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Permalink Responder para Alicia M. Canto el junio 18, 2014 a las 12:33am

Me sigue admirando, como en 2004 cuando lo leí por primera vez, el increíble aplomo con el que el colega Prof. Arturo Ruiz asegura al mundo que el tema del sitio de Baecula "está superado" y "sancionado", sin tener lo que convencionalmente llamamos una prueba irrefutable. Claro que eso de afirmarlo "contando con Europa" debe de acompañar mucho.

Sin embargo, todos los argumentos en contra de que Baecula pueda haber estado en Santo Tomé siguen en pie, como brevemente los vengo exponiendo hace años, y en especial en este artículo de 2011, completo aunque divulgativo.

Muy particularmente: Para saltarse la cita de Tito Livio (XXVIII, 13), en la campaña siguiente de la Segunda Guerra Púnica en Hispania, 207-206 a.C., cuando los dos ejércitos romanos, viniendo respectivamente de Tarragona y de Cartagena, se reúnen primero en Cástulo y, ya juntos (textualmente) "desde allí avanzan hacia Baecula" (Castulonem pervenit... inde ad Baeculam urbem processum) esto es, avanzan (lo indica el pro-) desde Cástulo (c. Linares) hacia el Oeste, y no hacia el Este (donde, a 60 km, se halla Santo Tomé), para desde allí continuar su marcha hacia el sur (hacia la que sería la batalla final de Ilipa, cerca de Sevilla), hace falta una fe de las que mueven montañas. Exactamente como la que sin duda tiene y transmite el estimado colega jienense.

Sin recurrir a los demás argumentos que di (ni a otros que hay y aún no di), el que quiera comprobarlo no tiene más que coger un mapa actual y plantearse la estrategia de un plan para "rematar" a los cartagineses en la zona de Sevilla o Cádiz saliendo de Cástulo/Linares, pero retrocediendo primero 60 km, hasta el lugar por el que supuestamente acaban de venir... y además cargando con 45.000 soldados, impedimenta, animales, y desde luego toda la maquinaria bélica necesaria. Parece obvio que estratégicamente semejante movimiento de retroceso carecería de todo sentido, incluso sin mencionar los obstáculos geofísicos para hacerlo.

Pero, sobre todo, en buena técnica histórica, para ser tan contundente sería bueno esperar a tener por lo menos una inscripción romana que pruebe esa identificación. Con una sola, pero clara, bastaría. En Santo Tomé, donde sin duda hubo una ciudad prerromana y romana importante, aunque no es Baecula, han aparecido, pero en otro lugar (Los Turruñuelos) hasta 30 inscripciones romanas. Pero por azar ninguna declara el nombre de la ciudad.

Vamos, como se ha hecho toda la vida, aunque fuera en yacimientos donde también se encontraban monedas, jabalinas, tachuelas y otros cientos o miles de artefactos (doy por lapsus del periodista decir que se hallaron "2.400 armas"). Los artefactos en general nunca han sido "razones", sólo objetos a contextualizar por otros medios históricos más seguros, como la Epigrafía, las fuentes, o la Numismática cuando hablamos de cecas (y aún éstas, no siempre).