Fragmentos óseos (fémur y radio) de un homínido de 1,34 millones de años de edad, el Paranthropus boisei, fueron descubiertos por un equipo internacional de investigadores. Crédito: Universidad de Colorado, Denver.

Fuente: Universidad de Colorado | 5 de diciembre de 2013 (Traducción de G.C.C. para Terrae Antiqvae)

Un ancestro humano caracterizado por huesos muy robustos de la mandíbula y el cráneo, y que era una criatura musculosa, con la parte superior del cuerpo similar a la de un gorila, y mucho más adaptado a su entorno de lo que se pensaba, ha sido descubierto por un equipo de paleontólogos.

Los investigadores encontraron un esqueleto parcial -incluyendo partes del brazo, mano, pierna y fragmentos del pie-, datado en 1,34 millones de años, que pertenece a la especie Paranthropus boisei en un yacimiento de fósiles de la Garganta de Olduvai -Patrimonio Mundial de la Humanidad-, en Tanzania. El hallazgo, publicado en la última edición de la revista científica PLOS ONE, representa una de las más recientes apariciones del Paranthropus boisei antes de su extinción en África oriental.

"Esta es la primera vez que hemos encontrado huesos que sugieren que esta criatura estaba conformada de modo mucho más resistente -combinaba la locomoción bípeda terrestre con alguna conducta arbórea- de lo que previamente habíamos pensado", dijo Charles Musiba  (izquierda), profesor asociado de antropología en la Universidad de Colorado, en Denver, el cual forma parte de un equipo de investigación internacional. "La criatura parece tener los músculos del antebrazo formados para ser utilizados más bien en trepar y manipular con precisión en todo tipo de comportamientos".

Aunque el Parathropus boisei era conocido por sus enormes mandíbulas y cráneo -la antropóloga Mary Leakey descubrió el primer cráneo en 1959 (derecha), en el norte de Tanzania- la construcción y adaptación esquelética del resto del cuerpo de este homínido arcaico eran desconocidas hasta hace poco.

Durante las excavaciones en Olduvai en 2010-2011, el equipo descubrió el esqueleto parcial de un gran individuo adulto, el cual está representado por varios dientes y partes del esqueleto. Otros miembros del equipo son Manuel Domínguez-Rodrigo, profesor de antropología y prehistoria en la Universidad Complutense de Madrid; Audax Mabulla, profesor asociado de arqueología en la Universidad de Dar es Salaam, Tanzania; Gail Ashley, profesora de ciencias geológicas en la Universidad de Rutgers; David Uribelarrea, profesor de geología en la Universidad Complutense de Madrid; Henry Bunn, profesor de antropología en la Universidad de Wisconsin-Madison, y Travis Pickering, profesor de antropología en la Universidad de Wisconsin-Madison.

El Parathropus boisei fue una especie longeva de homínido arcaico que evolucionó en África oriental hace unos 2,3 millones de años. En ausencia de pruebas de otros restos óseos, se asumía comúnmente que el esqueleto del Paranthopus boisei era como el de las especies más antiguas del género  Australopithecus, de la que el Paranthropus boisei probablemente habría evolucionado.

Foto: Piezas dentales halladas del Paranthropus boisei.

"Estamos comenzando a entender la fisiología de estos individuos, de esta especie en particular, y cómo realmente se adaptó al tipo de hábitat en el que vivió", dijo Musiba. "Sabíamos qué tipo de alimento comía -era omnívoro, inclinándose más hacia los vegetales-, pero ahora sabemos más: cómo andaba y que también trepaba a los árboles".

El tamaño de los huesos sugiere que tenía fuertes antebrazos y un cuerpo superior poderoso. "Pertence a una rama diferente de nuestro árbol genealógico", dijo Musiba. "Llegó más tarde que otros homínidos, por lo que la pregunta ahora es "¿qué pasó con él?. Vamos a trabajar más en su biomecánica y ver qué más estaba haciendo esta criatura".

Musiba señaló que la criatura probablemente tenía 100 ó 135 centímetros  de altura y poseía una estructura robusta. "Sabemos que era muy fuerte. No hay precedentes de haber encontrado un individuo así. Cuanto más fuerte, más adaptativo eres".

En el verano de 2014, los huesos hallados se mostrarán como parte de una gran exposición sobre los orígenes humanos en Dar es Salaam, Tanzania. La exposición será conjunta con el Museo de la Evolución Humana de Burgos, España, el Museo Regional de Arqueología de Madrid y el Museo Nacional de Dar es Salaam.

Con cada hallazgo los científicos están añadiendo comprensión sobre cómo los humanos evolucionaron y se adaptaron a su entorno a través del tiempo. "Cuanto más fósiles encontramos, más estamos aprendiendo acerca de la historia de estas especies", dijo finalmete Musiba.

Foto: Restos del cúbito y el radio del Paranthropus boisei

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