio durante el próximo mes antes de anunciar los esperados resultados finales.
"Todo suma", ha explicado Reeves a National Geographic, el medio de comunicación que tiene acceso en exclusiva a los trabajos. "La tumba no va a desvelarnos sus secretos con facilidad. Está cediendo poco a poco. Éste es otro resultado. Y nada contradice la esencia de la teoría", ha agregado. A principios de noviembre, las paredes norte y oeste de la sepultura fueron analizadas empleando la termografía por infarrojos.Ya entonces las imágenes capturadas por los sensores de la cámara detectaron la existencia de puntos fríos y corrientes de aire desconocidas hasta ahora que podrían guiar el hallazgo de nuevas cámaras. Usado por vez primera en el interior de la tumba, el escaneado del radar -dirigido por el especialista japonés Hirokatsu Watanabe- aporta nuevas pruebas sobre la estructura de los muros y la existencia de puertas tapiadas que confirmarían la teoría detallada por Reeves a EL MUNDO el pasado agosto."Habría una cámara lateral debajo de la decorada pared oeste de la cámara funeraria y una prolongación de la tumba más allá del muro norte", apuntó el experto a este diario.
En el primer caso -camuflado bajo el mural de los 12 monos, símbolo de las 12 horas nocturnas que debía transitar el monarca antes de renacer-, la puerta conduciría a un almacén contemporáneo al resto de lo ya hollado que podría albergar un ajuar tan maravillo como el hallado por Carter, con más de 5.000 objetos amontonados en la antecámara, la cámara funeraria, la cámara del tesoro y un anexo.En la pared norte, en cambio, el pasaje llevaría hasta una cámara funeraria. "Mi hipótesis es que nos encontramos ante una tumba dentro de una tumba. El enterramiento de Tutankamón se habría realizado en la parte exterior de una sepultura que ya existía y que se habría adaptado para tal fin". Ahí es donde su hipótesis apunta hacia el lugar de reposo de Nefertiti, consorte, corregente y probable sucesor de Akenatón. Las elucubraciones de Reeves disponen de más pruebas de las que pudieran parecer. Su teoría responde a los interrogantes que desde el hallazgo de la KV62 han enunciado los eruditos a propósito de las pequeñas dimensiones -inusuales para un monarca de la dinastía XVIII- y el anómalo esqueleto del enterramiento. "Su plano, con el giro a la derecha incluido, es claramente el de la tumba de una reina con evidentes pretensiones regias a juzgar por el ensanchamiento del segundo pasillo", aseveró el académico.
Fuente: Francisco Carrión | El Mundo.es, 28 de noviembre de 2015
Una ampliación resumen de los hechos que han llevado a este posible descubrimiento con las última noticias de hoy mismo
http://news.nationalgeographic.com/2015/11/151128-tut-tomb-scans-hi...
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