Excavación en la Cueva de las Borras hace unas semanas - IPHES

Fuente: IPHES| 9 de junio de 2013

Gracias a los trabajos de excavación que, por segundo años consecutivo, el IPHES (Instituto Catalán de Paleoecología Humana y Evolución Social) ha desarrollado en la Cueva de las Borras, en La Febró (Baix Camp), ha podido confirmar que, hace entre 13.000 y 9.000 años (Paleolítico superior final), éste fue un lugar habitado de forma continuada por homínidos. El yacimiento se localiza al Suroeste de las Montañas de Prades, en la cabecera del río Siurana (Tarragona).

La evidencia más importante de esta presencia humana es el abundante registro de industria lítica en sílex que se ha puesto de manifiesto. Asimismo, una de las novedades más significativas ha sido la aparición de restos de fauna y fragmentos de herramientas realizadas sobre oso, como una posible azagaya y algunos colgantes.

Foto: Fragmento de azagaya - IPHES

Maria Soto, becaria FI AGAUR (Generalitat de Cataluña) adscrita al IPHES, y codirectora de las excavaciones en la Cueva de las Borras junto con Josep Vallverdú, investigador del mismo centro de investigación, ha puntualizado: "éramos conscientes de la valía de los niveles pertenecientes al Paleolítico superior final, que ya se habían documentado, pero con los nuevos hallazgos hemos podido confirmar este hecho. Por otra parte, se ha constatado la continuidad de la secuencia arqueológica con niveles más profundos que han proporcionado herramientas líticas características de periodos más antiguos del Paleolítico superior".

Fotos: Muestra de algunas de las piezas de herramienta lítica que se han descubierto durante la campaña de este año - IPHES

Hasta el momento se ha podido definir una secuencia arqueológica formada por 4 niveles diferentes con restos de ocupaciones humanas en el yacimiento. "La prueba más clara es la abundante registro de industria lítica en sílex, que captaban en las proximidades del Macizo de Prades", insiste María Soto. "En las capas superiores el conjunto lítico se caracteriza por la presencia de pequeñas laminillas de sílex retocadas y elementos geométricos que se utilizaban como puntas y armaduras de flecha para la caza", señaló. Al mismo tiempo se han recuperado un gran número de los núcleos de los que se extraían estas laminillas, de dimensiones reducidas, y raspadores para trabajar las pieles.

Foto: La arqueóloga María Soto, codirectora de la excavación junto con Josep Vallverdú - IPHES

En los niveles inferiores, las dimensiones de la industria cambian, encontrando piezas de tamaños bastante más grandes, donde dominan las láminas, en lugar de las laminillas, y las puntas de proyectil realizadas sobre láminas de grandes dimensiones. Los núcleos y los raspadores también son notablemente más grandes y existen sistemas de talla del sílex encaminados no sólo a la obtención de láminas, sino también de lascas.

La misma investigadora ha remarcado que otra de las aportaciones más importantes ha sido la aparición de restos de fauna (principalmente cabra y ciervo) a los niveles inferiores, lo que no sucedía en el tramo superior descubierto el año anterior. "Junto con los restos de los animales consumidos por los grupos humanos también han aparecido fragmentos de herramientas realizadas sobre oso, como es el caso de una posible azagaya muy fragmentada y quemada, y algunos colgantes realizados sobre caracoles marinos perforados", explicó.

Foto: Uno de los caracoles marinos que habrían podido utilizar de colgante - IPHES

El estudio conjunto de los restos fósiles y de la organización del espacio permitirá profundizar en el conocimiento del comportamiento económico y social de las sociedades cazadoras y recolectoras, así como definir la importancia de la Cueva de Las Borras en el entorno de las Montañas de Prades y del Sur de Cataluña durante el Paleolítico superior.

La campaña se ha efectuado esta primavera, en el marco del programa "Evolución paleoambiental y poblamiento prehistórico en las cuencas de los ríos Francolí, Gaià, Siurana y arroyos del Camp de Tarragona", cofinanciado por el IPHES, el Departamento de Cultura de la Generalidad de Cataluña y   el Ayuntamiento de La Febró, que nuevamente ha facilitado la realización de las tareas arqueológicas.

El objetivo más inmediato, una vez finalizada la excavación, es confirmar la cronología de estos niveles arqueológicos mediante dataciones absolutas de Carbono 14 o termoluminiscencia, para situar con mayor precisión las diferentes ocupaciones del yacimiento dentro de la secuencia cultural del Paleolítico .