Foto: Excavación desarrollada por el IPHES en La Cansaladeta (Tarragona) esta pasada primavera - JMV / IPHES
Fuente: IPHES| 4 de agosto de 2015
Los primeros estudios que ha desarrollado el IPHES (Institut Català de Paleoecologia Humana i Evolución Social) con los datos que ha aportado la excavación arqueológica llevada a cabo esta primavera en La Cansaladeta (La Riba, Alt Camp, Tarragona) han puesto al descubierto una nueva estrategia de ocupación de este lugar, hace unos 400.000 años.
Hasta ahora se habían documentado estancias de larga duración, pero los nuevos hallazgos han evidenciado una utilización también para paradas cortas que realizaban los homínidos del Pleistoceno medio cuando se desplazaban a lo largo del río Francolí. Esto se ha sabido a través del análisis de las herramientas de piedra y restos de su fabricación, así como de huesos de animales descubiertos en el yacimiento.
Foto: A la derecha, una herramienta grande elaborada de manera expeditiva, lo que demuestra un empleo de corta duración de este nivel del yacimiento - Josep Maria Vergès / IPHES
Conseguir alimentos
"Muy probablemente eran paradas breves que efectuaban en sus desplazamientos para conseguir alimentos", comenta
Josep Maria Vergès (izquierda), investigador del IPHES y codirector de la excavación.
"La presencia de pocas herramientas, fabricadas aparentemente a partir de un número muy reducido de nódulos de sílex y de cuarzo, de baja calidad, no seleccionado, unido a la presencia de utensilios elaborados expeditivamente con fragmentos de roca procedentes de la misma pared del abrigo nos hablan de artefactos confeccionados para satisfacer necesidades coyunturales, surgidas de forma inesperada", puntualiza el mismo arqueólogo.
Este hecho contrasta con los niveles excavados con anterioridad, mucho más ricos en la variabilidad y en el número de objetos, que han sido interpretados como el resultado de estancias de cierta duración durante las cuales La Cansaladeta se convertía en un campamento de referencia desde el que se explotaban los recursos (animales y plantas silvestres) del entorno del Estrecho de la Riba.
Proyecto de investigación
Desde la perspectiva diacrónica del proyecto de investigación Evolución paleoambiental y población prehistórica en las cuencas de los ríos Francolí, Gaià, Siurana y rieras del Camp de Tarragona, que lleva a cabo el IPHES y que incluye La Cansaladeta, los yacimientos que forman parte se complementan.
"Entre todos ellos se puede ofrecer una visión continua y diversa de los homínidos de este territorio durante el último millón de años", indica Vergès.
De este modo, en cuanto a las fases más antiguas de ocupación, las relativas a las primeras poblaciones europeas, se espera que en las próximas campañas La Cansaladeta y el Barranc de La Boella (La Canonja, Tarragona) abran la posibilidad de obtener información sobre el tramo cronológico comprendido entre los 800.000 y los 500.000 años de antigüedad, bastante desconocido a nivel europeo.
Aparente vacío poblacional
"Es a partir de yacimientos como estos que podremos saber si el aparente vacío de población existente durante este período es real o si simplemente se trata de una falta de datos derivada de la dinámica de la investigación y de la fortuna", explica Josep Maria Vergès. De esta manera se podría aclarar si, como proponen algunos investigadores, hay una primera oleada de población en torno al millón de años que se acaba perdiendo, quedando Europa deshabitada hasta que llegan nuevos contingentes humanos procedentes de África hace unos 500.000 años, o si nuestras tierras han estado habitadas de forma continua desde la llegada de los primeros homínidos.