Fuente: IPHES | 1 de agosto de 2012

La convivencia de sapiens y neandertales en las diversas regiones europeas y cómo los primeros se fueron expandiendo mientras los otros finalmente se extinguían es un tema muy controvertido que ha suscitado un intenso debate en las últimas décadas. Un estudio que publica ahora el Journal of World Prehistory, liderado por el IPHES (Instituto Catalán de Paleoecología Humana y Evolución Social), intenta aportar respuestas a estas cuestiones.

En el artículo, firmado por Joan García y Kenneth Martínez, colaboradores del IPHES, y Javier Baena, de la Universidad Autónoma de Madrid, se afirma que la sustitución de los neandertales por los sapiens no fue un proceso homogéneo, sino que tuvo lugar de formas muy diversas en las diferentes regiones europeas.

Para llegar a esta conclusión se ha realizado un trabajo de síntesis de lo que se conoce sobre los principales yacimientos catalanes y cantábricos de hace entre 33.000 y 40.000 años de antigüedad, caso del Abric Romaní (Capellades, Barcelona) en el cual el IPHES desarrolla un importante proyecto de investigación, L’Arbreda (Girona), Cova del Reclau Viver (Gerona), Cova dels Ermitons (Gerona), La Roca dels Bous (Lérida), Cova Gran (Lérida), Las Fuentes de San Cristóbal (Huesca), Gabasa (Aragón), Lezetxiki (Guipúzkoa), Morín (Cantabria), El Castillo (Cantabria), El Pendo (Cantabria), El Esquilleu (Cantabria) y La Viña (Cantabria).

"Así pues, en el noreste peninsular y en el área cantábrica -comenta Joan García- existieron poblaciones refugio de neandertales, que coexistieron en áreas limítrofes respecto a los primeros 'sapiens' europeos con tecnología auriñacienses (propias de los primeros 'sapiens' europeos), con presencia de útiles característicos como las láminas retocadas, raspadores carenados o buriles, además de incorporar la talla del hueso como materia prima. Ocasionalmente, existieron procesos de aculturación entre ambas poblaciones, que dieron lugar a la cultura de Chatelperroniense, de clara influencia  auriñaciense y que incorporó artefactos singulares como las puntas de lanza chatelperronienses o las laminillas Dufour".

La hipótesis de la “Frontera del Ebro”

"En otras regiones, en cambio, -prosigue el mismo investigador- se pudieron producir hibridaciones entre neandertales y 'sapiens' (área portuguesa) procesos de sustitución poblacional y cultural de los neandertales por los 'sapiens' de forma rápida hace unos 40.000 años, sobre todo en áreas del centro de Europa".

Con estos datos en las manos, los autores han podido criticar la hipótesis de la "Frontera del Ebro", mantenida en los últimos años, para explicar la separación geográfica y cronológica de las poblaciones de neandertales y sapiens, según la cual los neandertales habitaron el sur de la península ibérica hasta la zona del Ebro y ésta habría actuado como barrera ecológica, impidiendo que los neandertales ocuparan el norte de la Península, poblado únicamente por sapiens desde los aproximadamente 40.000 años.

En el artículo que nos ocupa, "defendemos lo contrario y explicamos -afirma Joan García- que la situación fue mucho más compleja, ya que los neandertales subsistieron también en áreas del norte, a modo de refugio, donde podrían haber permanecido poblaciones neandertales más o menos residuales, pero muy bien adaptadas, en un contexto de presión demográfica creciente de los 'sapiens'".

Desde este punto de vista, la nueva investigación considera que la "Frontera del Ebro" debe ser sustituida por un modelo que permita entender con toda su complejidad los diferentes procesos, causas y ritmos de sustitución de especies (neandertales por 'sapiens') y culturas (musteriense por el auriñaciense).