Marco de la Rasilla, en la galería del osario donde se desarrollan las excavaciones. 

Vía: LNE | M.S. Marqués| 16 de septiembre de 2011

Los fósiles de la cueva de Sidrón (Piloña) no tienen nombre. En contra de la costumbre que se impone en otros yacimientos, que optan por bautizar a sus fósiles aunque se trate de un reducido número de muestras, el equipo arqueológico que dirige Marco de la Rasilla no ha sido nunca proclive a dar nombre a los neandertales localizados. Bien es verdad que sería más complicado que en otros casos e incluso habría que tirar de «santoral» para nombrar a todos los integrantes del amplio grupo que vivió hace 50.000 años en la falda del Sueve.

En la galería del osario se han extraído en los últimos diez años la extraordinaria cifra de más de dos mil fragmentos pertenecientes a las distintas partes del esqueleto neandertal. Se trata de una cantidad inusual, sorprendente si se compara con los resultados conseguidos en otros yacimientos neandertales, donde se celebra a bombo y platillo el hallazgo de un diente.

La riqueza que contiene el yacimiento de Sidrón se pone de manifiesto en cada nueva temporada de excavaciones. En la presente no ha habido cambios. Como si de un pozo sin fondo se tratara, la cueva sigue ofreciendo fósiles como en los mejores momentos. En poco más de una semanas, el equipo arqueológico, formado por diez investigadores, ha conseguido extraer más de una treintena de restos óseos y algunos materiales líticos.

El copioso material que ha ofrecido la galería del osario a lo largo de estos años ha servido para que poco a poco y si grandes alharacas, Sidrón sea hoy la referencia neandertal de la península Ibérica, un yacimiento sin parangón con el que no puede competir de momento ninguno de los que están siendo investigados en otras comunidades. Sin desmerecer a nadie, porque todas las muestras son importantes y permiten establecer comparaciones con la morfología de la especie, los materiales asturianos han posibilitado las respuestas a muchos interrogantes científicos que carecían de respuesta.

Si hasta el momento se han aportado datos de enorme valor, los investigadores continúan en su empeño de seguir descubriendo nuevos aspectos sobre la especie que nos precedió. Entre las líneas científicas sobre las que se aplican en la actualidad tiene especial interés la relacionada con el sílex, material con el que los neandertales fabricaron muchas de sus herramientas localizadas. Se ha conseguido ubicar los lugares donde se proveían del material, una zona de captación que se extiende entre Miyares y Ceceda, referencia del máximo interés porque permite comenzar a dibujar el mapa de los desplazamientos realizados por el grupo neandertal piloñés.

En su interés también figura la sala de las pinturas, marcas coloreadas en rojo de difícil datación a las que quieren poner fecha. El primer paso será datar una entrada próxima hoy taponada para establecer una aproximación e ir acotando la franja temporal. Los grabados y los zarpazos de oso también se tendrán en cuenta para descifrar el enigma.