Iruña-Veleia y sus "revolucionarios" grafitos III: La fase judicial

Los dos posts anteriores sobre este mismo lamentable asunto: 'Iruña-Veleia y sus "revolucionarios" grafitos: Un triste y anuncia... (19-11-2008), y II' (3-3-2009) han tratado de las peripecias de aquellos ya lejanos "hallazgos excepcionales" (que tanta expectación e ilusiones levantaron entre expertos y aficionados, en junio de 2006), desde la publicación de los informes científicos (encargados por la Diputación Foral de Álava en el enero anterior) que los declaraban falsos hasta ahora mismo. La considerable extensión del último post, y el desenlace final ante las instancias judiciales, acometida antes de ayer por la DFA, en una querella que concreta ya las responsabilidades penales que a su juicio existirían (delitos contra el patrimonio y estafa), así como las tres personas específicas sobre las que éstas recaerían, siendo seguro el arqueólogo D. Eliseo Gil (todavía varían las versiones de prensa sobre quiénes serían los otros dos acusados), justifican la apertura de este nuevo espacio de noticias y debate. Puede hacerse el seguimiento de todo el tema primero desde Celtiberia.net ("Iruña-Veleia I-X", de junio de 2006 a julio de 2008) y luego desde Terraeantiqvae, aquí con un completo y cómodo "Dossier", documental y gráfico (casi al final, en la faja central de la portada), que incluye los documentos puestos a disposición del público por la propia Diputación de Álava.
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ÁLAVA SE QUERELLA CONTRA LOS TRES 'CEREBROS' DE VELEIA
La Diputación denuncia ante el juez a Eliseo Gil, Rubén Cerdán y Óscar Escribano como presuntos responsables de los delitos de ataque al patrimonio cultural y estafa

25.03.09 - M. José Carrero / A. Lorente | Vitoria

Eliseo Gil, a la derecha, durante su comparecencia en enero en el Parlamento foral. Junto a él, Óscar Escribano, la ex subdirectora Idoia Filloy y Rubén Cerdán. (Foto El Correo Digital)

Hay querella. Cuatro meses después de que una comisión de expertos de diferentes disciplinas dictaminase la falsedad de los hallazgos de Veleia, la Diputación denunció ayer ante el Juzgado de Guardia de Vitoria a las tres personas «que pudieran ser responsables de un presunto delito de ataque al patrimonio cultural alavés».

La diputada foral de Cultura, Lorena López de Lacalle (EA), impulsora de la investigación que ha permitido desmontar la mentira del primer Calvario de la Cristiandad y las primeras palabras comunes del euskera, eludió precisar a quién señala como supuestos 'cerebros' del engaño, entre otros motivos, porque ha solicitado el secreto de sumario. EL CORREO ha podido saber, sin embargo, que se trata del arqueólogo y ex director del yacimiento Eliseo Gil, del geólogo de su equipo, Óscar Escribano, y del coordinador de las analíticas, el supuesto físico nuclear Rubén Cerdán.

La Administración alavesa, propietaria del yacimiento, señala a los dos primeros como posibles responsables del delito de ataque al patrimonio. Pero la querella de la Diputación tiene una segunda vertiente, que es la acusación de estafa contra Gil y Rubén Cerdán. El Ejecutivo PNV-EA-Aralar considera que el engaño fue posible porque se presentaron unos analísis de las piezas falsos y, encima, se facturaron a la Diputación.

Lorena López de Lacalle señaló ayer que la institución foral ha decidido presentar la querella porque «cree oportuno adoptar un papel activo en este asunto, toda vez que se considera especial y directamente perjudicada por lo acontecido». Frente a esta explicación oficial, está la oficiosa. El Gabinete que preside Xabier Agirre ha acudido directamente al juez a poner en marcha un procedimiento penal a la vista de las críticas que ha recibido del fiscal jefe de Vitoria, Josu Izaguirre.
El pasado 5 de diciembre, Lorena López de Lacalle denunció al ministerio público el 'caso Veleia' por si fuera constitutivo de un delito de atentado al patrimonio cultural alavés. Diez días después, Izaguirre pidió nuevos datos para poder investigar.

La semana pasada, el fiscal cuestionó la metodología de la Diputación y aseguró que la investigación avanzaba «a saltos», debido a que la denuncia inicial debería haberse presentado «algo más trabajada y estructurada». Estos comentarios cayeron como un jarro de agua fría en el Palacio de la Provincia, hasta el punto de que el propio diputado general, Xabier Agirre, replicó que «aquí trabajamos con toda seriedad e imagino que el fiscal también. El 19 de diciembre le entregamos todo lo que teníamos y después, lo que hemos ido detectando». El desenlace de este rifirrafe ha sido la presentación de la querella. Pese a que la Fiscalía tenía aún de plazo hasta mayo para investigar, la institución foral ha decidido acudir directamente al juez.

Ayudas millonarias a dedo

Cuatro meses después de estallar el nuevo gran escándalo arqueológico alavés, tras el fiasco de las falsas pinturas rupestres de Zubialde, la Diputación abre una nueva vía judicial con la esperanza de desenmascarar a los autores de los falsos dibujos de temática cristiana datados en el siglo III y de las inscripciones en euskera, fechadas entre el IV y el VI.

Este deseo tiene una doble justificación. Desde un punto de vista cultural, Iruña-Veleia es el principal yacimiento del País Vasco. A partir de un planteamiento económico, este milenario asentamiento situado junto a la calzada Astorga-Burdeos se ha 'tragado' millones de euros en ayudas concedidas a dedo, sin concurso público. Así, la sociedad EuskoTren, dependiente del Gobierno vasco, ha financiado a la empresa Lurmen SL con casi 2,9 millones de euros entre 2001 y julio de 2008. El Departamento vasco de Cultura le concedió 218.433 euros, que el Ayuntamiento de Iruña de Oca complementó con 38.547 euros más. Esta última cantidad fue finalmente asumida por la Diputación, según el alcalde de la localidad, el socialista Javier Martínez.

Gracias a una petición del PSE alavés, en 2007 el Ministerio de Cultura otorgó 300.000 euros al yacimiento a través de una ayuda al Ayuntamiento de Iruña. De esta cantidad, 200.000 euros fueron directamente a parar a Lurmen para estudiar la muralla. Los 100.000 correspondientes al año 2008 están retenidos. A estas cantidades hay que añadir los 5.817 euros que la Diputación pagó, en 2006, a la empresa de Eliseo Gil en concepto de «análisis de grafitos». Estos estudios están en entredicho porque las analíticas atribuidas a un laboratorio francés no existen y numerosos gráficos son copia de un un manual de instrucciones de un programa informático.

Al margen de la vía judicial, la Diputación sigue adelante con su expediente administrativo contra Lurmen, empresa a la que ha revocado la licencia de ocupación y excavación del yacimiento. La sanción máxima prevista en la legislación vasca por prácticas negligentes es de 150.000 euros.
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En el DNA, variando algo en las demás personas implicadas:

LA DIPUTACIÓN SE QUERELLA CONTRA EL ARQUEÓLOGO ELISEO GIL POR EL 'C...
Garikoitz Montañés

Rubén Cerdán, Idoia Filloy, Óscar Escribano y Eliseo Gil, durante una comparecencia en las Juntas. (Foto: M. Ruiz).

Vitoria. La Diputación alavesa ha presentado una querella contra tres miembros de Lurmen, el equipo del arqueólogo Eliseo Gil, a raíz del caso Veleia . Esta maniobra supone un paso más allá para esclarecer este escándalo, en torno a la supuesta falsedad de los hallazgos de grafitos en latín, euskera y de temática cristiana, puesto que hasta el momento el Departamento foral de Cultura había trasladado información a la Fiscalía Provincial de Álava, pero ahora ha optado por acudir a la vía penal "por un presunto delito de ataque al patrimonio cultural alavés" y, al parecer, también por fraude.

La titular del área, la abertzale Lorena López de Lacalle, anunció ayer esta decisión, que tiene dos patas, una externa y otra interna. La primera es la presentación de la querella ante el Juzgado de Guardia de la Audiencia de Vitoria. La segunda, el inicio de un expediente sancionador de índole administrativo contra la firma Lurmen.

Es decir, el caso Veleia ya está en manos de un juez. Tras una reunión con la Fiscalía -que había lamentado las "prisas" forales en torno a este proceso-, la Diputación decidió ir más allá y durante la mañana de ayer presentó una querella ante el Juzgado de Guardia. Eso sí, el Ejecutivo, asesorado por sus servicios jurídicos, guarda con celo contra qué personas va dirigida esta querella, e incluso ha solicitado el secreto de sumario. Sin embargo, según ha podido saber este rotativo, en total son tres los miembros de la empresa afectados. Entre ellos, están Eliseo Gil y la ex codirectora de Veleia, la también arqueóloga Idoia Filloy.

El desencuentro entre Lurmen y la Diputación ha sido total desde que, el pasado 19 de noviembre de 2008, una comisión de expertos activada por el Ejecutivo determinó que las inscripciones en piezas encontradas en Veleia eran falsas. Dos meses después, la base del equipo de Lurmen -Gil, Filloy, el trabajador Óscar Escribano, y el colaborador Rubén Cerdán- defendió su gestión. A los dos días, la diputada de Cultura dio el debate científico por cerrado en favor de la comisión.

Ahora, sin embargo, ya no sólo se habla de mala gestión, sino de un delito. Un ataque contra el patrimonio cultural contempla penas de cárcel de uno a tres años y multas de 12 a 24 meses. Además, la querella también habla de fraude.

Las razones del Ejecutivo para optar por la vía penal se hacen evidentes en la orden con que se ha abierto el expediente contra Lurmen. El documento es así de claro: "Hemos constatado la falta y/o graves defectos de método arqueológico seguido en la excavación; la manipulación y tergiversación de los informes aportados en garantía de la autenticidad de los hallazgos; la falta de acreditación, requerida por una orden foral previa, sobre la capacitación profesional del asesor científico de Lurmen SL; la negativa a aportar informes de analítica que se dicen realizados por los laboratorios CEA-CNRS de Saclay, en París, y otros; la existencia de hechos de falsificación de inscripciones arqueológicas por un trabajador; y la falta de control de su dirección en la seguridad del yacimiento".

Este expediente, con el que la Diputación parece guardarse las espaldas en caso de que no prospere la vía penal -el documento quedaría en suspenso si finalmente se activa el proceso-, contempla sanciones que alcanzan los 150.000 euros.

Se trata del segundo expediente que el Ejecutivo elabora en torno a Lurmen, puesto que el primero ya supuso la revocación de sus permisos de excavación en Veleia. Esta vía ya se ha cerrado, negando cualquier tipo de indemnización a la firma de Gil.
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En Gara (en portada)
ARQUEOLOGÍA 24/03/2009 14:29:00
La Diputación de Araba activa la vía penal para depurar responsabil...

La diputada de Cultura de la Diputación de Araba, Lorena López de Lacalle, ha anunciado que el ente foral ha activado la vía penal en el caso Iruña-Veleia.

Gasteiz. Según ha afirmado la diputada de Euskara, Cultura y Deportes de la Diputación de Araba, Lorena López de Lacalle, en rueda de prensa tras el Consejo de Diputados, "existen suficientes indicios de delito como para acudir a la vía penal y continuar con el cauce normal de la investigación".

La querella pretende "arrojar luz" en el proceso administrativo iniciado a comienzos de 2008, que acabó demostrando que no existían pruebas suficientes que avalasen la autenticidad de los hallazgos del equipo arqueológico de Eliseo Gil en Iruña-Veleia, unas "antiguas inscripciones en euskara y el primer Calvario de la Historia".

El ente foral ha solicitado al Juzgado el secreto de sumario durante la apertura de la vía penal, algo que la diputada ha asegurado que "van a respetar", aunque ha señalado que la querella "es nominal, por lo que va dirigida contra personas concretas".

La Diputación alavesa quiere adoptar "un papel activo" en el proceso de depuración de responsabilidades y "cerrar un capítulo", para abrir una nueva etapa con la apertura el próximo 26 de marzo del Museo Bibat, el complejo que acogerá al nuevo museo de Arqueología junto al de Naipes.

Por otra parte, el ente foral ha iniciado dos expedientes administrativos, que quedarán en suspenso de activarse finalmente la vía penal, por los que se revoca el permiso de ocupación del yacimiento de Iruña-Veleia a la empresa Lurmen, que cuenta con una semana para retirar sus pertenencias del asentamiento, y un expediente sancionador de índole administrativa contra la misma empresa por "algunas materias presuntamente acaecidas".

Por último, la diputada ha señalado que desde su departamento se lleva trabajando "prácticamente desde setiembre" en el futuro de Iruña-Veleia, que estará dirigido por un equipo de personas de diferentes ámbitos, y no por un único director.

AMPLIACIÓN (26-28/3/2009)

Otras informaciones, de EiTB y Berria.info:

Audio: Iruña-Veleia: La Diputación Foral de Álava lleva el caso a los trib... (RV) (duración: 02:26)
Javier Moncada nos facilita todos los detalles. En "Araba Gaur" con Edurne Trascastro. La cita informativa del mediodía en Radio Vitoria.

Vídeo: Querella contra las personas que pudieran ser responsables del escá... (vídeo con declaraciones de la Diputada Foral)

Noticia: Arduradunen kontrako salaketa jarri du Arabako Foru Aldundiak

Berria: Arabako Aldundiak kereila jarri die Iruña-Veleia auziko erantzuleei
Auzibidean nor jarri duten ez dute zehaztu, baina orain arte Eliseo Gilen taldea eta Amelia Baldeon jo dituzte erantzuletzat - Zigor espedientea abiarazi du, halaber, aztarnategia ustiatu duen enpresaren aurka
2009-03-25 Irune Berro - Ainara Gorostitzu

Del día 26, en El Correo:
ÁLAVA QUIERE QUE LOS CIENTÍFICOS APOYEN SU DENUNCIA DEL 'CASO VELEIA'
M. José Carrero | Vitoria

La Diputación de Álava quiere un respaldo científico a la querella que ha presentado contra las tres personas que considera posibles responsables del engaño de Veleia: el arqueólogo Eliseo Gil, el geólogo Óscar Escribano y el supuesto físico nuclear Rubén Cerdán.

Por ello, en el escrito de denuncia que, el lunes, presentó en los juzgados solicita que entre las diligencias a practicar se llame a testificar a los expertos de diversas especialidades -Arqueología, Epigrafía, Iconografía, Lingüística, Egiptología o Química- que han participado en el dictamen.
La querella de la Administración foral señala a Gil y Escribano como supuestos responsables del delito de ataque al patrimonio al considerar que su actuación ha puesto en riesgo un yacimiento que fue declarado monumento nacional en 1915.

En su vertiente de estafa, la demanda afecta a Gil y Cerdán, a quienes acusa de presentar análisis falsos para autentificar la mentira de los dibujos de temática cristiana, datados en el siglo III, y las palabras en euskera, fechadas entre el IV y el VI. Estos informes fueron pagados por la propia Diputación.

Según ha podido saber EL CORREO, el 21 de junio de 2006 salieron de las arcas forales 5.817,40 euros que fueron a parar a la empresa de Gil -Lurmen S.L.- para abonar «los análisis de los grafitos» que trece días antes se habían presentado como extraordinarios. La Diputación ha comprobado que no se realizó ninguna analítica en los laboratorios franceses CEA-CNRS, como asegura Rubén Cerdán en la página 56 de un informe redactado por él ese mismo año y titulado 'Análisis de pátina de deposición superficial de contaminantes en muestras arqueológicas de cerámica común, T.S.H. y óseas' (*)

Además, la Diputación quiere que testifiquen los tres arqueólogos que dejaron Lurmen en enero de 2007. Se trata de José Ángel Apellániz, Miguel Ángel Berjón y Carlos Crespo, quienes han manifestado que nunca vieron salir de la tierra las piezas con dibujos e inscripciones, sino que aparecían en el proceso de lavado.

(*) Se trata de este informe, en cuya página 56 al final se afirma:


Visto con humor (gracias, Lakorzana):

© Iñaki Cerrajería 25-3-2009

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Comentario por Alicia M. Canto el marzo 28, 2009 a las 3:38pm
Jaja, Pater, no nos vamos a entender en esto: Yo parto de la base de que, si he hecho una buena excavación, y tengo las pruebas lógicas y normales que demuestran lo que digo, no espero a que nadie me las pida ni a que me hagan "un interrogatorio".

En lo de "muchas imposibles", es que pienso que cualquier arqueólogo debe conocer por lo menos "las generales de la ley" de la Epigrafía. Por lo menos para saber que las jotas, las comas, las comillas, las flechas dobles y otras cosillas por el estilo no son posibles en una excavación de esa época, de tal forma que (me voy a poner en lo mejor), aunque no haya sido capaz de detectarlo en el campo, si empiezan a brotar como hongos tales rarezas en el lavado, y a montones, se le encienda la luz roja.

Es más, ahora que lo digo, ¿Ud. tiene la costumbre de lavar por sistema los montones de trozos de ladrillos que le puedan salir -aunque ya sé que ahí no proliferan tanto como en otros lugares- en sus excavaciones? Yo al menos no lo hacía ;-) Pues resulta que sobre ellos estaban la mayoría de las euskéricas... Y espero la tercera, aunque yo también ando haciendo otras cosas.

Satorrotas, dice Ud. "Y las dudas empezaron muy pronto. Gorrochategui se lo dijo a los pocos días (no a los meses, dra. Canto)..."

Es que yo no he hablado nada de cuándo el Prof. Gorrochategui le dijo algo al Sr. Gil en persona, pues no estuve delante y no me constan los términos de tal conversación (como tampoco el contenido exacto de la carta que le dejó a la Dra. Baldeón, aunque ésta quizá algún día se dé a conocer).

Lo que he dicho -y mantengo- es que "...le hemos leído y oído [al Prof. Gorrochategui] garantizar la completa autenticidad de los textos euskéricos (al menos de los siete que él mismo presentó con Knörr y Gil el 15/6/2006), para unos meses después defender su completa falsedad".

Y a esto lo único que habría que objetar es que me he quedado claramente corta. A menos que le parezca a Ud. que declarar, el 19 de noviembre de 2006 (o sea, cinco meses después de la presentación de las euskéricas), lo que sigue podría ser considerado por alguien como la denuncia pública de un fraude:

"Pero, ojo, de la misma manera que reclamo que no se puede decir ahora que todo va a misa, por la recíproca no podemos decir que esto es falso. No creo que esto se vaya a dilatar, parece que de aquí al verano ya estará el informe definitivo.

-¿Se le ha pasado por la cabeza que el hallazgo pueda ser falso?

-...Para mí están abiertas todas las posibilidades, también que sea verdadero."

Parece difícil que se me crea cuando digo que recuerdo estas cosas de vez en cuando sólo a causa del extraordinario interés que algunos tienen en que no se recuerden, y porque me parece de justicia hacia el Sr. Gil, al que nadie hubiera hecho gran caso de no ser por los buenos respaldos científicos (y de análisis) con los que contó entonces. Porque, en cambio, ¿quién iba a dejar de creer todo lo que se dijera sobre el euskera antiguo, si venía con el aval de semejantes "pesos pesados" del euskera?

Si se persigue la verdad de lo ocurrido, ésta tiene que alcanzar a todo y a todos. Fíjese si me quedo corta que ni siquiera en el famoso artículo "Las Armas de la Filología", de 12 de octubre de 2007, por tanto un año y algunos meses después (donde sobre las latinas refleja prácticamente todo lo ya comentadísimo en Celtiberia), J.G. habla de fraude o de falsos en relación con los óstraka, por más que dedica todo el principio a otros conocidos casos.

Como tampoco se puede encontrar ahí la menor alusión al papel que él mismo jugó en el estudio, presentación pública y aval de los óstraka euskéricos. Parece que él nunca estuvo allí ni presentó nada, ya que, por el contrario, podemos leer cosas como:

"...Al igual que en aquella ocasión, también esta vez me limitaré en las páginas que siguen al comentario de los textos que se han hecho públicos, tanto en la prensa como en presentaciones habidas por parte de los arqueólogos de Iruña-Veleia." (pág. 4)

"...no hay nada semejante a nuestra coma, rayita situada en la parte inferior de la línea de escritura para separar unidades sintácticas, hasta iniciado el Renacimiento. Así que un texto como IEHSVS, IOSHE ATA TA MIRIAM AMA y otros más (en número no despreciable) entre los hallazgos de Iruña presentan un rasgo desconocido en la epigrafía latina de todas las épocas y latitudes." (pág. 6)

Pareciera que el fragmento no presentaba esas mismas comas cuando él lo estudió con Knörr, pues justo ése fue de los presentados y comentados por ambos el 15/6/2006. He destacado lo del "número no despreciable de fragmentos con comas" porque evidencia un conocimiento visual de materiales en esa época mucho mayor (aún no se había creado la famosa Comisión) de lo que deja entender algo más abajo:

"...es hora de detenernos en algunas cuestiones de morfología. No podré hacerlo más que de una manera muy sucinta, dada la escasez de material que tenemos a disposición pública. En el grafito IAN EDAN LO..." (pág. 14)

En fin, de esto habría mucho más que decir y comparar, y siempre temo ser mal entendida. Pero, resumiendo: Si yo me creo lo que el Prof. Gorrochategui afirma al final de la pág. 4 de su Informe oficial, esto es, que ya entre el 8 y el 15 de junio de 2006 llegó a la conclusión de que "había posibilidades reales de hallarse ante un fraude" (sic), ¿cómo tendría que calificar entonces el que ese mismo día 15 fuera a una rueda de prensa y "garantizara a la comunidad científica" que los hallazgos euskéricos eran auténticos de toda autenticidad, que "era verdad que habían aparecido grafitos en vascuence de los siglos III-VI d.C."?

Dígamelo Ud., Satorrotas, porque esto último es lo que sí está probado que pasó, y lo que me tiene perpleja y entristecida: Que se nos quiera convencer ahora de una incoherencia profesional y ética de tal envergadura. Es mucho mejor admitir la verdad, la que sea, que afirmar que salió a la prensa a garantizarle a la sociedad que era bueno lo que en su fuero interno -expressis verbis- ya creía que era un fraude. Sinceramente, por lo que conozco de él prefiero creer que la realidad no es la que viene contando desde su informe. Sería mucho mejor confesar que uno es un excelente filólogo, pero que a lo mejor no sabe tanta epigrafía como creía, o que con la emoción de las vascuences no se fijó bien en el "RIP" o el "Anquises", o que es más inocente de la cuenta y le creyó a Gil todo el lote. La segunda alternativa, la de avalar en público lo que ya creía que podía ser falso, es con mucho la peor para él, puede creerme.
Comentario por Yrg el marzo 28, 2009 a las 4:52pm
Ya puestos con Gorrochategui, otra cosa que me sorprende es que diga que no pueden haber NEURES en el siglo III... cuando él mismo registra en territorio... ejem, mejor callo, no vayamos a dar alas a los que mantienen la defensa numantina (¿ o defensa veleiense ?) de la veracidad de todo esto.
Comentario por Elpater el marzo 28, 2009 a las 4:56pm
Alicia, no pretendo yo negar la incongruencia de tener pruebas y ocultarlas. A mí me parece incongruente la postura de Gil, la de afirmar cosas muy difíciles de asumir, y afirmarlas de forma muy contundente, poniéndolas como irrefutables, y no presentar las pruebas de esas afirmaciones. Ante eso tiendo a pensar que esas pruebas no existen y que me están cantando un tango. Supongo que como todo el mundo.

Pero al mismo tiempo no dejo de tener en cuenta que la situación está viciada. Cuando se monta la Comisión, que tiene especial interés en dejar claro que no va contra Gil, que no se duda de su trabajo, etc., la única documentación que está sobre la mesa es un informe provisional que Gil había entregado a la Diputación hacía tiempo, supongo que en cumplimiento de la normativa de excavaciones que suele exigir informes preliminares tras la finalización de cada campaña. Si no recuerdo mal las actas, Gil pone toda la documentación, que estaba en las instalaciones del yacimiento, a disposición de la Comisión. No hay ningún debate en las sucesivas reuniones sobre el método aplicado, ni sobre la correcta aplicación de éste. No hay preguntas, no se solicita información. Y repentinamente, al final, se presenta un informe demoledor basado exclusivamente en el informe preliminar de Gil, sin haber profundizado en cuestiones y datos que estaban a disposición de la Comisión, así como el propio director. En esas condiciones, en una última sesión, por sorpresa y decretándose de inmediato la disolución de la Comisión, es prácticamente imposible que se pudiera producir una respuesta coherente. Ahí considero que tanto la Comisión en su conjunto como su Presidenta en particular, la Diputada, obraron mal y con poco espíritu científico.

Lo malo es que, además de esto, de inmediato se producen más hechos, como es el automático cese de Gil y la apertura de los expedientes que hace poco concluyeron. Gil es sancionado de hecho sin haber tenido opción a defensa, como resultado de una comisión que oficialmente se había definido de otra forma. Y a partir de ahí el terreno de juego ha cambiado, y con él las reglas. Ya no se trata de aclarar la verdad, sino simplemente de defenderse de acusaciones muy serias.

Y ahí es cuando creo (lo escribí ya en su momento) que Gil se equivoca; se equivoca en las ruedas de prensa, y se equivoca sobre todo en su presentación ante las Juntas Generales. Gil se enroca, se atrinchera, y se dedica a intentar poner de manifiesto que los demás son muy malos, sin darse cuenta de que no se estaba juzgando a los demás sino a él. Y sin darse cuenta, además, de que incluso aunque demostrase que los demás habían sido malos malísimos, quedaba por demostrar que él era bueno, que es de lo que se trataba. Yo también creo que Gil debió presentar ahí las pruebas que hasta ahora habían estado ocultas y no lo hizo.

Pero una cosa es el error de guardarse unas pruebas en espera de mejores circunstancias, y otra que esas pruebas no existan. Todo va apuntando a que efectivamente no existen, pero todavía no está probado. Por mi parte prefiero darlo por no probado y dejar la puerta abierta, aunque con menos esperanzas de que esas pruebas crucen el umbral.

En cuanto al deber de conocer lo indispensable sobre epigrafía... ¿y dónde lo han aprendido? e temo que una encuesta sobre los conocimientos en epigrafía hecha a los arqueólogos en ejercicio daría resultados dignos de una depresión profunda. Aunque, puestos a entristecernos, me temo que otra encuesta sobre método arqueológico o sobre conocimiento de materiales comunes daría unos resultados similares. Y todos lucen flamantes títulos de licenciatura, en algunos casos con calificaciones brillantes.

La situación general es penosa. Cierto es que es la esperable después del crecimiento exponencial de empresas arqueológicas y profesionales liberales que se experimentó desde la Ley 16/85 y sobre todo desde su desarrollo en reglamentos autonómicos. La arqueología, de ser una actividad de verano para muy pocas personas, vinculadas a universidades y a algunos museos con tradición, pasó a ser una actividad casi multitudinaria, al compás del número creciente de casos en que se exigía la presencia de arqueólogos, un número que superaba en varios órdenes las capacidades del "viejo orden", y que requería además mucha disponibilidad y flexibilidad de tiempo y de medios.

Es pensando en este estado de cosas que digo que el informe de Gil cumple los estándares habituales e incluso los supera. Comparado con lo habitual, está bien. Comparado con lo que debería ser, no lo está. Lo malo es que lo que debería ser no es.

De acuerdo en lo que dice de los ladrillos. Pero le recuerdo que Gil fue objeto de duras críticas no por no haberlos lavado, sino porque habían transcurrido meses entre su hallazgo y el lavado, un lavado que en muchos otros casos no se habría producido nunca. Es como usted dice, y me apostaría algo a que en los almacenes de muchos museos, por no decir de todos, se encuentran cajas con materiales procedentes de excavaciones (y no sólo ladrillos, sino fragmentos de ánforas y otras cerámicas) que nunca fueron lavados ni probablemente lo sean jamás.

Sin embargo, a Gil se le criticó por haber tardado en lavar los ladrillos, cuando lo normal es que no fueran lavados. A mí me parece de lo más normal ese retraso. Cuando los materiales salen en abundancia, el lavado es uno de los cuellos de botella de una excavación. Me parece muy normal que el lavado se reserve para los materiales que parecen ser más significativos, y los demás se dejen en reserva, convenientemente rotulados, para proceder más adelante con ellos... si se puede. Pues no, aquí se exigió que estuviesen lavados de inmediato, y al mismo tiempo se pretendió que la excavación fuese más rápido.

Porque la crítica a que se excavaba despacio también se dio varias veces por aquí. Y se dio al mismo tiempo que las de los arqueólogos "disidentes" que exigían que se fuese más despacio. Caramba, o una u otra, pero ir al mismo tiempo más rápido y más despacio no parece fácil de llevar a cabo.

Creo que con mis apuntes suelo pretender lo mismo que usted al insistir en el papel de los catedráticos que en principio avalaron públicamente a Gil: obtener una visión completa de los hechos y sus circunstancias, y no quedarnos con una historia lineal que sólo tiene en cuenta lo que conviene al relato que se quiere contar.

E cuanto a lo último, huelga decir que estoy plenamente de acuerdo con usted. Los hechos habrían sido muy otros si no hubiese habido los apoyos públicos de respetados representantes del mundo académico.

Claro que también habrían sido otros si la intervención en el yacimiento hubiese tenido una exclusiva finalidad científica, y no unos objetivos de inversión en propaganda y publicidad, una inversión que hay que rentabilizar. El documento de preparación de la presentación cuyo enlace nos ha proporcionado es una buena muestra de cómo se entendía el asunto en las más altas instancias.

Y por supuesto también que habría sido de otra forma si los hallazgos hubiesen sido auténticos o, al menos, estuviesen arqueológicamente bien documentados.

Pero se dio lo que se dio: entre todos la mataron y ella sola se murió. Pero entre todos, no sólo Eliseo Gil. Ni siquiera poniendo a Cerdán. El "escándalo de Iruña-Veleia" es una obra colectiva en la que no es difícil encontrar errores se mire por donde se mire. Lo difícil es encontrar actuaciones correctas.

Por eso lo de buscar un cabeza de turco y hacerle comer todo el marrón es injusto y no responde a la realidad.

Y ahora reconozco también, en acto de extrema humildad, que también es injusta mi pretensión de quedarme con toda la cosecha de txacolí, aunque amparándome en la condición de paleolítico vascosemita que me corresponde en mi condición de gallego siga correspondiéndome una alícuota parte a la que no renuncio.

Pues en lo otro, lo mismo: Gil puede tener su alícuota parte, y a lo mejor esa parte resulta al final que es muy gorda, pero no es legítimo largale a él toda la cosecha.
Comentario por satorrotas el marzo 28, 2009 a las 6:07pm
Vamos a ver, dra.Canto, yo estaba especulando, y repito, especulando, sobre la actitud de E. Gil en el asunto, contemplándolo a la distancia de tiempo actual y con los datos que ahora sabemos, que seguramente no son todos, pero que son más que los que conocíamos hace meses, y muchos más de los que conocíamos hace dos años. Entre esos datos que ahora conocemos que existen está la carta de Gorrochategui del 19 de junio. Es verdad que no sabemos su contenido, pero los responsables que han tenido acceso a ella la juzgan muy importante. Por lo tanto E. Gil ya supo muy pronto, y de parte de uno de los asesores que él mismo había escogido, una opinión crítica, la cual además no hizo sino crecer a medida que pasaba el tiempo, en vez de ceder a los análisis de pátinas de Cerdán.

Tutubel critica que “Gorrochategui sea dios”; más bien parece que lo considera el demonio. Yo simplemente creo que es un hombre, que ha explicado, en mi opinión al menos bastante claramente (Berria), lo que le ocurrió: dio crédito a lo que el arqueólogo le decía, intentó justificar los datos vascos dentro de su disciplina y se dio cuenta que no podía, acto seguido, da cuenta de sus conclusiones y sospechas. Que se sepa, es el primero de todos los personajes de este drama que lo hace; además diría que lo hace donde debe hacerlo, sin escándalo, esperando que las cosas se arreglen. No se deja convencer por el peso de la física nuclear (todo eso es bien evidente en la entrevista de noviembre) y luego, tras la violenta embestida de Lurmen y sus “amigos” aguanta en silencio tiempo y tiempo. Lo de las Armas de la Filología se supo a posteriori. En fin, ya me gustaría que muchos otros especialistas hubieran tenido la valentía que él tuvo en denunciar las cosas ante una opinión pública volcada hacia la credulidad. Solo Martín Almagro lo hizo ya en el tramo final (con desconocimiento aparente además del desarrollo de la historia en la prensa local).
Yo creo que todo el mundo ya entonces entendió la carta de Gorrochategui de noviembre de 2006 (así como la de Lakarra & Larrea) como una seria discrepancia en la cuestión principal sobre la autenticidad de las piezas. Fue un texto crucial, que significó un punto de inflexión para la opinión posterior (aunque tardó tiempo en ser asumida por el mundo euskaldún). Atenerse a la literalidad de la ambigua respuesta que da a la intencionada pregunta de la periodista que busca un titular es, en mi opinión, exigir demasiado en aquellas circunstancias, en las que aún no había tenido acceso al estudio de las piezas. Otra cosa diferente es haberlas visto de algún modo. También mucha gente vio hace mucho el óstracon de Anquises y pensó que lo más prudente era esperar a ver todo el material y las pruebas, sin llegar a declarar que era falso de toda falsedad. Creo que entre mostrar perplejidad, duda, sospecha, y afirmar rotundamente la falsedad de unos hallazgos “obtenidos de una excavación arqueológica profesional” media un mundo, que no sé por qué no debe valer a todos por igual. Además entre una entrevista y un texto escrito creo que hay que quedarse con el texto y al final habla explícitamente de que aquello era un jarro de agua fría.
Pero como decía al principio, yo andaba especulando sobre el asunto que me intriga ahora: sobre la fina línea existente entre la víctima y el falsario.
Comentario por satorrotas el marzo 28, 2009 a las 6:20pm
Elpater, quizá algunas de esas pruebas (o algo que E. Gil considera pruebas) existan; de ahí su enigmático cierre de la Comisión con aquello de que no era el momento para explicar lo sucedido.
Me parece que, aunque la comisión concluyente fue la última de noviembre de 2008, la sesión de junio es crucial: ahí se le puso a E. Gil contra las cuerdas. Y ¿qué trae de nuevo a la siguiente reunión?. El mismo informe con una pequeña y nada relevante variación en la horquilla cronológica, que dicho sea de paso, no hacía sino complicar aún más su hipótesis.
Comentario por Elpater el marzo 28, 2009 a las 7:54pm
No recuerdo ahora la sesión de junio de 2008, Satorrotas; la releeré en cuanto pueda y le digo. A bote pronto no recuerdo nada acerca del método de la excavación, pero puedo estar perfectamente equivocado. Mi memoria a veces es muy buena, hasta llegar a asombrarme, en cosas carentes de importancia que vaya a saber por qué se quedan ahí, grabadas a fuego en el vacío cerebral. Pero las más de las veces es una auténtica patata.

A mí lo que menos me importa ahora es la autenticidad de las piezas: doy por hecho que hay piezas falsas, y si también las hay auténticas ya se separarán unas de otras cuando proceda. Y si Gil defiende la autenticidad, no es más que un error (si lo es, claro, que es lo que yo creo), pero no veo en ello nada punible, ni administrativa ni penalmente. Se trataría simplemente de un investigador que defiende su hipótesis a capa y espada, como es lo habitual en el mundo de la investigación. Hay la tira de asuntos que hoy están a debate, en la disciplina que usted elija, desde la lingüística a la biología evolutiva. Es decir, hay un montón de sabios en ejercicio, todos ellos de probada profesionalidad y gozando todos del reconocimiento oficial y público, que sostienen explicaciones incompatibles entre sí: o unos u otros están equivocados, y a nadie se le ocurre penalizar al que metió el tren en vía muerta (jeje, no me había dado cuenta de la oportunidad de la frase al hablar de unas excavaciones financiadas por Euskotrén).

Es decir, si Gil sigue pensando que las piezas son auténticas en su totalidad (por ejemplo, porque sea verdad que él mismo vio extraer algunas de ellas), hace bien en decirlo y en defender su postura.

Lo que no es admisible es que, para defender una postura, se inventen datos o pruebas, se falseen, se tergiversen o se retuerzan. Eso sí que me preocupa, tal vez más que otra cosa: la honradez intelectual. Porque de la recogida de datos y pruebas es de lo que trata la arqueología de campo; lo otro viene después, cuando Poirot, ya lejos de la escena del crimen, se sienta en el sillón y pone a trabajar "sus pequeñas células grises" intentando encajar las piezas en varias escenas en las que todo encaje. Varias, no una sola: no vale apuntarse ciegamente a la primera que encajen, hay que someterla a crítica porque puede haber más. Y si las hay, hay que buscar nuevas pruebas y razonamientos que permitan descartar las hipótesis sucesivamente hasta que sólo quede una que cumpla todas las condiciones. Ésa es la que se debe proponer como hipótesis de elección. Y lo mismo hay que hacer cuando se trata no de las piezas de Iruña-Veleia sino del papel de Gil: no quedarse con la primera hipótesis que explique todo, sino contrastarla con las contrarias.

Pero todo eso es interpretación desde el sillón, que es cosa diferente de la recogida de datos en el campo o en la escena del crimen, que es a lo que le estoy dando vueltas. Y sigo sin verlo claro, se necesitan más datos.

ME acaba de venir a la cabeza un detalle que creo no se ha comentado. No me extraña que Gil esté callado: cualquier cosa que dice es tomada en el peor de los sentidos posibles y se vuelve en su contra, por más honrado que sea al responderla.

Me refiero a que creo haber leído en algún sitio que una de las cosas que se le imputan a Gil en el expediente abierto es que él reconoció mala práctica porque, cuando le preguntaron en la Comisión si "se la podían haber colado", respondió que sí, que se la podían haber colado.

¡Pues claro que se la pueden haber colado! A él y a todo quisque. ¿Hay alguien que se crea tan omnipotente que no reconozca que otra persona, con tal de que sea lo suficientemente hábil e inteligente, se la puede colar? ¿Y reconocer el carácter falible de las actuaciones y de uno mismo es motivo de punición? Procuraré estar lo más lejos posible de esos justicieros. Cada vez me provocan más la impresión de que a Gil se le condena no por haber hecho algo malo, sino por no ser perfecto. Y Perfección es lo que se exige cuando se anda en las Tripas de la Patria.

Pues manda carallo.
Comentario por Elpater el marzo 28, 2009 a las 8:42pm
Añado al mismo tiempo que cuanto más reviso la documentación arqueológica disponible, más me viene una sensación incómoda que me provoca inquietud: los datos no me cuadran.
Comentario por Elpater el marzo 28, 2009 a las 10:12pm
Joaquín, debo discrepar de su alegato. No conozco el curriculum de Perring y además, francamente, me da igual. Ha sido propuesto como perteneciente a los Grandes Expertos Europeus por la Universidad del País Vasco en la Comisión de la Diputación, y nadie objetó ni tuvo nada en contra; por lo tanto, si le vale a las partes, a mí también.

Pero es que además su informe inicial me pareció siempre adecuado, ponderado, respetuoso y acertado, tanto en la crítica (buena y mala) que hace a la documentación presentada como en el análisis de las diferentes alternativas que propone acerca de lo que pudo pasar con las inscripciones de Iruña-Veleia.

No veo para nada que se cargue el trabajo arqueológico de Gil y compañía. Por el contrario, coincido con él en que, a la vista de la documentación, hay cosas que parecen correctas y otras que ofrecen dudas. Lo malo es que las dudosas afectan a los grabados. También coincido en que, cuando menos una vez que se detecta el primer grabado "impresionante", se deberían haber definido unidades estratigráficas más reducidas, más precisas, y se deberían haber documentado más y mejor. Todos esos fallos están correctamente señalados, pero no dice Perring que por ellos se destruya el trabajo arqueológico.

Lo que sí se destruye es la prentensión de que la unidad 51144 esté totalmente sellada formando una "cápsula del tiempo", y, dado que ése era el principal argumento para garantizar la autenticidad de los grabados (es decir, que sean "de época"), las piezas grabadas dejan de tener un contexto fiable y no pueden ser consideradas auténticas por motivos estratigráficos, que es en lo que se basó Gil en su postura inamovible.

En ese caso, si el argumento arqueológico-estratigráfico se cae, deja de haber contradicción entre lo que señalaba la estratigrafía (que ya no señala nada o casi nada) y lo que indican las restantes disciplinas, con la excepción de los análisis de Cerdán.

Perring razona muy bien acerca de estos últimos: si el método de Cerdán tiene consistencia científica, y si ese método puede garantizar que los grabados llevan largo tiempo bajo tierra, estamos en una situación de solución difícil (por las contradicciones). Pero cada vez está más claro que en lo de Cerdán hay poca, si alguna, coherencia. En este momento, y salvo que se presenten pruebas que hasta ahora no existen, ni es fiable el método, ni son fiables los análisis, ni es fiable el propio Cerdán.

Es decir, las piezas se quedan como meras piezas, casi descontextualizadas. Y los análisis que quedan con fiabilidad, ponen de manifiesto que son falsas de toda falsedad.

Así están las cosas, y así se quedarán salvo que se pongan sobre la mesa los datos que faltan y que no han sido presentados a pesar de haber sido y ser insistentemente solicitados: fotografías de la UE 51143 y de su proceso de excavación, fotografías de la excavación de la UE 51144, fotografías de algún fragmento grabado reconocido desde el principio en el momento de su aparición, resultados originales de los análisis realizados en el laboratorio del CNRS, etc.

Si esos datos existen, que se enseñen. Porque sin ellos no podemos creer lo que Gil y compañía dicen que debemos creer, por más que nos gustase hacerlo. La fe no entra en los dominios de la ciencia, y en consecuencia no se puede solicitar ni usar como argumento. No se trata de que nosotros debamos creer, sino de que ellos deben demostrar. Y si, pasado el tiempo, no demuestran o no presentan los datos que permitan esa demostración, no podrán quejarse si no son creidos. Es lo justo.

El final del informe de la carta de Perring me parece particularmente acertado (y es normal que me lo parezca, pues coincide con lo que puse por aquí en alguna otra ocasión):

"Although there are problems with some aspects of the archaeological
recording, interpretation and reporting: most of the work was of an
acceptable professional standard
. The problems identified would not have
been accorded such weight were it not for the introduction of the
exceptional graffit
i. The presence of this fake material required the
archaeological work to be undertaken to an impeccable standard, in order to
identify and isolate the alien finds. These finds thoroughly compromised
and corrupted all of the other archaeological discoveries from the site.
The excavators had a duty to account for the fakes, and could have done so
by adopting more rigorous fieldwork and processing procedures. Instead they
felt able to present the material as genuine. This is where professional
standards were not met
."

Salvo, insisto, que de una vez por todas se ponga la documentación sobre la mesa, y se compruebe los rigorous fieldwork and processing procedures.

Mientras tanto, mientras no se vea la documentación o se concluya fehacientemente que tal documentación no existe, no se puede condenar. Pero mucho menos se puede bendecir.
Comentario por Elpater el marzo 28, 2009 a las 10:24pm
Satorrotas, he mirado las actas y es como pensaba. En la sesión de junio dispara Gorrochategui su artillería, y es en esa sesión cuando Gil presenta la documentación detallada de la excavación del recinto 59. Pero no hay ninguna crítica al método ni ninguna solicitud de aclaración por parte de la UPV. Los miembros de ese grupo se limitan a decir que están trabajando en el asunto, que le mandaron la documentación traducida a los extranjeros, y que en otoño presentarán su informe.

Y en la siguiente reunión presentan su informe, que ya incorpora la documentacióo presentada por Gil en junio, y se finaliza la Comisión.

Para mí que faltaba por lo menos una segunda ronda, como en cualquier debate. Eso no fue un debate, fue como en esas ruedas de prensa en las que no permiten a los periodistas plantear preguntas aclaratorias. Era de rigor que Gil pudiese presentar su "contrainforme", rebatir las críticas y aportar documentación que probase que él y no los otros tenían la razón. Pero no se le dio ocasión: se presentó el informe crítico por primera y, lamentablemente, única vez, y no se le dio oportunidad a responder (lo de que responda en el momento no deja de ser una trampa, pero no se puede tomar en serio). De inmediato se le destituye y se hace la famosa rueda de prensa conocida por los dislates del pegamento y demás; una rueda de prensa no de información, sino de ataque y destrucción. Lógicamente eso rompe un proceso que hasta ese momento parecía ir medianamente bien (aunque a mí lo de reafirmar que no se trataba de juzgar ni de criticar, sino de blablabla me sigue sonando a trampa para conejos) y se acaba la comunicación.
Comentario por Elpater el marzo 28, 2009 a las 10:24pm
Y váyanse a camita temprano, que hoy se duerme una hora menos :-)

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