La primera "revolución sexual": de la promiscuidad a la fidelidad

«Adan y Eva», de Lucas Cranach El Joven

 

Vía: ABC / ABCCosmos (combinación de tres artículos) | 28 de mayo de 2012

 

El concepto de lo que hoy conocemos como familia o, al menos el germen, nació hace más de cuatro millones de años. En esa etapa tan precoz de la evolución humana, nuestros antepasados los «Ardipithecus», apenas unos primates que caminaban sobre dos patas, dieron el paso necesario para que surgieran los valores familiares. Lo consiguieron al abandonar la promiscuidad por la fidelidad y la relación de pareja.

El cambio no fue casual y fue fruto de una combinación de variables que hizo cambiar la estrategia de las hembras para garantizar la supervivencia de su prole y también la de los machos menos favorecidos, según una investigación del Instituto Nacional de Matemáticas y Síntesis Biológica de la Universidad de Tenessee (Estados Unidos). Los detalles se publican en la revista científica «PNAS».

Intereses mutuos

La estrategia femenina cambió las reglas de la evolución. Ya no triunfaba ni se reproducía el más fuerte. Las hembras dejaron de elegir a los machos dominantes como pareja reproductiva por aquéllos menos importantes en la jerarquía, pero que les proporcionaban otras seguridades, desde alimento hasta protección para sus crías. A cambio, ellas se convirtieron en sus fieles compañeras.

El estudio demuestra matemáticamente que las teorías más comúnmente propuestas para la transición humana al vínculo de la pareja «no son biológicamente posibles». Sin embargo, el nuevo modelo muestra que la transición a esta unión puede ocurrir cuando la selección femenina y la fidelidad, entre otros factores, están incluidos.

«Una vez que las hembras comienzan a mostrar preferencia por ser provisionadas, los machos menos poderosos se dan cuenta de que les sale más rentable este comportamiento», explica Serguéi Gavrilets (izquierda) de la Universidad de Tennessee, en Knoxville.

Gavrilets dice que los resultados del estudio describen una «revolución sexual» iniciada por los machos de bajo rango. «Una vez que el proceso estuvo en marcha, dio lugar a un tipo de autodomesticación que resultó en una especie (nosotros) que vive en grupo de machos proveedores y mujeres fieles», asegura. Al menos, en teoría.


"Al final, a excepción de una muy pequeña proporción de individuos de alta clasificación, los machos invierten exclusivamente en el aprovisionamiento de las hembras que han evolucionado con una alta fidelidad hacia sus compañeros", afirma Gavrilets.

Pero la fidelidad de las hembras no es completa. Es el resultado de un equilibrio entre la selección de los mejores genes, que pueden ser suministrados por los machos mejor clasificados, y una mejor alimentación y cuidados proporcionados, en gran parte, por los machos de rango más bajo.

Este nuevo estudio no sólo proporciona apoyo a un particular escenario de la transición de la promiscuidad a un sistema de apareamiento monógamo predominante, sino que modela esta transición mucho antes de que nuestros antepasados hubieran desarrollado cualquier cultura o lenguaje.

"Este modelo se ocupa de lo que los biólogos de animales llaman instintos sociales y muestra que algunos de estos comportamientos pueden ser codificadas en nuestros genes", dijo Gavrilets. "La cultura llegó mucho más tarde y sólo aumentó las cosas que ya estaban en su lugar".

Esta nueva investigación plantea dos asuntos interesantes, reflexiona Antonio Rosas (izquierda) profesor de investigación del CSIC y del Museo Nacional de Ciencias Naturales. «Una es la estrategia combinada entre las hembras y los machos inferiores en la jerarquía de la dominancia. Ellos terminan llevándose el gato al agua, frente a los más fuertes. En lugar de pelearse con otros machos, utilizan su energía en ganarse a una hembra con comida y protección para las crías. Pero eso solo funciona con el requisito de la fidelidad. Si no sería una pérdida de tiempo y de energía».

Otros estudios ya habían apuntado al intercambio de sexo por comida entre nuestros antepasados. Lo original de este trabajo es el cambio de comportamiento simultáneo de machos y hembras por un interés mutuo, la acción combinada. Aunque ellas siempre marcan el paso: «Una vez que las hembras empiezan a mostrar cierto interés para que las abastezcan con comida, son ellos los que dejan de competir con otros machos por el favor femenino", explica el autor del estudio Sergey Gavrilets. En su opinión, su investigación describe «una auténtica revolución sexual».

Fórmulas de cooperación

El trabajo también deja ver en el género «Ardipithecus» los primeros rasgos de reconocimiento entre padres e hijos y el nacimiento de una nueva forma de sociedad con fórmulas de cooperación dentro del grupo.

Todo esto ocurrió hace más de 4 o 5 millones de años, «aunque sin duda no hubo una barrera nítida que marcó el cambio de comportamiento», apunta Antonio Rosas. «Si en nuestras sociedades aceptamos cierta holgura en el concepto de emparejamiento, imaginemos a unos homínidos de hace millones de años».


En este último sentido, más excéptico con el estudio se muestra el paleoantropólogo Bernard Chapais, de la Universidad de Montreal, en Canadá: "el supuesto de que los hijos necesitan atención adicional por parte de sus padres se basa en la estructura actual de la familia humana [...]. Esa suposición no es sólo especulativa sino que ella es muy poco probable, dado que en ese tiempo los primeros homínidos eran primates típicos [...] y no hay razón para pensar que las madres tenían necesidades especiales que pidieron ayuda a los padres en la forma de machos que las aprovisonaban".

Para Chapais, una transición gradual hacia la unión de parejas, dentro de un sistema polígamo, donde machos individuales permanecen ligados a un harén de varias hembras -tal como es el caso de los gorilas- es más realista.


Post de Terrae Antiqvae relacionado:

* ¿En qué momento el sexo dejó de funcionar como un medio puramente...

Visitas: 1424

Comentario por wilfrido tsuchida martinez el junio 4, 2012 a las 7:44pm

se puede deducir q si ers fiel es por q eres un macho debil para la reproducion pero si sirve para proveer alimento y proteccion a las crias.. algo q ver conq los canones de seduccion actuales sean basado en forma q el varon colabora con las tareas hogareñas y atencion de las crias????

Comentar

¡Necesitas ser un miembro de Arqueologia, Historia Antigua y Medieval - Terrae Antiqvae para añadir comentarios!

Participar en Arqueologia, Historia Antigua y Medieval - Terrae Antiqvae

TRANSLATE BY GOOGLE

Busca en Terrae Antiqvae

Recibe en tu correo los últimos artículos publicados en Terrae Antiqvae -Boletín Gratuito-

Enter your email:

Courtesy of FeedBurner

 

Donaciones

Terrae Antiqvae es una Red Social sin ánimo de lucro. Necesitamos tu apoyo para el mantenimiento del sitio. Apadrina esta Comunidad 

¡Gracias por tu ayuda!

Contacto con el editor:

Publicidad by Google

 

Lo más visto

Patrocinador: SMO Sistemas

Nuestro Canal de Vídeos en YouTube. ¡Suscríbete!

Síguenos en Redes Sociales: Facebook y Twitter

¡Gracias por visitarnos! ¡Bienvenid@!

Estadísticas desde 12 de noviembre de 2014.

Derechos de Autor:
Licencia de Creative Commons
Terrae Antiqvae® is licensed under a Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 3.0 Unported License.

Información legal: Terrae Antiqvae® es Marca registrada por José Luis Santos Fernández. Marca nº 2.679.154 - Clase 41, Madrid, España. Reservados todos los Derechos. En Internet desde Julio de 2001.

Normas de la Comunidad (Aviso Legal):  Netiqueta - Términos de servicio

© 2024   Creado por José Luis Santos Fernández.   Tecnología de

Emblemas  |  Reportar un problema  |  Términos de servicio

Usamos cookies propias y de terceros que entre otras cosas recogen datos sobre sus hábitos de navegación para mostrarle publicidad personalizada y realizar análisis de uso de nuestro sitio. Si continúa navegando consideramos que acepta su uso. OK Más información | Y más