Ría de Urdaibai. Wikipedia.
La población de
Urdaibai desciende del
Homo sapiens que habitó en las cuevas de Santimamiñe, en Kortezubi (Vizcaya) Así lo corrobora un estudio genético realizado por el equipo de científicos de la UPV-EHU liderado por la experta en la materia
Marian Martínez de Pancorbo. El trabajo fue presentado ayer en la sala Elai-Alai de Gernika ante un nutrido grupo de asistentes. El análisis genético realizado a las muestras de ADN recogidas el pasado mes de mayo a más de un centenar de vecinos de los municipios de Kortezubi, Nabarniz, Ereño y Gautegiz Arteaga no deja lugar a dudas. Estos residentes y los restos óseos de más de 4.000 años de antigüedad localizados en Santimamiñe guardan líneas de parentesco entre sí.
«Esto certifica que el Homo sapiens de antaño perdura en Urdaibai, aunque los linajes no son exactamente iguales porque se van perdiendo en la transmisión de las generaciones. Es algo normal, sucede como con los apellidos que con el paso del tiempo se van modificando», matizó Martínez de Pancorbo.
Los científicos utilizaron las muestras de saliva recogidas a los 158 voluntarios para «identificar linajes paleolíticos». La elección de la comarca para desarrollar el estudio no fue al azar.
En Urdaibai «había muchas probabilidades de que existiese una alta concentración de antepasados muy antiguos. Hay un idioma característico y unos apellidos originarios de la zona que nos hacían presagiar que generaciones pasadas vivieron aquí y ahora sabemos que desde el origen así es», afirmó la genetista.
El estudio del ADN ha permitido constatar también que, tanto en la población actual como en los antiguos moradores de Santimamiñe, existe una alta tolerancia a la lactosa. «En general, los vascos admiten mejor la leche que otras poblaciones de la Península Ibérica, quizá porque nuestro pasado está muy ligado a la ganadería vacuna como fuente de alimentación y el ser tolerantes nos ha ayudado a sobrevivir mejor», argumentó.
Movimientos migratorios
Gracias a este tipo de trabajos, los científicos podrán determinar de dónde surgen las poblaciones y sus movimientos migratorios. «La vasca es una de las más antiguas y fue la fundadora del oeste europeo. Por eso nos resulta tan interesante a los genetistas», manifestó. Sin embargo, este tipo de afirmaciones deberán confirmarse con el tiempo porque el material estudiado es muy escaso. «Hay claros indicios, pero para asegurarnos debemos disponer de más restos prehistóricos y menos limitaciones presupuestarias. Con esto pasa como con las elecciones, sin el 100% escrutado no tenemos los datos reales», recalcó Martínez.
La información conseguida en Urdaibai será almacenada en el depósito de ADN de la Facultad de Farmacia de Vitoria para continuar con esta línea de actuación y «para que futuros científicos puedan utilizarla en nuevas investigaciones. De esta manera podrán usar las muestras rápidamente sin tener que realizar nuevos análisis de población», apuntó. Para divulgar este hallazgo, el equipo investigador publicará un artículo en dos prestigiosas revistas americanas.
«Es importante que estos resultados sean conocidos por la opinión pública», señaló. Martínez desarrolla también otros análisis del genoma para mostrar la huella genética de la población de Laguardia y en el yacimiento de La Hoya. «Junto a científicos de la UPV comprobaremos la evolución y distribución de los genes vascos», anunció.