Juanma López-García en primer término, y a su lado, Hugo Blain, son investigadores que han participado en esta investigación. En la imagen, en Moià, seleccionando y observando restos de micromamíferos hallados en la Cueva de los Toixoneres la campaña 2010. IPHES. Fuente: IPHES | 3 de julio de 2012

Una de las justificaciones que se han formulado para explicar la extinción de los neandertales han sido a menudo causas climatológicas, al considerar que no sabían adaptarse a un empeoramiento del tiempo.

Un estudio realizado ahora por el IPHES (Instituto Catalán de Paleoecología Humana y Evolución Social) sobre restos fósiles encontrados en la Cueva de las Teixoneres, en Moià (Barcelona), demuestra que esto no fue así y que, contrariamente a lo que se pensaba , sabían sobrevivir en el territorio independientemente de las condiciones climáticas a las que tuvieron que enfrentarse.

El estudio se basa en el análisis de microvertebrados (anfibios, reptiles y micromamíferos), el polen, los carbones y el desgaste dental observados en macromamíferos de los niveles II y III de la cueva Teixoneres, con una antigüedad que oscila entre los 30.000 y los 90.000 años antes del presente. "El objetivo era caracterizar cronológicamente y paleoclimaticamente la secuencia de la cavidad, comparando nuestros datos con las fluctuaciones climáticas globales del Pleistoceno superior y con los yacimientos de empleos neandertales de la Península ibérica con estudios similares realizados", comenta Juan Manuel López- García, investigador del IPHES y firmante principal del artículo publicado recientemente en la revista Quaternary Science Reviews donde se recoge este trabajo.

"Con nuestra investigación -prosigue el mismo investigador- hemos podido demostrar que los neandertales que vivían en el entorno de la Cueva de las Teixoneres estaban bien adaptados al territorio que habitaban". Además, teniendo en cuenta otros lugares de la Península ibérica, con cronologías similares a las del yacimiento de Moià, como la Cueva del Conde (Asturias), el Arboleda (Girona), Gorham's cave (Gibraltar), el Abric Romaní (Capellades) o la Cueva del Gigante (Sitges), "parece ser que las ocupaciones del Paleolítico medio en la Península Ibérica se encuentran íntimamente ligadas a la presencia de formaciones forestales, independientemente de las condiciones climáticas", observa López-García. Este paisaje estaría caracterizado por formaciones boscosas predominantes desde el sur al norte de la península ibérica.

Referencia bibliográfica

López-García, JM et al. , 2012. "A multidisciplinary approach to reconstructing the chronology and environment of Southwestern European Neanderthales: the contribución es of Teixoneres cave (Moià, Barcelona, Spain)". Quaternary Science Reviews 43: 33-44.