Dientes fósiles originales del Hombre de Pekín/Xing Song et al. CENIEH

Científicos del Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana (CENIEH) forman parte del equipo que acaba de publicar en la revista Scientific Reports un artículo en el que se estudian por primera vez los restos fósiles originales que se conservan del  Homo erectus pekinensis u hombre de Pekín. Se trata de seis dientes de hallados a mediados del siglo XX en el yacimiento del Pleistoceno Medio de Zhoukoudian (Pekín).

El material arqueológico y paleontológico (incluidos numerosos restos humanos) de este yacimiento chino declarado patrimonio de la humanidad por la UNESCO se perdió durante la Segunda Guerra Mundial, mientras se trasladaba a Estados Unidos.

En la actualidad, solo existen seis dientes originales, recuperados entre 1949 y 1959 y en 1966, cuya descripción y comparación es objeto de este trabajo liderado por Xing Song, del Instituto de Paleontología de Vertebrados y Paleoantropología (IVPP) de Pekín, en el que también han participado María Martinón-Torres, directora del CENIEH y José María Bermúdez de Castro, coordinador del programa de Paleobiología de homínidos.

“Desde su pérdida, para llevar a cabo las investigaciones sobre los fósiles humanos hallados en el yacimiento durante la década de 1930, se han utilizado réplicas de escayola de muy mala calidad, así como las descripciones y dibujos que nos dejó el investigador Franz Weidenreich”, señala Bermúdez de Castro.

Reconstrucción facial forense de Homo erectus pekinensis. / Cícero Moraes / Wikipedia

Especie Homo erectus

Los fósiles humanos fueron atribuidos inicialmente por el antropólogo canadiense Davison Black a la especie Sinanthropus pekinensis. Más tarde, ya en la década de 1950, estos fósiles fueron incluidos en la especie Homo erectus.

Como explica Martinón-Torres, durante mucho tiempo se mantuvo la idea de que esta especie fue antecesora directa de la humanidad actual, y “todos los fósiles humanos encontrados en lo que denominamos el Lejano Oriente y en las actuales islas de Indonesia han sido atribuidos de manera sistemática a Homo erectus.

Varios estudios recientes han señalado diferencias entre todos estos fósiles, que se consideran como variaciones normales dentro de la especie. Según los autores de este artículo, existen similitudes entre los dientes de Zhoukoudian con los de otros yacimientos chinos de un periodo similar, pero también destacan las diferencias con otros dientes atribuidos tanto a Homo erectus como a otras especies de homininos de África y Europa.

Se espera que este trabajo abra las puertas de manera definitiva a una revisión de todo el material humano fósil del Lejano Oriente.

Fuente: SINC | 1 de febrero de 2018

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Dientes de Zhoukoudian y la historia ignorada del Lejano Oriente

Desde que los fósiles del famoso yacimiento de Zhoukoudian se perdieron en 1941 durante su traslado a Estados Unidos en la Segunda Guerra Mundial, todos hemos tenido que referirnos a ellos a través de las descripciones y dibujos que nos legó Franz Weidenreich. Las réplicas de escayola realizadas antes de su lamentable pérdida tienen una calidad pésima y apenas se puede adivinar la forma de los restos. En particular, los detalles morfológicos de los dientes y de otras partes anatómicas no se pueden evaluar de manera correcta en estos moldes.

Dientes humanos del yacimiento de Zhoukoudian (Pekín). Fuente: Scientific Reports Imagen tomada por Xing Song.

Los fósiles humanos de la localidad 1 de Zhoukoudian se recuperaron en poco más de 15 años, mediante métodos de excavación hoy día fuera de lugar. A pico y pala se procesaron cientos de toneladas de un yacimiento, cuya profundidad es de unos 25 metros. La antigüedad de los diferentes niveles se ha estimado entre medio millón de años y unos 200.000 años. El antropólogo canadiense Davison Black propuso el nombre de Sinanthropus pekinensis para los humanos recuperados de Zhoukoudian, en una época en la que todavía había muy pocos fósiles para siquiera hacerse una idea de la complejidad de la evolución humana.

 

En los años 1950, los fósiles perdidos de Zhoukoudian quedaron incluidos en la especie Homo erectus. Para entonces ya no había otra manera de estudiar este material que mediante las descripciones de Weidenreich. Pero la especie Homo erectus se consideró un escalón en la evolución humana, en línea única y directa hacia la humanidad actual. Ahora ya sabemos que la evolución de la genealogía humana se asemeja a un arbusto, lleno de linajes extintos. A pesar de ello y por la falta de información que se ha tenido de los yacimientos y fósiles de China durante décadas, todos los fósiles humanos del Pleistoceno recuperados en este país han sido asignados de manera automática a la especie Homo erectus. Algunos estudios relativamente recientes de los fósiles humanos tanto de China como de Indonesia han notado diferencias entre unos y otros. Pero a la postre, nadie ha osado cuestionar la clasificación de los fósiles del lejano oriente.

 

En la última década, los investigadores más jóvenes de China, con los que hemos tenido la inmensa suerte de colaborar, han valorado la variabilidad del registro fósil humano de su país. Por ejemplo, los restos de yacimientos como Paxian Dadong, Xujiayao o Xuchang, datados en la parte final del Pleistoceno Medio, también muestran una notable variabilidad y diferencias dignas de consideración con los restos de Zhoukoudian.

 

En un trabajo que hoy publica la revista Scientific Reports hemos tenido la oportunidad de colaborar con el joven científico chino Xing Song en la evaluación de los seis únicos dientes que se conservan del yacimiento de Zhoukoudian. Cuatro de estos dientes se recuperaron en excavaciones de los restos de la localidad 1 de Zhoukoudian entre 1949 y 1959. El sexto diente se encontró en 1966. Como sucedió con otros fósiles de China, la descripción de estos dientes se realizó en revistas locales, en lengua china. Todos estos fósiles quedaron olvidados en armarios de instituciones científicas de China. Pero la apertura y modernización de este país ha llegado también a la ciencia de manera exponencial. Poco a poco se va conociendo el increíble potencial arqueológico y paleontológico de China.

 

Los dientes del yacimiento de Zhoukoudian tienen una serie de particularidades, que ya se adivinaban en los dibujos de Franz Weidenreich, y muestran similitudes con los de otros yacimientos chinos de la misma época y de latitud similar: Hexian, Yiyuan y Xichuan. Las peculiaridades de estos dientes no se encuentran en yacimientos de Indonesia o, incluso, del sur de China. Por supuesto, las diferencias son también evidentes con los fósiles europeos o los africanos. Además, las nuevas técnicas de micro-CT permiten estudiar caracteres internos del esmalte, la dentina y la cavidad pulpar mediante imágenes virtuales, que están ofreciendo una nueva visión de la variabilidad de los fósiles humanos.

 

Según se vayan publicando los trabajos de revisión de los materiales olvidados en los cajones de instituciones de China, así como los de nuevas excavaciones iremos teniendo una nueva visión del registro fósil del Lejano Oriente. Es muy posible que en pocos años se cuestione la uniformidad aceptada por falta de información y veamos una pequeña revolución en la manera de considerar los homininos de China, Indonesia y otros lugares del Lejano Oriente. Las diferencias con los fósiles de Europa y África no pueden ser ignoradas. Es inadmisible meter a todos los fósiles en un mismo cajón sin una revisión crítica. Al menos, tenemos que entender la historia de estas poblaciones, ignorada desde siempre.

El artículo puede leerse de manera gratuita en la siguiente dirección: www.nature.com/articles/s41598-018-20432-y

 

José María Bermúdez de Castro

 

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María Martinón-Torres (CENIEH): "Homo erectus' debería utilizarse sólo para los fósiles encontrados en Asia"

Un equipo de científicos, entre los que se encuentran los españoles María Martinón-Torres (izquierda) y José María Bermúdez de Castro, del Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana (CENIEH), han estudiado por primera vez los restos fósiles originales que se conservan del 'hombre de Pekín' --seis dientes de 'Homo erectus' hallados a mediados del siglo XX en un yacimiento de Pekín-- y han constatado las diferencias entre esta especie en Asia y el 'Homo erectus' de África.

"Homo erectus' debería utilizarse sólo para los fósiles encontrados en Asia", ha asegurado a Europa Press la directora del CENIEH, María Martinón-Torres. Los dos investigadores han publicado en la revista 'Scientific Reports' su investigación, que ha estado liderado por Xing Song, del Instituto de Paleontología de Vertebrados y Paleoantropología (IVPP) de Pekín.

"El hombre de Pekín' es una de las muestras fósiles más emblemáticas y clásicas que se conocen dentro de la paleoantropología porque fue uno de los primeros restos que se encontraron cuando se buscaba aquel ancestro, el 'missing link' (eslabón perdido), del humano cuando empezaron los estudios sobre evolución humana", explica Martinón-Torres.

El 'hombre de Pekín' fue hallado a mediados del siglo XX en el yacimiento del Pleistoceno Medio de Zhoukoudian (Pekín). El material arqueológico y paleontológico (incluidos numerosos restos humanos) de este yacimiento chino, declarado patrimonio de la humanidad por la UNESCO, contemplaba más restos fósiles, pero estos desaparecieron durante la Segunda Guerra Mundial en su traslado de China a Estados Unidos. Sólo seis dientes se conservan en la actualidad, que fueron recuperados entre 1949 y 1959 y en 1966.

Hasta entonces, los estudios de esas colecciones se llevaron a cabo durante mucho tiempo con réplicas que se hicieron en su día y por medio de unos dibujos que dejó el investigador Franz Weidenreich. Ahora, la tecnología y técnicas avanzadas han permitido a los científicos poder estudiar, por primera vez, estos dientes fósiles.

Inicialmente, estos restos fueron atribuidos por el antropólogo canadiense Davison Black a la especie 'Sinanthropus pekinensis'. Más tarde, ya en la década de 1950, fueron incluidos en la especie 'Homo erectus'.

Sin embargo, tal y como señala Martinón-Torres, la denominación de 'Homo erectus' no está actualmente definida, pues actualmente se utiliza como un "cajón desastre". "Cualquier fósil que se encontraba en Asia, particularmente en China, pero también en Indonesia, que no pertenecía a un humano moderno, se metía en esta clasificación de 'Homo erectus", lamenta la experta.

Pero ahora, estos investigadores han descubierto diferencias en el 'hombre de Pekín' que permiten caracterizar y definir mejor al 'Homo erectus'. Para el estudio, los investigadores compararon los restos con otras poblaciones de homininos desde los últimos dos y tres millones de años a la actualidad.

DIENTES COMO LOS DE LOS ORANGUTANES

"Encontramos una serie de características en la morfología de los dientes que son particulares, y nosotros creemos que son exclusivas de este grupo", explica la paleoantropóloga, que asegura que esto les ha permitido "definir al 'Homo erectus', por lo menos, en sus características dentales".

En concreto, los dientes analizados presentaban una dentina con una serie de arrugas muy marcadas. "Es difícil explicar si esta morfología tiene una función, lo que sí es interesante es que son dientes muy robustos, con unas raíces muy robustas, muy masivas", añade.

Según Martinón-Torres, esta peculiaridad hizo dudar a los revisores de las revistas científicas a los que enviaron su estudio, porque según expone, decían que esos dientes no eran humanos. "Según estos revisores, eso no lo habían visto nunca en un humano, con lo que teníamos que descartarlo; decían que era de un orangután", comenta la científica, que bromea diciendo que "hay otras maneras de ser humanos".

Tal y como recuerda, la muestra fósil "más representativa" de lo que el mundo considera como 'Homo erectus' son los fósiles encontrados en el yacimiento chino de Zhoukoudian, por lo que argumenta que esta denominación debería referirse sólo a los restos encontrados en Asia. "Homo erectus' tendría que dejar de ser ese nombre de 'cajón desastre' y utilizarse específicamente a las poblaciones de China", añade. Los restos africanos y europeos deberían atribuirse a 'Homo ergaster' o 'Homo erectus africano' para la científica.

Según concluye, el 'Homo erectus' de Asia es una especie bien distinta del resto desde el Pleistoceno medio. "Probablemente, los humanos que llegaron a Asia, por deriva genética y aislamiento, desarrollaron sus propias características, se separaron de su población original y, por eso, desarrollaron esas diferencias", explica.

Fuente: cuatro.com | 2 de febrero de 2018

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