Ana MateosJesús Rodríguez, científicos del Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana (CENIEH), forman parte de un equipo que publica hoy en la revista PLOS ONE un modelo computacional que demuestra que los homínidos pudieron cruzar el mar a través de algunos estrechos hace más de un millón de años.

Los homínidos salieron de África hacia Eurasia varias veces, hace entre uno y dos millones de años. Si esas dispersiones se produjeron exclusivamente por vía terrestre o si los homínidos pudieron atravesar algunos estrechos, como el de Gibraltar en el mar Mediterráneo o el de Bab-al-Mandab en el mar Rojo, es una cuestión a debate entre los científicos.

Algunos autores habían usado antes modelos computacionales para estudiar esas dispersiones, pero siempre consideraron el mar como una barrera infranqueable. El modelo publicado ahora por científicos españoles y alemanes simula el comportamiento de un grupo de homínidos en un paisaje hipotético con dos orillas separadas por un estrecho, y evalúa el éxito del cruce y el establecimiento de una población estable en la otra orilla.

Para llevar a cabo este modelo se han reproducido las acciones e interacciones de los individuos dentro de un entorno, incluyendo tanto condicionantes del paisaje (recursos y topografía), como factores fisiológicos, demográficos y la capacidad de decisión de los homínidos. Además se ha evaluado la eficacia de cuatro tipos de movimiento en el agua: dos activos y direccionales (nadar, e ir en una balsa) y otros dos pasivos y sin dirección (dejarse arrastrar a la deriva con o sin utilizar un objeto a modo de flotador).

“También hemos simulado el efecto de los principales riesgos fisiológicos que podía correr un homínido en el mar durante el Pleistoceno como son la deshidratación, la hipotermia y el agotamiento”, señala Ana Mateos (izquierda).

Menos de 10 km

Los resultados muestran que las probabilidades de éxito se reducen al aumentar la distancia entre las dos orillas. Esos homínidos podrían haber cruzado distancias de menos de 10 km simplemente a nado. El mayor factor limitante sería la temperatura del agua que puede causar la muerte por hipotermia, incluso en aguas templadas como las del Mediterráneo. En consecuencia:  los primitivos humanos no pudieron cruzar los estrechos del Mediterráneo dejándose arrastrar a la deriva ni nadando activamente; la balsa habría sido el único medio posible de cruzarlos para los humanos modernos, pero no hay ninguna evidencia de que esa tecnología estuviera a su alcance. Por el contrario, las simulaciones sugieren que los humanos pudieron cruzar el estrecho de Bab-al Mandab a nado o, incluso, dejándose arrastrar por la corriente.

“El uso de balsas simples permitiría travesías más largas pero, en esos casos, la deshidratación y la muerte por inanición serían los principales factores de riesgo a tener en cuenta. Aunque es probable que esta tecnología se desarrollara mucho más tarde”, comenta Ana Mateos.

Los estrechos de Gibraltar, Sicilia y Bab-al-Mandab constituyen las tres posibles rutas marítimas para la salida de África y entrada en Eurasia. (Foto: Jesús Rodríguez).

Toma de decisiones

La inclusión en el modelo de cierta capacidad de toma de decisiones por los individuos, aunque a un nivel muy básico, ha demostrado ser una idea muy acertada. Los resultados predicen que la direccionalidad del movimiento, la percepción de la otra orilla y la intención de llegar a ella son factores clave.

Y es que como señala Jesús Rodriguez, (izquierda), “la probabilidad de éxito del cruce accidental de un estrecho para establecer una población fundadora es muy baja porque requiere el paso de varios individuos a la vez“.

El efecto de las diferencias climáticas entre el presente y el momento en el que se produjo la salida de África, en el Pleistoceno superior, también ha sido incluido en el estudio. "Hemos realizado nuestras simulaciones en dos escenarios climáticos distintos, uno que representa un periodo más cálido que el actual y el otro un periodo glaciar. Son dos extremos que nos permiten evaluar el efecto del clima en las posibilidades de éxito al cruzar los estrechos", explica Jesús Rodríguez.

En este artículo liderado por Ericson Hölzchen han participado, además del CENIEH, científicos de la Goethe University de Frankfurt, el Trier Lab for Social Simulation (TRILABS) y el German Research Center for Artificial Intelligence (DFKI).

Fuentes: cenieh.es |elimparcial.es | 30 de junio de 2021

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