Bermúdez de Castro cuestiona que la mandíbula de la Sima del Elefante sea de un 'Homo antecessor'

Vía: ABC | EFE| 26 de abril de 2011

 

Uno de los codirectores de Atapuerca, José María Bermúdez de Castro, cuestiona en un artículo que publica la revista "Journal of Human Evolution" que la mandíbula encontrada en la Sima del Elefante de Atapuerca en 2007 corresponda a un Homo antecessor, especie catalogada por primera vez en estos yacimientos.

En los estudios publicados en su día por el propio equipo de Atapuerca, que dirige Bermúdez de Castro junto a Eudald Carbonell y Juan Luis Arsuaga, se concluía que dicha mandíbula es el fósil de homínido más antiguo de Europa, con una antigüedad de entre 1,2 y 1,3 millones de años y que correspondía a la especie Homo antecessor.

José María Bermúdez de Castro (izquierda) Y Eudald Carbonell, codirectores del Proyecto Atapuerca, observan la mandíbula humana  hallada en la campaña del 2007 en la Sima del Elefante, Sierra de Atapuerca. Foto: Jordi Mestre (EIA)

 

 

El artículo de Bermúdez de Castro, titulado "Early Pleistocene human mandible from Sima del Elefante (TE) cave site in Sierra de Atapuerca (Spain): A comparative morphological study" (Mandíbula humana del Pleistoceno Temprano de Sima del Elefante situada en la Sierra de Atapuerca: Un estudio comparativo morfológico"), parte de un estudio a fondo de la mandíbula para concluir que "podría no pertenecer a ninguna especie conocida", según fuentes del Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana.

Los resultados de este estudio serán presentados de forma oficial el próximo día 28 abril en dicho Centro Nacional de Investigación, del que Bermúdez de Castro es director.

 En la misma publicación científica especializada se ha incluido un segundo artículo dedicado a la misma mandíbula, elaborado por un equipo dirigido por María Martinón-Torres (Foto a la izquierda) responsable del Grupo de Antropología dental del Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana.

 

Bajo el título "Early Pleistocene human mandible from Sima del Elefante (TE) cave ... (Mandíbula humana del Pleistoceno Temprano de Sima del Elefante situada en la Sierra de Atapuerca: Estudio paleopatológico) este segundo artículo ofrece las conclusiones de un estudio detallado de las severas patologías dentales sufridas por este individuo del Pleistoceno Inferior, algunas de ellas muy similares a las que padece hoy el hombre moderno.

 

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Estamos de nuevo ante un notición. Ya no sólo la mandíbula hallada en la Sima del Elefante era el fósil de un homínido más antiguo de Europa, sino que ahora resulta que no se corresponde con un Homo antecessor, y además podría no pertenecer a ninguna de las especies conocidas, tal como afirman. Luego, eso quiere decir que estamos entonces ante una nueva especie de homínido, lo que significa que son palabras mayores.

 

No sé hasta qué punto la comunidad científica aceptará este diagnóstico de buen grado. Lo más probable es que surjan fuertes discrepancias, sobre todo porque con un sólo fósil es muy aventurado hablar de que pertenece a una especie no conocida. De hecho, muchos investigadores han venido cuestionando que los propios fósiles adscritos al llamado Homo antecessor constituyan una especie distinta, considerándolos como pertenecientes bien al Homo heidelbergensis, bien a una variedad de Homo erectus/Homo ergaster. Si los más de 80 fósiles de Homo antecessor no han bastado para convencer a parte de la comunidad científica de que éste constituye una nueva especie, podemos imaginarnos lo que puede suceder con una sola mandíbula parcial.

 

En cualquier caso, habrá que esperar a ver si proporcionan más información al respecto (No he podido conseguir el enlace de la primera publicación  en "Journal of Human Evolution". Se conoce que todavía no está disponible). Mañana jueves, dia 28, dicen que habrá una presentación pública de la investigación llevada a cabo. Esperaremos, pues, a ver qué nuevos detalles nos proporcionan. La cuestión, qué duda cabe, se presenta sumamente interesante.

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Comentario por Guillermo Caso de los Cobos el abril 27, 2011 a las 10:14pm

Antes de que mañana jueves José María Bermúdez de Castro amplíe los detalles de su último trabajo sobre la mandíbula hallada en la Sima del Elefante, el diario EL MUNDO nos da un pequeño avance. Cabe destacar, como era de esperar, que el director del Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana diga "que no se puede hablar por el momento de una nueva especie porque "faltan datos" y otros fósiles para completar la visión científica". 

 

Mandíbula encontrada en la Sima del Elefante. Foto: Ical

 

Vía: EL MUNDO | EFE | 27 de abril de 2011 

 

El equipo de investigación de los yacimientos de Atapuerca trabaja en una revisión de la teoría de la evolución humana en base a los hallazgos de fósiles de homínidos en la sierra burgalesa declarada Patrimonio de la Humanidad, ha asegurado este miércoles José María Bermudez de Castro, codirector del equipo.

 

No obstante, ha reconocido que están actuando de forma "prudente" y que sólo han avanzado algunos "aspectos" en publicaciones científicas.

 

Bermúdez de Castro, que también dirige el Centro Nacional de Investigación sobre Evolución Humana (CENIEH), ha convocado a los medios de comunicación a una rueda de prensa que tendrá lugar este jueves en la que ha anunciado que ofrecerá más detalles.

 

Sin embargo, en declaraciones a Efe ha reconocido que, aunque en los congresos científicos se habla mucho de Atapuerca, parte de la comunidad científica "sobre todo la anglosajona" es un tanto reticente a aceptar la importancia de las novedades que se pueden desprender de este yacimiento.

 

"Algunos siguen hablando de fósiles encontrados hace 50 años, revisando una y otra vez, cuando en Atapuerca se han extraído 7.000 fósiles humanos, que es una barbaridad", ha explicado el científico.

 

Entre los hallazgos que pueden llevar a esa "revisión" de la teoría de la evolución humana y sus secuencias se encuentra la mandíbula encontrada en los yacimientos en 2007, que los estudios posteriores han confirmado como la más antigua de Europa occidental, datada entre hace 1,2 y 1,3 millones de años.

Portada de la revista 'Nature'

El equipo de investigación de Atapuerca consiguió que la mandíbula fuera portada de la revista científica Nature en marzo de 2008.

 

Entonces apuntaron como "probable" que correspondiera a un Homo antecessor, una especie identificada por primera vez en Atapuerca, de la que se han encontrado restos de unos 900.000 años.

 

Sin embargo, el propio Bermúdez de Castro suscribe un nuevo artículo en el último número de la revista "Journal of human evolution" en el que se concluye que los nuevos estudios realizados "dejan en cuestión que pertenezca a un Homo antecessor".

 

El director del CENIEH ha reconocido que no se puede hablar por el momento de una nueva especie porque "faltan datos" y otros fósiles para completar la visión científica.

 

En este sentido, ha expresado su deseo de que se pueda realizar lo antes posible, probablemente en la campaña de excavaciones de este verano, una excavación en extensión del nivel donde se encontró la mandíbula, en la Sima del Elefante.

 

Para que sea posible es necesario que se construya un puente sobre la trinchera del ferrocarril que permita a los paleontólogos trabajar debajo y retirar unos 20 ó 30 centímetros de tierra que cubren el nivel donde creen que puede haber más restos de la misma antigüedad.

 

Bermúdez de Castro ha afirmado que se trata de una obra que no será demasiado cara y que la Junta de Castilla y León ya se ha comprometido a realizarla, de manera que el puente pueda soportar el paso de personas y vehículos ligeros y deje libre la parte inferior.

Comentario por Guillermo Caso de los Cobos el abril 28, 2011 a las 11:56am

Otro avance más en el que se presentan algunos detalles de interés sobre esta emblemática mandíbula.

 

Un humano desconocido vivió en Atapuerca

Los expertos reconocen que no pueden identificar la mandíbula más antigua de Europa, hallada en Burgos

 

Vía: Público.es | Nuño Domínguez| 28 de abril de 2011

 

La identidad del primer europeo acaba de diluirse en un misterio, por ahora, sin solución. Tras más de tres años de análisis, los responsables del yacimiento de Atapuerca acaban de reconocer que no saben a qué especie perteneció la mítica mandíbula de 1,2 millones de años que hallaron en esta sierra de Burgos en 2007 y que constituye el resto humano más antiguo de Europa.

 

En 2008, el fósil fue atribuido de forma provisional al Homo antecessor, la especie característica del yacimiento burgalés. Pero tras un análisis más completo sus descubridores señalan ahora que la mandíbula no basta para saber si su dueño fue un Homo  antecessor o una especie nueva que, de confirmarse, sería el nuevo primer europeo.

 

"De repente tenemos una duda tremenda, necesitamos encontrar más fósiles", apremia José María Bermúdez de Castro, codirector de las excavaciones. Su equipo planea presentar hoy estos resultados en Burgos y los publicará en el Journal of Human Evolution junto a una detallada descripción de las patologías dentales que presentaba aquel adulto misterioso a quien, según los datos, se lo comieron. "Es imposible saber quién se lo comió, pero pensamos que fue por competencia entre tribus", apunta Bermúdez de Castro.

 

El dueño de la mandíbula queda consignado ahora como Homo sp, es decir, un humano indefinido, desconocido hasta que aparezcan nuevos restos en la Sima del Elefante, la excavación de Atapuerca que araña el periodo más remoto de la prehistoria Europea en este rincón de Burgos. "En otros casos, el ADN ha permitido resolver las dudas, pero aquí es imposible por la antigüedad", explica Eudald Carbonell, codirector de Atapuerca.

 

Hasta ahora, el reinado del Homo antecessor en Atapuerca se extendía desde hace 1,2 millones de años hasta hace unos 800.000, fecha de los restos de otros individuos desenterrados en la Gran Dolina, otro yacimiento cercano a la Sima del Elefante (200 metros), pero separado por unos 400.000 años. Ahora, ese reinado se reduce y se hace más complejo.

 

Según el estudio de Bermúdez de Castro y el resto de su equipo, la parte exterior de la mandíbula muestra rasgos primitivos que emparentarían a su dueño con el Homo georgicus, que vivió hace unos 1,8 millones de años en Dmanisi (Georgia) y sería uno de los primeros humanos en haber dejado la cuna africana para adentrarse en Eurasia.

 

Sin embargo, la cara interna de la mandíbula es muy evolucionada. En esta parte, "a quien más se parece es a nosotros", reconoce Bermúdez de Castro.

 

"Creo que es bueno que sean cautos", opina Chris Stringer (foto a la izquierda), investigador del Museo de Historia Natural de Londres, quien en 2010 anunció herramientas de piedra de hace 900.000 años desenterradas en Inglaterra que pudieron ser hechas por el Homo antecessor. "Esperemos que se encuentre más material que ayude a responder las incógnitas", señala.

Presión política

El anuncio de hoy de los responsables de Atapuerca no está exento de intención política. Según Bermúdez de Castro, su equipo intenta "presionar a la Junta [de Castilla y León]" para que aporte los fondos para construir una pasarela de personas y vehículos ligeros que permita seguir excavando en la Sima del Elefante. "Es un proyecto aprobado, pero queremos que se haga antes de esta campaña", señala Bermúdez de Castro. El tiempo apremia. Las excavaciones se reanudan el 15 de junio y continuarán hasta el 25 del mes siguiente.

El primer europeo usaba palillo

Agresivo

La mandíbula inferior de Atapuerca conserva varios dientes que prueban una "masticación muy agresiva", según el estudio dirigido por María Martinón-Torres, doctora del Centro Nacional de Investigación sobre Evolución Humana, en Burgos. Tanto es así que sus dientes crecían durante toda la vida para compensar el desgaste.

Quistes

El individuo sufrió dos infecciones dentales que dieron lugar a sendos quistes que le deformaron el hueso.

Dientes que giran

La masticación era tan fuerte que los dientes giraban dentro de los alveolos, los huecos del hueso donde van encajados. Para reforzarlos, estos humanos generaban una mayor cantidad de cemento dental.

Palillo

Los dientes conservan marcas de desgaste al ser limpiados con mondadientes improvisados.

Vida sin fuego

En conjunto, la mandíbula muestra una "mordedura en abanico" con dientes "muy castigados" y hacia afuera. Es la mandíbula de un humano que vivió sin dominar el fuego y cuyos alimentos llevaban tierra y otros residuos que dañaban su dentadura.

 

 

Comentario por Guillermo Caso de los Cobos el abril 28, 2011 a las 4:34pm

Foto: El director del Centro Nacional de Investigación Humana y codirector de Atapuerca, José María Bermúdez de Castro, y la investigadora María Martinón, durante la presentación de dos artículos en los que cuestionan que la mandíbula de la Sima del Elefante encontrada en 2007 sea de un Homo antecessor. EFE/Santi Otero

 

Científicos del CENIEH afirman que el origen de los primeros europeos es asiático y no africano como se pensaba

 

Es una de las conclusiones de las investigaciones que se están llevando a cabo sobre “un nuevo escenario evolutivo para poder entender la evolución humana en Europa”

 

Vía: nortedecastilla.es | 28 de abril de 2011

 

Científicos del Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana (Cenieh) afirmaron hoy en Burgos que el origen de los primeros europeos es asiático y no africano como se pensaba hasta ahora. Se trata de una de las conclusiones que se extraen de las investigaciones que están llevando a cabo durante los últimos años, según explicaron el director del Cenieh, José María Bermúdez de Castro, y la responsable del Grupo de Antropología dental del Cenieh, María Martinón-Torres.


En este sentido, Bermúdez de Castro indicó que se está trabajando en “un nuevo escenario evolutivo para poder entender la evolución humana en Europa”. Así, Martinón-Torres argumentó que “en las investigaciones que estamos llevando a cabo durante los últimos años estamos viendo que las poblaciones de Europa no tienen por qué venir de África”.

 

“Estamos acostumbrados a tener una visión de la evolución humana y de las especies un poco afrocentrista, como que todo lo que está fuera de África es porque ha salido de África”, manifestó, y agregó que “lo que estamos viendo es que probablemente no está en África, porque no son africanos, y, de hecho, al hacer un estudio más detallado de todos los fósiles, incluyendo también los que hay en Asia, hemos visto que todas estas poblaciones europeas, que todas las poblaciones de TD-6 que estamos viendo, incluso un poco los pre neandertales, se parecen más a las poblaciones que conocemos en Asia que a las poblaciones africanas”.

 

La doctora indicó que “esto nos hace inferir que el parentesco entre europeos y asiáticos, las poblaciones del Pleistoceno, es más cercano y que es posible que entre ellos hayan compartido un ancestro común y no con las poblaciones africanas”. Por ello, aseguró que “el origen de los primeros europeos es un origen asiático” y precisó que “eso no quiere decir que hayan tenido que venir desde el extremo oriental de China, pero sí tenemos que ver que hay una zona, el Próximo Oriente, que es un verdadero cruce de caminos y de carreteras, de dispersiones entre todos los continentes, y que es realmente un punto caliente de biodiversidad”.

 

“Ahí se produce cruce de poblaciones una vez que éstas están fuera de África, y, a no ser que haya una barrera geográfica, climática o de medios, se van a ir dispersando hacia un lado y otro del continente”, añadió. Martinón-Torres consideró que “eso creemos que es lo que ha pasado; una vez que las poblaciones han salido ya  de África tenemos la evidencia, que conocemos hoy más clara, con los homínidos de D'manisi, los cuales se han expandido a izquierda y a derecha del mapa, a este y oeste, si no ha habido ningún contratiempo”.

 

Identidad europea

 En ese sentido, la científica del Cenieh sostuvo que “todas estas poblaciones, los primeros europeos no vienen de África” y además añadió que “no sólo ya África es menos importante en la historia de los europeos, sino que creemos que tenemos también una identidad europea”.

 

Así, explicó que “lo que está sucediendo aquí es algo particular y propiamente europeo, probablemente. Independientemente de que sepamos decir si la mandíbula de la Sima del Elefante pertenece o no a la misma población de 'Homo antecessor' de los fósiles de Gran Dolina, sí que identificamos algo que es característicamente europeo y que lo hace diferente de los fósiles que se encuentran en África y Asia”. Estas son las líneas en las que están trabajando desde el Cenieh.

 

Oposición de la ciencia anglosajona

 Finalmente, Bermúdez de Castro relató que cuando intentaron hace dos años publicar estas conclusiones en las revistas especializadas de la ciencia anglosajona, que es la oficial, ésta “se opuso de forma radical” y apuntó que “pusieron tantas pegas que casi nos obligaron a retirarlo”. “Hay que modificar todo y tenéis que decir lo que decimos nosotros”, les exigían desde la ciencia oficial, según comentó el director del Cenieh.

 

Por este motivo, Bermúdez de Castro argumentó que están publicando estas ideas en diferentes artículos “de manera que vamos introduciendo en la ciencia oficial las ideas poco a poco para cuando estén convencidos de nuestra forma de pensar” porque, según aseguró, “tenemos la suerte” de tener el 95 por ciento de todos los fósiles de Pleistoceno Inferior y Medio en Atapuerca. También destacó que España es el segundo país, detrás de Estados Unidos, en publicar más artículos en la prestigiosa revista ‘Journal of Human Evolution’, por delante de Reino Unido.  

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El origen de los primero europeos podría ser asiático y no africano, según un estudio de restos hallados en Atapuerca

Vía: 20minutos.es | Europa Press| 28 de abril de 2011

 

La mandíbula localizada en la Sima del Elefante en 2007, en los yacimiento de la sierra de Atapuerca, en Burgos, podría pertenecer a una especie desconocida, a medio camino entre el Homo antecessor y el Homo georgicus de Dmanisi (Georgia), según estudios elaborados por los investigadores del CENIEH (Centro Nacional de Investigación de la Evolución Humana).

Esta investigación, con José María Bermúdez de Castro a la cabeza, cuestionan la adjudicación provisional del fósil a la especie antecessor. Esta investigación, que comenzó en 2006, abre la puerta a una nueva identidad europea, desconectada de los ejemplares africanos, y que contribuye a asentar la teoría de que el origen de los primeros europeos está en Asia y no en África, como ha explicado José María Bermúdez de Castro.

 

Al respecto, ha precisado que tras el descubrimiento de la mandíbula y los primeros estudios realizados fue asignada provisionalmente a la especie Homo antecessor, pero "la revisión más exhaustiva del hueso" les ha proporcionado nueva información que les hace cuestionar esta conclusión.

 

La mandíbula presenta características que comparte con restos de Homo más antiguos de África y con otros encontrados en los yacimientos georgianos de Dmamisi, pero también presenta rasgos típicos de mandíbulas más recientes de Homo erectus de Asia. La única vinculación con el Homo antecessor sería su ubicación en los yacimientos de Atapuerca, junto a restos de esta especie de la Gran Dolina.

La mandíbula mantiene la datación de entre los 1,2 millones de años y los 1,3 millones de años de antigüedad, pero podría pertenecer a una especie diferente al Homo antecessor. Sería un homínido a medio camino entre éste y el denominado Homo georgicus de Dmanisi, aunque se trata sólo de una hipótesis sobre la que todavía hay que trabajar mucho.

 

Es por ello que, José María Bermúdez de Castro, autor principal de uno de los estudios publicados en el 'Journal of Human Evolution', ha optado por incluir la mandíbula en Homo Sp, es decir, "especie indeterminada, hasta que se consiga más información que clarifique su procedencia".

 

Lo que sí parecen tener claro los investigadores del CENIEH es que la mandíbula de la Sima del Elefante representa "una nueva identidad europea propia, desligada de la africana", lo que contribuye a asentar las teorías que hablan de que la población europea no desciende directamente de África.

 

Ultimas investigaciones

 Tal y como ha explicado la doctora María Martinón-Torres, "las investigaciones que se están llevando a cabo durante los últimos años permiten ver que las poblaciones de Europa no tienen por qué venir de África".

 

Asimismo, Bermúdez de Castro ha recordado que la aparición de los primeros restos en la Gran Dolina, en el año 1994, obligó a reflexionar sobre los modelos de ocupación de Europa y Euroasia, y, por tanto, sobre la evolución humana.

 

Según algunas teorías, hace unos 800.000 años, con la ampliación del desierto del Sahara, se cortaron las migraciones entre África y Asia, hasta la última de ellas, hace 90.000 años, y que dio paso al Homo sapiens. Los homínidos que llegaron a Oriente Próximo entonces se extendieron por Europa y Asia, por lo que se podrían encontrar restos de alguna especie evolucionada y propiamente europea, como la mandíbula.

 

El director del Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana ha insistido en la dificultad de introducir estas nuevas teorías entre la comunidad científica internacional, controlada fundamentalmente por investigadores estadounidenses.

 

Algunas de estas ideas se presentaron en un único estudio que el "Journal of Human Evolution" rechazó, es por ello que ahora se van incluyendo poco a poco en otros estudios parciales. Los últimos que se han publicado son los coordinados por José María Bermúdez de Castro y María Martinón-Torres sobre las características patológicas y morfológicas de la mandíbula de la Sima del Elefante.

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La mandíbula de Atapuerca que cambia el escenario de la evolución humana

Vía: EL MUNDO.es | Rosa M. Tristán | 28 de abril de 2011

 

Los hallazgos de la Sierra de Atapuerca (Burgos) podrían cambiar algunos de los paradigmas que, desde hace años, se mantienen sobre la evolución humana en el continente europeo. Mientras las teorías actuales defienden que hubo varias salidas de homínidos de África, y que éstos llegaron a Eurasia en diferentes oleadas, tras evolucionar en el continente negro, los últimos trabajos científicos desarrollados en la sierra burgalesa apuntan a que hubo una evolución euroasiática y una 'identidad europea' con características propias.

 

Así lo defienden José María Bermúdez de Castro, codirector de las excavaciones en Atapuerca y director del Centro Nacional de Investigación en Evolución Humana (CENIEH) y la paleontóloga, experta en dentición, María Martinón-Torres, en sendos artículos publicados en la revista 'Journal of Human Evolution'.

 

En sus trabajos, los investigadores analizan la mandíbula de hace 1,3 millones de años que se encontró en el yacimiento de la Sima del Elefante que se encontró en el año 2008 y que en un principio se atribuyó a un 'Homo antecessor', la misma especie que se encontró en el cercano yacimiento de la Gran Dolina, en este caso con unos 900.000 años.

 

Los investigadores, ahora, tienen serias dudas de que se trate de este homínido, dado que, aunque tienen características comunes, también detectan otras más primitivas y que lo relacionan con otras especies asiáticas, como el 'Homo erectus' . "Los homínidos de la Sima del Elefante adquirieron una identidad europea durante su viaje y estancia en el extremo occidental de Eurasia, que es la península ibérica", señala Bermúdez de Castro.

 

Para el paleontólogo, los resultados de este análisis concuerdan con un nuevo escenario evolutivo, según el cual sólo hubo una salida de África antes de la del 'Homo sapiens'. Por ello, y a la espera de nuevos fósiles, prefieren incluir la mandíbula como 'Homo sp', es decir, indeterminado.

 

Martinón-Torres, que ha hecho un estudio comparativo de los fósiles europeos y asiáticos del Pleistoceno medio e inferior, también está convencida de que los europeos tienen un mayor parentesco entre sí que los de origen africano.

 

Bermúdez de Castro, por su parte, apunta que este homínido pudo llegar a Atapuerca en una gran migración desde Asia Menor, donde se han encontrado fósiles de hace 1,8 millones de años (Dmanisi, en Georgia) diferente a la migración de la Gran Dolina, de la que les separan 400.000 años, o que pudo evolucionar en la sierra burgalesa durante todo ese tiempo.

 

Para comprobarlo, son necesarios más restos, pues hasta ahora sólo se cuenta con la mandíbula, un diente y parte de una falange de un dedo. Y por ello quieren construir un puente de unos 20 metros en la "Trinchera del ferrocarril". Con esta estructura, los paleontólogos podrían trabajar a mayor profundidad, hasta retirar los 30 centímetros de tierra que, según creen, ocultan más fósiles de hace 1,3 millones de años.

 

 

Comentario por Percha el abril 28, 2011 a las 4:54pm

Fantástico seguimiento Guillermo.

Y muy interesante la hipótesis expuesta, que será polémica. Lo que parece claro, con este estudio y los últimos descubrimientos en el medio oriente y la zona caucásica, es que el árbol de la evolución humana puede ser mucho más complejo de lo que se suponía.

Comentario por José Luis Santos Fernández el abril 29, 2011 a las 11:49am
Comentario por Guillermo Caso de los Cobos el abril 29, 2011 a las 4:47pm

Gracias, Percha. E igualmente, José Luis, por esos vídeos que vienen muy oportunos.

 

La verdad es que la propuesta de interpretación que nos trasladan los investigadores de Atapuerca sobre la mandíbula de la Sima del Elefante, aunque ya se la venía venir (ver el primer vídeo puesto por José Luis Santos, así como las declaraciones de María Martinón-Torres en el año 2007), no deja de ser una novedad muy interesante y que a buen seguro resultará polémica. Una novedad que viene en este caso reforzada, al haber incorporado a la misma, de una manera ya explícita y clara, las caracteristicas de mandíbula mencionada.

 

Hacer recaer el origen de los primeros homínidos europeos en el contexto geográfico asiático, a partir de los especímenes de Homo georgicus hallados en D'manisi (Georgia), es toda una apuesta científica que supondrá extensos debates, pero que es de esperar se vea refrendada por próximos hallazgos, los cuales todos ansiamos se produzcan. Una apuesta que, además, tal como lo veo, viene también a reforzar, de modo indirecto, la tesis de los paleoantropólogos chinos cuando afirman que en Asia se produjo igualmente una evolución independiente, local, de especímenes a partir del Homo erectus.

 

En cualquier caso, lo cierto es que en esto de la evolución humana, con cada nuevo hallazgo fósil, se corre el "peligro" de que ponga patas arriba todas las teorías consabidas. Todavía están sin excavar muchos lugares de Asia que podrían aportan datos relevantes, tal como dice María Martinón-Torres, pero otro tanto habría que decir de nuestra misma península ibérica, donde hay yacimientos que han proporcionado datos de posible ocupación humana con dataciones incluso superiores a las de Atapuerca (Venta Micena, Fuentenueva, Barranco León, Fonelas, es decir, en toda la cuenca granadina de Guadix-Baza). De encontrarse fósiles de homínidos en ellos, y con una antigüedad de 2 millones de años, trastocarían igualmente la nueva propuesta interpretativa que han hecho los investigadores del CENIEH. En fin, como es lógico, todavía queda mucho por venir.

 

Comentario por Guillermo Caso de los Cobos el mayo 4, 2011 a las 1:19pm

«La teoría de Atapuerca no contradice la tesis del norte de África»

 

El profesor de la UCA José Ramos (foto a la izquierda) defiende la idea de que los primeros pobladores de Europa pasaron por el Estrecho de Gibraltar

 

Vía: lavozdigital.es | 4 de mayo de 2011

 

Una mandíbula de un 1,2 millones de años encontrada en 2007 en la Cueva de la Sima del Elefante (Atapuerca) ha reabierto el debate sobre la evolución humana y la procedencia de los primeros pobladores europeos. Según la teoría de los investigadores del yacimiento burgalés, dada a conocer la semana pasada, el origen de estos homínidos podría estar en Asia y no en África, como defienden otros expertos.

Entre estos últimos se encuentra el equipo PAI-Hum 440 dirigido por los profesores de la UCA José Ramos y Darío Bernal. Sus evidencias, fruto de diez años de trabajo de campo en la Cueva de Benzú, son más que concluyentes. No obstante, Ramos llama a la conciliación. «Las teorías de los científicos de Atapuerca son muy sólidas y certeras pero, con todo respeto y reconocimiento, en este tema el planteamiento debe ser poliédrico».

Esto es, las dos opiniones, mejor dicho las dos vías, son igual de válidas ya que la corriente que apoya la teoría del sur hablan de una cronología distinta a la defendida por los investigadores de Atapuerca. Si el descubrimiento de la Sima del Elefante pertenece a una especie con claras analogías con el Homo Georgicus de Dmanisi y es además el fósil más antiguo de la historia encontrado hasta la fecha, no por ello las hipótesis del grupo gaditano dejan de tener fundamento.

Su principal baza es la confirmación de que el Estrecho de Gibraltar más que un obstáculo sirvió como puente para la migración humana. «Las líneas que seguimos confirman el descenso del nivel del mar durante el Pleistoceno, lo que significa que ambos continentes estuvieron entonces mucho más cercanos de lo que lo están hoy», insiste Ramos.


Foto: Cueva de Benzú 


Tecnología lítica


Entre ambos, además, se ha constado la presencia de varias islas de grandes dimensiones, lo que facilitaría más si cabe el trasvase de población. Los otros dos grandes pilares de la defensa de los gaditanos tienen que ver con la fauna y la tecnología lítica. Según las investigaciones, existen claras analogías entre la vegetación halladas en ambas orillas, así como en las piedras talladas y el uso que estos homínidos hacían de ellas.

«En este aspecto existe una sintonía sorprendente tanto en lo que nosotros llamamos Modo 1, Modo 2 y Modo 3. Hay que considerar que esa especie de cazadores recolectores vivían entre 25 y 30 años y transmitían a las futuras generaciones sus modos de vida muy rápidamente», subraya el profesor de la UCA.


Su equipo cuenta con otra ventaja para refrendar esta tesis, el tiempo. Frente al veterano grupo de Atapuerca (más de 25 años), los estudios realizados en el abrigo de Benzú son muy recientes. La cueva ceutí es aún un territorio casi virgen y un caldo de cultivo para nuevas pistas. Pistas que, por otra parte, están más que verificadas en otras zonas del Mediterráneo.

«Aunque la cronología más antigua la tiene Atapuerca, hay otros enclaves en los que se presume que el paso de los homínidos se produjo por África, por ejemplo, entre Túnez e Italia pasó algo parecido a lo que ocurrió en el Estrecho», insiste Ramos.

Para el investigador, aún falta mucho trabajo de campo por realizar. «Durante el protectorado español hubo varios expertos que estudiaron esta zona, pero después todo decayó. A nosotros nos gustó mucho Benzú y además ya contábamos con el buen conocimiento de otras áreas del sur de Andalucía, como la Axarquía o la banda de San Fernando a Algeciras», concluye.
Comentario por Guillermo Caso de los Cobos el agosto 1, 2011 a las 2:17am

En busca de la especie 'Ñ'

 

Vía: Público.es | Manuel Ansede | 30 de julio de 2011

 

Hace 1,2 millones de años, un grupo de humanos descuartizó el cuerpo de una abuela de unos 40 años, celebró un banquete caníbal y tiró los despojos a un pozo de casi 20 metros. Durante cientos de miles de años, los pedazos descansaron bajo una capa de tierra y restos de fauna de la zona como hipopótamos, rinocerontes, linces y osos. Sobre aquel agujero, enclavado en un pasillo que hoy enchufa la cuenca del Ebro con la del Duero, a 15 kilómetros de Burgos, pulularon Homo antecessor, Homo heidelbergensis y neandertales.

 

Los fósiles de aquella presunta abuela permanecieron enterrados hasta que, a finales del siglo XIX, unos 1.500 Homo sapiens llegaron y abrieron una herida en la Sierra de Atapuerca para construir una línea de ferrocarril para llevar carbón a los altos hornos de Vizcaya. Finalmente, en 2007, el equipo de investigación de Atapuerca extrajo la mandíbula de aquella abuela, el primer hominino conocido de Europa.

 

Es un hueso minúsculo, de unos siete centímetros, y con apenas cuatro dientes todavía engarzados, pero los codirectores de Atapuerca ven en él "una identidad europea". Lo que arrojaron a aquel agujero, sostienen, no se parece a ninguna de las especies humanas conocidas, como pensaron en principio, clasificándolo como Homo antecessor. Y mientras buscan más restos para confirmar su hipótesis ya la han bautizado: la especie Ñ.

 

"Todo lo que tenemos es un fragmento de mandíbula y no sabemos qué demonios es", admite uno de los codirectores de las excavaciones, José María Bermúdez de Castro. Aun sin nombre, los investigadores creen que aquella abuela tuvo un papel protagonista en la evolución humana. La campaña de excavaciones de este año concluyó el 22 de julio sin grandes novedades, pero otros estudios confirman la importancia de la especie Ñ.

Un mentón primitivo

Científicos de las universidades de Granada y Málaga han confirmado que la primera especie que salió de África fue el Homo habilis y no el Homo erectus, como se dio por hecho durante décadas. La confirmación respalda las tesis de los investigadores de Atapuerca. El Homo habilis habría abandonado África hace unos dos millones de años, dando lugar por el camino, en Asia, al Homo georgicus, que vivió hace 1,85 millones de años en lo que hoy es Georgia. "El 'Homo georgicus' podría haber dado lugar a la especie Ñ y esta, a su vez, a los 'Homo antecessor'", explica Juan Manuel Jiménez Arenas, de la Universidad de Granada, que ha estudiado la variabilidad en la forma del cráneo de los representantes del género Homo.

 

La lectura de la mandíbula hallada en Atapuerca, en la Sima del Elefante, también apunta a Europa. El mentón de aquella abuela de la especie Ñ es muy primitivo, parecido al de los Homo habilis africanos, pero la cara interna es "muy moderna", según los investigadores, ya que carece de la protuberancia ósea típica de las mandíbulas de esta antigüedad. La especie Ñ, sea lo que sea, no procede de un éxodo de homínidos fuera de África, sino que surgió de manera independiente en Eurasia y pudo desembocar en los Homo antecessor y estos, a su vez, "tienen entidad para estar relacionados con ancestros de neandertales", según Bermúdez de Castro.

 

La especie Ñ cosería las piezas del puzzle evolutivo esparcidas por África, Asia y Europa. El codirector de Atapuerca explicará los últimos avances de sus investigaciones el próximo 23 de septiembre en Leipzig (Alemania), en el primer congreso de la recién nacida Sociedad Europea para el Estudio de la Evolución Humana.

Un cerebro pequeño

Bermúdez de Castro sostiene que allí no se dará un veredicto sobre la especie Ñ. "Sabemos poquísimo, necesitamos más restos", afirma. Aquellos humanos habrían vivido sin dominar el fuego, con una longevidad máxima de unos 50 años, similar a la de los chimpancés, y habrían sido cazadores y recolectores, además de caníbales. Aparte de la mandíbula, los investigadores han hallado en la Sima del Elefante un fragmento de húmero y una falange que pudieron pertenecer al mismo individuo.

 

En el húmero, un hueso del brazo, los científicos han observado marcas de corte que achacan, sin dudarlo, a prácticas caníbales. Bermúdez de Castro también cree que la especie Ñ era "una población demográficamente poco importante" y que sus individuos tendrían una capacidad craneal de "no más de 900 centímetros cúbicos", lo que indica un cerebro pequeño, comparado con los 1.500 centímetros cúbicos actuales.

 

Pero son todo especulaciones. Este verano, en una campaña de excavaciones calificada como "de transición", los investigadores no han hallado más restos de la especie Ñ. Pero tienen que estar allí, en el fondo del pozo. "En tres o cuatro años tendremos el nivel excavado completamente", calcula Bermúdez de Castro. Sin embargo, no hay garantías de que el cráneo de la abuela aparezca, lo que permitiría confirmar si se trata de una nueva especie. De entrada, el grupo que devoró su cadáver pudo tirar el cráneo en otra parte. Y, además, el pozo donde se ha encontrado la mandíbula es un agujero de 20 metros de profundidad, con una boca de cinco metros de diámetro. Pero esta chimenea se abría bajo la tierra, formando cavidades de decenas de metros que no se están excavando.

 

El cráneo pudo caer y rodar hacia la cueva, por ejemplo. "Si fue así, no lo encontraremos en cien años", zanja Eudald Carbonell, director del Institut Català de Paleoecologia Humana i Evolució Social y codirector de los yacimientos de Atapuerca. En las últimas semanas, el trabajo se ha centrado en construir una pasarela sobre la Sima del Elefante para tener todo listo para poder buscar el cráneo en 2012. "Cuando aparezca podremos hacer la atribución a una especie o a otra", afirma Carbonell.

Un banquete con niños

Su colega Bermúdez de Castro plantea tres posibilidades: "O es un 'Homo antecessor' o un 'Homo georgicus' o una especie nueva". Los restos hallados en el yacimiento georgiano de Dmanisi tienen una antigüedad de 1,85 millones de años. La diferencia de edad con la abuela de Atapuerca es de unos 600.000 años. "Parece demasiado como para que estemos hablando de la misma especie", sospecha el paleoantropólogo. Los Homo antecessor hallados en la Gran Dolina, a pocos metros de la Sima del Elefante, vivieron hace 800.000 años. Allí un grupo de Homo antecessor atacó el campamento de otro grupo y devoró, al menos, a diez individuos, casi todos niños. La abuela de la mandíbula pudo ser una versión primitiva de estos Homo antecessor adictos a los banquetes caníbales, pero la hipótesis predominante entre los codirectores de Atapuerca es que se trata de una especie desconocida para la ciencia.

 

Bermúdez de Castro es el padre del nombre Homo antecessor, pero, de momento, se niega a fantasear con la denominación de la presunta nueva especie. "Ahora no podemos tirarnos a la piscina", resume. El mote actual, especie Ñ, es un invento de los investigadores para el lanzamiento del primer número del nuevo Periódico de Atapuerca, "la mejor publicación periódica estable sobre la evolución humana", según el tercer codirector de las excavaciones, Juan Luis Arsuaga.

"Quizá se extinguió"

Pero no todos los investigadores están tan satisfechos con los fósiles de Atapuerca. El descubridor del Australopithecus sediba, el paleoantropólogo surafricano Lee Berger, acaba de elaborar un árbol genealógico de la especie humana para la revista National Geographic y el Homo antecessor ni siquiera aparece. No tiene ningún papel en la evolución. Y mucho menos la especie Ñ. "No se puede negar la existencia de 150 restos fósiles de 'Homo antecessor'. Lee Berger nunca ha pisado Atapuerca", se defiende Bermúdez de Castro.

 

¿Y qué pasó con la especie Ñ? Para el codirector de Atapuerca, hay tres finales posibles: "Pudo dar lugar al 'Homo antecessor' de la Gran Dolina o mezclarse con otros homínidos de Asia. O, quizá, la población se extinguió. Simplemente, desapareció".

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