Red social de Arqueologos e Historiadores
Fuente (1)
Con fecha 8 de junio de 2020, la "Magistrada-Juez del Juzgado de lo Penal nº 1 de Vitoria-Gasteiz, Iltma. Sra. Dª ISABEL MARÍA DIEZ-PARDO HERNÁNDEZ..., habiendo visto los presentes autos de procedimiento abreviado núm. 389/2018, por DELITO CONTINUADO DE DAÑOS en el PATRIMONIO HISTÓRICO en concurso con DELITO CONTINUADO de FALSEDAD en DOCUMENTO PRIVADO, y DELITO CONTINUADO DE ESTAFA en concurso con DELITO continuado de FALSEDAD en DOCUMENTO PRIVADO, con la intervención del Ministerio Fiscal, en representación de la acción pública..." (etc.), ha producido finalmente la Sentencia nº 44 /2020, dada a conocer al público ayer día 10, y cuyo Fallo se contiene en las págs. 252-254 del documento, que es accesible a todos en pdf, en este enlace de EiTB.
Habiendo alcanzado el post anterior en Terrae Antiqvae sobre este tema, "Iruña Veleia y sus "revolucionarios" grafitos IX: El auto de apertura de juicio oral" (de 4 de mayo de 2017) casi 95.000 visitas, y 174 páginas con miles de comentarios, parece razonable abrir un nuevo post. Pero, dado que el siempre diligente contertulio Percha ya enlazó y transcribió ayer en él las noticias de tres medios vascos, lo haré yo ahora con la noticia en El País de ayer, como importante medio nacional en hacerse eco de la misma.
Dos años de cárcel por falsear hallazgos arqueológicos en el yacimiento de Iruña-Veleia
La jueza considera que se manipularon piezas para conferirles un valor histórico
Juan Navarro
Bilbao - 10 jun 2020 - 11:55 CEST
El Juzgado de lo Penal 1 de Vitoria-Gasteiz ha condenado a dos años y tres meses de prisión al arqueólogo Eliseo Gil por un delito continuado de estafa y otro de falsedad documental, en el caso de sus hallazgos en el yacimiento de Iruña-Veleia (Álava).El fraude se remonta a 2005 y 2006. Gil anunció que su equipo había dado con unas piezas de arcilla del siglo III que representaban un calvario y que contenían referencias jeroglíficas egipcias y signos de euskera. Este hallazgo era algo revolucionario puesto que adelantaba la aparición de los primeros vocablos escritos en lengua vasca 800 años. Pero el hito ha quedado desmontado en el juicio: la magistrada entiende que en la excavación se realizaron grabados sobre 36 piezas arqueológicas para conferirles así un valor histórico del que carecían, por ser simplemente cerámica ordinaria, y poco relevante, de la época romana.
La Fiscalía —que cifraba en más de cien las intervenciones recientes en las cerámicas— y la Diputación de Álava, personadas como acusación, reclamaban entre cinco años y medio y siete años y medio de cárcel para Gil, pero las “dilaciones en el proceso”, que se ha prolongado durante casi 15 años, han influido en la decisión judicial, según la resolución. La sentencia también condena a un año y tres meses de cárcel a Rubén Cerdán, un supuesto físico nuclear formado en Tel Aviv que elaboró los informes que avalaban la autenticidad de los hallazgos. Gil, según la sentencia, también debe pagar 72 euros, dos euros por cada pieza adulterada. Además, él y su socio tendrán que abonar 12.490 euros a la Diputación Foral de Vitoria, a quien le cobraron el informe irregular valorado en esa suma por el que Cerdán, “movido por el ánimo de obtener un lucro ilícito” según la sentencia, confería relevancia a esos materiales vulgares.
El grupo Lurmen gestionaba los trabajos en el yacimiento Iruña-Veleia y actuaba con una subvención de 3,7 millones de euros a cargo de la sociedad pública Euskotren.El juicio requirió 12 sesiones. En él varios investigadores declararon que se fueron de la excavación por las irregularidades en los métodos. Las piezas valiosas aparecían solo después de pasar por los lavados manuales, y los hallazgos sobre el terreno nunca revelaban incisiones reseñables. Cuando se colocaron cámaras de seguridad en el yacimiento, nunca más volvieron a aparecer restos con el empaque histórico que supuestamente tenían los que habían sido hallados hasta entonces.
Uno de los trabajadores, Óscar Escribano, admitió que falsificó uno de los vestigios a modo de “broma”. Escribano declaró en la primera jornada del juicio y aceptó un año de cárcel.En la sentencia la magistrada admite que no puede confirmarse totalmente si fue Eliseo Gil quien realizó los grabados sobre las piezas cerámicas, pero los conocimientos del arqueólogo y el cargo que ostentaba como director de las operaciones le permitían conocer a la perfección que los materiales que mostraba como únicos eran falsos. “Él mismo o terceros por su encargo tuvieron la ocasión de causar los daños que las piezas presentan”, explica la resolución. Las sospechas ponían a Gil en la diana porque los estudios realizados sobre los materiales mostraban que las grafías se asemejaban mucho a muescas que el propio arqueólogo aplicó en forma de adorno sobre una letrina que se construyó como réplica en la excavación.
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Un primer comentario
La sentencia, tal como se indica a su final (pág. 254) es recurrible por los condenados, entiendo que en un plazo de 20 días: "Notifíquese esta resolución a las partes, haciéndoles saber que contra la misma cabe recurso de apelación ante la Audiencia Provincial de Álava, que se interpondrá en el plazo de diez días, en la forma prevista en el art. 790 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal, plazo que queda ampliado por un plazo igual de diez días, de conformidad con lo dispuesto en el art. 2 del Real Decreto-ley 16/2020, de 28 de abril, de medidas procesales y organizativas para hacer frente al COVID-19 en el ámbito de la Administración de Justicia..." etc.
Después de leer buena parte de la sentencia, y viendo a Eliseo Gil tan solo y tan falto de los decisivos apoyos académicos de la Universidad del País Vasco que tuvo entre marzo y junio de 2006 (y más allá aún...), sin los cuales todo esto nunca habría llegado tan lejos (sobre tan importantes validaciones científicas, que sorprende que Gil no haya usado a fondo en su defensa, la sentencia calla por completo, o incluso directamente no refleja la verdad, como en la pág. 117), el primer comentario que me viene ahora a la cabeza es aquel célebre aforismo que se atribuye al gran Napoléon Bonaparte (que de ambas cosas sabía mucho):
"La victoria tiene muchos padres, pero la derrota es huérfana".
Todos los verdaderos conocedores del larguísimo y complejo "Caso Iruña-Veleia" saben por qué lo digo, y también por qué no puedo decir más. Según otra célebre frase del mayor genio corso, "sólo la verdad es siempre ofensiva"...
(1) Es el ya megafamoso "Calvario", una de las primerísimas fotos de las menos de una decena facilitadas por el Equipo Veleia en las dos primeras semanas de este berenjenal (2006) (no dieron ni una sola de las "euskéricas"), pero que sirvió para, aún sin poder ver la foto, poder "levantar la liebre" ya el 14 de junio de 2006 (el día anterior a la segunda rueda de prensa), gracias al realmente inaudito patinazo de escribir sobre la cruz de Cristo "RIP" en vez de "INRI".
Por cierto que en la sentencia, entre las páginas 155 y 158, la Sra. Juez dedica bastante espacio a esta pieza 12108, llegando a afirmar que "lo cierto es que ha quedado patente en el plenario el error sufrido por los tres expertos citados [a saber: P. Ciprés Torres, J. Santos Yanguas e I. Velázquez Soriano] pues no hay tal inscripción RIP sino tres rayas sobre la cruz, tal como ha puesto de manifiesto la testigo Paloma López Sebastián, técnico en restauración del Museo Arqueológico en el momento de los hechos, en el plenario y ha explicado que, respecto a la pieza del "RIP'' (calvario), cree que no pone ''RIP'', y que en su opinión, son sólo tres rayitas, las mismas que aparecen en otras piezas de Iruña-Veleia y que parece que pone ''RIP" por los desconchados o faltas de barniz (folios 12339 á 12342 de los autos), imágenes que fueron exhibidas en el plenario y que, de haberse estudiado las piezas de forma directa mediante microscopios o algún otro sistema de aumento se hubiera podido apreciar, no siendo suficiente la lupa, aun con 8 aumentos, pues tampoco ha sido observado por los peritos calígrafos Sres. Ezcurra y Martínez Grávalos, como ya he recogido al analizar dicha prueba".
Con el permiso de la Sra. magistrada, y el de la restauradora a la que ella cita, sin el menor espíritu gremial (como es fácil suponer), y porque lo vi desde el principio, ahí no hay "tres rayitas", sino un RIP como una catedral, sólo que al falsario, una de dos, 1) se le escapó el buril y no supo cerrar por arriba la R como debía. O 2) alternativamente, le quedó corto y demasiado recto el travesaño oblicuo de la R, y lo "mejoró" con otro más largo y en la posición correcta. Vamos, ¡si es que vale para algo la opinión de una epigrafista profesional y con alguna experiencia en epígrafes falsos (desde 1990)! Para ver el problema gráfico del letrero no hay que usar lupas ni microscopios potentes, basta con saber algo de Epigrafía.
Y la mejor prueba de que se quiso poner un RIP es que fue eso precisamente lo que E. Gil y J. Santos anunciaron a la prensa y se publicó el 9 de junio de 2006 (¡y viéndolo como "un epitafio normal"!): "En la parte superior de la cruz de la cerámica alavesa aparece escrito RIP (requiescat in pacem [sic!]-descanse en paz) un epitafio que comenzó a utilizarse justo en la época en la que ha sido datada y que se sigue utilizando en nuestra cultura funeraria..." (el enlace ya no funciona, pero se conserva en mi comentario antes citado). La “prueba del 9” del RIP, por tanto, estaba ya contenida en el propio anuncio de este óstrakon en 2006. Por cierto que es un argumento no utilizado hasta el momento (hasta donde sé) por ninguno de los diversos expertos oficialmente convocados. Casualidades…
La foto, muy conocida, procede de esta otra noticia de ayer en otro medio nacional: "El arqueólogo que falseó la historia del euskera y del cristianismo, condenado a dos años y medio".
Ya siento apenarle, ya. Pero ¿No cree que ser selectivo en las lecturas, sobre todo en agosto, puede ser bueno para la salud? De esa novela policíaca, ya me conozco la trama y el desenlace y la prosa no me aporta nada (bueno). Que lo disfrute usted.
Yo no me voy a leer los informes. Tengo otras muchas cosas que hacer antes que eso, desde luego, y posiblemente ni los entendería. De hecho siempre he pensado que algunos están hechos para no ser entendidos y confundir. La excusa del bobo tal vez.
Pero desde que salió la sentencia ha habido gente que ha ido desgranando informes, declaraciones y conclusiones, como también hemos podido ver cómo los medios de comunicación trataban el tema, y me da la sensación de que esto se va a tener que ir corrigiendo, porque clama al cielo la manipulación y las mentiras que se han dicho durante este tiempo.
El otro día comentábamos en Ama Ata el último capítulo de Alberto Santana en ETB y decía yo que como esto dé la vuelta no sé dónde meterán la cabeza él y muchos como él, los más mediáticos y los que más han participado en la manipulación y la mentira.
Me gustaría verlo.
Larra, ¿Qué te hace pensar que, como esto dé la vuelta, sentirán vergüenza? ! Bien !
A lo sumo dirán algo así como: "haber recurrido a tiempo" o "ya estoy jubilado/jubilada" o "esto es agua pasada, hay que mirar delante" o alguna majadería así y punto.
Comunicado de Antonio Rodríguez Colmenero (Catedrático Emérito de Historia Antigua de la Universidad de Santiago de Compostela), Edward C. Harris (MBE, PHD, FSA. Director Ejecutivo Fundador Emérito, Museo Nacional de Bermudas), Xabier Gorrotxategi Nieto (Doctor en Arqueología), Luis Silgo (Doctor en Historia, especialidad Arqueología), Noé Villaverde Vega (Doctor en Arqueología con mención europea), Mikel Albisu (Licenciado en Ciencias Geológicas), María Pilar Alonso (Doctora en Lenguaje y Comunicación), Juan Martín Elexpuru (Doctor en Filología Vasca), Roslyn Frank (Profesora Emérita de la Universidad de Iowa, Iowa City -EE.UU), Ulrike Fritz, (Egiptóloga, Eberhard Karls Universität Tübingen -Alemania), Alicia Satué (Licenciada en Filología Clásica), Miguel Thomson, Científico Titular de los Organismos Públicos de Investigación), Koenraad Van den Driessche (Doctor en Geología, especialidad Geoquímica) y Patxi Zabaleta (abogado y escritor, miembro de Euskaltzaindia).
La ciencia y la sentencia sobre el caso de Iruña-Veleia
Con ocasión del reciente juicio y sentencia sobre el caso de los hallazgos del yacimiento arqueológico de Iruña-Veleia, se han publicado en los medios noticias que distorsionan gravemente la realidad de los hechos. Esta distorsión de la realidad ha traspasado fronteras, llegándose a publicar en dos periódicos británicos de amplia difusión la falsa noticia de que un geólogo se había declarado culpable de falsificar los grafitos, reconociendo que “todo el asunto no era más que una broma” (!). Vemos con preocupación que en el caso de Iruña-Veleia algunos medios están incumpliendo con su función de informar verazmente a la ciudadanía.
Con respecto a la sentencia, es importante destacar que reconoce la inexistencia de pruebas contra el principal encausado, Eliseo Gil, exdirector de la excavación, basándose la condena enteramente en indicios, y que el caso judicial sigue sin resolver, pues Gil ha recurrido su condena, solicitando su absolución.
Pero, aparte de los acontecimientos en la esfera judicial, el caso de Iruña-Veleia tiene una vertiente científica, que gran parte del público desconoce. Y es que lo que ha sido presentado en algunos medios como una “burda falsificación”, es en realidad objeto de una viva y aún no resuelta controversia entre expertos de diversas disciplinas científicas, que sostienen opiniones enfrentadas sobre la autenticidad de los hallazgos. Y la realidad de esta controversia se ha puesto de manifiesto en la sentencia, donde se afirma que existen “opiniones contrapuestas de unos y otros que habrán de ser valoradas en el campo de la ciencia arqueológica, lingüística, epigráfica, etc.” y que “existe controversia entre los diferentes expertos que han podido analizar las piezas acerca de su autenticidad.” El reconocimiento desde instancias judiciales de la controversia científica en torno a los hallazgos de Iruña-Veleia desmiente, por tanto, el mito de la “unanimidad científica” favorable a la falsedad, difundido en noviembre de 2008 desde el Departamento de Cultura de la Diputación Foral de Álava (DFA) y que perdura hasta el día de hoy, alimentado por algunos medios que hacen caso omiso de la realidad. Y la realidad es que numerosos autores en diversos campos (arqueología, epigrafía, lingüística, historia, geología, egiptología) han expresado públicamente, mediante informes, artículos científicos, libros y presentaciones en congresos, sus opiniones y argumentos favorables a la autenticidad de los hallazgos de Iruña-Veleia. Y esta controversia no se ve afectada por la sentencia judicial. Primero, porque el caso judicial sigue sin resolverse, y, segundo, porque las cuestiones científicas deben dirimirse en los foros científicos, como revistas y congresos científicos, no en los tribunales de justicia. Y a esto se refiere la sentencia al afirmar expresamente que las opiniones contrapuestas “habrán de ser valoradas en el campo de la ciencia arqueológica, lingüística, epigráfica, etc.”
No queremos ocultar el hecho de que la sentencia se basa en los análisis realizados por un perito del Instituto del Patrimonio Cultural de España (IPCE) en 36 piezas de Iruña-Veleia (de las más de 400 halladas en el yacimiento) que interpretó como indicativos de ejecución o manipulación recientes de los grafitos grabados en ellas (pese a no presentar resultados de análisis efectuados sobre grafitos de control de edad indubitada, antigua y reciente, que avalen sus interpretaciones, lo que arroja una sombra de duda sobre sus conclusiones), siendo en base a estas analíticas que el exdirector de la excavación fue condenado como autor, “por sí mismo o mediante terceras personas”, de los mismos. Pero tampoco debe omitirse que en ninguno de los otros tres informes sobre análisis físicos entregados al juzgado, procedentes de los peritos de la acusación y de la defensa, así como del mismo IPCE, se llega a la conclusión de que los grafitos sean falsos. Por lo tanto, vemos que en el terreno de las evidencias físicas también existen discrepancias en los peritajes y testimonios judiciales.
Sobre lo que no existen opiniones discrepantes es sobre la edad de las piezas halladas en Iruña-Veleia: su procedencia de época romana, indicada por la datación estratigráfica, que fue evaluada favorablemente por dos prestigiosos arqueólogos internacionales, no es cuestionada por nadie y es reconocida en la propia sentencia. En cuanto a los análisis de carácter lingüístico, epigráfico o físico que proponen fechas para los grafitos incompatibles con la datación estratigráfica, han sido cuestionadas por diversos expertos, que consideran que son compatibles con la época romana. Nosotros creemos que la única manera de poner fin a esta polémica es a través de la ciencia. Por ello hacemos un llamamiento a la DFA, que tiene la custodia de las piezas, para que aquellas que no formen parte del litigio (actualmente centrado solo en 36 piezas cuyos grafitos fueron considerados falsos en la sentencia) sean puestas a disposición de la comunidad científica para la realización de los estudios pertinentes destinados a determinar la antigüedad de los grafitos, su interpretación y su publicación. Así mismo solicitamos que las piezas de Iruña-Veleia que permanecen sin lavar en el Museo de Arqueología de Álava sean lavadas, grabando en video todo el proceso, y que se realicen excavaciones de control en las proximidades de los lugares de hallazgo de los grafitos “excepcionales” por un equipo arqueológico independiente, con el fin de comprobar si se reproducen hallazgos similares.
Los grafitos de Iruña-Veleia, en caso de ser de época romana (y nadie ha demostrado fehacientemente que no lo sean), proporcionan informaciones novedosas y de gran interés sobre el vasco antiguo, la evolución del latín a las lenguas romances y el cristianismo primitivo, por lo que la resolución de la controversia sobre su autenticidad y su estudio científico y publicación pueden ser de enorme transcendencia para nuestro patrimonio histórico y cultural.
Vitoria-Gasteiz, a 26 de agosto de 2020.
Cierto, Antton, no sé cómo se me ha podido pasar semejante idea por la cabeza. Igual porque yo sí sentiría una profunda vergüenza, como he sentido las veces que me he equivocado y he perjudicado a alguien.
Aquí os enlazo a un nuevo análisis de curiosidades y coincidencias entre hallazgos de Vindolanda y hallazgos excepcionales calificados de falsos de Iruña-Veleia. Ya sé que los recalcitrantes dirán que sigue sin demostrar nada pero a mí me parece otra vuelta de tuerca, la enésima, a los argumentos de la Comisión. Muy bien traído por Miguel Thomson.
También será una semejanza que el hallazgo de Vindolanda se documentase in situ, como los de Veleia.
Hombre, Percha. "No están documentados in situ".
In illo tempore no era buena la estrategia de excavación, no había habido suficiente documentación (veréis cuando el nuevo director presente su docuemntación, veréis). Luego fue la caligrafía o la iconografía...las piernas al aire, el pelo con raya en medio...las burdas últimas cenas y las sofisticadas “pasiegas” del patoso Parmenio...ahora es que no han sido documentadas in situ.
Oiga, pues sí...Katxis, pero tampoco es suficiente. No es original o el falsificador pudo hacer la inscripción mientras nosotros comíamos ("yo ya sé quién pudo ser", se atrevió a insinuar uno de los fugitivos)...Hasta tuvo tiempo para imitar los rellenos en los surcos...Y los experimentados arqueólogos no se percataron del cambiazo...
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Y ansí...
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¿Qué tal va la lectura de esa novela policíaca? El policía mayor del reino ha descubierto ya quién es Parmenio, el autor (no se si sabe si autor inmediato o mediato...el muy niñato...) el autor de la mayor falsificación del mundo mundial y parte del extranjero? ¿Ya lo desvela el policía...o lo deja...y continuará en el siguiente capítulo...?
Cuéntame...
Antton, lo de la no documentación in situ no es de ahora, y lo sabe, no sea falso. Se ha debatido sobre ello desde siempre, junto con todas las demás razones que usted pone y muchas más. Recuerdo que se las guardaban para presentarlas en el momento procesal oportuno. Al parecer eso no se ha hecho como se manifiesta en el informe del ESCRBC, donde se dice que apenas son media docena, entre varios centenares de piezas excepcionales, lo que les parece extremadamente raro. Fundamentalmente son las de ese plato donde NO se ve la inscripción. De ello también se queja el Servicio de Restauración de la DFA. Pero claro, ya sabemos que los informes del proceso no les interesan así que no pida ahora que le cuente. Léalos.
Muy apropiado lo suyo, Percha, al decirme a mí que "no sea falso" y hacerlo usted con un nombre falso. Ya le digo yo que Iruña-Veleia tiene la virtud que ponernos ante el espejo. En fin.
Y hablando de falsos, a estas alturas del partido y después de tantos años de conversación, ya me gustaría que mostrara su identidad, usted que tiene la cara (la cara tras una máscara) para decirle a tal que es un mentiroso o a cual que es una falsa egiptóloga, por ejemplo...
Por cierto, habrá leído en su novela policíaca que su falsa egiptóloga es diplomada y master de egiptología en la Fundación Clos–Museo Egipcio de Barcelona. A usted le parecerá poco, nada, y con razón, como veremos cuando usted se identifique.
Y por cierto 2, ¿Ha leído quién le presentó en LURMEN a la egiptóloga Montserrat R.? Emilio Ilarregui, de la Universidad de Segovia, ahora fallecido que por aquel entonces estaba excavando en Egipto. Sí, sí, Emilio Illarregui, el tan amigo de Alicia M. Canto...
Se podrá matizar, sí, claro. Por ejemplo, Carlos Crespo (uno de los tres arqueólogos que se fueron de LURMEN, que sí estaba estaba en aquella comparecencia ante la prensa) debió de contar durante la comida que el marido de Montserrat R. dijo que tal y cual. Pero Carlos Crespo también reconocía ante la policía que sí, que Montserrat R. le dijo bien claro que los signos uno a uno eran jeroglíficos pero que no había texto, que no se podía leer nada...Importante matiz (que se nos ha ocultado)
Im-presio-nante. ¿A que en verdad parece una novela de enredo?. Y ansí, a la espera de su identificación (que es voluntaria, eh? No vaya a sentirse presionado por mi solicitud).
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