Por ello, han decidido integrar en la visita a la galería estos restos de valor histórico, junto con un documental que reconstruye, a través de un modelo 3D, los sucesivos recintos amurallados de la ciudad de Madrid, desde la fundación del primer castillo hasta el momento actual.
Hasta ahora, el tramo de la muralla islámica mejor conservado se situaba en la Cuesta de la Vega, en el actual parque del emir Mohamed I. Sin embargo, como ha asegurado Álvaro Soler, jefe del departamento de la Real Armería del Palacio Real de Madrid, la situada en la Galería de las Colecciones Reales es la única puerta que se conoce que se conserva en alzado. “Cuesta de la Vega está arrasada, pero esta muralla está entera hasta un metro setenta de altura, lo que la hace totalmente inusual”, ha matizado.
Vestigios de la muralla musulmana de Madrid (Mayrīt, مجريط), España. En el Parque del Emir Mohamed I, junto a la Cuesta de la Vega. La muralla fue construida en el siglo IX, durante el reinado del Emir Mohamed I de Córdoba. Detrás, la cripta neorrománica de la Catedral de la Almudena.
En este sentido, Soler ha hecho hincapié en la importancia de este hallazgo: “Ahora Madrid sí que tiene vestigios de verdad fundacionales”, y ha señalado que “somos la única capital de la Unión Europea con un pasado musulmán fundacional”. Entre otras cosas, ha asegurado, ha sido la técnica empleada en su construcción, con un aparejo de grandes sillares, junto con la escasa distancia entre las torres, y la inclusión de una base o zarpa escalonada, lo que ha permitido datar el origen de la edificación en el siglo IX, cuando el emir de Córdoba construyó un conjunto de fortificaciones para proteger Toledo.
Según ha explicado el jefe del departamento de la Real Armería del Palacio Real, la muralla se trata de una puerta fundacional que miraba al río Manzanares y aparece documentada en dibujos del siglo XVI. Además, ha señalado que estuvo en uso al menos hasta el siglo XIII, cuando el crecimiento de la ciudad absorbió la fortificación. Una vez que la muralla perdió su uso militar, el muro se aprovechó para adosar viviendas construidas con el típico aparejo toledano.
Asimismo, Soler ha afirmado que durante las excavaciones también han sido hallados miles de objetos, entre ellos porcelana china del siglo XVI y XVII o apliques de bronce dorado del siglo XIII, que todavía están en proceso de identificación y que pronto se expondrán en la sala. Sin embargo, ha confirmado que no se han encontrado restos visigodos entre los hallazgos.
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