Cada vez son más numerosas las opiniones a favor de la necesidad de realizar estudios de la evolución cultural humana con un carácter metodológico y global, realizando síntesis multidisciplinares (lingüistas, psicólogos, neurólogos, genetistas, etc.). Sin embargo, la mayoría de los que promueven tales ideas son aún reticentes en el uso de aquellas disciplinas que más se ocupan de la conducta humana (Psicología y Neurología), lo que hasta cierto punto es comprensible debido a lo ajeno y complejo que resulta la utilización de sus parámetros doctrinales, tan desconocidos en los medios arqueológicos. No obstante, dentro de la literatura prehistórica es frecuente encontrar referencias a las capacidades cognitivas humanas, ya sea de forma general o de algunas de ellas en particular (simbolismo, cognición, lenguaje, abstracción, conceptos religiosos, artísticos, sociales, etc.). Su uso, sin un mínimo de comprensión sobre su realidad psicobiológica, nos lleva a una discusión en la que sólo los criterios subjetivos del que los estudia se presentan como prueba de su existencia. Como la contrapartida se plantea con las mismas características de subjetividad, es imposible llegar a conclusiones con un nivel de objetividad mínimamente aceptable.
La primera dificultad que se nos presenta en su elaboración, sería la variedad de teorías que existen sobre la forma de creación y desarrollo de la conducta humana (como ocurre dentro de la Psicología). En este sentido, hay que seguir una pauta fundamental en toda síntesis multidisciplinar: todas las ciencias que se utilicen en su realización deben, inexcusablemente, tener unos componentes teóricos que no sean antagónicos. Si en esta confluencia de explicaciones científicas se apreciasen contradicciones teóricas, habría que pensar que alguna teoría, de las disciplinas usadas, pudiera no ser correcta, pues en la explicación de la realidad humana no pueden coexistir conceptos claramente opuestos. Tal vez el problema sea la falta de articulación de tan dispar información.
Un modelo de estas características se encuentra en la Arqueología Cognitiva: orientación psicobiológica, cuyos parámetros básicos son los siguientes:
- Los procesos evolutivos darían lugar a u aumento cuantitativo y funcional de las áreas de asociación de la corteza cerebral, produciendo nuevas capacidades cognitivas primarias de carácter innato, así mismo existen otras capacidades que sólo se desarrollan si el medio ambiente en el que se vive es el adecuado, son las capacidades cognitivas emergentes.
* Las características neurológicas y psicológicas de nuestro sistema nervioso indican la necesidad de un medio ambiente adecuado (acervo cultural que hay que crear, lo que daría lugar al desarrollo cognitivo (aumento cualitativo o emergencias cognitivas), que se manifestaría en la tecnología, sociabilidad, lenguaje, simbolismo, etc. Pero este ambiente hay que crearle y mantenerle generacionalmente, pues sin él no es posible el continuo desarrollo cognitivo intergeneracional.
- El lenguaje simbólico es el mejor medio de comunicación y mantenimiento cultural, así como de la estructuración del pensamiento. Es fundamental en todo proceso cognitivo.
- La existencia de necesidades sociales y medioambientales del grupo, que actuarán como estímulo o motivación para superar los problemas sociales y de supervivencia del momento, siempre que las capacidades cognitivas lo permitan. Así, para el inicio de la conducta simbólica es necesario un previo desarrollo tecnológico y social.
Por tanto, la conducta de cualquier homínido sería la manifestación arqueológica de la acción interrelacionada de estas premisas fundamentales. Es decir, la conducta humana estaría condicionada por sus capacidades cognitivas de origen evolutivo, y al desarrollo de las mismas por medio de características (sociales, demográficas, culturales, lingüísticas y físicas) de un medio ambiente que motive los cambios. Su manifestación conjunta, constituyen el continuum que tantas veces se manifiesta en la Historia, pero a su vez es la explicación de la independencia, variedad y diversidad temporal de las manifestaciones conductuales que vemos en el registro arqueológico. El desarrollo cultural y cognitivo de una determinada población no indica que todos los humanos de ese mismo periodo logren el mismo nivel, aunque todos tengan las mismas capacidades cognitivas.
Este modelo psicobiológico, social y evolutivo nos lleva a admitir y explicar una serie de procesos que, sobre la evolución cultural humana, observamos en el registro arqueológico en Europa. Su repercusión arqueológica es evidente y aclaratoria.
* Las capacidades cognitivas que pueden producir conductas simbólicas, estarían presentes en los grupos humanos del Musteriense y del MSA, pero sin un medio ambiente adecuado (influenciado por el desarrollo tecnológico, la sociabilidad, demografía, evolución lingüística), no se dieron las condiciones necesarias para su desarrollo y manifestación. Es la explicación del hecho de que los seres humanos tuvieran diferentes desarrollos culturales en el mismo tiempo y en diferentes lugares (evolución cultural en mosaico).
* El desarrollo cognitivo y su manifestación conductual no tienen porqué ser homogéneos ni paralelos en los logros tecnológicos, sociales y simbólicos. El registro arqueológico indica que primero se produjo un avance tecnológico, que favoreció el aumento demográfico y, con posteridad, motivó la producción de elementos simbólicos, pero ofreciendo un aspecto de mosaico cultural en sus inicios.
* En el análisis de la conducta de una población en un período determinado, hay que valorar la que ofrecen todos sus componentes en su expansión geográfica y temporal, así como sus características medioambientales.
* Los dos grupos humanos del inicio del Paleolítico Superior (neandertales y HAM) son la representación de dos Humanidades diferentes, cada una de ellas con unas capacidades cognitivas específicas para su especie, que desde luego hay que intentar describir. No obstante, al tener un indiscutible origen evolutivo común, y por tanto neurológico, se producirían pequeñas variaciones (anatómicas y fisiológicas) sobre determinadas áreas cerebrales. Con ello, se apreciarían diferencias de grado la funcionalidad cognitiva, no la existencia de capacidades cognitivas diferentes. Sería la justificación biológica de las diferencias conductuales existentes entre estas dos poblaciones humanas.
¡Necesitas ser un miembro de Arqueologia, Historia Antigua y Medieval - Terrae Antiqvae para añadir comentarios!
Participar en Arqueologia, Historia Antigua y Medieval - Terrae Antiqvae