La influencia genética de Australasia se extendió más ampliamente en América del Sur de lo que se pensaba anteriormente

Un equipo de investigadores ha confirma la ascendencia genética de gentes de Australasia en grupos indígenas que viven en América del Sur, incluidos los descendientes de la civilización Mochica de Perú. LUIS ROSENDO / HERITAGE IMAGES / GETTY IMAGES

En 2015, los científicos descubrieron algo sorprendente: que algunos pueblos indígenas de la Amazonía brasileña tenían una relación lejana, pero distinta, con los australianos y melanesios nativos. La señal genética de la ascendencia de Australasia en una población tan lejana provocó a los investigadores a buscar respuestas. Y ahora un nuevo estudio revela que esta señal genética es más frecuente en América del Sur de lo que se pensaba anteriormente y sugiere que las personas que llevaron estos genes al Nuevo Mundo la obtuvieron de una población ancestral siberiana.

El hallazgo también arroja luz sobre las rutas de migración de esas personas a América del Sur. “Es un trabajo realmente agradable”, dice Jennifer Raff (izquierda), genetista antropológica de la Universidad de Kansas, que no participó en el estudio. "Muestra que el hallazgo de 2015 no fue solo un artefacto. Realmente es una señal genética generalizada".

Los antropólogos piensan que bandas de cazadores-recolectores salieron de Siberia y entraron en la ahora sumergida tierra de Beringia, pero que  conectaba Eurasia y Alaska cuando los niveles del mar eran mucho más bajos que en la actualidad, quizás hace unos 20.000 años. Luego, hace unos 15.000 años, algunos partieron de Beringia y se desplegaron por América del Norte y del Sur. Estos primeros migrantes se desplazaron a buen ritmo: hace 14.600 años, a más tardar, estaban instalando un campamento en Monte Verde, en el sur de Chile.

Los estudios de ADN de 2015 revelaron la ascendencia de Australasia en dos grupos indígenas amazónicos, los Karitiana y Suruí, basados ​​en el ADN de más de 200 personas vivas y antiguas. Muchos portaban un conjunto característico de mutaciones genéticas, llamado 'señal Y' por la palabra brasileña Tupi para "ancestro", ypikuéra. Algunos científicos especularon que esta 'señal Y' ya estaba presente en algunos de los primeros migrantes sudamericanos. Otros sugirieron que una migración posterior de personas relacionadas con los australasianos actuales podría haber introducido tal 'señal Y' en las gentes que ya vivían en el Amazonas.

El nuevo estudio, dirigido por la genetista Tábita Hünemeier (izquierda), de la Universidad de São Paulo, examinó los datos genéticos de 383 personas modernas de toda América del Sur, incluidas docenas de individuos con genotipo nuevo que viven en la Amazonía brasileña y la meseta central. Los investigadores trabajaron en estrecha colaboración con los pueblos indígenas, y Hünemeier dice que han estado colaborando con historiadores, antropólogos y genetistas "para asegurar que los resultados se transfieran de la mejor manera a las comunidades indígenas".

El trabajo consistió en recolectar muestras de los nativos de toda la sección media del continente sudamericano y luego realizar un análisis genético de cada uno. En total, estudiaron muestras de 383 personas que incluían 438.443 marcadores genéticos.

En esta nueva investigación los científicos pudieron identificar la 'señal Y' en grupos que viven fuera de la Amazonía: en los Xavantes, que ocupan la meseta brasileña del centro del país, y en el pueblo Chotuna de Perú, que desciende de la civilización Mochica, la cual ocupó la costa de ese país desde alrededor del año 100 al 800 de la era actual.

Indígenas xavantes. 

A continuación, los investigadores utilizaron un software para probar diferentes escenarios que podrían haber llevado a una dispersión del ADN actual. El escenario más adecuado involucra a algunos de los primeros migrantes sudamericanos -posiblemente incluso los primeros- que llevaron consigo la 'señal Y', informan los investigadores en Actas de la Academia Nacional de Ciencias (PNAS). Es probable que esos migrantes siguieran una ruta costera, dice Hünemeier, y luego se dividieron entre la meseta central y el Amazonas en algún momento entre hace 15.000 y 8.000 años. 

"Los datos coinciden exactamente con lo que tú predecirías si ese fuera el caso", dice la profesora Raff.

David Meltzer (derecha), arqueólogo de la Universidad Metodista del Sur y coautor del estudio de 2015 que identificó la 'señal Y', dice: "La explicación de los autores tiene sentido". Y añade: "Encontrar ascendencia de Australasia en antiguos restos costeros aumenta mi confianza en las conclusiones de los investigadores"

Pontus Skoglund (izquierda), genetista de poblaciones en el Instituto Francis Crick, y que fue coautor de uno de los estudios de 2015 con Hünemeier, dice que está contento de ver a los científicos sudamericanos basándose en el trabajo anterior. “Estoy emocionado de que los grupos de investigación locales en Brasil se estén dando cuenta de esto. Están haciendo exactamente lo que hay que hacer".

Sin embargo, una pregunta sin respuesta es por qué la 'señal Y' no ha aparecido en ningún grupo indígena de América del Norte o Centroamérica. "Una posibilidad es que los migrantes portadores de la 'señal Y' simplemente se quedaron en la costa y llegaron a América del Sur sin dejar ningún legado genético en el norte. También es posible que los grupos con ascendencia  de la 'señal Y' vivieran en América del Norte y Central pero se extinguieron como consecuencia de la mortal colonización europea", sugiere Hünemeier.

Otros han sugerido que es también probable que un estudio más detallado de los nativos norteamericanos proporcione, eventualmente, algunos individuos con la 'señal Y'. O bien, y esta es la teoría más complicada de asimilar, tal vez los primeros habitantes de Australasia se dirigieron directamente, de alguna manera, hacia las costas de América del Sur.

 "La 'señal Y' de las poblaciones es un rompecabezas", dice Meltzer, "pero esta es una pieza interesante para agregar al trabajo".

Fuentes: sciencemag.org | phys.org | sciencealert.com | 29 de marzo de 2021

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