En algún momento entre el año 1600 y 1500 a.C. los habitantes de la isla de Creta fueron testigos de un evento de proporciones apocalípticas que sacudió a la civilización minoica y a la postre terminó con su declive.
La explosión del volcán en la isla de Santorini, situado a varios kilómetros, provocó un tsunami que arrasó las costas cretenses y mató a miles de personas, seguido de una nube de cenizas que cambió el clima de la zona durante años. Las proporciones de aquel cataclismo fueron tales, que algunos estudiosos creen que pudo quedar en el inconsciente colectivo y dar lugar a las leyendas sobre la Atlántida.
La teoría más extendida y aceptada hasta la fecha es que el derrumbe de la caldera principal, y los millones de toneladas de material que cayeron súbitamente al mar, provocaron los tsunamis que se llevaron por delante algunas poblaciones de Creta y sembraron la destrucción.
Pero un equipo dirigido por la profesora de la Universidad Nacional de Atenas, Paraskevi Nomikou (izquierda), acaba de descubrir algunos datos que cambian algunos matices de la historia y establecen nuevas causas para el suceso.
En un trabajo publicado esta semana en Nature Communications, Nomikou y su equipo han analizado el lecho marino junto a la caldera y los alrededores y han encontrado pruebas que sugieren que esta ladera del volcán no se derrumbó durante la erupción principal. Sus observaciones, basadas en datos sísmicos y volcánicos, además de mapas detallados del fondo marino, indican que un estrecho de agua conectaba la caldera al mar después de la erupción, rellenando esta en menos de dos días, una inundación que no es suficiente para crear tsunamis.
Por el contrario, las pruebas encontradas por los autores señalan que lo que sucedió fue que grandes cantidades de material piroclástico, emergidas durante la erupción, pudieron haber desplazado suficiente cantidad de agua como para crear tsunamis de 9 metros y de los que se han encontrado evidencias geológicas y arqueológicas. En este sentido, los depósitos piroclásticos de hasta 60 metros de espesor encontrados por el equipo en las costas de Santorini son otra prueba que refuerza esta nueva teoría.
El diagrama muestra el desarrollo de la caldera de Santorini, antes, durante y después, de la erupción acaecida en la Edad del Bronce Final.
La erupción fue el principio del fin de la civilización minoica", dijo Nomikou Live Science. "La erupción ocurrió en el año 1650 a.C., y el fin de la civilización minoica se constata hacia el año 1450 a.C., 200 años después".
Para entender mejor cómo de violenta y destructiva fue la erupción de Thera, Nomikou y sus colegas planean continuar su investigación sobre los flujos piroclásticos.
"Ahora sabemos que estos flujos causaron mucho daño en el área alrededor de Santorini, alcanzando a Creta", dijo Nomikou. "Así que tenemos que comprender mejor estos flujos y hallar el volumen total de la erupción, ya que creemos que este fue el evento más catastrófico ocurrido en los últimos 10.000 año".
Fuentes: vozpopuli.com| Live Science|Mail Online | 8 de noviembre de 2016
Post de Terrae Antiqvae relacionado:
* El supervolcán que destruyó Thera (Santorini, Grecia) (23/01/2015)
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