El descubrimiento en Kenia de herramientas de piedra de unos 2,9 millones de años de antigüedad replantea la incógnita de quién las hizo primero

El análisis de los patrones de desgaste de 30 de las herramientas de piedra encontradas en el sitio mostró que se habían utilizado para cortar, raspar y golpear animales y plantas.

A lo largo de las orillas del lago Victoria en Kenia, África, hace aproximadamente 2,9 millones de años, los primeros ancestros humanos utilizaron algunas de las herramientas de piedra más antiguas para descuartizar hipopótamos y machacar material vegetal, según demuestra una nueva investigación dirigida por científicos del Museo Nacional de Historia Natural del Smithsonian  y Queens College, la Universidad de la Ciudad de New York, así como los Museos Nacionales de Keniala Universidad John Moores de Liverpool y el Museo de Historia Natural de Cleveland.

El estudio, publicado en la revista Science, presenta lo que probablemente sean los ejemplos más antiguos de una innovación de la Edad de Piedra enormemente importante conocida por los científicos como tecnologia Olduvayense, así como la evidencia más antigua de homínidos que consumían animales  grandes. "Aunque múltiples líneas de evidencia sugieren que es probable que los artefactos tengan alrededor de 2,9 millones de años, los mismos se pueden fechar de forma más conservadora entre 2,6 y 3 millones de años", dice el autor principal del estudio, Thomas Plummer, del Queens College e investigador asociado al equipo del  Programa Orígenes Humanos del Smithsonian.  

Las excavaciones realizadas en un lugar llamado Nyayanga y ubicado en la península de Homa en el oeste de Kenia, también proporcionaron un par de grandes molares pertenecientes a un pariente evolutivo cercano a la especie humana: el Paranthropus. "Los molares encontrados son los restos  fosilizados de esta especie más antiguos que se hayan encontrado hasta ahora, y su presencia en un yacimiento cargado de herramientas de piedra plantea preguntas intrigantes sobre qué antepasado humano hizo dichas herramientas", señala Rick Potts (derecha), autor también principal del estudio y perteneciente al Fondo Peter Buck para la Investigación de los Orígenes Humanos en el Museo Nacional de Historia Natural. 

“La suposición entre los investigadores ha sido durante mucho tiempo que solo el género 'Homo', al que pertenecen los humanos, era capaz de fabricar herramientas de piedra”, recuerda Potts. "Pero encontrar al 'Paranthropus' junto a estas herramientas de piedra abre una intriga fascinante". 

Cualquiera que sea el linaje del homínido responsable de las herramientas, estas se encuentran a más de 1288 kilómetros de los ejemplos más antiguos conocidos hallados en la Garganta de Olduvai, esto es, herramientas de 2,6 millones de años de antigüedad desenterradas en Ledi-Geraru, Etiopía, lo que amplía enormemente el área asociada con los primeros orígenes de la tecnología Olduvayense. Además, las herramientas de piedra del sitio en Etiopía no pudieron vincularse a ninguna función o uso en particular, lo que llevó a especular sobre cuáles podrían haber sido los primeros usos del conjunto de herramientas olduvayenses.

Los restos de dos dientes de homínido se encontraron junto a las herramientas de piedra y restos de hipopótamos.

A través del análisis de los patrones de desgaste en las herramientas de piedra, y de los huesos de animales descubiertos en Nyayanga, el equipo de arqueólogos muestra que estas herramientas de piedra fueron utilizadas por los primeros ancestros humanos para procesar una amplia gama de materiales y alimentos, incluidas las plantas, la carne e incluso la médula ósea. 

El conjunto de herramientas olduvayenses incluye tres tipos: martillos, núcleos y lascas. Los martillos se pueden usar para golpear otras rocas y crear nuevas herramientas o para machacar otros materiales.  Los núcleos suelen tener una forma angular u ovalada, y cuando se golpean en ángulo con un percutor, el núcleo se parte en una pieza o lasca, que se puede usar para cortar o raspar o refinar la herramienta aún más con un percutor. 

“Con estas herramientas se puede aplastar cualquier cosa mejor que la muela de un elefante y cortar mejor que el canino de un león”, dice Potts. “La tecnología olduvayense era como desarrollar repentinamente un nuevo juego de dientes fuera de tu cuerpo, y abrió una nueva variedad de alimentos en la sabana africana para nuestros antepasados”.

Potts y Plummer fueron atraídos por primera vez a la península de Homa, en Kenia, por los informes que aludían a un gran número de monos parecidos a babuinos, ya fosilizados, llamados Theropithecus oswaldi, que a menudo se encuentran junto con evidencias de antepasados ​​humanos. Después de muchas visitas a la península de homa, un hombre local, llamado Peter Onyango, que trabajaba con el equipo, sugirió que se buscaran fósiles y herramientas de piedra erosionadas en un sitio cercano que finalmente se llamó Nyayanga en honor a una playa adyacente.

Esqueleto de hipopótamo fósil y herramientas de piedra se muestran en julio de 2016 en el sitio de Nyayanga en Kenia.

A partir de 2015, una serie de excavaciones en Nyayanga arrojó un tesoro de 330 artefactos, 1776 huesos de animales y los dos molares de homínidos identificados como pertenecientes a  Paranthropus.  Los artefactos, dijo Plummer, eran claramente parte del avance tecnológico de la Edad de Piedra que constituyen el conjunto de herramientas de la Garganta de Olduvai.

 

En comparación con las únicas otras herramientas de piedra que se sabe que las precedieron, un conjunto de artefactos de 3,3 millones de años de antigüedad desenterrados en un sitio llamado Lomekwi 3, justo al oeste del lago Turkana, en Kenia, las herramientas olduvayenses fueron una mejora significativa en cuanto a sofisticación. Las herramientas olduvayenses se producían de modo sistemático, y, a menudo, se fabricaban utilizando lo que se conoce como "percusión a mano alzada", lo que significa que un núcleo lítico se sostenía con una mano y luego se le golpeaba con un martillo empuñado en la otra mano en el ángulo correcto para producir una lasca, una técnica que requiere bastante destreza y habilidad. 

Huesos fosilizados dañados por herramientas de piedra.

Por el contrario, la mayoría de los artefactos de Lomekwi 3 se crearon usando grandes rocas estacionarias como yunques, con el fabricante de herramientas golpeando un núcleo contra la piedra plana del yunque y así obtener lascas afiladas, o bien colocando el núcleo sobre el yunque y golpeándolo repetidamente con un martillo. Estos dos últimos modos de fabricación eran más rudimentarios, dando  como resultado herramientas más grandes, más toscas y de aspecto más desordenado. 

Con el tiempo, el conjunto de herramientas olduvayenses se extendió por toda África, llegando incluso hasta las actuales Georgia y China, y no fue reemplazado o modificado de manera significativa hasta hace unos 1,7 millones de años, cuando aparecieron por primera vez las hachas de mano bifaciales de la cultura Achelense.

Lascas de piedra como esta, de tipo olduvayense, podrían cortar la piel de los animales.

Como parte de su estudio, los investigadores realizaron un análisis microscópico de los patrones de desgaste de las herramientas de piedra con el fin de determinar cómo se usaron, al tiempo que examinaron los huesos que presentaban posibles marcas de corte u otros tipos de daños que podrían provenir de las herramientas de piedra.

El yacimiento hallado presentaba al menos los restos de tres hipopótamos individuales. Dos de estos esqueletos incompletos incluían huesos que mostraban signos de carnicería. El equipo encontró una marca de corte profundo en el fragmento de una costilla de hipopótamo, así com una serie de cuatro cortes paralelos cortos en la espinilla de otro. Plummer dijo que también hallaron huesos de antílope que mostraban evidencias de corte en la carne realizados con lascas de piedra o huesos aplastados con martillos para extraerles la médula.

El análisis de los patrones de desgaste de 30 de las herramientas de piedra encontradas mostró que se habían utilizado para cortar, raspar y golpear animales y plantas. Debido a que estos homínidos no habrían aprovechado el fuego durante los 2 millones de años siguientes, más o menos, estos fabricantes de herramientas de piedra habrían comido todo crudo, a base de machacar la carne y crear algo así como un tartar de hipopótamo para que fuera más fácil de masticar.

Foto: Este es el sitio de Nyayanga en julio de 2014 antes de la excavación. Los sedimentos de color canela y marrón rojizo son donde se desenterraron los fósiles y las herramientas olduvayenses. TW Plummer / Proyecto Paleoantropológico de la Península Homa.

Mediante una combinación de técnicas de datación, incluida la tasa de descomposición de los elementos radiactivos, las inversiones del campo magnético de la Tierra y la presencia de ciertos animales fósiles cuyo tiempo en el registro fósil está bien establecido, el equipo de investigación pudo datar los elementos recuperados de Nyayanga a entre 2,58 y 3 millones de años.

“Este es uno de los ejemplos más antiguos, si no el más antiguo, repito, de la tecnología olduvayense”, dijo Plummer. “Ello demuestra que este conjunto de herramientas se distribuyó más ampliamente en una fecha anterior de lo que la gente pensaba, y que se utilizó para procesar una amplia variedad de tejidos vegetales y animales. No sabemos con certeza cuál fue el significado adaptativo, pero la variedad de usos sugiere que fue importante para estos homínidos”. 

El descubrimiento de dientes del Paranthropus de mandíbula musculosa, junto con estas herramientas de piedra, plantea la pregunta de si podría haber sido este linaje, en lugar del género Homo, el que creó las primeras herramientas de piedra olduvayenses, o tal vez, incluso, si múltiples linajes estuvieron implicados en su elaboración casi al mismo tiempo. 

Foto: Yacimiento arqueológico en Nyayanga, Kenia. Fuente: JS Oliver, Proyecto de Paleoantropología de la península Homa.

Las excavaciones detrás de este estudio ofrecen, además, una instantánea del mundo que habitaron los antepasados ​​de los humanos y ayuda a ilustrar las formas en que la tecnología de la piedra permitió a estos primeros homínidos adaptarse a diferentes entornos y, en última instancia, dar lugar a la especie humana.

“África oriental no fue una cuna estable para los antepasados ​​de nuestra especie”, asevera Potts. “Era más un caldero hirviendo de cambio ambiental, con aguaceros y sequías y un menú de alimentos diversos y en constante cambio. Las herramientas de piedra de la Gargante de Olduvai pudieron haber ayudado a los primeros fabricantes de herramientas a adaptarse a nuevos lugares y enfrentarse a nuevas oportunidades de comida, ya fuera un hipopótamo muerto o una raíz con almidón”.

Esta investigación fue apoyada por fondos del Smithsonian, la Fundación Leakey, la Fundación Nacional de Ciencias, la Fundación Wenner-Gren, la Universidad de la Ciudad de Nueva York, la Fundación Donner y el Fondo Peter Buck para la Investigación de los Orígenes Humanos.

Fuentes: si.edu | english.elpais.com | cnn.com | 9 de febrero de 2023

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