Red social de Arqueologos e Historiadores
Aspecto del claustro de la finca Mas del Vent, cerca de Palamós (Girona). /VINCENT LEROUX
¿Quedan todavía en España joyas artísticas desconocidas, aunque sean del siglo XII? Parece que sí. La última y sorprendente noticia al respecto ha saltado en las proximidades de Palamós (Girona), con el hallazgo (¿o habría que decir redescubrimiento?) de un claustro excepcional, sobre cuyo origen románico los expertos albergan pocas dudas y al que se ha buscado muchas semejanzas con el del monasterio de Santo Domingo de Silos, en Burgos.
El anuncio saltó durante las recientes jornadas que bajo el título Arte fugitivo organizó el grupo EMAC de investigación sobre románico y gótico de la Universidad de Barcelona. Lo presentó Gerardo Boto, profesor de Arte Medieval de la Universidad de Girona, especializado en el análisis de la plástica monumental románica y en la iconografía y la organización del espacio eclesiástico medieval. De pronto, Boto dejó a profesores y estudiosos con la boca abierta cuando explicó que, en el jardín de una finca privada de Palamós, existía desde hacía más de medio siglo un claustro románico. Los asistentes a las jornadas no dieron crédito cuando este experto en historia y arte de la Edad Media desveló que no se conocía su procedencia exacta y que el monumento no estaba inventariado como bien cultural, ni por supuesto, protegido por administración alguna. En definitiva, que era un edificio anónimo, sin nombre ni apellidos.
Gerardo Boto conoció la existencia de esta construcción de forma casual. La edición francesa de la revista de decoración AD publicó, en su número 94 de julio y agosto de 2010, un espectacular reportaje sobre la vivienda del suizo Kurt Englehorn y su mujer Carmen, en Mas del Vent, una inmensa finca de 22 hectáreas localizada en la zona de la Fosca, en el término de Palamós. En el reportaje, el fotógrafo Vincent Leroux no pudo evitar fijar su objetivo en la enorme galería de arcos románicos del claustro que bordeaba la piscina. Pese a las reticencias del propietario, el fotógrafo tomó la imagen de aquel espectacular conjunto de piedra que bordeaba la no menos espectacular piscina entre los pinos: la imagen fue publicada en la revista a doble página.
Desde que tuvo constancia de la existencia de este nuevo edificio, Boto ha intentado sin descanso acceder al interior de la vivienda para estudiarlo, pero los propietarios del mismo no se lo han permitido. “Jamás he podido acceder al interior de la propiedad”, confesó decepcionado el historiador durante su presentación. Pero sí consiguió las fotografías de Leroux, de 80 megas de calidad, algo que le ha permitido buscar en primer plano las características de lo que, según su opinión, es un claustro románico con todas las de la ley.
Según Boto las galerías miden, aproximadamente, 20,8 y los 21,9 metros de largo, unas medidas que determinó a través de las imágenes aportadas por Google Earth. Cada una de ellas presenta diez arcos sobre columnas y capiteles dobles, salvo en el medio, que es cuádruple. De las otras dos galerías que acabarían de cerrar el claustro de 44 capiteles no se conservan columnas ni arcos y los capiteles reposan directamente sobre las basas.
Tras analizar estas imágenes Boto asegura que el claustro de Palamós es comparable, en distintos aspectos, a los de Silos y Las Huelgas, los dos en Burgos, y al de Santa Maria de Ripoll, en Girona, porque en todos ellos, algo infrecuente en los claustros españoles o hispanos, las columnas dobles están esculpidas por separado, mientras que los capiteles que las coronan forman un solo bloque.
Además, en los capiteles de Palamós aparecen representadas figuras humanas y gran número de elementos vegetales y animales, sobre todo aves, leones y jabalíes, y monstruos, como grifos, arpías y dragones... pero no escenas religiosas. El investigador resaltó las grandes dimensiones “insólitas en el panorama del románico hispano” de los arcos: más de tres metros y medio desde la clave de los arcos hasta las bases, independientemente de que algunos de los fustes fueran nuevos para restituir los perdidos.
El profesor Boto explica entusiasmado: “Tanto en el aspecto estilístico como en el temático, la mayor parte de los capiteles de Palamós están enraizados con el repertorio del claustro de Silos, tanto con el llamado Primer Taller, realizadas hacia 1100, como del llamado Segundo Taller, realizados hacia 1165. No hay duda: el operario que realizó estos capiteles conocía las formas y los registros de Silos”.
Boto se cuestionó durante tiempo la autenticidad del conjunto y se planteó la posibilidad de que todo fuera, tan solo, un decorado cinematográfico. Pero ahora, y a falta de que otros expertos confirmen su diagnóstico, no tiene dudas: “Seguí la pista de los posibles reproductores por moldes o por labra directa y en el siglo XX solo un moldeador tomó moldes de los capiteles de Silos, cuyos positivos en yeso se encuentran en el Museo de Reproducciones Artísticas, en el Victoria and Albert de Londres, en el museo de la Real Academia de Bellas Artes y en el propio Silos, pero no son los de Palamós. Tampoco hay constancia que se instalara en el monasterio ningún cantero para reproducir los capiteles”, explica.
Pero la prueba más contundente sobre la autenticidad del conjunto la encontró Boto en el Archivo Municipal de Palamós. Allí ha localizado una serie de imágenes del proceso de montaje de las arcadas que se remonta a 1959. “En ellas se ven la naturaleza pétrea de las piezas, su peso, su erosión de siglos y las marcas de montaje incisas normales en piezas románicas. Las fotos no muestran ningún atisbo de modernidad o falsedad. Si estos arcos no son auténticos, podemos dudar de la autenticidad de todo lo que vemos en fotos y en directo”, concluye tajante.
Según la revista francesa que dio a conocer la existencia del claustro románico, la construcción fue adquirida por el abuelo del actual propietario en Madrid, en los años cincuenta. Boto no duda de la fecha y apunta que quizá llegaron en 1958 a Palamós, pero sí de la procedencia: en su ponencia defendió que procedía de la provincia de Segovia o Burgos. “Seguro que este singularísimo patio porticado conoció estaciones intermedias en su trayecto desde su origen hasta su destino actual junto al Mediterráneo. No sabemos si estos estadios intermedios estuvo montado o empaquetado en cajas”, comenta.
Paralelamente a la acción investigadora de Boto, la Asociación de Amigos del Románico emprendió el año pasado una campaña para conseguir que se inventaríe y proteja la construcción y que sus dueños permitan analizarla. “En febrero de 2011 escribimos a los representantes legales de los dueños exponiéndoles nuestra intención de estudiarlo y conseguir una protección patrimonial acorde con su relevancia histórica artística. No nos han contestado”, se lamenta Juan Antonio Olañeta, presidente de la asociación. “No entendemos por qué no permiten el acceso, si tenemos en cuenta que la vivienda se alquila”, asegura Olañeta. En efecto, en la página web del grupo Rough Luxe , propiedad de Kurt Englehorn, se pone a disposición del cliente 11 fabulosas mansiones repartidas por todo el mundo, entre ellas la de Mas del Vent de Palamós. En la descripción se asegura que es una vivienda del siglo XVIII reformada por el equipo de arquitectos RCR para disfrutar de la naturaleza, pero para nada menciona el claustro, que tampoco aparece en las imágenes promocionales.
La asociación también se ha dirigido a las diferentes administraciones: Ayuntamiento de Palamós, responsables de patrimonio de Castilla y León y de la Generalitat de Cataluña, y Ministerio de Educación y Cultura, pidiendo que inicien los trámites para protegerlo. En septiembre de 2011 recibieron una breve respuesta de la Generalitat asegurando que se está siguiendo el protocolo de actuación que prevé la ley de patrimonio catalán de 1993. La nota aseguraba: “La actuación ha de conducir a la inspección por parte de nuestros técnicos del citado claustro”. Sin embargo, el director general de Patrimonio, Joan Pluma, reconoce que todavía no se ha hecho: “En unos días se enviara al juzgado un requerimiento con la intención de que nuestros técnicos puedan comprobar su existencia y si es auténtico”, asegura Pluma. Desde el Ministerio, tras la consulta realizada por este diario, han respondido a la asociación que “se ha dado traslado a la petición para estudiarla” y que en todo caso será la Generalitat de Cataluña la que tendrá que valorar las medidas a adoptar. Desde Castilla y León están interesados en el tema, pero no manifiestan intención de hacer nada, más allá de contactar con la Generalitat. Por fin, María Gràcia Artigas, concejala de Cultura y Patrimonio de Palamós, admite conocer la existencia del claustro, pero sostiene que “el ayuntamiento no tiene previsto hacer ninguna acción de forma inmediata. Es como si un particular tuviera en casa un Picasso; no nos corresponde a nosotros, porque al parecer es un elemento patrimonial castellano”. Sin embargo, la ley de patrimonio estatal y autonómica no excluye los bienes en manos privadas.
El misterio del claustro de Palamós
Junio del 2012. Gerardo Boto, profesor de Historia del Arte Medieval de la Universidad de Girona, llega al claustro de la finca del Mas del Vent de Palamós a través del anuncio que publicó una revista francesa de decoración. Movido por la curiosidad, el historiador se desplaza hasta la finca para estudiar la época y el contexto del claustro. Analizados los elementos y el material de los mismos, Boto afirma que el claustro es románico, original del siglo XII, así lo demostraba el desgaste de la piedra, los sillares de las esquinas, en los capiteles...Su investigación apuntaba a que podía pertenecer a la corona de Castilla, concretamente, al claustro de la antigua catedral de Salamanca.
Una visión que no comparte la Generalitat de Catalunya. La institución ya ha presentado dos informes en los que desmiente cualquier origen medieval. El primero, publicado en julio de 2012, manifestaba que es "una presentación artística y monumental elaborada en tierras castellanas y leonesas durante el primer tercio del siglo XX", aunque sí dejaba entrever la existencia de "un cierto número, aún por determinar, de piezas antiguas y elementos propiamente románicos", algo que se negó por completo el pasado miércoles, cuando Eduard Carbonell, catedrático de Historia del Arte de la Universidad de Girona, y responsable del segundo informe, explicó que el claustro era falso. "No se ha identificado ninguna capa o película que pueda utilizarse como un indicador de la antigüedad de los capiteles. Sí en cambio se identifica una limpia mecánica con cepillos metálicos y zonas puntuales rehechas. A la vez que algunos capiteles están inacabados. No se ha identificado ningún elemento o dato que se pueda atribuir claramente al periodo medieval".
En esta nueva investigación, de más de 800 páginas, se ha analizado la documentación del Archivo Capitular y del Archivo Diocesiano, el fondo de la Biblioteca y Hemeroteca de la Universidad de Salamanca, la prensa de la época y la Escuela Especial de Arquitectura de Madrid así como los restos escultóricos que aún se conservan en la catedral románica de Salamanca, todo ello ha llevado a que Carbonell y su equipo aseguren que se trata de "un claustro que se construye a principios de la tercera década del siglo XX en el solar de Ciudad Lineal".
En el documento también se recogen las partes que se habrían copiado de otras estructuras originales. "Los arcos de Mas del Vent son una réplica del claustro de San Juan de la Peña (Huesca) [...] Las bases de las columnas son una copia de las bases del arquitecto Ricardo Magdalena que hizo la restauración de San Juan de la Peña a finales del siglo XIX. En Palamós las bases forman un solo bloque con el pilar que las soporta, cosa no habitual en el arte románico".
Una investigación que contradice de principio a fin la versión del profesor Boto, quien ya en noviembre de 2013 presentó un nuevo informe con el geólogo y profesor de la Universidad de Barcelona, Màrius Vendrell. En él, refutaban la versión de la Generalitat y defendían la autenticidad medieval de la construcción con nuevas pruebas, como el material utilizado, piedra de Villamayor, recurrente en todas las construcciones del siglo XII de Salamanca. Este hecho probaba se trataba de una construcción de carácter antiguo.
En aquel texto también señalaron numerosas similitudes entre el claustro de Palamós y la catedral de Salamanca, como la distancia entre ambos (22,79 metros en su origen), la caligrafía barroca que se encuentra en el claustro o la medida de la anchura de los pasadizos de la antigua catedral de Salamanca, que encajan con los de Palamós. Conclusiones que probaban que el emplazamiento podía estar ligado al desmontaje del claustro de Salamanca debido al terremoto de Lisboa, en 1783. Aunque estaba previsto que se reconstruyera con las antiguas piedras, ya en el siglo XVIII se acaba por edificar un nuevo claustro. Estas piedras permanecerán hasta 1923, fecha en la que la catedral decide vender las piedras que se encontraban en el jardín. Ese es el año donde se inicia la duda sobre su origen, ya que el anticuario, Ignacio Martínez, construye el claustro de Ciudad Lineal. Éste sería el supuesto conjunto románico trasladado en los años 50 a Palamós.
"Estamos muy seguros de la autenticidad. Las formas de erosión que presenta la piedra no se pudo haber hecho en Palamós. Los argumentos que ha publicado la Generalitat son insostenibles, no encajan. Hemos pedido el informe pero nadie lo ha visto. No nos han dado la oportunidad de reargumentar . Lo que han hecho no es ni estético ni ético, han actuado con poca seriedad", remarca Màrius Vendrell, quien asegura que en aquella primera comisión "había presiones para decir que era una recreación historicista por parte de Joan Ploma, director general del Patrimoni Cultural".
Por su parte Gerardo Boto ha evitado pronunciarse hasta que estudie este nuevo informe con calma "necesito conocer qué se dice, cómo, si se explica. Quiero saber si hay otros argumentos para contraponerlos, sino difícilmente puedo tener un punto de partida".
A pesar de este tira y afloja, lo que sí se ha puesto en marcha, debido a la desprotección en la que se encontraba, han sido los trámites para declararlo bien de interés nacional en la categoría de monumento histórico. Así lo comunicó el departamento de Cultura de la Generalitat tanto a los propietarios del claustro como al Ayuntamiento de Palamós. Esta declaración comportaría la prohibición de parcelación, edificación o derribo en la zona afectada aunque el Departamento de Cultura sí podría autorizar la realización de las obras que sea manifiesto y que no perjudiquen a los valores culturales de la construcción.
Un reconocimiento que ya expresó el conseller de Cultura, Ferran Mascarell el 31 de julio de 2012, cuando tras presentar el primero de los informes remarcó la necesidad de incorporar el conjunto al inventario del patrimonio catalán "para recibir la protección adecuada. Instar al ayuntamiento de Palamós para que sea declarado bien de interés local y que se asegure en primera instancia su conservación y estudio". Parece que en este punto no hay discusión.
Llevo varios días intentando encontrar el informe o, al menos, un resumen más completo y oficial de los argumentos del mismo, y no hay manera. Creo que no costaría nada ponerlo a disposición pública, para que cualquiera con interés pudiese leerlo. Al fin y al cabo lo han pagado los ciudadanos y es un tema que ha despertado muchísima atención. Será clamar en el desierto.
Hola ha todos los seguidores de este foro:
Que salga el informe de Eduard Carbonell de 800 paginas da lo mismo podría ser 1500 paginas lo que tratan es hundirnos en papeles que no tienen el mínimo rigor académico y científico
Una noticia lamentable:
Que un informe tan poco serio como escasamente informado ampare una resolución injusta y falsaria conllevando la pérdida de la integridad de un monumento (y de parte de nuestra historia) es grave.
¿Cómo pueden sostener que pudo haberse construido para la catedral de Madrid? ¿En piedra salmantina de villamayor en lugar de caliza de colmenar o granito como es tradición en Madrid por la cercanía de las canteras? ¿En estilo románico cuando la catedral proyectada por el marqués de Cubas es neogótica? ¿Trajeron la piedra a Madrid o trajeron el claustro ya hecho? ¿Qué sentido tendría todo este entuerto si toda la catedral de la Almudena es de granito y caliza de colmenar? El informe de la Generalitat genera muchas dudas.
No se reproducen claustros con ese nivel escultórico para engañar a ningún incauto, por la sencilla y simple razón de que costaría una millonada sin garantías de recuperar la inmensa inversión que se requeriría.
En los años 20 y 30 no existían publicaciones en las que pudieran encontrar fotografías de capiteles con el repertorio que dice la Generalitat que " fue copiado" para engañar al tal millonario. Es imposible no cometer anacronismos (inventos) sin tener modelos que reproducir con cierta fidelidad. ¿Acaso constatan que haya alguno?
Aun así el coste sería altísimo incluso para aquella época. La prueba es que se vendió barato, (1.000.000 de pesetas) pues no fue fabricado... Ese precio casi no cubre el coste de montar y desmontar el claustro ( 5 años montarlo en Madrid y 1año desmontarlo para llevarlo a Palamós) Ese claustro podia ser de Salamanca, Burgo de Osma o San Pedro de Arlanza etc es Castellano.
En resumen un increíble despropósito
¿Por qué no dejan estudiarlo en profundidad? Que se dejen de informes tan sesgados y contradictorios antes decían que había piezas románicas, ahora que ninguna lo es).
Que el Ministerio de cultura lo proteja, que competencias tiene. La posibilidad de que sea el claustro desmontado sea castellano es muy alta, según demuestra el historiador Gerardo Boto. Los informes geológicos de Marius Vendrell, (comisionado por la Generalitat para informar el primer estudio del claustro que luego fue desechado, en él afirma que el envejecimiento de la piedra es de siglos)
Sería muy lamentable perder una joya de primer orden y la oportunidad de completar un conjunto románico único en Europa.
Aquí gran parte del morbo y la polémica nace al ser un claustro castellano (o español) en Cataluña, y esto condiciona el debate. La comisión de expertos emitió sus conclusiones , algún malpensado podría pensar que había un interés por quitarse esta patata caliente de encima rápidamente por que no interesa La propiedad tiene un estudio hecho para la construcción de un emporio hotelero, en el caso de que el claustro de Palamos fuese reconocido que fuese autentico, tendría muchas dificultades en llevar acabo dicho proyecto y en celebrar de las muchas fiestas hacen (ver foto). El debate debería ser solo y exclusivamente científico, pero la política se ha mezclado, no tiene más que ver gran parte de los comentarios a la noticia.
Un dato sobre quien esta haciendo presión sobre la Generalitad, el lobby farmacéutico de los Engelhorn dueños del claustro románico de Palamos. Las multinacionales Alemanas representan el 10% del PIB catalán y el 50% de su PIB industrial. Engelhom bisnieto de Friedrich Engelhorn, fundador de la química BASH por cierto instalada en Tarragona, una revista suiza cifraba su fortuna en unos 300 millones de euros, aunque reconocía que podía ser muy superior debido a la opacidad de las Islas Bermudas capaz de poner de rodillas a la Generalitad y torcer el la imparcialidad sobre la autenticidad del claustro románico de Palamos.
Proyecto ampliación hotelera de finca Mas del Vent en la fosca Palamos
Ferran Adrià y Joan Roca no podrían servir los afamados catering en las frecuentes fiestas dadas por los propietarios a la burguesía catalana, si el claustro románico de Palamos fuese reconocido autentico
saludos cordiales
Siloe
Hola ha todos los seguidores de este foro
¿Es un falsificador Garcia Guereta? Yo si fuese familiar llevaria a Eduard Carbonell a los tribunales.
El informe presentado por la Generalitat tiene dos efectos colaterales que no son menores. Por un lado, el arquitecto Garcia Guereta, que montó el claustro en Ciudad Lineal en 1931, de acuerdo con el informe de la Generalidad se convierte en un falsificador, capaz de crear de la nada un claustro para enriquecerse engañando autoridades y clientes. Por el otro y más importante, Engelhorn, el dueño actual, ve como de un plumazo puede construir un emporio hotelero.
En caso de que la Generalitat decida no proteger el claustro, el dueño, como ha pasado desde que se compró y trasladar en Palamós en 1958 hasta que se abrió el expediente en octubre 2013, podrá vender, construirse hay alrededor,derribarlo, desmontarlo, trasladarlo y llevarlo donde él quiera, sin pedir permiso a nadie, porque nadie se lo podrá impedir.
Si no se protege el claustro, el dueño podrá venderlo o derribarlo sin pedir permiso
De hecho, en 2003 Kurt Engelhorn encargó a Jordi Garcés y su equipo de arquitectos la reforma de Mas del Vent para construir una docena de bungalows de lujo junto a la masía, la torre medieval y el claustro, en una superficie de 2.300 metros cuadrados
Es uno de los muchos proyectos que se presentan . No se hizo pero nadie lo habría podido impedir. Como tampoco se podrá impedir que sus dueños sigan alquilando la finca y el claustro para eventos comerciales, como presentaciones de nuevos modelos de coches, o actos sociales, como banquetes y bodas, las últimas cuando ya estaba el expediente en marcha, en que los novios e invitados campan gusto entre los arcos.
El expediente ha obligado al suizo Kurla Engelhorn -dueño y presidente de Explotaciones Agrícolas y Forestales Brugarol SA, la empresa que explota la finca de 22 hectáreas situada en la Fosca de Palamós, donde está el claustro-, a abrir el claustro los investigadores, tanto de la Generalitat como Boto y Marius Vendrell, el geólogo de la Universidad de Barcelona que mantiene que las piedras sonseculares, tras localizar pátinas y, por tanto, anteriores a su montaje de 1931 en un solar de Ciudad Lineal de Madrid. Unas pátinas que el Instituto de Patrimonio del Ministerio de Cultura negó que existieran la semana pasada
Para esto usan los dueños de Mas del Vent capiteles del siglo XII
Saludos cordiales,
Siloe
Se desprende de todo este aluvión de noticias que tres vecinos del barrio de Ciudad Lineal se confabularon para engañar a los magnates norteamericanos, obsesionados por adquirir arte europeo a precio de ganga. El anticuario sr. Martínez, cuya familia pide que sea tratado como un “reconocido anticuario y restaurador” es el cerebro de la operación. La financiación necesaria la da la marquesa Águeda de Martorell, una persona muy piadosa y con mucho dinero, nada sospechosa de andar metida en fraudes y engaños. El montaje del invento lo realiza el sr. García Guereta, restaurador de la Catedral de Salamanca, un respetado arquitecto de impoluta trayectoria y supongo con suficiente dinero como para meterse en algo que pudiera destruir su reputación . Tres ciudadanos españoles dispuestos a “darles gato por liebre” a los prepotentes americanos. Un engaño en toda regla. Un engaño monumental.
Pero todo falla, los americanos no pican, la guerra acaba por dar al traste la operación y el monumento acaba en la piscina de un rico empresario alemán.
Que la actividad es delictiva se desprende del misterio absoluto que rodea la operación. El arquitecto no reivindica su obra, los maestros canteros que labraron los capiteles no dicen nada, el anticuario no deja huella, ni registros, ni facturas, de las operaciones financieras tampoco queda rastro. Incluso el claustro se camufla tras una valla y ni siquiera los vecinos mayores de Ciudad Lineal guardan memoria de él.
No soy capaz de decir cuánto dinero costó esta operación. Mucho, la piedra, la mano de obra, los gastos del arquitecto, de los habilísimos maestros canteros que labraron el conjunto, la compra del terreno. Me da que bastante más que las 385.000 pesetas por las que se vendió Sacramenia. A todo esto, como no dejaba de ser una falsificación, se arriesgaban a que no pasara los filtros de los expertos en arte que aconsejaban a los ricachones. ¿Quién pude concebir gastar todo un capital en una cosa que iba a dar tan poco rendimiento?
De no ser auténtica esta obra también merece una protección. No pocos edificios, parques, recreaciones historicistas del XIX y principios del XX están también protegidas y amparadas por las leyes del patrimonio. ¿Por qué este monumento no debería estarlo? Aunque solo fuera por precaución alguna cautela habría que tomar. Además, lo merece, es un testigo de la maestría de nuestros canteros.
De ninguna manera puedo sostener la autenticidad del claustro pues carezco de los menores conocimientos, pero lo extraño, lo estrambótico de la operación me hace soñar que pudiera serlo. Estoy convencido de que algún día aparecerá algún documento, incluso algún testigo directo o indirecto que nos haga saber la verdad.
Un saludo
Hola ha todos los seguidores de este foro:
Con una sola piedra del claustro romanico de Palamos se puede desmontar el informe de 800 hojas de Eduard Carbonell
Informe Eduard Carbonell:
Unas incisiones en forma de embudo podrían servir para introducir entre bloques mortero líquido moderno, pero no la argamasa más espesa que se utilizaba en el románico.
Argumento contrapuesto:
Las dovelas desmontadas muestran unas incisiones de sección decreciente, que en juntar las forman canales por donde verter cal que garantice una mejor unión entre las piezas. Esta es una práctica medieval que tiene razón de ser cuando se construye con mortero de cal o yeso, pero no con los morteros hidráulicos que probablemente se hubieran usado para una recreación del s. XX. Por tanto, el sistema constructivo muestra trazas de antigüedad poco coherentes con una recreación historicista
La presencia de una numeración incisa de caligrafía claramente es un numero arabigo que Eduard Cabonell ha olvidado deliberadamente mencionarlo
Hay que añadir, además, otro dato importantísima: las dovelas no montadas en Mas del Vent muestran una numeración incisa de caligrafía idéntica a la que se utiliza en los escritos de finales del s. XVII; en las fotografías de 1959 de Palamós Sierra se puede comprobar que el desmontaje de Madrid las dovelas y sillares llegaron a Palamós marcados con números pintados en rojo (ahora desaparecidos).
Hay más evidencias que cuestionan la "modernidad" del claustro. Se sabe por testimonios orales y documentales que las piezas llegaron con los camiones de Mateo Mateo con una numeración hecha con pintura roja. Pero las piezas desmontadas muestran claramente una numeración incisa, la epigrafía de (ver la imagen de una dovela-más arriba- con un 27 grabado). No digáis que no es extraño que un conjunto desmontado para llevarlo de Madrid en Palamós se numere dos veces. A ver si resulta que en Madrid llegó procedente de otro lugar lo estaba desmontado posiblemente de Salamanca, San Pedro de Arlanza o Burgo de Osma.
Opina Jaime Nuño, director del Centro de Estudios del Románico de la Fundación Santa María la Real, se centró en las propias contradicciones del informe y solicitó algún tipo de estudio complementario, como el estudio paleográfico de los números arábigos que aparecen en las dovelas y que pueden aportar datos sobre si hubo un montaje del claustro anterior a Ciudad Lineal ese tipo de numeración es postmedieval,
Y yo me referiré al párrafo numeración posmedieval es cierto la que dicha numeración de números arábigos fue hecha después del siglo XV exactamente en 1629 y fue hecha para desmontarla y posterior guardada para una posible reconstrucción en otro lugar.
Por lo tanto también es cierto que dichos números arábigos fueron hechos despues de la construcción en el siglo XII pero grabados en su desmontaje en el siglo XVII para montar en otro lugar, si no ,que misión tenian la de hacer una dovela un grabado de un numero arabigo ¿para hacer más creible la falsedad? esta actuacion de ocultacion nos es cientifica ni etica.
Foto:
Dovelas y arcadas del claustro de Palamos de la panda que se derrumbo en 1960
Saludos
Siloe
En El País:
José Ángel Montañés
Confuso, torpe, inexacto, indocumentado, superficial, de atrevida ignorancia, con argumentario limitado, radicalmente falso y deplorable. Son algunos de los calificativos empleados por los máximos defensores del carácter románico del claustro de Mas del Vent de Palamós (Girona) frente al informe dado a conocer en noviembre por la Generalitat en el que se aseguraba que la construcción era una recreación del siglo XX, sin elementos románicos del siglo XII. Unas conclusiones que han llevado a que esta semana, el Gobierno catalán haya decidido no proteger ni catalogar este edificio sin duda polémico.
Parecía que con su silencio, Gerardo Boto, el profesor de Historia del Arte Medieval de la Universidad de Girona que dio a conocer la existencia del claustro, y Marius Vendrell, el geólogo de la Universidad de Barcelona, experto en el estudio de los materiales de construcción histórica, daban por buenos los resultados negativos del equipo coordinado por el catedrático Eduard Carbonell. Pero no.
Los dos investigadores se mantienen en sus trece sobre la autenticidad del claustro, tal y como intentan demostrar en un documento de 17 páginas publicado ayer en el blog masdelvent.blogspot.com.es/ en el que responden, uno por uno, a los 37 argumentos que, según la Generalitat, avalan la falsedad.
Según el contrainforme, las técnicas y las herramientas empleadas en Palamós sí son las utilizadas para construir edificios románicos; las marcas dejadas en la piedra por las palancas para desmontarlo de su lugar original es imposible que sean las de extracción de la roca, tal y como defiende la Generalitat. Frente a la consideración de que su uniformidad es sinónimo de modernidad, enumeran una serie de claustros, como el de Poblet, Santes Creus, Vallbona de les Monges o Sant Domènec de Girona, que deberían ser considerados falsos también. Además, para ellos no hay duda de que un claustro románico no era un trabajo improvisado y sin diseño previo. “El referente del redactor de este punto no pasa de ser Los pilares de la Tierra”, mantienen.
En cuanto a la afirmación de que no se han encontrado morteros ni pátinas antiguos, aseguran que disponen de un informe, que Carbonell conoce y que se ha obviado, en el que se demuestra que existen restos de mortero diferente al empleado en Madrid y Palamós, así como de pátinas anteriores a las aplicadas en Girona, las únicas que reconoce la Generalitat. Además, aseguran que las marcas de cantero, que no localiza Carbonell por ningún lado, están presentes en los arcos, sobre todo en las juntas, pero nunca en la cara visible ni en los elementos escultóricos, por razones evidentes.
Para ellos, la afirmación de que los arcos de Mas del Vent son una réplica de San Juan de la Peña es “una visión superficial que sólo es factible desde un punto de partida prejuzgado”. Boto sigue manteniendo que la construcción se levantó usando pie capitolino, sinónimo de que es románico, y no en metros, como defiende el experto convocado por Carbonell.
En el documento, en el que reiteran que nunca han defendido que todo el conjunto sea románico, se llega a asegurar que los especialistas de la Generalitat “no han visto nunca una dovela medieval desmontada” y tampoco “conocen el comportamiento, usos y construcción de mortero de cal”, al negar que las incisiones de las dovelas de los arcos fueran para verter el mortero. Para los dos investigadores, en el extenso informe de más de 800 folios de Carbonell “no hay nada concluyente que hable de la contemporaneidad del claustro”.
El documento plantea una serie de preguntas a las que, según sus firmantes, la Generalitat no responde en su propio informe. Entre ellas: por qué se escogió para crear un claustro en Madrid piedra de Salamanca, dos ciudades separadas por 214 kilómetros por carretera, cuando en la propia Ciudad Lineal madrileña, donde la obra se montó en 1931, existía una oficina donde se comercializaba piedra de Colmenar que llegaba a una estación de tren propia; por qué se ha encontrado una doble numeración, una de ellas con caligrafía del siglo XVIII, momento en que, defienden, se desmontó el claustro de la catedral vieja de Salamanca; o por qué existen en Palamós, si se creó en los años treinta, copias de capiteles románicos desconocidos hasta finales de los cuarenta.
El contrainforme de Boto y Vendrell fue enviado el pasado martes a los miembros del Consejo Asesor del Patrimonio Cultural (CAPC) para que lo tuvieran en cuenta a la hora de decidir si seguía adelante o se archivaba el expediente para proteger el claustro como Bien Cultural de Interés Nacional (B... similar al Bien de Interés Cultural (BIC) español, tal y como establece la ley de patrimonio catalán.
Fuentes cercanas a este organismo aseguran que, casi siempre, sin apenas debatir, se aprueban los informes que elaboran los propios técnicos de la Generalitat. En la reunión del martes fue el propio Carbonell el que defendió su trabajo. Y convenció, porque el CAPC aprobó, por “unanimidad absoluta”, según la Generalitat, archivar el expediente de protección del claustro y no catalogarlo como BCIN, dejando en manos del Ayuntamiento de Palamós la responsabilidad de su conservación.
Un momento de la Nit Solidària de Mas del Vent del pasado domingo. / DANIEL MOLINA
Fuente: EL PAIS.com | 11 de agosto de 2015
El debate entre la autenticidad o falsedad del claustro de Mas del Vent no está cerrado. El contundente informe que presentó la Generalitat en octubre pasado asegurando que la construcción de Palamós es totalmente falsa, una recreación del siglo XX que nada tiene que ver con lo medieval, no ha hecho mella en los defensores del origen románico de la construcción que lo vinculan con la catedral de Salamanca, donde estuvo en pie hasta que en el siglo XIX se desmontó para construir un nuevo claustro.
Gerardo Boto, el profesor de la universidad de Girona que dio a conocer el edificio en 2012 cuando lo presentó en un congreso científico, sigue defendiendo el valor histórico y la importancia de estas piedras. Lo hace en un artículo publicado a finales de julio en el que aporta nuevos datos que avalan su tesis.
En la publicación que recoge su intervención en junio de 2014 —anterior por tanto al informe de la Generalitat—, en las Jornadas Románicas de Cuixà, Boto explica cómo el anticuario Ignacio Martínez, responsable del montaje del claustro en Ciudad Lineal (Madrid) a partir de 1931, compró en 1917 piedra, en dos ocasiones, a la catedral de Salamanca, tal y como quedó reflejado en documentos conservados en el archivo diocesano de esa ciudad. En el asiento de las compras, por las que pagó 750 pesetas, nada se dice de la cantidad ni qué piedras eran, pero por el precio que pagó, teniendo en cuenta que Martínez era anticuario y no pedrero y tras compararlo con otras compras parecidas realizadas en esos años, el investigador deduce que la compra fue voluminosa e importante.
Boto plantea algunos interrogantes que el informe oficial de la Generalitat no resuelve pese a que su responsable, Eduard Carbonell, contó con un buen número de especialista. El primero quién podría realizar a partir de la nada un claustro de 23 metros de largo y cuarenta arcos y cuáles fueron las condiciones materiales, humanas, técnicas e iconográficas indispensables para producir la obra. La posibilidad de producir una falsificación monumental habría exigido, asegura el profesor Boto, un gran equipo de talladores especializados en piedra de Villamayor, Salamanca, el material con el que está hecho todo el edificio, y del cual no ha quedado ningún rastro, ni documental ni en el recuerdo; un erudito en el repertorio iconográfico románico que conociera elementos inéditos en 1930 ya que si aparecen representados en los capiteles y un especialista en heráldica castellana medieval.
Otro aspecto en el que insiste Boto es por qué se decidió transportar piedra desde Salamanca a Madrid, a 330 kilómetros de distancia, en camión y en tren, si la piedra que se usaba era la de Colmenar Viejo, localidad célebre por sus pedreras, a menos de 30 Kilómetros del centro de Madrid. Sobre todo, si se tiene en cuenta que la oficina de distribución y venta de estas piedras se encontraba en Ciudad Lineal, a cuatro calles de donde Martínez montó sus ya famosas arcadas claustrales.
“No hay pruebas científicas definitivas sobre su falsedad. Pueden haber otros estudios”, aseguró en diciembre su dueño Kurt Engelhorn. Será por eso que en el programa de la cena del domingo se aseguraba que la bienvenida sería en el “Claustro Románico”.
En noviembre de 2014 la Generalitat de Cataluña cerró el caso del Claustro de Palamós asegurando que las arcadas situadas en la finca privada de Mas del Vent de esa localidad de Girona no eran románicas, como defendió el profesor de la Universidad de Gerona, Gerardo Boto, sino una recreación moderna impulsada por un anticuario en Madrid en los años treinta, que en 1958 viajaron hasta la Costa Brava tras comprarlas el potentado de origen suizo Hans Engelhorn para decorar su casa del Empordà.
El Departamento de Cultura, rechazando frontalmente la antigüedad de cualquier parte del conjunto, aseguró que no existían fuentes documentales, materiales, ni artísticas, que permitieran reconocer su autenticidad y, por lo tanto, se trataba de la mayor falsificación realizada en España, en términos de escultura románica. Con su dictamen ponía fin a más de dos años en los que esta construcción había ocupado un buen número de informaciones desde que se anunció su descubrimiento. Y más tarde, cuando se aseguró que la construcción era, en realidad, el claustro románico que estuvo en la catedral de Salamanca hasta el siglo XVIII. Tras el informe negativo la Generalitat cerró también el expediente para proteger la construcción y no se declaró Bien de Interés Cultural.
Pero el caso se cerró en falso. Eso es lo que se desprende del voluminoso libro que la Universidad de Salamanca acaba de publicar en el que se insiste en el origen románico de los arcos y su pertenencia a la catedral de esta ciudad castellano leonesa, tal y como se desprende ya en su título: Salamanca, Ciudad Lineal, Palamós. Las arcadas claustrales de Mas del Vent. En el libro, en el que han participado una docena de investigadores, entre historiadores del arte, geólogos y arquitectos, coordinados por Boto, se asegura que en 19 de los 44 capiteles (el 43% del total) de la construcción, el 37% de los cimacios (las estructuras situadas justo encima de los capitales) y gran parte del zócalo, son románicos del siglo XII; unas proporciones parecidas a las de otros claustros de la época como San Juan de la Peña, Aguilar de Campoo y San Pedro el Viejo de Huesca, de los que nadie duda de su origen románico. El resto de elementos, hasta completar la enorme estructura cuadrada de 23 metros de lado, posiblemente se copiaron de elementos originales pero inutilizables por su degradación extrema para el remonte que se efectuó en Madrid a partir de 1931.
"La única metodología de ejecución es esta. Puede resultar inverosímil e indemostrable, pero es la única respuesta a las preguntas que plantea esta construcción", destaca Boto, que asegura que con este libro, que seguramente será polémico, el tema del claustro de Palamós “no se reabre, sino que entra en el ámbito del academicismo, ya que se trata del primer libro publicado por una universidad sobre este asunto”.
Según las fuentes escritas consultadas, en las que detractores y defensores de la autenticidad de la obra coinciden, el claustro románico original se desmontó en 1785 con la intención de volver a remontarlo, algo que nunca ocurrió porque se decidió construir un claustro nuevo. Para los que defienden que las arcadas de Mas del Vent son falsas, de estas piedras no se vuelve a saber nada más, constituyendo un caso insólito hasta hoy, ya que no se conservan ni conocen elementos de esta construcción en los almacenes, pasillos, bóvedas y museo; ni una basa, un capitel o una dovela que se puedan atribuir con seguridad a este edificio románico en pie hasta finales del siglo XVIII. En el libro se argumenta que estas piedras, tras el desmonte y ser apiladas durante más de un siglo en el Colegio de Calatrava o Seminario Conciliar de Salamanca, fueron compradas, junto con otros lotes, con la venia del obispo Julián De Diego por Ignacio Martínez en 1917, tal y como quedó constancia en un asiento contable de la catedral. Años más tarde el anticuario las transportó en camiones a un enorme solar en Ciudad Lineal donde comenzó a remontarlo, con ayuda de Arthur Byne, destacado intermediario entre anticuarios españoles y ricos magnates americanos, como W. R. Hearts, Ciudadano Kane, como había hecho con 65 artesonados que le había vendido en muy pocos años para decorar su residencia de San Simeón, en California.
Los diferentes trabajos recogidos en el libro, estudian el origen de la piedra, toda procedente de la salmantina Villamayor, pese a que en Madrid, en ese momento, se empleaba la procedente de Colmenar, más fácil de conseguir y de trabajar. Se repasa, de forma pormenorizada, cómo se construyó el edificio empleando técnicas medievales y cómo las piezas presentan degradación ambiental de varios siglos y daños inducidos por desmontajes anteriores a 1931, cuando la Generalitat asegura que comenzó a crearse exnovo en Madrid y que denotan su origen secular. Se aborda el estudio de cuatro vigas del alfarje de madera que cubría los pasillos del patio original que sí se conservan y que encajan con las dimensiones de la construcción que hoy puede verse en la finca de Palamós y se analizan el contexto del tráfico de piezas de arte en España entre la dictadura de Primo de Rivera y la II República. Además de los agentes, anticuarios y transacciones artísticas en la Salamanca del momento que posibilitaron una operación como la compra de esta enorme estructura desmontada y su traslado a Madrid para luego ser vendido a Estados Unidos a fin de configurar parte de una escenografía burguesa asignada a alguna de las dos costas norteamericanas.
Fuente: elpais.com | 19 de noviembre de 2018
Tenía toda la pinta de haberse cerrado en falso y así parece que fue. Con esta versión todo encaja mejor. La secuencia de los acontecimientos es coherente y lógica. Hay que decir, que a fuer de ser un intento de expolio de Patrimonio camuflado, por lo tanto presentado como una falsificación, en la obra destaca la maestría de los canteros que lo montaron y por lo tanto lo considero una magistral reconstrucción, mejor que restauración, de un monumento antiguo y extraordinario. Si algún día hubiera de exponerse tendría que ser tal y como está ahora, distinguiendo las partes originales pero no dejando de destacar también la labor moderna, como ejemplo mayor del arte y oficio de la cantería. Seguiré con interés el debate. Un saludo.
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