Sangre líquida obtenida del potro de la Edad del Hielo. Imagen: Universidad Federal del Noreste. Siberian Times
En agosto del año pasado, un equipo internacional de paleontólogos hacía un hallazgo increíble en el cráter Batagaika, en Siberia. Encontraron el cuerpo de un potro perfectamente conservado en el permafrost desde el paleolítico. La autopsia al animal ha revelado una segunda sorpresa: sangre.
Normalmente, los paleontólogos tienen que lidiar con restos fósiles en un lamentable estado de conservación. Si tienen suerte puede que encuentren fragmentos de roca con rastros de tejidos blandos como pelo y plumas, o pequeños insectos atrapados en ámbar. Hablar de encontrar sangre líquida en un mamífero es casi un imposible. En 2013 hallaron algo de sangre en el cuerpo de un mamut conservado también en la fría tundra siberiana.
El potro hallado de 42.000 años. Fotos: Universidad Federal del Noreste
El potro hallado en Batagaika es singular por varios motivos. Para empezar apareció completo. La autopsia revela que murió ahogado en el barro y el frío constante del terreno en el que estaba enterrado permitió que se conservaran restos que hoy en día son muy raros, como el pelo o los órganos internos. Al practicarle la autopsia, el doctor Semyon Grigoryev y su equipo descubrieron que los tejidos internos aún conservaban el color rojo de la sangre. Al llegar a los vasos sanguíneos del corazón encontraron sangre aún en estado líquido.
El hallazgo permitirá a los investigadores intentar clonar el animal y, literalmente, resucitar la especie a la que pertenece, una raza extinta conocida como caballo de Lenskaya. El proyecto ya está en marcha y no es el único. Los mismos investigadores trabajan también en resucitar al mamut lanudo.
El caballo de Lenskaya era muy similar al moderno caballo Yakut.Foto: Унаров Максим Владимирович (CC BY-SA 3.0)
La clonación de animales extintos no está exenta de riesgos y el primero es que la especie probablemente no sea genéticamente idéntica a la que desapareció. Aunque hallar sangre liquida es un hecho notable en términos paleontológicos, el ADN presente en esa sangre ya estará muy deteriorado y es prácticamente imposible que puedan reconstruirlo al 100%. En su lugar traerán de vuelta algo muy parecido, una especie transgénica que probablemente se parezca al caballo de Lenskaya original. De momento ambos viales de sangre son una oportunidad fantástica para estudiar especies extintas. No es necesario traerlas de vuelta a la vida.
Fuentes: es.gizmodo.com | Siberian Times | 16 abril 2019