La industria lítica de Aranbaltza (Vizcaya) ofrece pistas sobre la extinción de los neandertales en la península ibérica

Núcleo bidireccional (bipolaire décalé) típico Chatelperroniense. / Joseba Rios-Garaizar

Muchos de los detalles de la extinción de los neandertales (Homo neanderthalensis) hace unos 40.000 años aún continúan sin estar claros en la actualidad. Saber cómo y cuándo cambiaron sus poblaciones durante los últimos milenios de existencia puede ayudar a dilucidar algunas incógnitas.  

Para ello, un equipo internacional de investigadores, con participación española, examinó la distribución de un complejo de herramientas conocido como Chatelperroniense, que se cree que es exclusivo de ciertas poblaciones de neandertales en Francia y la península ibérica. En conjunto, examinaron más de 5.000 restos de utensilios procedentes del yacimiento  Aranbaltza II en Barrika (Vizcaya), datado en hace unos 45.500 años.

Al comparar este yacimiento con otros cercanos, documentaron que el sistema Chatelperroniense no se solapa en el tiempo con las tecnologías neandertales más antiguas de esta región. Este hecho sugiere que dichas herramientas no se desarrollaron a partir de la tecnología ibérica anterior, sino que se originaron en otro lugar antes de migrar a esta zona. También hallaron que estos utensilios chatelperronienses son anteriores a las primeras herramientas de Homo sapiens en la península ibérica.

Con toda esta información, los autores del trabajo que publica la revista PLoS ONE sugieren que las poblaciones neandertales ibéricas más antiguas desaparecieron y se llevaron consigo sus estilos de herramientas. Posteriormente fueron sustituidas por otros grupos neandertales que utilizaban herramientas chatelperronienses, que probablemente llegaron desde Francia y estas, a su vez, fueron sustituidas por las que la elaboraba el Homo sapiens.   

“Estamos hablando de una desaparición regional de los neandertales con cultura y tecnología musteriense. Llevamos años investigando este proceso y en otros trabajos hemos podido establecer con bastante fiabilidad la fecha de esta desaparición, hace unos 45.000 años”, dice a SINC Joseba Ríos Garaizar (izquierda), científico del Museo Arqueológico de Bilbao.

En Aranbaltza II se han hallado numerosas evidencias de una ocupación de hace unos 44.000 años –es decir, al menos 1.000 años más reciente– con evidencias claras del tecnocomplejo chatelperroniense, sin vínculo alguno con el musteriense previo.

“La combinación de estas dos evidencias, la cronología y la ausencia de filiación tecnológica, nos dan argumentos para defender que estos grupos chatelperronienses ocupaban un territorio que estaba libre,  desocupado”, continúa el arqueólogo.

Selección de artefactos líticos del Châtelperroniense en Aranbaltza II (Barrika, España). / Rios-Garaizar et al.

La desaparición de estas primeras poblaciones

El proceso de extinción del linaje neandertal es muy complejo. La imagen global está más o menos clara para los científicos, pero hay que descender a los casos regionales para poder entender mejor las causas y los detalles de este proceso.

“Creemos que en la región cantábrica tenemos evidencias que refuerzan el peso de los problemas demográficos y la ruptura de las redes de contacto entre los neandertales, como uno de los principales factores de su desaparición”, apunta Joseba Ríos.  "Nuestro trabajo refuerza la idea de que los neandertales estaban sufriendo una crisis, probablemente demográfica, antes de que los humanos modernos llegasen a Europa, y, en este contexto, el proceso de desaparición del linaje neandertal se acelera con la llegada del 'Homo sapiens'".

Sin embargo, el proceso documentado en esta área no es necesariamente exportable a otras regiones, pero indica el camino para testar si lo que se observa en el Cantábrico sucede también en otras regiones de Europa.

De esta forma, los investigadores proponen que estos patrones de extinción y sustitución local de los neandertales serán muy influyentes en el futuro para posteriores estudios, ya que podrían haber desempeñado un papel importante en su declive y desaparición final.

Proceso de excavación de la US4b (Chatelperroniense) en Aranbaltza II. / Joseba Rios-Garaizar)

Las herramientas y su complejidad tecnológica y cultural

Los grupos humanos del Paleolítico conforman sociedades complejas, con una gran identidad cultural que se expresa a través de utensilios, como la tecnología de piedra. Estos grupos están plenamente inmersos en un conjunto de normas técnicas y sociales que conforman su universo cultural.

“Pensamos que se pueden reconocer grupos culturales a partir de la identificación de patrones en los comportamientos técnicos y económicos —formas de ocupar el paisaje, obtención de recursos—, enfatiza. "En el caso del Chatelperroniense se ha defendido que es el resultado de una evolución tecnológica neandertal, centrados en la producción de láminas, especialmente láminas para hacer puntas de lanza (y que tal vez conllevaron también un cambio en las técnicas de caza), mientras que en el periodo anterior, Musteriense, se centran en la producción de lascas. Existen pruebas de ello en zonas de Europa como Périgord (Francia), lo que aporta al caso de Aranbaltza II un ejemplo de una ruptura clara desde el punto de vista técnico y, por tanto, cultural”.

“Esto lo vinculamos con la desaparición local del Musteriense 1.000 años antes de la ocupación de Aranbaltza II. Por todo ello defendemos que el Chatelperroniense viene de la mano de grupos que ocupan la región cantábrica desde Francia”, argumenta el arqueólogo.

En el país vecino existen regiones que muestran un comportamiento técnico y de ocupación del espacio muy semejante al del Cantábrico, concretamente la zona de Bayona y de Bergerac.

En este contexto, los sedimentos de Aranbaltza demuestran que solo mil años después, hace unos 44.000 años, llegaron a la zona cantábrica unos nuevos neandertales, que reemplazaron a los anteriores, provistos de una tecnología Chatelperroniense desarrollada en tierras de la actual Francia, coincidiendo casi al milímetro con el avance de los humanos modernos desde el este y como respuesta a las nuevas ideas y necesidades que estos traían consigo.

Para ello, "los neandertales cambiaron de manera radical su tecnología y su forma de vida" y, como desvela Ríos Garaizar, comenzaron a confeccionar objetos de adorno, como colgantes, de los que antes había muy pocos, así como nuevas herramientas de hueso, madera y piedra".

Excavación en el yacimiento de Aranbaltza (Vizcaya).

"Es como una especie de canto del cisne de los neandertales que resulta especialmente interesante porque no hay muchos yacimientos chatelperronienses, aunque se trata de una tecnología muy clara y muy fácil de identificar que nos permite visualizar a los últimos de su especie "intentando adaptarse a una nueva situación", describe Ríos Garaizar.

Al parecer este cambio tecnológico permitió a estos neandertales cierto éxito, porque durante un breve espacio de tiempo se creó en el occidente de Europa una especie de "territorio chatelperroniense" con cinco regiones diferenciadas: el Cantábrico peninsular; el norte de Cataluña y el sudeste francés; el suroeste galo, la región de Charente y el entorno de París.

El futuro de las investigaciones cantábricas

Los autores del trabajo indican ahora que se debería estudiar un patrón semejante que se documente en otras zonas de Europa. “También sería interesante certificar si hay yacimientos en la meseta norte contemporáneos de los Chatelperronienses del Cantábrico. Igual allí podemos encontrar algunas pistas más acerca del porqué de estos episodios de extinción local. Además, creo que la genética va a seguir dando pistas y confirmando o desmintiendo estos modelos demográficos”, señala.

En el Paleolítico Medio los neandertales vivieron numerosos episodios de cambio cultural,  migraciones y posiblemente extinciones a escala local. Se ha defendido, por ejemplo, que debido al empeoramiento climático del estadio isótopico 4 glacial, se regionalizaron las poblaciones de neandertales, abandonando incluso regiones enteras. “Este tipo de procesos han debido de ser muy frecuentes en el Paleolítico”, concluye Joseba Ríos.

Fuentes: agenciasinc.es | elespanol.com | listindiario.com | 30 de marzo de 2022


 

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