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* Los padres activos pueden haber sido un factor clave de por qué nuestros antepasados fueron capaces de tener muchos hijos
* Sólo del 9 al 10 por ciento de todas las especies de mamíferos machos ayudan a las hembras a criar sus retoños.
* Los primeros papás ancestrales habrían contribuido con el baño y la alimentación de sus hijos.
Vía:
Discovery news.Por Josh Clark / 17 de marzo de 2010
(Traducción libre)
Los varones de nuestros primeros ancestros humanos pudieron haber contribuido a reactivar la moderna explosión de la población ayudando a las mujeres en la crianza infantil.
Esta inversión paternal se parece al tipo de conducta que muchos padres siguen mostrando hoy en día, según sugiere el investigador de la Universidad de Northwestern,
Lee T. Gettler, en un nuevo modelo antropológico sobre la evolución humana.
Tal como en la era moderna, habría algunos padres incumplidores que no echaban una mano con el cuidado de los niños en el lejano pasado.
"Otros hombres, sin embargo, podrían haber estado muy involucrados con el cuidado directo, participando de una conducta no muy diferente de la que practican los padres actualmente", dijo Gettler a
Discovery News.
El estudio fue publicado en la edición de febrero de la revista
American Anthropologist.
Los papás de la primitiva especie humana habrían ayudado en el desarrollo de los niños, tal como bañarles, darles de comer, jugar y enseñarles las lecciones de la vida prehistórica, subraya Gettler. Ellos negociaron estos servicios con las mujeres para acceder al apareamiento, lo que favoreció la monogamia y la estructura de la familia moderna en su desarrollo.
La hipótesis de Gettler pretende explicar un misterio que desde hace mucho tiempo los antropólogos han explorado. Cuando el género
Homo se bifurcó de otros descendientes simios, aumentó de tamaño al incrementar la ingesta calórica y reducir el gasto de energía. Los gastos más grandes de energía se encuentran en las especies primates en la procreación y la crianza.
No obstante, aún cuando nuestros ancestros pre-humanos se hicieron más grandes, la cantidad de tiempo entre embarazos -conocido como el intervalo entre nacimientos- se situó más baja que la de sus homólogos antiguos más pequeños. Las hembras comenzaron a tener más niños en lugar de menos.
Gettler afirma que el intervalo más corto entre nacimientos, y el largo período de crianza de los niños, característico de los seres humanos modernos, sólo podría haber ocurrido si los padres antiguos echaban una mano.
Con los padres ayudando a criar a los hijos las madres no gastaron tanta energía, dando lugar a un intervalo entre nacimientos más corto. Como resultado de ello, las madres reproducían con mayor frecuencia.
El biólogo evolutivo y antropólogo de la Universidad de California en Santa Bárbara,
John Tooby, está de acuerdo en que el cuidado paternal desempeñó un papel decisivo en la evolución humana. Sin embargo, Tooby, que no está afiliado con el estudio de Gettler, observa que los padres activos hicieron a los seres humanos una especie más dominante, no sólo porque fueron capaces de reproducirse con mayor frecuencia, sino porque el cuidado adicional nos permitió desarrollar mejores cerebros.
"La disposición del varón facilitó un cuidado paternal más completo de los niños, tanto durante el embarazo como después del parto, favoreciendo un desarrollo del cerebro más grande con un largo periodo de dependencia", dijo Tooby.
"Así, el intervalo entre nacimientos pudo acortase, pero también la calidad del recién nacido pudo ser mayor".
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Ya pasó el día del padre, y no cabe duda que este post hubiera sido un buen homenaje en tal día, pero no tuve ocasión de advertir tal información a su debido tiempo.
En cualquier caso, el contenido del estudio que ha llevado a cabo el profesor Lee T. Gettler me place en lo que tiene de intento de demostración sobre el papel jugado por los padres varones en la crianza de los hijos en tiempos tan remotos y su influencia derivada en los actuales.
Por otro lado, cabría preguntarse, en términos evolutivos, a tenor de la tesis expuesta, hasta qué punto es separable la amplia disposición temporal de las hembras de la especie humana para poder quedar embarazadas y la reducción del intervalo entre nacimientos como consecuencia de la ayuda del varón.
Es decir, ¿la ayuda parental del varón en la crianza de los hijos favoreció esa amplia disposición biológica temporal de las hembras a quedarse embarazadas o, por el contrario, de no haberse producido esa explícita ayuda de los varones las hembras habrían modificado en su organismo -en términos evolutivos, repito- esa disposición?
Según la tesis expuesta, tal parece que sin esa ayuda del varón no habría sido posible que se hubiera mantenido, pues la amplia condición reproductora de las hembras (y su organismo entero) habría entrado en profunda contradicción con la regulación del gasto energético y su equilibrio comparativo respecto de los machos en el proceso evolutivo de crecimiento del tamaño corporal.