Foto: Izq: Cráneo de H. sapiens. Dcha. Cráneo de neandertal

Vía: El Universal | 8 de noviembre de 2010

El cerebro de los Homo sapiens, especie del ser humano actual, experimenta durante el primer año de vida un desarrollo diferente al que se producía en el del Hombre de neandertal, según un estudio del Instituto Max Planck de Antropología Evolutiva de Leipzig difundido por Efe.

Según las investigaciones, los cerebros de ambas especies son muy similares en el momento del nacimiento. Sin embargo durante el primer año, el de los Homo sapiens sigue una evolución diferente que le otorgaría unas habilidades cognitivas distintas.

A la luz de esta investigación, publicada en la revista científica "Current Biology", "es poco probable que los neandertales tuvieran una visión del mundo como la que tenemos nosotros", señalan desde el instituto alemán situado en el este del país.

Esta investigación arroja luz sobre las discusiones antropológicas y paleontológicas que defendían que, dado que el tamaño de los cráneos era similar, sus capacidades también lo serían.

Hasta ahora, la discusión sobre las habilidades cognitivas se había basado en los fósiles humanos, y se apoyaba en elementos culturales como la construcción de artilugios a partir de piedras.

Puesto que los cerebros no fosilizan, su evolución sólo se puede estudiar a través de los cráneos, para lo que los científicos recrearon el de un neandertal recién nacido a partir de un esqueleto ubicado en un museo francés.

A través de avanzados métodos de comparación, se observó que el cráneo de los Homo sapiens y los neandertales es alargado en el momento del nacimiento, pero en los humanos modernos adquiere una forma globular en el primer año de vida, producto de una fase de desarrollo que no está presente en la evolución de los neardentales.

Los expertos del Max Planck explican que las capacidades cognitivas dependen del tiempo y del modo en que el cerebro se desarrolla, y puesto que hay diferencias en el primer año de vida, las habilidades no pueden ser las mismas en ambas especies.

Tras las comparaciones realizadas en el Instituto Max Planck, se concluye que a ambas especies se les agranda el cerebro conforme se van convirtiendo en adultos, pero siguiendo diferentes caminos de desarrollo.

Al nacer, los circuitos neurológicos en los seres humanos son escasos y los estudios clínicos realizados establecen que las primeras alteraciones en el cerebro están directamente vinculadas al comportamiento de la especie y a su nivel cognitivo.

Las conexiones entre las diversas partes del cerebro que tienen lugar durante el primer año de vida del neonato son básicas para la madurez, así como para las funciones sociales, emocionales y comunicativas.

Según manifiesta uno de los investigadores, Phillipp Gunz  (izquierda), la investigación "es casi más importante para entender más cosas sobre nuestra propia especie que para esclarecer elementos de los neandertales".

"Esperemos que nuestros descubrimientos ayuden a identificar la función de algunos genes que evidencian que ha habido selección hasta desembocar en los seres humanos modernos", añade.

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Vamos conociendo cada vez más las coincidencias y diferencias entre sapiens y neandertales, a medida que la investigación avanza, como es obvio. Lo que la noticia apunta se presenta importante, pues no deja de ser significativo que, merced a esta distinta conformación del cerebro en el primer año de vida de los sapiens, se derive una distinta cosmovisión del mundo entre ambas especies.

Ahora bien, nada se nos dice sobre las implicaciones que esta distinta manera de racionalizar el mundo tendrían los sapiens y los neandertales. Decir que es poco probable que los neandertales tuvieran una visión del mundo como la que tenemos nosotros no es decir mucho si no se especifíca mínimamente su consistencia. Y además, ¿hasta qué punto puede afirmarse que este patrón de desarrollo cerebral de los sapiens, tras el nacimiento, ha podido significar una diferencia evolutiva-cognitiva superior y positiva respecto de los neandertales?

Se diría que de modo indirecto se nos trata de transmitir la idea de que dicha percepción del mundo, por parte de los neandertales, sería sencillamente peor, limitada, etc. Pero siempre hay la duda de si este diagnóstico no se corresponde a una eterna visión llena de prejuicios negativos sobre los mismos. No deja de ser llamativo que toda diferencia que se encuentra entre neandertales y sapiens tenga tendencia a traducirse siempre como desfavorable para los primeros. ¿En qué sería peor dicha percepción cognitiva del mundo? Me temo que todavía habrá que esperar a ver si los estudios genéticos pueden ser capaces de aportar algo más sobre el particular, pero no debemos olvidar que, tal manera de percibir el mundo, les permitió a los neandertales sobrevivir a lo largo de 200.000 años (que se dice pronto). No me extraña nada que el investigador Phillip Gunz subraye al final que el resultado de la investigación "es casi más importante para entender más cosas sobre nuestra propia especie que para esclarecer elementos de los neardentales".

* Noticia relacionada: The brains of Neanderthals and modern humans developed differently

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